Astral Ascent, acci¨®n y roguelike; algo verde pero con potencial por explotar

Hace unos meses apareci¨® por Steam un nuevo roguelike en Early Access centrado en el combate y con progresi¨®n entre intentos. S¨ª, otro de esos. Decir que el mercado est¨¢ saturado quiz¨¢s sea algo precipitado pues cada a?o siguen apareciendo uno o dos que renuevan el g¨¦nero, que suben un poquito el list¨®n o simplemente introducen suficientes ideas nuevas como para hacerse notar.

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En este caso, Astral Ascent entra inmediatamente por los ojos con sus coloridos gr¨¢ficos y plenitud de explosiones. Pero en un primer contacto no parece ofrecer nada nuevo o destacable frente a otras alternativas del mercado y mucho menos la rejugabilidad de los mismos. Afortunadamente los parches est¨¢n viniendo de forma frecuente y con una buena cantidad de contenido el juego resultante es, por lo menos, prometedor.

Caballeros del Zod¨ªaco

La inspiraci¨®n m¨¢s clara de Astral Ascent en lo que respecta a su historia y tem¨¢tica es Hades. Disponemos de una base principal donde interactuar con los distintos personajes, muchos de los cuales nos permitir¨¢n comprar mejoras, cambiar de personaje jugable u otro sinf¨ªn de funciones. Desde un punto de vista visual estos personajes son llamativos, pero gestos como llamar a un impresionante drag¨®n serpiente gigantesco ¡°Barbacoa¡± no llegan a encajar como deber¨ªan y se pierde un poco del impacto del dise?o visual al ir conociendo a los personajes.

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Tras varias horas jugando no sabr¨ªamos deciros nada en concreto de ninguno de los personajes y de tener que escoger a un favorito fallar¨ªamos la pregunta. Solo Medusa en Hades tiene m¨¢s personalidad que todos los personajes aqu¨ª presentados, incluyendo los multiples malos finales inspirados en los distintos signos del Zodiaco. Si bien es cierto que estamos comparando el t¨ªtulo con seguramente el mayor exponente de los ¨²ltimos a?os. Pero quieren apuntar alto.

Afortunadamente, como ya hab¨ªamos mencionado, esta tibieza en tem¨¢tica se ve compensada por una excelente presentaci¨®n visual. Aqu¨ª hay pixeles, toneladas de ellos y la mayor¨ªa muy bien puestos. Los escenarios est¨¢n llenos de color, los dise?os de los enemigos son bastante creativos y los efectos de part¨ªculas que acaban llenando la pantalla son vistosos. Quiz¨¢s la estrella de la presentaci¨®n sean los videos introductorios que acompa?an a cada malo final. S¨ª desear¨ªamos una opci¨®n para saltarlos, por lo menos a partir de la d¨¦cima vez que los vemos.

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No todo es brillante en este apartado visual, con un estilo gr¨¢fico que si bien es bonito no ayuda a la legibilidad de lo jugable. Casi indispensable en nuestra opini¨®n activar el borde alrededor de los personajes enemigos, pero a¨²n con eso ciertos ataques enemigos carecen de una animaci¨®n que nos permita anticiparlos con consistencia, m¨¢s cuando estamos rodeados de decenas de otros enemigos cada uno con sus propios ataques. Se abusa de un ligero tono rojo para representar los ataques con da?o de ¨¢rea que no siempre resalta con respecto al resto. Pero en general es un juego muy result¨®n donde claramente se ha puesto gran trabajo en crear un estilo vistoso.

Morir y volver a empezar

En terminos jugables, Astral Ascent es sencillo. Iremos de pantalla en pantalla acabando con enemigos para conseguir peque?as recompensas con las que mejorar a nuestro personaje. El combate consiste en atizar a los enemigos con ataques cuerpo a cuerpo para cargar una barra de energ¨ªa con la que lanzar distintos hechizos, que podemos mejorar y reemplazar. Al comienzo de cada intento tenemos una serie de hechizos d¨¦biles como ellos solos pero pronto tendremos un poderoso arsenal. Lanzar una bola de veneno que tambi¨¦n nos cura seguida de rel¨¢mpagos y terminando con un buen shuriken de fuego. Esas cosas.

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El comienzo de cada intento en Astral Ascent es indudablemente su peor momento. Esto suele ser as¨ª en cada roguelike, pero algunos comoThe Binding of Isaac o Spelunky consiguen hacer de las primeras zonas tanto un buen desaf¨ªo como lo suficientemente cortas como para no importar demasiado. En Astral Ascent el primer mundo es un largo suplicio de acabar con los mismos mediocres enemigos cuya amenaza desaparece tras las primeras horas. Una vez llegamos al segundo mundo la cosa empieza a mejorar, pero nos parece que en general hay demasiadas pantallas antes de cada malo final, que son sin duda la estrella del juego.

Cada miembro del Hor¨®scopo al que nos enfrentamos es un aut¨¦ntico desafio, con patrones interesantes, bastante vida si no hemos conseguido suficientes mejoras y un cierto estilo en sus animaciones y personalidades que suele quedar relegado a juegos inspirados en la animaci¨®n japonesa. Hay buena variedad entre los mismos, si no de formas de estilos de combate. Cada uno de los caballeros se comporta de forma distinta y nuestro favorito toma clara inspiraci¨®n de cierta serie de Akira Toriyama.

Astral Ascent promete. Hay ciertos puntos en los que estamos encadenando habilidades con cuerpo a cuerpo frente a infinidad de enemigos en los que fluye como pocos otros juegos. Pero, por ahora, hay demasiado contenido innecesario y cada intento dura bastante m¨¢s de lo que deber¨ªa. Aun queda mucho Early Access as¨ª que veremos por donde se mueven las cosas. Por nuestra parte, nos gustar¨ªa ver menos pantallas en cada mundo y mayores beneficios por mejora para compensar. Con ligeros cambios, ciertas adiciones y un poco de amor y cari?o este puede ser un gran roguelike de combate.