Warhammer 40.000: Chaos Gate - Daemonhunters, impresiones. Un reboot prometedor
Pasamos dos horas con la nueva parada obligatoria para los fans de los juegos de estrategia por turnos, el reboot del m¨ªtico Warhammer 40k Chaos Gate.
El lanzamiento de Warhammer 40.000: Chaos Gate ¨C Daemonhunters ya est¨¢ a la vuelta de la esquina. El t¨ªtulo se estrenar¨¢ el pr¨®ximo 5 de mayo y nuestras primeras impresiones del mismo no pudieron ser m¨¢s positivas. Hoy, tras una segunda toma de contacto, venimos a constatar que los fans de los juegos de estrategia tienen una cita ineludible en el calendario. Aunque est¨¢ llegando de puntillas y sin hacer apenas ruido, este reboot del m¨ªtico Chaos Gate de 1998 est¨¢ llamado a ser uno de los grandes TBS (turn-based strategy) de todo 2022.
Hemos pasado alrededor de 2 horas con el juego, lo que se tradujo en completar su tutorial, probar dos misiones del modo campa?a y librar una complicad¨ªsima batalla contra uno de sus m¨²ltiples jefes finales. Bueno, en eso y en dar una primera vuelta por The Baleful Edict, la novedad estrella con respecto al t¨ªtulo original. Se trata de un nav¨ªo espacial que hace las veces de sala de guerra o lobby entre niveles. Una base desde la que tomar decisiones y prepararnos antes de cada misi¨®n.
A los mandos de nuestro propio crucero de ataque
Este ¡°centro de operaciones¡± est¨¢ lleno de estancias que visitar y personajes con los que hablar. La nave cuenta con sus propios barracones (donde elegir y personalizar est¨¦ticamente a nuestro escuadr¨®n), la cl¨¢sica armer¨ªa (para mejorar el equipo de la mano del Gran Maestro Vardan Kai), una biblioteca (en la que cultivar poderes ps¨ªquicos y habilidades junto al Inquisidor Vakir), as¨ª como una zona llamada Grand Manufactorm, desde la que reparar o incluso mejorar el propio Baleful Edict. Estrategia y gesti¨®n parecen darse la mano.
El rinc¨®n m¨¢s importante de nuestra nave es la sala de navegaci¨®n. Aqu¨ª decidiremos a qu¨¦ zonas de la galaxia acudimos y en qu¨¦ orden. No hemos podido trastear demasiado con ella, pero tenemos entendido que habr¨¢ misiones principales y secundarias, fechas l¨ªmite para afrontarlas, cambios en la dificultad y el n¨²mero de enemigos seg¨²n cu¨¢ndo vayamos, etc¨¦tera. Puede que nuestros actos hasta influyan en la trama. Se trata por tanto de una novedad de peso, aunque no hay que olvidar que tambi¨¦n surge como compensaci¨®n por la ausencia de multijugador y editor de misiones (dos funciones clave del original, aqu¨ª desaparecidas).
Un experto en lore como amo del calabozo
Pero si por algo estuvo marcada esta segunda sesi¨®n de juego fue por el jefe final y la cinem¨¢tica que salt¨® tras su derrota. Adem¨¢s del Edicto Funesto, uno de los grande cambios de este Chaos Gate ¨C Daemonhunters tiene que ver con su historia, la cual es completamente nueva y cuenta con mucho m¨¢s peso e importancia. No por nada lleva la firma de Aaron Dembski-Bowden, autor best seller con decenas de relatos y m¨¢s de diez novelas ambientadas en el cosmos de Warhammer 40.000. Har¨¢ las delicias de los fans del lore y la cultura 40K.
El jefe, por ejemplo, era Aeger el Benevolente, lugarteniente del temido Mortarion y uno de los Grandes Demonios de Nurgle, el Dios de la Plaga y el Caos, adalid de la enfermedad, la muerte y la decadencia. Y tras su derrota pudimos confirmar que en el juego tambi¨¦n aparecer¨¢ Exterminatus, el ¨²ltimo recurso del Imperio y la Inquisici¨®n para acabar con cualquier guerra. Un bombardeo que destruye por completo el planeta sobre el que se ha impuesto, con su consecuente genocidio y exterminio (de ah¨ª el nombre). Algo as¨ª como una Estrella de la Muerte... pero funcional y sin puntos d¨¦biles. ?Caf¨¦ para muy cafeteros? Quiz¨¢s. Pero caf¨¦ colombiano, en cualquier caso.
A grandes rasgos, y para que cualquiera lo entienda, Chaos Gate ¨C Daemonhunters nos devuelve al 41? milenio de Games Workshop, o lo que es lo mismo, a la visi¨®n m¨¢s oscura, violenta y t¨¦trica de su universo. En esta aventura nos pondremos en la piel de los Caballeros Grises, la cr¨¨me de la cr¨¨me de los Space Marines de toda la vida, y tendremos que combatir a una temible plaga demoniaca conocida como The Bloom. Deberemos evitar su expansi¨®n por el universo antes de que lo contagie y destruya todo.
Una vez en contexto, pod¨¦is imaginaros la importancia de una base como The Baleful Edict y de opciones como Exterminatus. Tras cada misi¨®n podremos ver c¨®mo avanza la plaga en la sala de navegaci¨®n y elegir qu¨¦ planetas salvamos y cu¨¢les condenamos. Atender una llamada de auxilio m¨¢s tarde que otra supondr¨¢ encontrarse escenarios infectados, enemigos con mutaciones, etc¨¦tera. Y aunque s¨®lo podemos especular sobre el funcionamiento de Exterminatus, algo nos dice que a veces tendremos que tomar una decisi¨®n dif¨ªcil para preservar el futuro del universo.
Estrategia por turnos de la vieja escuela
A nivel jugable, Warhammer 40.000: Chaos Gate ¨C Daemonhunters es un TBS de la vieja escuela y sigue siendo una deliciosa mezcla entre Jagged Alliance y los primeros X-COM. Un juego de vista isom¨¦trica (y c¨¢mara libre) en el que avanzaremos por niveles lineales a modo de arena en los que tocar¨¢ combatir por turnos a distintas oleadas de enemigos. Va en la l¨ªnea de entregas de la franquicia como Battlesector, Mechanicus o Squad Command, o por citar un juego reciente y ajeno a ¨¦sta, se aproxima a la experiencia ofrecida por Gears Tactics, aunque subida un par de vueltas en lo que a profundidad se refiere.
En cada ¡°tirada¡± podremos elegir lo t¨ªpico, si preferimos movernos, disparar, atacar cuerpo a cuerpo, lanzar granadas o resguardarnos tras una cobertura y de paso establecer una guardia. Acciones que dependen de los cl¨¢sicos par¨¢metros (alcance, precisi¨®n, etc¨¦tera) y que se combinan con distintas habilidades pasivas y poderes ps¨ªquicos (como teletransporte o la curaci¨®n). Lo dicho, un t¨ªtulo de estrategia por turnos de los pies a la cabeza.
Sobre esta base, el primero de los niveles que jugamos consist¨ªa en asaltar una catedral en cuyo interior resid¨ªan varios objetivos clave a los que ten¨ªamos que abatir. Hasta que no los derrib¨¢bamos, la misi¨®n no terminaba y estos no dejaban de invocar enemigos y pedir refuerzos. Por su parte, en la segunda nos intern¨¢bamos en una f¨¢brica infestada y ten¨ªamos que arramplar con una especie de ¨¢rbol gigante cuyas esporas diseminaban la plaga y provocaban mutaciones en nuestros oponentes, quienes de ese modo ganaban caracter¨ªsticas extra.
En cuanto al jefe final, ¨¦ste nos obligaba a dividir a nuestro escuadr¨®n y a prestar atenci¨®n a m¨²ltiples frentes. Ten¨ªamos que permanecer lejos de su alcance, mantener a raya a las hordas de ac¨®litos a la que invocaba y destruir unas vainas alien¨ªgenas que hab¨ªa instaladas por el escenario y que le permit¨ªan recuperar vida y ser pr¨¢cticamente invulnerable. Un desaf¨ªo a la altura del g¨¦nero que respeta las canas de todos aquellos que a¨²n recuerdan sus tardes con el Chaos Gate de 1998.
A¨²n sin inventar nada nuevo, ni mucho menos, Daemonhunters corrige la falta de variedad del t¨ªtulo original. Lo hace por medio de ocho clases diferentes (palad¨ªn, capell¨¢n, bibliotecario y purificador, desbloqueadas de inicio, y otras cuatro que se conseguir avanzando en la campa?a), as¨ª como decenas de poderes y mejoras (llamados estratagemas). Y por encima de eso, se agradece el esfuerzo puesto en tres cosas: el movimiento enemigo, la destrucci¨®n ambiental y el combate cuerpo a cuerpo. Los niveles probados hac¨ªan especial hincapi¨¦ en ello.
Destellos en la destrucci¨®n y el cuerpo a cuerpo
Habitualmente, en esta clase de juegos acostumbramos a encontrarnos a los monstruos de frente y nos limitamos a flanquearlos y avanzar hacia ellos. Aqu¨ª vendr¨¢n por todos lados. A menudo tendremos que dejar unidades cubri¨¦ndonos las espaldas y preparar trampas para los traten de sorprendernos por el costado. La destrucci¨®n ambiental tambi¨¦n brilla gracias a la cantidad de elementos que podremos usar a nuestro favor. Volar puentes para que no nos siga nadie, derribar columnas sobre trincheras rivales, reventar dep¨®sitos de combustible, activar generadores de plasma... Las entradas a c¨¢mara lenta destrozando puertas y vidrieras son m¨¢s frecuentes de lo que hubi¨¦ramos imaginado.
Sobre el cuerpo a cuerpo, repetimos que no es pulsar un bot¨®n y empalar al adversario. Al atacar de cerca, la c¨¢mara se aproxima y se despliega un men¨² con varias opciones. Seg¨²n donde golpeemos a los demonios del Caos les infligiremos una heria u otra, cada una con distintas consecuencias. ?Cortarles la mano y que no puedan usar su arma blanca? ?Darles en el ojo y que pierdan cualquier atisbo punter¨ªa? ?Cercenar el tent¨¢culo con el que aprisionan a nuestro compa?ero? ?Provocarles efecto sangrado? ?O a lo mejor apostarlo todo al coraz¨®n y hacer m¨¢s da?o con un golpe frontal? Es la mar de curioso.
A la altura del original
En definitiva, este segundo encuentro con Warhammer 40.000: Chaos Gate - Daemonhunters, a menos de un mes para su an¨¢lisis final, nos ha servido para confirmar las buenas sensaciones iniciales. Estamos ante una entrega que quiz¨¢s no aporte grandes novedades al g¨¦nero, pero s¨ª al juego original, un cl¨¢sico de culto replanteado por completo y al que por tanto sirve como reboot en vez de como remake. Quedan por ver muchos detalles (IA, duraci¨®n, variedad de biomas, qu¨¦ ha sido de los veh¨ªculos y la permadeath, alcance de sus novedades, sistema de progresi¨®n y unidades, BSO, experiencia final, si echa en falta m¨¢s razas o las antiguas funcionalidades online, etc), pero por el momento la experiencia se antoja francamente prometedora. Un t¨ªtulo a tener muy en cuenta por los fans de la estrategia por turnos y el universo 40K.
Warhammer 40,000: Chaos Gate - Daemonhunters
- RPG
- Estrategia
Warhammer 40,000: Chaos Gate - Daemonhunters es un videojuego de estrategia RPG a cargo de Complex Games y Frontier Foundry para PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series. Dirige a los Caballeros Grises, la mejor arma de la humanidad, contra las fuerzas corruptas del Caos en este juego t¨¢ctico por turnos brutal y vertiginoso. Destruye y pon fin a un traicionero complot para infectar la galaxia con el Brote, una plaga c¨®smica capaz de pudrir mundos hasta extinguirlos.