Not Tonight 2
- PlataformaPC7
- G¨¦neroAventura
- DesarrolladorPanicBarn
- Lanzamiento11/02/2022
- EditorNo More Robots
Not Tonight 2, an¨¢lisis. El fin del sue?o americano
La aventura de ser portero de discoteca en una distop¨ªa trumpista.
¡°Ojal¨¢ vivas tiempos interesantes¡±, reza una conocida maldici¨®n china que, por otro lado, no tiene un origen documentado oficialmente. El deseo tras dicha condena es que el reo se vea envuelto en una vor¨¢gine de acontecimientos convulsos que no le permitan un segundo de paz. Y, si nos ponemos supersticiosos, podemos decir que los ¨²ltimos dos a?os se englobar¨ªan en el concepto de ¡°tiempos interesantes¡±. Una pandemia, una guerra global o el Brexit son s¨®lo unos de los hitos m¨¢s destacados en el panorama actual sociopol¨ªtico. La realidad es, en ocasiones, inspiraci¨®n para la ficci¨®n, como sucede con Not Tonight 2, la nueva entrega de Panic Barn tras Not Tonight. Editado por No More Robots, este t¨ªtulo de gesti¨®n explora una Am¨¦rica dist¨®pica y totalitaria inspirada en la gesti¨®n de Donald Trump. Desde el 11 de febrero lo tenemos disponible en PC Windows.
En un futuro no tan absurdo...
Not Tonight 2 es la secuela de un predecesor que contemplaba a Papers, Please como su inspiraci¨®n principal. En la primera entrega, ¨¦ramos un portero de discoteca en una distop¨ªa resultante del Brexit. Nos reg¨ªamos por las normas del local para decidir qui¨¦n entra y qui¨¦n no, junto con decisiones morales que nos hac¨ªan plantearnos nuestras obligaciones.
Esta sencilla f¨®rmula permanece en Not Tonight 2, donde un grupo de amigos inicia un viaje en carretera para rescatar a Eduardo, un compa?ero detenido (o m¨¢s bien secuestrado) por el r¨¦gimen de los M¨¢rtires, la facci¨®n de extrema derecha que desea devolver la gloria a Am¨¦rica. Para liberar a Eduardo de la prisi¨®n debemos llevar su documento de identidad y su ¨¢rbol geneal¨®gico para demostrar que es un ciudadano estadounidense, a pesar de los prejuicios que suscita su origen latino.
La partida se dividir¨¢ en tres viajes por carretera protagonizados, respectivamente, por Kevin, Malik y Mari. A trav¨¦s del primero ya experimentaremos una Am¨¦rica consumida por el sue?o americano (o m¨¢s bien pesadilla), si bien los otros dos personajes nos permitir¨¢n una cruda perspectiva sobre el racismo y el machismo en primera persona. La s¨¢tira y el humor negro estar¨¢n presentes a lo largo de la historia, aunque por momentos se nota la dificultad de parodiar una realidad de por s¨ª pintoresca. En muchas ocasiones, sentiremos incomodidad de saber que lo que tenemos delante no es tan hiperb¨®lico como el juego nos desea intentar hacer ver.
Nuestros protagonistas, am¨¦n del objetivo principal de su aventura, tendr¨¢n la misi¨®n diaria de sobrevivir. En cada parada de su viaje aceptar¨¢n trabajar en un local dos noches para conseguir el dinero suficiente para proseguir su viaje y, al mismo tiempo, mantenerse vivos para poder reunirse con Eduardo. En cada localidad y en la carretera viviremos acontecimientos en los que tomaremos elecciones de di¨¢logo que nos permitir¨¢n avanzar y, en algunos casos, una mala decisi¨®n podr¨¢ resultar fatal para nuestra aventura. Gestionaremos tambi¨¦n un inventario para resolver ciertos di¨¢logos y la vestimenta tambi¨¦n ser¨¢ esencial para superar ciertos retos, incluso para alterar la imagen que otros personajes tengan de nosotros. Adem¨¢s, deberemos estar atentos a nuestros tres indicadores principales: salud, moral y dinero. Si uno de ellos llega a 0, nuestro periplo terminar¨¢.
Portero, profesi¨®n de riesgo
No obstante, la verdadera acci¨®n estar¨¢ en nuestra labor como portero, o BouncR, como se nos denomina en el juego. Cada noche, deberemos gestionar la cola de gente que desea acceder a nuestro establecimiento, solicitar documentos de identidad y verificar que ¨¦stos son legales y aut¨¦nticos, y que los parroquianos son mayores de edad. En este punto, debemos elogiar la labor ingeniosa de Panic Barn para saber aportar frescura a cada nivel y mantener el juego interesante a lo largo de sus 8 horas aproximadas de duraci¨®n.
Un juego que se base en comprobar papeles y ejercer el derecho de admisi¨®n puede aburrir al cabo de un par de horas. Es una tarea mec¨¢nica y, si parte del objetivo es llenar el local del mayor n¨²mero posible de gente, nos veremos obligados a adoptar una velocidad casi de aut¨®mata. Sin embargo, Not Tonight 2 se reinventa en cada nivel. No s¨®lo deberemos comprobar los carn¨¦s, sino cumplir con un requisito extra que variar¨¢ en cada local y que propiciar¨¢ un minijuego nuevo. As¨ª, en una iglesia deberemos administrar la oblea adecuada seg¨²n su nivel de fe, indicado en una tarjeta; en un casino deberemos jugar con los asistentes a que averig¨¹en si su carta es mayor o menor que la de la casa (y asegurarnos de que la casa siempre gana); mientras que en una gasolinera deberemos rellenar el dep¨®sito seg¨²n el dinero que hayan pagado.
Tambi¨¦n se a?aden extras en cada local, como comprobar si llevan mascarilla o realizar un esc¨¢ner de virus, o disparar los globos que transporten a magos intrusos en una fiesta de caballeros medievales. Asimismo tambi¨¦n gestionaremos, en ocasiones, la cola de clientes VIP, gui¨¢ndonos por una lista de invitados y una contrase?a que nos proporcionar¨¢n. As¨ª, cada nivel resulta ¨²nico, sorprendente e incorpora nuevas mec¨¢nicas.
La explicaci¨®n sobre cada minijuego nos la proporcionar¨¢ el due?o del local, pero no accederemos a ning¨²n tutorial para probar c¨®mo funciona cada aparato nuevo que nos proporcionen. Algunos de estos minijuegos son poco intuitivos, y deberemos guiarnos mediante el ensayo y error. Por supuesto, la sensaci¨®n inicial de confusi¨®n forma parte de la propia experiencia de BouncR que Not Tonight 2 pretende transmitirnos: es un trabajo precario, en el que debemos adaptarnos con poco margen de error y acatar normas que no se corresponder¨¢n siempre con nuestros principios morales. En dificultades altas, deberemos adoptar un ritmo fren¨¦tico si queremos cumplir con los m¨ªnimos que nos exige cada local y, sobre todo, si queremos conseguir los bonus extra para nuestro bolsillo.
En una met¨¢fora simp¨¢tica de la vida real obrera, cada jornada laboral perderemos puntos de salud por no haber descansado correctamente. Ciertos acontecimientos del viaje en carretera dismunuir¨¢n nuestra moral, porque es inevitable deprimirse al ver el d¨ªa d¨ªa en un r¨¦gimen totalitario. ?C¨®mo evitar que dichos pilares lleguen a 0? Asimismo, habr¨¢ decisiones que nos permitan ganar salud y moral y, si cumplimos ciertas misiones paralelas que nos encomiende la organizaci¨®n MAPO, se nos recompensar¨¢ reponiendo puntos.
S¨¢tira costumbrista en pixel-art
En nuestra jornada diaria interferir¨¢n ciertos dilemas morales que se nos plantear¨¢n. Por ejemplo, un contacto nos pedir¨¢ colar a su protegida a sabiendas de que es menor, o alguien nos har¨¢ chantaje para que colemos a gente sin mascarilla en una zona afectada por la pandemia. No obstante, dichos dilemas no resultar¨¢n muy complejos, puesto que encontraremos una salida f¨¢cil, satisfactoria y justa casi siempre. En este punto, nos habr¨ªa gustado que Not Tonight 2 fuera un poco m¨¢s atrevido y siguiera m¨¢s adelante con su intenci¨®n de incomodarnos. ?Hasta qu¨¦ punto estar¨ªamos dispuestos a mancharnos por un amigo? ?C¨®mo es posible infiltrarse en el sistema para reventarlo desde dentro?
A nivel est¨¦tico, Not Tonight 2 sigue con el mismo estilo pixel-art de su predecesor, sin renunciar a una generosa variedad de dise?os tanto en personajes como en escenarios. Destacamos un dise?o de sonido en el que la m¨²sica de cada local se amortigua si la puerta est¨¢ cerrada. La localizaci¨®n suma a una excelente ambientaci¨®n al respetar la oralidad en expresiones como ¡°apa?ao¡±. Por otro lado, sentimos descubrir errores que nos han costado alguna elecci¨®n de di¨¢logo, o varias confusiones a la hora de traducir las marcas de g¨¦nero.
Not Tonight 2 es un viaje amenizado con m¨²sica pop indie, cuya paz contrasta con el desolador panorama pol¨ªtico que experimentaremos en Estados Unidos y al cual estaremos conectados tanto en nuestro trabajo como portero como en las noticias que leeremos en nuestro m¨®vil. No osbtante, hay un mensaje esperanzador dentro del juego: es posible causar un impacto positivo en nuestro entorno y, por qu¨¦ no, llevar adelante una revoluci¨®n muy necesaria.
Conclusi¨®n
Guardar la puerta de un local, comprobar carn¨¦s y decidir qui¨¦n pasa y qui¨¦n no puede convertirse en una mec¨¢nica repetitiva. Pero Not Tonight 2 sabe muy bien c¨®mo a?adir minijuegos que refresquen la experiencia en cada nivel de juego y nos obligue a adaptarnos continuamente. Con una aguda s¨¢tira sobre la Am¨¦rica de Trump que a veces no parece tan hiperb¨®lica, Not Tonight 2 podr¨ªa haber ido m¨¢s all¨¢ a la hora de confrontar al jugador con sus decisiones morales.
Lo mejor
- Frescura en cada nivel
- Su humor sat¨ªrico
- Buen uso del inventario y el vestuario
Lo peor
- Los dilemas morales son muy sencillos
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.