Uncharted y el cine, una relaci¨®n de pel¨ªcula

Sony Pictures Releasing nos traer¨¢ por fin en febrero (el 11 en Espa?a) la eternamente postergada pel¨ªcula de Uncharted. Ha habido mil y un problemas, entre ellos cambios de actor, director, guionistas... que hicieron temer en m¨¢s de una ocasi¨®n por la salud del proyecto. Afortunadamente ya no hay vuelta atr¨¢s. El pasado 21 de octubre la pel¨ªcula se presentaba al mundo en un espectacular tr¨¢iler. Dos minutos y medio para posicionar personajes y homenajear directamente a la saga de videojuegos a trav¨¦s de uno de sus momentos memorables: el que se da en el avi¨®n de carga en Uncharted 3.

Y es que la saga se recuerda con cari?o por su cercano tratamiento de los personajes, a estas alturas casi de la familia, pero se graba a fuego en nuestra memoria gracias a sus tremendas e intensas escenas de acci¨®n. Cada entrega de la saga tiene un momento que sobresale sobre el resto. Prueba de ello es que, no s¨¦ si err¨®nea o acertadamente, esos y no otros han sido los elegidos una y otra vez por los propios creadores para mostrar los juegos al mundo en eventos como el E3.

Vamos a repasar aqu¨ª esos momentos especiales de las entregas principales de la saga Uncharted. Ya sabemos que uno de ellos aparecer¨¢ en la pel¨ªcula, ?tendremos la oportunidad de reencontrarnos con alguno m¨¢s durante la proyecci¨®n? Apretaos los cinturones que comienza la aventura.

Cuando Lucas y Spielberg mataron el cine

Vamos a fijar primero la base f¨ªlmica de la saga, tan atada visualmente a nuestra memoria aventurera y cin¨¦fila. Est¨¢ claro que se encuentra en las aventuras de Indiana Jones, pero es que su propuesta era algo anacr¨®nico a comienzos de los 80 que sin embargo se financi¨®, lleg¨® a las salas y, contra el pron¨®stico de algunos, tuvo un ¨¦xito tan descomunal que sirvi¨® para renovar el cine de aventuras para varias d¨¦cadas. Y es que un proyecto como En busca del arca perdida no habr¨ªa salido adelante si no hubieran estado detr¨¢s los reyes midas del cine.

Steven Spielberg y George Lucas hab¨ªan reinventado el cine norteamericano a finales de los 70. El Tibur¨®n del primero en 1975 y La Guerra de las Galaxias del segundo en 1977 lo cambiaron todo para siempre. Es cierto que se les achaca como consecuencia la muerte del cine autoral que hab¨ªa imperado en Hollywood en esa d¨¦cada. El llamado Nuevo Cine Americano se hab¨ªa fraguado en los 60 con influencia, principalmente, de los enfants terribles de la Nouvelle Vague francesa, en pleno auge en ese momento. Hollywood, que hac¨ªa tiempo que no se encontraba en sinton¨ªa con la sociedad estadounidense, presentaba proyectos fara¨®nicos (nunca mejor dicho) como Cleopatra (1963) mientras las calles ard¨ªan contra la guerra de Vietnam y la segregaci¨®n racial.

J¨®venes directores, muchos de ellos amamantados en la escuela de cine que supon¨ªa trabajar para Roger Corman, llevaron un nuevo pulso narrativo a las salas de cine. Ya hab¨ªamos tenido en los 60 la violencia in¨¦dita de Bonnie & Clyde (1967), la huida hacia delante de Easy Rider (1969) o la constataci¨®n de la brecha generacional de El graduado (1967), pero el pistoletazo de salida oficial a una nueva era se da cuando Paramount ofrece la direcci¨®n de El Padrino a uno de los cachorros de Corman, Francis Ford Coppola, y cambia a la par el sistema de producci¨®n y distribuci¨®n de sus pel¨ªculas. Menos estrenos al a?o, que se focalizan en unas pocas pel¨ªculas de calidad, y menos escalonados por todo el pa¨ªs que anta?o. El rotundo ¨¦xito cr¨ªtico y de p¨²blico de la pel¨ªcula puso de nuevo a Hollywood en sinton¨ªa, y la industria entreg¨®, confiada, las llaves del palacio a los directores para una nueva edad de oro del cine norteamericano.

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Con Coppola llegaron sus amigos Lucas, Spielberg, Scorsese, De Palma, Bogdanovich, viejos maestros como Robert Altman y Sam Peckimpack... poniendo la industria patas arriba. Los setenta son esplendorosos en el cine norteamericano. Pel¨ªculas con fuerte causa social y pol¨ªtica, incisivas, mordaces. Sangre nueva repleta de fuerza, de ideas, de riesgo... y con ganas de pas¨¢rselo bien. La tambi¨¦n llamada era de los directores estuvo acompa?ada de excesos tanto para el cuerpo como para las arcas de los estudios. Todo se descontrol¨®. Coppola atrapado en la selva por la inabarcable Apocalypse Now (1979) y endeud¨¢ndose de por vida con Corazonada (1981), Michael Cimino arruinando a todo un estudio, La United Artist que fundaron en 1919 Chaplin, Griffith, Fairbanks y Pickford, por lo desmedido de un proyecto que fracasar¨ªa estrtepitosamente en taquilla, La puerta del cielo, y as¨ª una tras otra. ?Lucas y Spielberg mataron ese cine cuando a partir de ellos se instauraron los blockbusters y un cine m¨¢s blanco y familiar? No, aquella ¨¦poca maravillosa se suicid¨® de pleno ¨¦xtasis, de sobredosis de ego, de borrachera de s¨ª misma. Es m¨¢s, en Lucas y Spielberg se sent¨ªa con fuerza un tremendo amor por el cine de toda la vida. Y eso nos lleva al nacimiento del famoso aventurero de l¨¢tigo y sombrero.

Un perro llamado Indiana y las mejores escenas de acci¨®n interactiva

En unas vacaciones bien merecidas en Haw¨¢i, Lucas y Spielberg empezaron a charlar sobre el cine que les hab¨ªa hecho felices de ni?os. Un cine de aventuras puro, sencillo, seriales en los que el h¨¦roe siempre terminaba en una situaci¨®n de vida o muerte para salvarse milagrosamente en el siguiente cap¨ªtulo. Ya no se hacen pel¨ªculas as¨ª, se dijeron, a lo que sigui¨® un ?Pues hag¨¢moslas nosotros! Desde luego, si alguien pod¨ªa presentar a los estudios una propuesta tan descabellada y fuera de ¨¦poca y recibir un s¨ª por respuesta, estos eran los que estaban llenando las arcas de Hollywood. ?El nombre del protagonista para la futura pel¨ªcula? M¨¢s bien un apodo, el del perro de George Lucas (que tambi¨¦n inspir¨® a Chewbacca): Indiana.

En busca del Arca perdida lleg¨® a los cines en 1981 poniendo de moda de nuevo el cine de aventuras de tinte cl¨¢sico y artesanal. Nac¨ªa un nuevo icono cinematogr¨¢fico que se expresar¨ªa en varias pel¨ªculas, libros, series de televisi¨®n y videojuegos. En estos ¨²ltimos dejar¨ªa abonado su mejor legado. Si The Fate of Atlantis (1992) se reivindica desde hace d¨¦cadas como una cuarta parte oficial de la franquicia cinematogr¨¢fica por encima de El Reino de la Calavera de Cristal (2008), Nathan Drake es el descendiente directo del ya anciano Indy. En los juegos de Uncharted, complejos artilugios con carcasa de vanguardia tecnol¨®gica, palpita la misma pasi¨®n por la aventura primigenia que dio a luz a Indiana Jones. Y si de las pel¨ªculas de Indy recordamos la enorme bola en la cueva, persecuciones motorizadas por el desierto, puentes colgantes cayendo al vac¨ªo y locuras en vagoneta, los juegos de Uncharted acumulan no menos momentos y secuencias de acci¨®n inolvidables. Vamos a recordar a continuaci¨®n los m¨¢s memorables, las que har¨ªan al viejo indy esbozar su traviesa sonrisa.

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Uncharted y el submarino

En 2022 se cumplen 15 a?os desde que Uncharted: El tesoro de Drake saliera a la venta. Naughty Dog hab¨ªa hecho hasta entonces un poco lo que Rare, coger f¨®rmulas asentadas en los videojuegos y t¨ªtulos de referencia para mostrar una visi¨®n personal de ellos. Juegos como Crash Bandicoot y Jak & Daxter no mejoraban a los originales de Nintendo, Zelda y Mario, pero s¨ª eran lo suficientemente buenos para crear una franqucia a su alrededor. Ya en PS3 podr¨ªa pensarse que con Uncharted era en esta ocasi¨®n Lara Croft el personaje que pasaba por la batidora de la desarrolladora, y y no errar¨ªamos, pero tambi¨¦n est¨¢ claro que hab¨ªa un fuerte elemento que ven¨ªa de otro medio como era el cine: las aventuras de Indiana Jones, a la postre, la base sobre la que se constru¨ªan los Tomb Raider.

El esp¨ªritu m¨¢s puro de la aventura cl¨¢sica m¨¢s artesanal cinematogr¨¢fica llegaba as¨ª a los videojuegos a trav¨¦s de la vanguardia tecnol¨®gica de las consolas de nueva generaci¨®n. Lo primero que llamaba la atenci¨®n de Uncharted eran detalles como que se mojara la ropa de Nathan cuando se pon¨ªa debajo de una catarata o los bellos paisajes antes imposibles. El juego, muy maniatado por mostrar los primeros pasos en una nueva v¨ªa por parte de Naughty Dog (esos escenarios de dise?o tan evidente en los que sab¨ªas qu¨¦ iba a pasar nada m¨¢s poner un pie en ellos) cal¨® en el p¨²blico por sus personajes, incre¨ªblemente humanos y cercanos bajo su monta?a de pol¨ªgonos. El guion tiraba de t¨®picos aventureros mientras hac¨ªa algo m¨¢s dif¨ªcil, esto es, que los protagonistas nos importaran, que nos preocuparamos por ellos, que los sinti¨¦ramos algo nuestro.

El momento para recordar del primer Uncharted distaba de los tour de force de las escenas de acci¨®n que encontrar¨ªamos en las entregas siguientes. Ten¨ªa m¨¢s que ver con la maravilla y el asombro en estado puro. Despu¨¦s de adentrarnos en una tupida selva de brillante verde muy por encima del nivel del mar, la c¨¢mara nos iba mostrando de forma muy cinematogr¨¢fica el hallazgo de un submarino nazi encallado en una catarata. ?C¨®mo pod¨ªa ser? Resultaba dif¨ªcil no quedarse unos momentos admirando tan potente estampa. Despu¨¦s, esa postal nos invitaba a invadirla, a explorarla. Quer¨ªamos subirnos al submarino y ver el magn¨ªfico paisaje desde su proa (encontr¨¢bamos all¨ª una reliquia que premiaba nuestra acci¨®n), quer¨ªamos meternos dentro de ¨¦l y desvelar los secretos que escond¨ªa, y el juego, a sabiendas de todo eso, nos lo permit¨ªa.

Uncharted 2 y el helic¨®ptero

Dos a?os despu¨¦s, en 2009, se estrenaba Uncharted 2: el reino de los ladrones. El h¨¦roe titubeante aparec¨ªa aqu¨ª esplendoroso, dominando las intrincadas tripas del software de PS3 y con un dise?o y evoluci¨®n tan maduros. que resultaba complicado pensar que solo hab¨ªan pasado dos a?os desde la anterior cita. El juego que en perspectiva y con la saga madre cerrada result¨® la mejor entrega, brillaba de principio a fin. Con un arranque que daba la mano directamente a los seriales de aventuras tan queridos por Lucas y Spielberg, con ese Nathan Drake en peligro de muerte, hasta el apote¨®sico final rematado por la historia de amor, todo reg¨ªa al mayor nivel. Pero hab¨ªa picos incluso en esa alta cordillera.

En un E3 prelanzamiento se mostr¨® jugable su m¨¢s recordado ocho mil. En una ciudad machacada por un conflicto b¨¦lico, escal¨¢bamos uno de sus m¨¢s altos edificios en busca de una perspectiva general del entorno que nos diera pistas de nuestro siguiente paso. En el camino a la cima, un helic¨®ptero vaciaba sus cargadores barriendo la fachada y haciendo saltar por los aires los cristales de las pocas ventanas que se hab¨ªan mantenido intactas hasta entonces. Desde fuera del edificio, desde dentro con fuerte resistencia del enemigo, en azoteas¡­ un edificio que se viene abajo y en el salvamos la vida en el ¨²ltimo momento saltando al que est¨¢ al lado. Tras abatir al helic¨®ptero, la recompensa se encontraba en lo que se convertir¨ªa en una broma recurrente piscina mediante (?Marco! ?Polo!) y las prometidas vistas desde lo m¨¢s alto que, respondiendo a nuestras expectativas, arrebataban el aliento. Por supuesto, el tour de force aumentaba su intensidad muchas horas despu¨¦s sumando a un helic¨®ptero un ajetreado viaje en tren, pero aquel primer encuentro sigue palpitando con pulso acelerado en nuestros corazones.

Uncharted 3 y el avi¨®n

Uncharted 3: La traici¨®n de Drake no estaba desarrollado por el equipo principal que hab¨ªa entregado la segunda parte, ya que este se encontraba de lleno realizando esa obra maestra que ser¨ªa The Last of Us, y eso se nota. A¨²n as¨ª nos regalaba perlas como ver a Nathan Drake de jovencito en su primer encuentro con Sully y, por supuesto, grandes escenas de acci¨®n que recordar¨ªamos siempre. Sobresale en este caso la que se da en un avi¨®n militar de carga, directamente inspirada en la pel¨ªcula de James Bond Alta Tensi¨®n, estrenada en 1987. Como en aquella, nuestro protagonista peleaba por su vida en pleno vuelo amarrado a los fajos zarandeados por el fuerte viento.

Resulta curioso que la influencia del cine se diera de vuelta en Mission Imposible: Naci¨®n Secreta (2015), a su vez saga con fuerte base en las aventuras del agente 007. En esta pel¨ªcula aparece el loco de Tom Cruise agarrado, sin dobles, a un avi¨®n que despega. El pr¨®logo termina con el actor saliendo despedido por la compuerta trasera junto a un fardo de valiosa mercanc¨ªa. No se cerrar¨ªa el c¨ªrculo con este homenaje, ya que como coment¨¢bamos al principio, en el tr¨¢iler de presentaci¨®n de Uncharted, la pel¨ªcula protagonizada por Tom Holland, la escena original del tercer juego aparece tal cual, para deleite de los fans de Nathan.

Uncharted 4 y el jeep

Tras la trilog¨ªa de PS3, el cierre con una cuarta parte en las entra?as de la poderosa PS4 promet¨ªa romper los est¨¢ndares gr¨¢ficos en consola. Y as¨ª fue, aunque afortunadamente no se qued¨® ah¨ª. Uncharted 4: El desenlace del ladr¨®n serv¨ªa en 2016 como emocionante y sentida despedida del viaje alucinante que hab¨ªamos emprendido casi una d¨¦cada antes. Un Nathan Drake inc¨®modamente asentado en la tranquila vida de casado, volv¨ªa a la a?orada aventura de mano de su hermano mayor, que se encontraba en graves problemas. El tono crepuscular se dilu¨ªa r¨¢pidamente para abrazar el peligro y la acci¨®n sin mirar atr¨¢s, como siempre hab¨ªa ocurrido.

La escena m¨¢s memorable, al igual que las anteriores presentada como demo jugable ante el mundo en un evento internacional, era m¨¢s larga, m¨¢s adrenal¨ªnica, m¨¢s variada que nunca. Posiblemente, esta secuencia de acci¨®n que encontramos en el ¨²ltimo Uncharted protagonizado por Nathan, es la que m¨¢s se acerca, no sabemos si consciente o inconscientemente (apostar¨ªamos por lo primero), a la saga cinematogr¨¢fica que espir¨® los juegos. Es Nathan m¨¢s Indy que nunca.

Como aperitivo ten¨ªamos un tiroteo en un atestado mercado, de ah¨ª a recorrer de forma fren¨¦tica un laberinto de calles estrechas en un jeep huyendo de una tanqueta. Un par de segundos de respiro para localizar nuestro objetivo, el hermano de Nathan a la fuga perseguido por un convoy armado hasta los dientes, y vuelta a la acci¨®n. Pas¨¢bamos aqu¨ª de ser perseguidos a perseguidores. Momento espectacular agarrados a una gr¨²a y, ya en el convoy, una reformulaci¨®n de los juegos de plataformas para alcanzar la cabeza del mismo. Saltando de cami¨®n a jeep, otra vez a un cami¨®n hasta vislumbrar a nuestro hermano esquivando balas en motocicleta. Nos separamos un momento solo para terminar los dos en la moto perseguidos por la dichosa tanqueta. Desenlace explosivo, soplido y chiste de alivio final. Agotador a la vez que magistral.

Qu¨¦ nos gustar¨ªa que fuese la pel¨ªcula

Llegados a este punto y sabiendo que no hacen ascos en la pel¨ªcula a los homenajes directos, estar¨ªa bien que aparecieran en la misma alguno m¨¢s de estos momentos ¨¦picos aqu¨ª comentados. Ya parece todo inventado en el cine de acci¨®n y los intentos de superaci¨®n caen sin verguenza alguna en la parodia (S¨ª, saga Fast & Furious, te miro a ti). Tal vez la base para el ¨¦xito de Uncharted en su estreno en cines pase por conectar con el p¨²blico que ha jugado a la franquicia. No hace falta volverse loco imaginando escenas imposibles, por el contrario, basta con captar el esp¨ªritu de cl¨¢sico de aventuras de toda la vida que tienen los juegos. No van a poder superar lo que hemos sentido con un mando en las manos, as¨ª que tal vez tirar por la v¨ªa de la humildad y la honestidad sea el camino m¨¢s sensato. Somos nosotros los que estamos deseando ahora sonreir como Nathan en mitad de la sala oscura.