Nintendo rechazaba empleados si su fecha de nacimiento ca¨ªa en d¨ªas de ¡°mala suerte¡±
La compa?¨ªa de Mario abrazaba la superstici¨®n en sus primeros a?os en la industria del videojuego, seg¨²n ha desvelado una antigua directiva.
Hiroshi Yamauchi fue el presidente de Nintendo hasta poco antes del lanzamiento de GameCube. Era el fin de una era, ya que su familia hab¨ªa dirigido la compa?¨ªa desde su fundaci¨®n en 1889. Lo hac¨ªa de forma autocr¨¢tica, pues cuando tomaba una decisi¨®n, poco se pod¨ªa hacer para cambiarla. Perrin Kaplan, exvicepresidenta de marketing de Nintendo Am¨¦rica, ha declarado a VGC que en la Nintendo de los noventa se descartaban empleados si sus fechas de nacimiento correspond¨ªan con d¨ªas considerados de mala suerte.
¡°Era una ¨¦poca diferente¡±, rememora Kaplan. ¡°Por ejemplo, me acuerdo de que en los noventa todas nuestras fechas de nacimiento eran examinadas antes de efectuar las contrataciones. Miraban tu cumplea?os, y si ca¨ªa en [una fecha] que consideraran de mal ag¨¹ero, no te contrataban, aunque trabaj¨¢ramos en Estados Unidos. De acuerdo con la antigua ejecutiva, Nintendo era y sigue siendo una empresa ¡°muy Feng Shui¡±.
La superstici¨®n en las obras de su sede norteamericana
No en vano, los nuevos edificios fueron construidos con esa filosof¨ªa en mente. ¡°En Nintendo Am¨¦rica nos ¨ªbamos a expandir a trav¨¦s de las instalaciones de otra empresa llamada Eddie Bauer, y los edificios estaban en posici¨®n angular. Caminamos junto al se?or Iwata y al se?or Arakawa, examinaron el edificio e incluso observaron la direcci¨®n en la que el agua flu¨ªa debajo. Entonces, lo rechazaron con un gran no".
Al final, las obras comenzaron y se hizo la remodelaci¨®n, pero solo se realiz¨® con ¡°el edificio mirando al lado correcto y construido bien", para abrazar la buena fortuna.
De acuerdo con Kaplan, en la ¨¦poca de Yamauchi sab¨ªan que era el jefe, pero ¡°durante 16 a?os¡± solo se reuni¨® una vez con ¨¦l. ¡°Fue genial conocerle, pero Howard Lincoln estaba en plan: 'No vas a conseguir hacer la reverencia bien, as¨ª que mejor no hagas nada, yo te presento'¡±. Con Iwata la cosa cambi¨®, ya que visitaba la divisi¨®n norteamericana, hablaba con los empleados y escuchaba sus ideas.
Fuente | VGC