Animal Crossing y la Cafeter¨ªa de F¨ªgaro, ?por qu¨¦ es tan especial en la saga?

Animal Crossing: New Horizons recibir¨¢ la Cafeter¨ªa de F¨ªgaro este mes de noviembre mediante una actualizaci¨®n gratuita. La confirmaci¨®n del tan esperado regreso de El Alpiste a la saga de simulaci¨®n de vida de Nintendo ha sido una alegr¨ªa para aquellos que, hace ya una larga d¨¦cada, tomaron caf¨¦ por primera vez en Animal Crossing: Wild World. A falta de saber c¨®mo se concretan las novedades en las que ha estado trabajando el equipo de desarrollo ese pr¨®ximo mes de octubre, rememoramos la importancia de este lugar y su papel en el lore de la serie.

?Qu¨¦ podemos esperar de la cafeter¨ªa en Animal Crossing: New Horizons?

Todos los caminos llevan al museo

Hablar de El Alpiste nos lleva irremediablemente a analizar la figura de F¨ªgaro, antiguo due?o de una cafeter¨ªa en una ciudad que, por diferentes circunstancias, abandon¨® un d¨ªa para reconducir su vida. Quiz¨¢ por el agobio de las grandes masas o simplemente por el deseo de apartarse del bullicio y acomodar su descanso, F¨ªgaro se mud¨® a un pueblo para ser el due?o de su propia empresa. Al contrario que otras instalaciones de la saga, El Alpiste reserv¨® su lugar en el Museo por la confianza que entabl¨® con S¨®crates. De paloma a b¨²ho; de b¨²ho a paloma.

Al igual que en la pr¨¢ctica totalidad de personajes de Animal Crossing, Figaro tiene una personalidad acorde a la raza animal en la que se basa: discreto, inicialmente callado, reservado, tranquilo, prudente. Un tipo con mucha experiencia, que ha conocido mundo y que tiene muchas historias que contar; solo hace falta que se abra un poco con sus clientes. Y vaya si lo hace.

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Wild World, la entrega de Nintendo DS, fue la primera en incluir este emplazamiento en la planta baja del museo, un lugar donde tomarse un caf¨¦ tranquilamente disfrutando de una buena taza por el m¨®dico precio de 200 Bayas. Solo una al d¨ªa. Seguramente, los que en su d¨ªa ¨¦ramos j¨®venes adolescentes sabore¨¢bamos cada sorbo pensando que esa bebida tendr¨ªa alg¨²n tipo de efecto o est¨ªmulo en el comportamiento de nuestro personaje. La realidad es que no, m¨¢s all¨¢ de lo verdaderamente importante: estrechar la amistad con F¨ªgaro. Con el tiempo, nuevas mezclas, nuevos ingredientes¡­ nuevos sabores. Caf¨¦, al final del d¨ªa. Adem¨¢s, Totakeke (K.K. Slider) ven¨ªa los s¨¢bados para tocar alguna melod¨ªa a las 20:00. Fran, Estrella, Rese T. o Sol eran rostros recurrentes.

No faltar a esta cita se volvi¨® una tradici¨®n. Tanto como ver mencionado el nombre de F¨ªgaro en los foros, por aquel entonces principal foco de conversaci¨®n de una no tan conocida en Occidente saga Animal Crossing, regida al comp¨¢s del tiempo real. Se cre¨® as¨ª un v¨ªnculo entre El Alpiste y los jugadores. Un sitio con encanto.

El Alpiste tambi¨¦n se pas¨® por la ciudad

El lanzamiento de Animal Crossing: Let¡¯s Go to the City para Wii a finales de 2008 nos hizo pasar de nuevo las Navidades tomando caf¨¦, esta vez sin cambios memorables. Hablamos de una entrega muy continuista en aspectos jugables respecto a Wild World, una tendencia que se repiti¨® en esta oportunidad; aunque hubo una novedad rese?able: el almac¨¦n de giroides. Aqu¨ª pod¨ªamos dejar nuestros giroides para ahorrar espacio en el limitado almac¨¦n. Motivo de m¨¢s para visitar al tierno F¨ªgaro y, de paso, tomarnos una buena taza. Desbloquear esta funci¨®n requer¨ªa tomarse un caf¨¦ todos los d¨ªas durante siete d¨ªas, una semana completa. Esa fidelidad se tradujo en amistad y, como recompensa, el ofrecimiento de F¨ªgaro para reservar nuestros giroides.

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De tomar caf¨¦ a servir caf¨¦

Animal Crossing: New Leaf ha sido la saga m¨¢s popular de la saga hasta la llegada de New Horizons por una mera cuesti¨®n de ventas. Antes de convertirse en legi¨®n, la obra de Nintendo 3DS lleg¨® a vender 12.93 millones de unidades y, con ello, que todo lo que hiciese con acierto se tradujese inmediatamente en motivo de deseo para las entregas consecutivas. Y as¨ª ha sido. Porque echamos de menos la comisar¨ªa, pero tambi¨¦n la cafeter¨ªa. Que Nintendo haya decidido traerla ahora de vuelta no es casualidad.

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El encanto, esta vez, se supo m¨¢s especial. A diferencia de en iteraciones anteriores, El Alpiste fue en New Leaf un proyecto municipal. Nosotros, en nuestra figura de alcaldes del pueblo, ten¨ªamos la potestad de ordenar la construcci¨®n de este lugar¡­ previo pago de 298.000 bayas y haber construido antes la segunda planta del museo, entre unas cuantas donaciones. Nadie dijo que fuese a ser f¨¢cil. De hecho, y esto es seguramente lo que nos trae mejores recuerdos, era posible trabajar en El Alpiste en d¨ªas no festivos. Servir caf¨¦ a nuestros vecinos fue tierno. Primero por el mero hecho de jugar con los ingredientes, tomando nota de las preferencias de cada visitante; segundo porque de esos gustos surg¨ªan nuevas conversaciones.

De nuevo, ese v¨ªnculo intangible que se crea con cada videojuego de Animal Crossing.

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Desconocemos a estas alturas qu¨¦ novedades jugables introducir¨¢ la cafeter¨ªa en Animal Crossing: New Horizons, as¨ª que esperamos que nos sorprendan y logren cautivarnos como anta?o. El p¨²blico de Nintendo Switch busca motivos para volver a su isla; quiz¨¢ la soluci¨®n pase por una buena ¡°mezcla¡± con ¡°una pizquita¡± de az¨²car.