El RPG que hace reflexionar a sus jugadores
Los aspectos morales y ¨¦ticos de Golden Sun
La saga Golden Sun est¨¢ llena de dilemas morales y conflictos ideol¨®gicos que no tienen una soluci¨®n sencilla, e invitan al jugador a evaluar sus creencias.
En Golden Sun, tu nombre es Hans. Tu misi¨®n es evitar que los villanos roben las estrellas elementales y las usen para iluminar los faros, pues esto liberar¨ªa la Alquimia sobre el mundo y lo condenar¨ªa a su destrucci¨®n. En Golden Sun: La edad perdida, tu nombre es F¨¦lix. Tu misi¨®n es alumbrar los faros usando las estrellas elementales para liberar la Alquimia sobre el mundo y as¨ª evitar que este sufra una muerte lenta pero inevitable.
Cada uno de ellos es el h¨¦roe de su propia historia, el protagonista de una entrega de la saga. Y, aunque sus caminos finalmente se entrecruzan para intentar encontrar una soluci¨®n com¨²n, durante la mayor parte de la trama que se desarrolla en Golden Sun (2002) y Golden Sun: La edad perdida (2003) se enfrentar¨¢n como enemigos, el uno el antagonista del otro en una carrera de fondo en la que ambos est¨¢n convencidos de estar haciendo el bien.
Sus caminos ya nos presentan dos puntos de vista, dos perspectivas de una misma historia en la que la forma en que se presentan los hechos puede cambiar radicalmente la percepci¨®n que tiene el jugador de sus acciones. Aun as¨ª, y aunque el dualismo Hans/F¨¦lix es interesante, ambas posturas se consideran tradicionalmente ¡°heroicas¡±, y ambos consiguen unirse por una sola causa y retornar al hogar tras salvar Weyard. Pero hay otros personajes que no corren tanta suerte. Y es que, aunque F¨¦lix se considera como un antagonista de Hans durante la primera entrega de Golden Sun, no llega a haber un conflicto abierto a vida o muerte entre los dos. S¨ª lo hay, sin embargo, con los grandes ¡°villanos¡± de este juego, Saturos y Menardi, procedentes de la aldea de Prox.
El ¡°otro¡± como enemigo
El aspecto f¨ªsico de Saturos y Menardi ya les confiere una caracter¨ªstica de ¡°otredad¡±, pues est¨¢ claro que no son seres humanos normales y corrientes, sino que pertenecen a otra raza. Los proxianos tienen una piel diferente a la de los protagonistas, pues tiende a una tonalidad entre rosa p¨¢lido y verde blancuzco, adem¨¢s de que el color de su pelo y sus caracter¨ªsticas f¨ªsicas nos resultan llamativos, incluso en el contexto de alta fantas¨ªa en el que se desarrollan estos juegos.
Esto har¨¢ m¨¢s f¨¢cil al jugador oponerse a ellos y percibirlos como el enemigo al que hay que detener, aunque no ser¨¢ el ¨²nico factor. A fin de cuentas, se nos presentan como unos personajes malvados: en el pr¨®logo del juego los conocemos como unos ladrones que han venido a Tale a robar las estrellas elementales del Templo Sonne en el Monte Aleph, provocando una tormenta que asolar¨¢ la aldea y que, aparentemente, acabar¨¢ con la vida de F¨¦lix, las de sus padres, y la del padre de Hans.
Finalmente, tras unos a?os de espera, Saturos y Menardi volver¨¢n a la carga junto a un extra?o llamado ?lex. Esta vez lograr¨¢n su cometido tras enga?ar a Kraden para que les abra el camino y, adem¨¢s de secuestrar al erudito y a Nadia, la hermana de F¨¦lix y amiga de infancia de los protagonistas, conseguir¨¢n robar las estrellas elementales. Esto, seg¨²n nos informa el gran Sabio (una criatura alqu¨ªmica de gran poder y conocimiento) y el clero de Tale, traer¨¢ la destrucci¨®n a toda Weyard. Nuestra perspectiva como jugadores, hasta este punto, es la misma que la de Hans y Garet: solo conocemos lo que se nos ha ense?ado en Tale. Desde nuestro punto de vista, nosotros somos h¨¦roes, y Saturos y Menardi son unos ladrones y asesinos que quieren acabar con el mundo por alg¨²n motivo desconocido.
Y as¨ª seguir¨¢n las cosas a lo largo de la primera entrega. En nuestros encuentros con el equipo enemigo, cada vez nos convenceremos m¨¢s y m¨¢s de su maldad¡ hasta que nos encontramos con que F¨¦lix, el amigo de infancia de Hans y compa?¨ªa, fue salvado cuando estaba al borde de la muerte durante la tormenta que asol¨® Tale. Sin embargo, ahora se ha vuelto seco y taciturno, y es incapaz de explicar a Hans y compa?¨ªa por qu¨¦ acompa?a a los proxianos. Por alg¨²n motivo, Kraden y Nadia tambi¨¦n parecen estar del lado de nuestros enemigos; si prestamos atenci¨®n, nos daremos cuenta de que su grupo est¨¢ cada vez m¨¢s nutrido, mientras que el nuestro se reduce a cuatro personas.
Caminos divergentes, protagonistas divergentes
A lo largo de Golden Sun nos enfrentaremos con Saturos primero y con Saturos y Menardi despu¨¦s, hasta darles muerte al final en la cima del Faro de Venus. Este ser¨¢ el cl¨ªmax y final de la primera entrega, que acaba con la promesa de que Hans y compa?¨ªa partir¨¢n en barco para atrapar a F¨¦lix y sus seguidores antes de que logren iluminar los faros elementales. Si este fuera un videojuego com¨²n, habr¨ªamos llevado a los mismos h¨¦roes de la primera entrega a lo largo de su secuela para conseguir el mismo objetivo.
Sin embargo, la sorpresa llega cuando, durante el comienzo de Golden Sun: La edad perdida, revivimos el final del primer juego, pero esta vez desde el punto de vista de los villanos. A partir de la muerte de Saturos y Menardi, y tras un pr¨®logo protagonizado por Nadia en el que esta huye del Faro de Venus junto a Kraden, F¨¦lix liderar¨¢ la misi¨®n de iluminar los faros elementales, aunque al principio no tenemos muy claro por qu¨¦.
Durante las primeras horas de juego disfrutaremos de una experiencia muy similar al estilo de Golden Sun, con la misma est¨¦tica y la misma clase de batallas y puzles. No es sino hasta que llegamos a Lemuria, el legendario continente perdido que emula a la Atl¨¢ntida del mundo real, que se nos revela un terrible secreto: desde el momento en que se sell¨® la Alquimia, el mundo ha ido reduciendo su tama?o y la energ¨ªa vital ha desaparecido poco a poco de Weyard. Esto est¨¢ haciendo que las fronteras que separan los l¨ªmites del mundo de la destrucci¨®n se hagan cada vez m¨¢s estrechas, y que muchas aldeas se vean amenazadas por la aniquilaci¨®n, tales como las Islas Apojii situadas justo al l¨ªmite de las cataratas de la madre tierra¡ o la aldea de Prox.
Situada en el extremo norte del mundo, junto al abismo del fin del mundo que cada vez se traga m¨¢s y m¨¢s terreno, Prox es terriblemente consciente de los peligros de que la Alquimia permanezca sellada. No es solo que su hogar est¨¦ a punto de desaparecer m¨¢s all¨¢ de las fronteras de la tierra, sino que el clima es cada vez m¨¢s fr¨ªo y devastador, y los proxianos est¨¢n envueltos en un ciclo de muerte y miseria. En medio de estas circunstancias tan desoladoras, son Saturos y Menardi, los guerreros m¨¢s h¨¢biles y heroicos del lugar, quienes pondr¨¢n rumbo a tierras lejanas para recuperar las estrellas elementales y devolver el esplendor al mundo entero.
Esta es una historia muy distinta de la que nos contaron en Tale. Liberar la Alquimia puede tener consecuencias nefastas, pero no hacerlo augura un final seguro, m¨¢s cercano y terrible para algunas civilizaciones que para otras. El grupo de Hans, imbuido por sus creencias heroicas y por sus valores ¨¦ticos y morales, cre¨ªa que estaba eliminando a unos villanos que quer¨ªan destruir el mundo; sin embargo, ellos mismos eran los malvados que, al asesinar a los h¨¦roes de Prox, les arrancaron cualquier esperanza de supervivencia. Ahora le toca a F¨¦lix y a su grupo tomar el relevo para evitar que Weyard muera.
Los h¨¦roes cuyas haza?as no se cantan
Pero este no es el ¨²nico debate ¨¦tico que se nos presenta, ni es F¨¦lix el culmen de la bondad por defender la causa de Prox y seguir su lucha tras la muerte de Saturos y Menardi. En este punto me gustar¨ªa citar a Eleazar Herrera en su descripci¨®n de Briggs, un personaje que inicialmente se nos presenta como un pirata sin escr¨²pulos pero que resulta ser el h¨¦roe de una aldea azotada por desastres naturales y al borde la ruina:
¡°El grupo de F¨¦lix tendr¨¢ que luchar contra Briggs y sus secuaces, piratas que compran un barco con dinero robado en Madra. El arco de Briggs termina con su derrota, o eso parece. El juego no se molesta en sacar al jugador de la primera impresi¨®n que se lleva de ¨¦l; mucho, much¨ªsimo m¨¢s adelante, y solo si recorre cada rinc¨®n de Weyard, la exploraci¨®n le llevar¨¢ a Champa. La econom¨ªa de la aldea depende de su importaci¨®n pesquera, pero la erupci¨®n del Monte Aleph ha calentado el oc¨¦ano y la fauna marina ha muerto. En otras palabras, Champa roza el umbral de la pobreza. Pero sus habitantes relatan con orgullo las peripecias de un champe?o en alta mar que les mantiene con vida. Un h¨¦roe que no fue Hans ni ser¨¢ F¨¦lix, sino Briggs¡±.
Cada vez que creemos que somos los h¨¦roes indiscutibles de Weyard y que somos los ¨²nicos capaces de salvar el mundo, la historia de Golden Sun se encarga de quitarnos los laureles. Ning¨²n conflicto real distingue entre h¨¦roes y villanos, sino entre distintas facciones con circunstancias diferentes. Cada cual lucha por una causa que cree justa, y, aunque lleve a cabo acciones reprensibles, lo hace para defender aquello en lo que cree.
Es en este punto en el que reside lo interesante del conflicto de Hans. Y es que, despu¨¦s de que F¨¦lix le explique la situaci¨®n casi al final de los eventos de La edad perdida, el adepto de Tale tendr¨¢ que reflexionar sobre sus creencias y sobre todo aquello por lo que ha luchado, para elegir qu¨¦ camino tomar a ra¨ªz de sus nuevos descubrimientos. Al final, los dos grupos de h¨¦roes se unen y logran salvar a Prox, y al mundo entero, de una muerte lenta y decadente, pero solo tras un esfuerzo de reflexi¨®n en el que Hans tuvo que poner sobre la balanza todos sus ideales. En otras palabras, Golden Sun nos invita a la introspecci¨®n, a realizar un examen de conciencia exaustivo, para poder llegar a una conclusi¨®n ¨¦tica y moral valida, en lugar de estancarnos en los viejos valores que se nos han inculcado y que muchos defienden hasta su muerte.
?El final del viaje?
Al final de Golden Sun: La edad perdida, nuestros h¨¦roes alumbran el Faro de Marte y liberan el Sol Dorado. La Alquimia vuelve a Weyard, y asumimos que los problemas que estaban asolando el mundo al fin desaparecer¨¢n. O no. Porque si algo nos ha estado repitiendo la trama en cada punto, a trav¨¦s de distintos personajes, es que liberar este poder sobre Weyard puede salvarla, pero tambi¨¦n puede ser la causa de su fin.
De esto tenemos pruebas sobradas. A fin de cuentas, despu¨¦s de que Saturos y Menardi roben las estrellas elementales, el monte Aleph entra en erupci¨®n y deja caer piedras psin¨¦rgicas a lo largo de todo el mundo, dotando de poder a los monstruos que nos saldr¨¢n al paso, as¨ª como a otras entidades con intenciones oscuras. Tal es el caso de Tret, el ¨¢rbol guardi¨¢n de Kolima que, pose¨ªdo por un esp¨ªritu maligno, utiliza sus nuevos poderes para lanzar una maldici¨®n que convierte a los humanos en ¨¢rboles. Aunque esta es una venganza justificada (pues Lord McCay, el mandam¨¢s de Bilibin, hab¨ªa enviado a sus hombres a talar un sinf¨ªn de ¨¢rboles de ese bosque para construir una mansi¨®n), esta podr¨ªa haber resultado en un genocidio de no ser por la intervenci¨®n de Hans y sus compa?eros.
Y estos no son las ¨²nicas consecuencias de la liberaci¨®n de la alquimia: tras alumbrar los faros de Mercurio y Venus, los continentes se mueven y bloquean rutas mar¨ªtimas que antes estaban abiertas, y el agua se calienta y aleja a los bancos de peces que proporcionaban los medios de supervivencia de la aldea Yalam, conden¨¢ndola a la pobreza. Es un mal necesario si queremos salvar el mundo, s¨ª, pero, ?qu¨¦ precio estamos dispuestos a pagar? ?Merece la pena sacrificar a la gente de Yalam para que se salve la de Prox? ?Qu¨¦ elecci¨®n es la m¨¢s moral y ¨¦tica en unas circunstancias como estas?
En otro art¨ªculo quiz¨¢ valdr¨ªa la pena analizar el impacto que tiene la liberaci¨®n de la Alquimia en la tercera entrega de la franquicia, Golden Sun: Oscuro Amanecer. Pero esa es otra historia.
Conclusi¨®n
Al final, el conflicto que se nos presenta en las dos primeras entregas de Golden Sun no nos muestra un dualismo, sino una figura muy compleja con muchas aristas. Hans intenta salvar al mundo del poder de la Alquimia, pero esto lo condenar¨ªa a su decadencia y desaparici¨®n; Saturos y Menardi quieren alumbrar los faros para devolver este poder a Weyard, pero al hacerlo est¨¢n condenando a aldeas como Champa o Yalam a la pobreza; Briggs est¨¢ salvando a los champe?os del hambre, pero para eso tiene que robar a otras personas¡
Esta complejidad se encarna perfectamente en el personaje de Babi. Este hombre fue un aventurero que viaj¨® hasta Lemuria y levant¨® la gran ciudad de Tolbi y su famoso Coloso, adem¨¢s de ser un sabio que instruy¨® al mism¨ªsimo Kraden; sin embargo, tambi¨¦n es un tirano que secuestr¨® a Sole para obligar a las gentes de Lalivero a construir el gran Faro de Babi, una muestra de su soberbia y poder. ?l ser¨¢ quien otorgue a Hans y compa?¨ªa el barco con el que partir¨¢n en busca de F¨¦lix y compa?¨ªa, pero no lo har¨¢ porque esto sea lo mejor a nivel moral, sino a cambio de la promesa de que los protagonistas viajen de vuelta a Lemuria y le traigan m¨¢s agua milagrosa, lo cual le permitir¨¢ vivir para siempre. Babi no es ni malvado ni bondadoso: es un personaje complejo y con mucha profundidad, que encarna perfectamente el esp¨ªritu de la saga.
El motivo por el que la saga Golden Sun sigue siendo tan querida por sus fans es porque nos presenta un mundo vivo, lleno de personajes y civilizaciones con voz propia, con posturas en conflicto, con un nivel de complejidad argumental que pocas veces se logra alcanzar en los RPGs de hoy en d¨ªa. Pero lo m¨¢s importante de todo es que nos desaf¨ªa como jugadores, nos presenta problemas morales y ¨¦ticos muy interesantes, y nos hace reflexionar. Jugar a Golden Sun te hace tener m¨¢s empat¨ªa por aquellos en posturas distintas a la tuya, te hace considerar ideas y creencias distintas a las que siempre has tenido. Y es por eso por lo que jam¨¢s olvidaremos esta franquicia.
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