Microsoft Flight Simulator, an¨¢lisis. La plataforma de aviaci¨®n de la d¨¦cada

El simulador de vuelo por excelencia ha vuelto. Microsoft Flight Simulator reaparece tras un par¨¦ntesis demasiado prolongado. Desde 2006 no recib¨ªamos una nueva entrega de la marca m¨¢s longeva de la compa?¨ªa de Redmond. Su aparici¨®n en este 2020 responde a la motivaci¨®n del equipo: es el momento adecuado para hacerlo.

La tecnolog¨ªa asentada en pleno 2020 ha sido la necesaria para recibir un simulador con todas las letras. Un t¨ªtulo que se encamina hacia lo m¨¢s alto del g¨¦nero. Porque la ambici¨®n de Asobo Studio est¨¢ m¨¢s all¨¢ de los cielos. Como jugador tendr¨¢s a tu disposici¨®n nada m¨¢s y nada menos que todo el planeta Tierra al alcance de tu mano.

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Principiantes, no teng¨¢is miedo a volar

Cuando hablamos de Microsoft Flight Simulator siempre solemos subrayar los motivos por los que hacen especial a esta entrega. Lejos del tour virtual, del acabado gr¨¢fico o del propio cat¨¢logo de monturas aladas, el estudio brilla por la forma en la que han transmitido la pasi¨®n y las sensaciones que se tienen cuando volamos en la vida real.

Desde la perspectiva de un reci¨¦n llegado al mundillo, el tutorial sirve para afianzar las principales nociones que debemos tener a los mandos de una avioneta. Aunque los instrumentos poco tengan que ver con la complejidad de un Boing 747, pasar por las ocho lecciones asientan las bases del vuelo en tu cabeza. Ese esquema mental realmente sirve para trasladarlo a otros aparatos, y es que la cabina, con sus diferencias m¨¢s o menos notorias, tienen similitudes que conectan lo que conociste durante esas clases.

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Pasar el cursor del rat¨®n por los paneles te permite conocer exactamente cu¨¢l es la funci¨®n de cada peque?o dispositivo. Hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle cuenta con su propia interacci¨®n. De esta forma los primeros pasos no se sienten una sucesi¨®n de cadenas de botones sin ton ni son.

Durante el inicio se nos advierte de qu¨¦ tipo de experiencia queremos tener en Microsoft Flight Simulator. Entre la asistencia total y la fidelidad a la realidad hay una escala de grises que podr¨¢s personalizar de manera pormenorizada. ?Quieres despegar por ti mismo y que el aterrizaje lo haga la IA? Puedes. Cualquier combinaci¨®n de acciones puede ser medida para que puedas encontrar tu punto ideal.

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Ese ¨¦nfasis por decidir c¨®mo quieres enfrentarte al juego se traslada de la misma forma al lado de los perif¨¦ricos. Ya tengas una pareja de tim¨®n y pedales, un mando de Xbox One o simplemente el teclado y rat¨®n, puedes seleccionar con completa libertad qu¨¦ realizar¨¢ cada una de las acciones. Lo ideal en este caso es contar con el primero; ser¨ªa la forma total de exprimir el simulador. Pero tambi¨¦n hay lugar para aquellos con el bolsillo m¨¢s apretado.

?C¨®mo es jugar a Microsoft Flight Simulator con mando?

S¨ª, Asobo Studio ha permitido que el mando (en este caso) de Xbox One tenga soporte total, incluida la navegaci¨®n por los men¨²s. Como pod¨¦is comprobar en la imagen debajo de este p¨¢rrafo, de forma predeterminada vienen establecidos ciertas combinaciones que permiten profundizar en las posibilidades de un controlador limitado con respecto a un teclado.

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La soluci¨®n para romper con la limitaci¨®n pasa por hacer que un bot¨®n cuente con dos acciones. Por un lado puede realizar un comando puls¨¢ndolo una ¨²nica vez, mientras que si le acompa?amos de otro bot¨®n puede dar lugar a una nueva acci¨®n. Pensad en el freno de estacionamiento, que hace las veces de freno de mano cuando est¨¢s en tierra. Podemos activarlo o desactivarlo combinando Y+B, mientras que la Y por s¨ª sola activa los frenos en pleno vuelo. As¨ª con todo.

En dificultad f¨¢cil, controlar un avi¨®n es pr¨¢cticamente como conducir un coche en Forza Motorsport, solo que tenemos que tener en cuenta que el giro no funciona de la misma forma. Si queremos cambiar de direcci¨®n, inclinamos el avi¨®n hacia izquierda o derecha y mantenemos ese estado hasta encontrar el rumbo deseado. Los gatillos quedan relegados a manejar el tren de cola, imprescindible para navegar durante el aterrizaje y despegue.

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A la respuesta de la pregunta: es c¨®modo jugar con mando¡­ con matices. Por m¨¢s que lo configures, nunca vas a tener el control total del avi¨®n. En nuestro caso, cuando hemos utilizado el mando, sol¨ªamos acompa?arlo del rat¨®n en vistas de encontrar un equilibrio entre jugarlo sin pretensiones y poder tomar decisiones en momentos clave (por ejemplo, aumentar el cabeceo del avi¨®n cuando entra viento en contra).

Se agradece que el movimiento del stick refleje un movimiento suave, sin apenas zonas muertas que dificulten el giro. En este sentido denota mimo por hacer que los usuarios menos entusiastas puedan encontrar su hueco en el simulador. Adem¨¢s, el mando es realmente pr¨¢ctico cuando pasamos al modo dron. Si quieres visitar ciudades, puedes ordenar que el avi¨®n lo lleve tu copiloto para as¨ª utilizar esta funci¨®n sin necesidad de estar preocupado por el controlador. Este modo ofrece una visita a pie de calle por toda la geograf¨ªa del planeta, tal como lo har¨ªa una c¨¢mara libre. Incluso viene acompa?ada de una serie de herramientas que impulsan las funcionalidades de fotograf¨ªa.

Si¨¦ntete libre por el cielo

Crear una ruta de vuelo es tan sencillo como acceder al planeta y seleccionar a golpe de click qu¨¦ destino quieres tomar y desde d¨®nde. Microsoft Flight Simulator cuenta con una serie de funciones a trav¨¦s de internet que permiten disfruta de la experiencia m¨¢s fiel posible a la realidad. Los datos ofrecidos por Meteoblue introduce a los jugadores a la posibilidad de poder volar en las condiciones reales que hay en ese momento por el mundo con una precisi¨®n milim¨¦trica.

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Y es que jugar conectado a internet abre la puerta a conocer realmente la imagen que Asobo Studio ten¨ªa durante el desarrollo. Incluso puedes ver en tiempo real el tr¨¢nsito a¨¦reo por todo el globo, lo que afecta proporcionalmente a tu experiencia. Si un avi¨®n est¨¢ aterrizando en ese momento en el aeropuerto de llegada, sufrir¨¢s tr¨¢fico a¨¦reo. La obsesi¨®n por el realismo es palpable en todo momento.

Volviendo a la metereolog¨ªa, puedes crear tus propias condiciones a trav¨¦s de las herramientas de personalizaci¨®n. No, no van simplemente de elegir si quieres lluvia o nieve, sino que la profundidad alcanza cotas tales como poder elegir qu¨¦ densidad de nubes hay seg¨²n la altitud a la que nos encontramos del suelo. Si no est¨¢s muy convencido de tu elecci¨®n una vez te has montado en el avi¨®n, no te preocupes: puedes cambiar el clima en tiempo real desde dentro del juego. La sensaci¨®n de ver el sol caer cambi¨¢ndolo desde una barra, o que las nubes se formen en cuesti¨®n de d¨¦cimas de segundo en tu pantalla¡­ es un momento dif¨ªcil de explicar con palabras.

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La oferta de aviones de lanzamiento es de tan solo 20 modelos en su edici¨®n est¨¢ndar, 25 en la deluxe y 30 en la premium. En ning¨²n momento se echan en falta m¨¢s. Son tan diferentes entre s¨ª y est¨¢n tan bien trasladados que la forma de pilotarlos cambia radicalmente. Incluso podr¨¢s encontrar modelos aptos para el aterrizaje en el agua. Lo mismo ocurre con los aeropuertos, con 30, 35 y 40 dise?ados a mano, respectivamente. Las diferencias que encontrar¨¦is entre ellos, adem¨¢s de la precisi¨®n del traslado, es en la coherencia de los aviones al utilizar las pistas. M¨¢s de 37000 pistas de aterrizaje han sido retocadas a mano para que funcionen correctamente, mientras que el resto se encarga la IA de Azure. S¨ª, podr¨¢s visitar todos los aeropuertos del planeta, pero no todos ofrecer¨¢n el mismo grado de detalle.

La plataforma de vuelo

Microsoft Flight Simulator se erige m¨¢s all¨¢ de un simulador comercial. Es una plataforma de vuelo, y sus intenciones se demuestran desde los primeros comentarios alrededor del Marketplace. El men¨² integrado en el juego te permitir¨¢ acceder a contenido adicional elaborado tanto por el estudio como por desarrolladores third party. Esas creaciones pasar¨¢n por el filtro de Microsoft, por lo que se entiende que el contenido que llegue en el futuro tendr¨¢ todas las garant¨ªas del soporte oficial.

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El lanzamiento se siente como una base sobre la que construir un proyecto a una d¨¦cada vista. No hay otro simulador de aviaci¨®n civil que ofrezca las funcionalidades vistas en este t¨ªtulo e incorpor¨¢ndolas directamente a ¨¦l, sin intermediarios. Se encuentran todos los elementos que los veteranos del g¨¦nero precisan para embarcarse en lo ¨²nico que buscan: volar.

En esos planes entra un flujo de experiencias in¨¦ditas a trav¨¦s de los escenarios, peque?os retos fijados acompa?ados de una puntuaci¨®n seg¨²n nuestro rendimiento. Hay pocas de lanzamiento, pero el estudio promete que llegar¨¢n m¨¢s en el futuro. No han sido pocas las ocasiones en las que han hablado de que el enfoque est¨¢ centrado principalmente en quienes disfrutan de la simulaci¨®n. Sin embargo, se echa en falta algo que enganche al resto de la masa de jugadores a lo largo de las horas.

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Su visi¨®n de futuro viene precedida de un apartado visual sin parang¨®n. No nos quedamos cortos al decir que es el primer vistazo real a lo que nos deparar¨¢ la nueva generaci¨®n. Las cabinas de los aviones est¨¢n recreadas a partir de escaneado l¨¢ser. Por m¨¢s que hagas zoom no ver¨¢s apenas imperfecciones. Los cambios de la iluminaci¨®n son inigualables, su transici¨®n es natural, no se ha visto todav¨ªa algo igual en la presente generaci¨®n. En un trayecto nocturno puedes guiarte por la radiaci¨®n lum¨ªnica de las ciudades. Son momentos de una belleza visual que eleva el conjunto todav¨ªa m¨¢s.

Dentro de esa hoja de ruta entra la mejora de la representaci¨®n de varias de las ciudades m¨¢s populares. A vista de p¨¢jaro puedes guiarte simplemente por los recuerdos que tengas de tu d¨ªa a d¨ªa. Los mapas por sat¨¦lite de Bing logran un buen trabajo en general, y es que hacer reconocible una ciudad desde el cielo no es una tarea sencilla. Lo que s¨ª es cierto es que la IA de Azure, la encargada de recopilar esa informaci¨®n y representar las edificaciones, precisa de cierto margen de mejora. Complejos como estadios o puentes no se representan con la misma fidelidad que otros tipos de estructura. Es un peque?o detalle que no empa?a el resultado final.