Paper Mario: The Origami King
Paper Mario: The Origami King, An¨¢lisis. Un regreso triunfal para la saga
La serie se olvida de los altibajos del pasado y plantea una de sus mejores aventuras; con el buen hacer de los grandes de Nintendo. Obligatorio.
Hay algo especial en Paper Mario: The Origami King. Somos sinceros desde el principio: despu¨¦s de dos entregas con no pocas dudas y decisiones que no convencieron a quienes a¨²n recuerdan las obras de Nintendo 64 y GameCube, que ahora podamos decir que esta nueva entrega ha recuperado esa grandeza es algo que nos alegra. Y lo hace porque hemos tenido una sonrisa en la cara desde el primer minuto hasta el ¨²ltimo; porque Intelligent Systems ha dado sabido hacer una mezcla de g¨¦neros donde predomina la aventura, la sorpresa, la magia. Este t¨ªtulo tiene magia y, si bien no est¨¢ exento de errores, nos permite declarar con rotundidad que se ha convertido en un nuevo imprescindible para el cat¨¢logo de Nintendo Switch.
Qui¨¦n nos lo iba a decir hace un par de meses, cuando ni siquiera conoc¨ªamos de su existencia, que Paper Mario: The Origami King iba a ser uno de los recordaremos con el paso de los a?os dentro de los buques insignia de la m¨¢quina de los Joy-Con. Que nadie se enga?e, queremos dejarlo claro: esto no es un videojuego de rol; no es un JRPG con experiencia y niveles. Es una l¨¢stima, porque en su planteamiento, estructura y combates encajar¨ªa como anillo al dedo. No obstante, antes de llevarnos las manos a la cabeza es importante dar una oportunidad a la soluci¨®n elegida por los padres de Fire Emblem: Three Houses, que han preferido apoyarse en los objetos, la exploraci¨®n y escritura de personajes memorables para que, en su c¨®mputo global, incluso dichos combates tengan un toque de estrategia que te premia y alienta a seguir. Hablaremos de ello despu¨¦s, as¨ª que poneos c¨®modos, llega el momento de desplegar todo lo que da de s¨ª esta inolvidable pericia.
Un mundo que se abre en su justa medida: qu¨¦ est¨¢ pasando en Villa Toad
Un episodio que perfectamente puede durarnos m¨¢s de 30 horas tiene un comienzo, una motivaci¨®n. La raz¨®n de ser de este viaje no es nada complejo, pensado para ser f¨¢cil de entender en todo tipo de p¨²blicos y con un sentido del humor que no se averg¨¹enza de ser extravagante, sino que se enorgullece de ello. Ondea la bandera de la irreverencia y la hace suya para que todo valga. No hay reglas, y esa en ocasiones autoconsciencia es parte de la gracia de esta aventura. Familiarizaos con el nombre de Olivia, nuestra compa?era, porque va a ser clave ¡ªpara lo bueno y para lo malo¡ª a la hora de parar los pies al rey Olly.
A grandes rasgos, este tipo con flequillo pronunciado y cara de pocos amigos ha raptado a la Princesa Peach y la ha transformado en origami. No corto con eso, ha arrancado de un pedazo el propio castillo, se lo ha llevado vete t¨² a saber d¨®nde y lo ha protegido con enormes serpentinas. ?Nuestro papel? F¨¢cil: romper todas las serpentinas, liberar el castillo y, finalmente, recuperar a la susodicha. Creemos que no habr¨ªa pasado nada si se hubiesen atrevido con algo distinto; no en vano, que no nos enga?en las apariencias: Paper Mario: The Origami King se recordar¨¢ por el durante, por las peque?as aventuras que vamos viviendo en el camino; por los personajes que vamos conociendo; por unos jefes finales que ponen el broche de oro a mazmorras inteligentemente dise?adas y puzles que nos hac¨ªan pensar por momentos si est¨¢bamos aproxim¨¢ndonos declaradamente a la saga de la Trifuerza.
Hay un poco de todo en este t¨ªtulo. Elementos de exploraci¨®n acentuada para que interactuemos con la totalidad de nuestro entorno gracias a la implementaci¨®n del confeti. Mario va recogiendo trozos de papel con solo acercarse, una soluci¨®n c¨®moda para no parar el ritmo constantemente ¡ªeso ya lo hace, no siempre con el mismo acierto, el combate contra algunos enemigos¡ª y explorar en cada esquina. El hecho de que no podamos controlar la c¨¢mara es tambi¨¦n deliberado porque, en muchas ocasiones, si nos acercamos a un objetivo esta rotar¨¢ y descubrir¨¢ elementos invisibles en circunstancias normales. Tapar parte de un edificio con confeti permitir¨¢ que aparezca algo, ?el qu¨¦? Eso es parte de la sorpresa. En ocasiones, monedas; en otras, objetos ¨²tiles. Otras, simplemente coleccionables, que hay cientos a trav¨¦s de los Toad esparcidos en este universo.
Con todo, comienza un periplo que se ha desprendido del encorsetamiento de las fases. Este mundo est¨¢ relativamente abierto para que lo recorramos a nuestro gusto. Cada mundo, para entendernos, est¨¢ subdividido en zonas y culmina con la ruptura de una de las serpentinas. En el camino (y he ah¨ª donde la sensaci¨®n de agotamiento desaparece con cada nuevo planteamiento), nuevas mec¨¢nicas, personajes, tipos de puzles y mayor complejidad en el combate. Paper Mario es una saga muy experimental, que toma riesgos y que se siente c¨®moda en eso de no repetir patrones incluso si funcionan. Es un arma de doble filo, no cabe duda. Por suerte, en The Origami King casi todo se hace bien, y seguramente su principal inconveniente no sea otro que los antecedentes. La Puerta Milenaria (2004, GCN) son palabras mayores, as¨ª que decimos ya su nombre para ahorrarnos m¨¢s comparaciones durante este an¨¢lisis. Tras completar el juego, nos damos cuenta de que este t¨ªtulo no es La Puerta Milenaria¡ pero es que tampoco lo pretende ni lo necesita. S¨ª ha tomado aspectos de dicha obra, tambi¨¦n de las iteraciones de 3DS y Wii U, solo que mejora exponencialmente estas dos ¨²ltimas para dar el resultado que veis en la nota de esta cr¨ªtica.
Experimentar, un arma de doble filo patente en Paper Mario
Por tanto, pasemos a hablar de dise?o de escenarios, ritmo de aventura y, finalmente, combate, porque son los tres pilares sobre los que se sustenta lo mejor y lo peor del videojuego. Del planteamiento escogido por el estudio japon¨¦s no podemos poner ni una pega. Salvando las distancias y sin que nadie malinterprete la comparaci¨®n, la estructura de los mundos adopta un estilo similar al de Super Mario Odyssey (2017, NS). Es decir, mundos abiertos, no ingentes. No es un sandbox. La linealidad se mantiene, con la diferencia de que aqu¨ª siempre hay caminos por los que perdernos, v¨ªas subterr¨¢neas o algo alcanzable si echamos la vista hacia arriba. Villa Toad es la base de operaciones gracias a un emplazamiento que te permitir¨¢, en la medida en que vayamos avanzando en la historia, hacer una suerte de viaje r¨¢pido entre mundos. Tiene sentido porque esta Villa es donde est¨¢n la mayor¨ªa de tiendas para comprar objetos, accesorios y otros menesteres. Cabe decir que en el resto de mundo habr¨¢ vendedores con ¨ªtems exclusivos interesantes de esa zona, m¨¢s caros de lo habitual. Un incentivo para volver sobre nuestros pasos y darle ese suave toque metroidvania que conjuga coherentemente con la propuesta exploratoria de la obra.
Tu martillo, compa?ero de fatigas, ser¨¢ una herramienta fundamental para interactuar con aquello que se avista en el horizonte; como lo es el Succionaentes en Luigi¡¯s Mansion. De nuevo, cuando te crees que lo has visto todo, Paper Mario: The Origami King da un golpe sobre la mesa y te plantea algo nuevo. Como un enorme desierto con unas torres que requieren de unas piezas especiales para que se junten y aparezca eso que narra la leyenda; te muestra un enorme mar para que lleguemos a pensar si esto es verdaderamente Wind Waker o nos est¨¢n tomando el pelo. O te dan un zapato candidato a futuro kart en Mario Kart y se convierte en nuestro veh¨ªculo en el desierto. La fiesta no para, creednos, y eso se extrapola a los jefes finales. No vamos a decir nada que no se haya visto en tr¨¢ileres, as¨ª que vamos a parar de poner ejemplos y recomendaros, honestamente, que dej¨¦is de ver adelantos y v¨ªdeos: siempre se muestra demasiado. Vivir esto en primera persona merece mucho la pena.
Como tambi¨¦n lo merece la duraci¨®n en s¨ª de cada historia. Relatos independientes de unas siete horas de duraci¨®n aproximadamente ¡ªmuchas m¨¢s si buscamos todos los coleccionables¡ª en los que conoceremos personajes que no somos capaces de olvidar. En especial uno que, por diferentes circunstancias, se har¨¢ hueco en vuestra memoria por lo que dice, lo que hace y c¨®mo lo hace. El mensaje que te manda el juego es marca de la casa: nuestros actos tienen consecuencias y te cuenta, entre l¨ªneas, que todo cobra sentido si tenemos a alguien por quien hacer las cosas. No es un mensaje vac¨ªo, no es banal a pesar de su simpleza.
Acercamiento al rol, sistema de mejora y un combate de ¡°papel y boli¡±
Entonces, ?cu¨¢les son los problemas de Paper Mario: The Origami King? Afortunadamente, son menores, no son graves y nos permiten pasar ya a un sistema de progreso del personaje que se apoya estrictamente en los accesorios para mejorar al personaje de Mario junto a los objetos, todos de car¨¢cter destructible, con el prop¨®sito de dar sentido a la econom¨ªa interna del videojuego. Es cierto que no hay experiencia ni subida de niveles, pero el dinero se convierte en un consumible necesario que va m¨¢s all¨¢ de la compra de corazones para adquirir salud. Nuestra duda, y seguro que la de muchos de vosotros, era la siguiente: si no hay experiencia, ?qu¨¦ incentivo hay para combatir? La virtud est¨¢ en el equilibrio. Despu¨¦s de terminar el juego, hay momentos donde hemos evitado luchar contra algunos enemigos del camino por lo sencillo de su desaf¨ªo y la poca recompensa que hab¨ªa, pero nos ha pasado en pocas ocasiones porque el sistema de combate funciona a las mil maravillas. Es seguramente un error no haber optado por sistema de mejora que premiara a su vez los peque?os enfrentamientos, pero la dificultad creciente de estos cara a cara permite que las luchas tengan varias formas de resolverse porque siempre se pueden completar en menos pasos, con m¨¢s acierto por nuestra parte. Esto no quita que esa redundancia en los peque?os choques sea algo pesada, evitable. Excesiva.
Hemos usado los verbos ¡°resolver¡± y ¡°completar¡± como si de un puzle se tratase. Y as¨ª es. Dividamos entonces la estructura de las refriegas de manera breve y clara. Para ello, es necesario distinguir entre luchas contra enemigos menores y contra jefes finales o subjefes. En los primeros, Mario es el centro de la diana con cuatro grandes anillos a su alrededor. En pantalla veremos vida, monedas (que podemos usar para pedir ayuda al p¨²blico, algo desaprovechado a nuestro parecer) y tiempo. Una vez comience la pelea hay que ser ¨¢giles y colocar todos los enemigos alineados o bien en fila (para atacar con zapatos) o bien en grupos de cuatro (en caso de preferir el martillo b¨¢sico; otros tienen alcance desde la distancia). Podremos mover las casillas en el eje vertical u horizontal rotatorio, as¨ª que tenemos el poder en nuestra mano para hacer y deshacer siempre que tengamos el tiempo necesario. El t¨ªtulo te premia si logras el dibujo perfecto a trav¨¦s de un multiplicador de da?o, que se ver¨¢ incluso potenciado si golpeamos al en el momento justo.
Al principio es extremadamente f¨¢cil, pero luego se va complicando e, insistimos, te premia por hacer las cosas bien. Incita a encontrar la perfecci¨®n. Si terminamos sin da?o y habiendo resuelto el rompecabezas obtendremos m¨¢s monedas. Es posible recurrir a objetos como Flor de Fuego, de Hielo y unos cuantos adicionales, dependiendo del tipo de enemigo. Al ser los objetos consumibles, en caso de que un enemigo est¨¦ ya en estado de fatiga quiz¨¢ sea mejor utilizar el zapato b¨¢sico (el ¨²nico que no se consume) que gastar ese otro par de botas de hierro que el juego te recuerda que debes usar ante enemigos con pinchos. Como tambi¨¦n deberemos ser cautos y responsables en el uso que hacemos de ese resplandeciente martillo que, seguramente, sea mejor reservar para combates contra un eventual jefe final de zona.
Nos hubiese gustado algo m¨¢s de variedad de objetos. Se queda corto. En anteriores entregas, la diversidad de medallas daba incluso mayor profundidad para personalizar a un Mario que se queda aqu¨ª a medio camino entre lo que hubi¨¦semos deseado en el progreso del personaje y lo que finalmente hemos terminado encontrando. Con todo, la sensaci¨®n de progreso no se pierde. En cada mundo habr¨¢ escondidos unos ¨ªtems equipables para darnos un plus de vida, defensa, poder de ataque, descuentos en la tienda, facilidad para identificar la presencia de coleccionables¡ Rejugable es, no cabe duda, especialmente si queremos completarlo todo. Otro problema, al margen del mejorable sistema de gesti¨®n de accesorios, muy superficial, es Olivia. Un personaje adorable, sincero, con el que empatizas, pero es pesado. Viene a asumir un rol similar al de Navi en The Legend of Zelda, tropieza con la misma piedra que el Profesor Fesor en el anteriormente referido Luigi¡¯s Mansion: es excesivamente intervencionista. Entendemos que su prop¨®sito es dar la mano a los peque?os de la casa, hacerte sentir que no estamos solos, y lo logra, pero peca en algunos momentos charlatana y rompe un ritmo ya de por s¨ª a veces interferido por el exceso de peleas.
Jefes finales, un est¨ªmulo para culminar cada mundo
Finalmente, los jefes finales son la guinda del pastel tanto por lo memorable de algunos de sus dise?os como por el propio enfrentamiento en s¨ª. A veces, no ser¨¢ la estructura est¨¢ndar de casillas con los papeles invertidos sino algo totalmente distinto, con acci¨®n en tiempo real. Las otras, responder¨¢n a esa otra parte del motor: ahora Mario estar¨¢ fuera de los anillos y el enemigo estar¨¢ en el centro. Aqu¨ª, Paper Mario: The Origami King se convierte casi en un t¨ªtulo de estrategia por turnos con elementos en tiempo real, porque ser¨¢ nuestra tarea la de dibujar la trazada ideal para llegar al enemigo, romper su patr¨®n y golpear justo en el punto donde es vulnerable. Cuando vayamos avanzando en la aventura, Olivia ser¨¢ capaz de transformarse en varios tipos de criaturas, de manera que ser¨¢ estrictamente nuestro el ejercicio de pararnos a pensar qu¨¦ invocaci¨®n es la mejor para acabar con esa caja de l¨¢pices de colores.
Hablamos de combates tan bien dise?ados que pueden durar incluso m¨¢s de media hora. Hubo algunos donde hicimos pausas para pensar ¡ªsiempre con el tema musical resonando en nuestra cabeza porque acostumbran a ser peligrosamente pegadizos¡ª y probar suerte, no siempre con acierto. La dificultad, por su parte, est¨¢ correctamente medida. No es un videojuego necesariamente f¨¢cil; tampoco con picos de complejidad desesperantes. Mantiene, eso s¨ª, una dosis de desaf¨ªo constante con un equilibrio que premia, de nuevo, que seamos capaces de anticiparnos al trazo de la ruta perfecta, esa que se logra con el menor n¨²mero de movimientos sin lastimar m¨¢s puntos de salud de los deseados. De verdad, muy bien el apartado de los jefes finales. Por ende, y respondiendo as¨ª a la pregunta inicial: s¨ª, es un combate adictivo, reconfortante, satisfactorio, aunque no perfecto por la excesiva presencia de estos contra enemigos del entorno, que podemos evitar, pero que no dan la recompensa que s¨ª encontramos con los bosses.
El poso de The Origami King: se recordar¨¢ con el tiempo
Han pasado d¨ªas desde que terminamos el juego y no dejamos de pensar en ¨¦l. Queremos creer que esto es sin¨®nimo de que se han hecho las cosas bien. A nivel audiovisual no podemos poner un solo pero, aunque s¨ª es tambi¨¦n menester dejar claro que toda la creatividad que desprende la obra no es tampoco nada que no hayamos visto en otras obras de este ¨²ltimo lustro en Nintendo. Hablamos de la compa?¨ªa que ha hecho suyo el uso de materiales como la plastilina, la lana, los hilos¡ Recurrir al papel es una buena idea, pero no sorprende tanto. Desprende magia por el m¨¦todo para explotar su uso, que es en ocasiones demencial, aunque la base no da el impacto que s¨ª tuvo, por ejemplo, Yoshi¡¯s Crafted World ¡ªque como videojuego es muy inferior a este¡ª. Por suerte, la est¨¦tica es un elemento que no influye determinantemente en la jugabilidad, y este Paper Mario sabe hablar en un lenguaje claro donde lo audiovisual acierta de lleno para cohesionar con el apartado jugable, aquello que va al margen de los enfrentamientos. Uso de los Joy-Con para el control por movimiento, interacci¨®n con el entorno, reincidencia en la exploraci¨®n, retroceder sobre nuestros pasos¡ Es muy videojuego, y eso se agradece.
La banda sonora, que plantea desde el principio temas sonoros pegadizos, se toma la licencia de aplicar arreglos con diferentes instrumentos predominantes en cada mundo, siempre intentando replicar la ambientaci¨®n principal de cada zona. As¨ª, tendremos momentos de mayor o menor intensidad, presencia de instrumentos de cuerda, percusi¨®n, guitarras el¨¦ctricas y de viento. De las mejores de la saga, sin miramientos. Gr¨¢ficamente no es lo m¨¢s puntero de Nintendo Switch, aunque s¨ª hay una mejora evidente respecto a Wii U. La iluminaci¨®n permite ahora identificar una mayor variedad tonal en el entorno, aunque de nuevo prefiere colores planos intensos para que sea un t¨ªtulo que entre por los ojos. No se apoya en los blancos de la luz para resaltar o simular realismo, sino que da protagonismo a los pliegues, al papel, que es el verdadero protagonista. Esta sencillez en el plano art¨ªstico permite que cuando juguemos en modo port¨¢til no se resienta absolutamente nada, que no pierda.
Para la realizaci¨®n de este an¨¢lisis hemos jugado tanto en televisor como en modo port¨¢til (modelo original de la consola) y en un modelo Nintendo Switch Lite. Incluso en esta ¨²ltima, cuya pantalla es de 5,5 pulgadas de diagonal, los 720p no se resienten un ¨¢pice, no hay tirones ni esa sensaci¨®n de neblina inc¨®moda que algunas obras first party han acusado. Un producto que no sobrecalienta la consola en modo port¨¢til. Seg¨²n nuestros c¨¢lculos, nos ha dado para unas cuatro horas de autonom¨ªa en Nintendo Switch Lite y unas tres horas y veinte minutos en el modelo original de la h¨ªbrida (el modelo de 2019 cuenta con mayor autonom¨ªa) con la luz al m¨¢ximo y conexi¨®n a Internet activa.
Antes de terminar, menci¨®n aparte a su excelente localizaci¨®n; una de las mejores que recordamos, sin exagerar, de la ¨²ltima d¨¦cada en Nintendo. La cantidad de texto es considerable, por lo que la empresa ten¨ªa la complejidad a?adida de no solo traducir con acierto algunas bromas, sino narrar y localizar situaciones que har¨¢n re¨ªr hasta al m¨¢s serio. No hubiese sido tan agradable sin un trabajo de adaptaci¨®n a nuestro idioma as¨ª.
Hemos realizado este an¨¢lisis a trav¨¦s de un c¨®digo de descarga suministrado por Nintendo Ib¨¦rica para Nintendo Switch.
Conclusi¨®n
Paper Mario: The Origami King es un videojuego imprescindible para cualquier amante de la saga y para cualquiera que quiera a?adir a su cat¨¢logo uno de los mejores exclusivos de Nintendo Switch. Porque este lo es. Vuelve por la puerta grande, marca el camino a seguir en lo que a dise?o de escenarios y estructura jugable se refiere, sin caer en experimentos que generen conflicto con los c¨¢nones originales y hace suyo el nombre de esta querida serie. Su sistema de combate es una delicia, con la salvedad de pecar en exceso de algunos enfrentamientos prescindibles; aderezado por batallas contra jefes finales sencillamente geniales. Es una aventura con una historia simple, pero repleta de profundidad, un mensaje, apoyada en la escritura de personajes que pasan directamente a la lista de momentos inolvidables de la saga. Un t¨ªtulo honesto, en definitiva, que va de frente y se adapta a todo tipo de p¨²blicos; que te pide poco y te da mucho, entre ello, la sensaci¨®n de estar ante algo insigne. Te da motivos para dejarte llevar, porque todo lo que viene despu¨¦s es una caja de sorpresas. Su mayor virtud es la reinvenci¨®n. Su resultado, memorable. Estamos de enhorabuena.
Lo mejor
- El dise?o de su mundo y el ¨¦nfasis en la exploraci¨®n
- Sistema de combate profundo; especialmente contra jefes finales
- Coleccionables y motivos para volver sobre nuestros pasos
- Banda sonora y personajes para el recuerdo: no los olvidas
Lo peor
- Exceso de combates, agravado por la ausencia de experiencia
- Algunas intervenciones de Olivia
- Gesti¨®n de accesorios; pocos y algo desaprovechados
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.