Darius Cozmic Collection: un repaso a m¨¢s de tres d¨¦cadas de shoot em up

Lleva ah¨ª desde 1986. Atravesamos un momento con shoot¡¯em ups de mucha calidad. Para colmo, es una saga con razones de peso como para recordarse a menudo. Deber¨ªa tenerlo todo de cara, pero Darius es una franquicia reservada desde casi siempre a los verdaderos apasionados por el g¨¦nero del shoot'em up. Esos que gustan de bucear en las caras B que no siempre nos vienen a la mente. No es cuesti¨®n de ponernos melodram¨¢ticos para afirmar que es la mayor injusticia del mundo, aunque para hacernos una idea del recorrido de esta saga tendr¨ªamos que retroceder al momento de los grandes shoot em up horizontales, juegos con los que Darius siempre tuvo diferencias bastante jugosas y a los que pudo mirar a los ojos sin llegar nunca a superarlos. Resumamos la historia: en 1985 Konami atac¨® primero con el inmortal Gradius, con Irem haciendo lo propio en 1987 con R-Type. En medio de los dos, como ha estado siempre esta saga, es justo recordar al primer Darius de 1986 como un videojuego con unas bases muy s¨®lidas que la saga en la que evolucion¨® ha ido transformando en propuestas mucho m¨¢s variopintas. Los dos recopilatorios que ahora recibimos son una celebraci¨®n en toda regla, la fiesta de una saga que ha pasado por casi todos los sistemas importantes que han existido desde entonces.

Un gran comienzo en plena edad dorada del shmup

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Como buen shoot em up que es, el primer Darius de 1986 es un t¨ªtulo que aguanta muy bien el tir¨®n a d¨ªa de hoy. Aunque carec¨ªa del sensacional sistema de progresi¨®n de Gradius o del componente estrat¨¦gico de R-Type, es justo considerarlo un coloso del g¨¦nero que se mostraba en tres pantallas para darnos una sensaci¨®n panor¨¢mica incluso m¨¢s acusada de la que hoy consideramos est¨¢ndar. Adem¨¢s de esta se?a de identidad, este t¨ªtulo seminal contaba con un dise?o de jefes finales muy llamativo ¨C las criaturas marinas como jefes de fin de fase- y un sonido muy distintivo cuya evoluci¨®n fue un punto fuerte de la saga, pero sobre todo introduc¨ªa el gran elemento distintivo que siempre la caracteriz¨®. Al terminar cada escenario y a diferencia de sus coet¨¢neos, no pasamos directamente al pr¨®ximo nivel sino a elegir la ruta a seguir, lo que multiplicaba el contenido del juego al tiempo que permit¨ªa partidas siempre diferentes: si no nos gustaba un nivel, bastaba con no visitarlo nunca m¨¢s. La secuela profundizaba en todo aquello subiendo el list¨®n de casi todo lo que ya hab¨ªamos visto, hasta el punto de que aquel Darius II de 1989 ha terminado por convertirse en un juego al que ya podr¨ªamos adjudicarle un cierto seguimiento de culto. Baste como muestra el hecho de que lleg¨® a Sega Saturn¡­siete a?os despu¨¦s de su lanzamiento. Sin llegar a las cotas de los mejores del g¨¦nero, los dos primeros de la saga est¨¢n en su historia por m¨¦ritos propios. Siempre, teng¨¢moslo claro, teniendo en cuenta que Darius no ocupa el puesto m¨¢s alto en el olimpo retro.

Por lo que respecta a las versiones para consola de estas dos entregas, pensamos que el tiempo las ha tratado de forma mucho m¨¢s desigual que a las versiones para recreativa, y posiblemente con ellas tenemos que hablar del aspecto m¨¢s discutible de estos dos recopilatorios. Taito ha tomado, en nuestra opini¨®n, una decisi¨®n muy discutible al reunir los juegos para consola y recreativa en recopilatorios independientes, ya que eran experiencias demasiado diferentes como para mantener una coherencia interna a la hora de venderlos. Por poner un ejemplo, las versiones de Sagaia (Darius 2 en occidente) pueden satisfacer las ansias de los que disfruten observando la evoluci¨®n de este g¨¦nero entre los sistemas de 8 y 16 Bits ya que ambas son muy solventes en lo suyo, pero lo cierto es que resulta complicado jugar a la versi¨®n para Master System sin dejarnos llevar por el condicionante de la nostalgia en un grado bastante alto. Algo parecido les pasa a las versiones para Pc Engine, que adem¨¢s nunca vimos oficialmente en Europa. Son curiosos, jugables y sorprendentemente variopintos, contando incluso con versiones que son un puro boss rush, pero se quedan demasiado lejos de las versiones para recreativa como para ser plato principal de un recopilatorio en 2020.

Aun as¨ª, y a pesar de que todos los juegos de consola tienen el aspecto tradicional 4:3 con las implicaciones que eso tiene para la saga, algunos de ellos nos siguen pareciendo muy recomendables y ocupan su lugar en la historia de la generaci¨®n 16 Bit. Tambi¨¦n parece que vienen con la intenci¨®n de ajustar viejas cuentas, como les ocurre a unas entregas para Snes (Darius Twin y Darius Force) quefueron vapuleadas en su d¨ªa por la cr¨ªtica, pero que ahora mismo nos parecen juegos mucho m¨¢s que disfrutables del sistema, algo que tambi¨¦n sucede a las versiones para Mega Drive. El problema es que todos estos t¨ªtulos, por m¨¢s que nos gusten, est¨¢n claramente un escal¨®n por debajo de lo que se nos ofrece en el recopilatorio arcade, vendi¨¦ndose en cambio a un precio mayor. Algo totalmente incomprensible para lo bien cuidado que est¨¢ todo en otros aspectos, como por ejemplo la sensacional edici¨®n f¨ªsica de coleccionista.

A vueltas con el contenido y la pol¨ªtica de precios

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Siempre que se habla de recopilatorios, las ausencias suelen ser el asunto m¨¢s controvertido si de lo que se trata es de homenajear a sagas con unas cuantas d¨¦cadas tras de s¨ª. Como no pod¨ªa ser de otro modo, la m¨¢xima se aplica en esta ocasi¨®n con decisiones bastante complicadas de entender -incluso si nos abstraemos del precio de venta-. Lo diremos sin rodeos: la cantidad a desembolsar por los dos recopilatorios solo podr¨ªa justificarse con un recorrido completo, que no se deje detr¨¢s ninguno de los grandes momentos de la saga. En el caso de Darius hay que recordar que uno de los mejores -Darius Burst Chronicles- es bastante reciente, por lo que de entrada es l¨®gico que no sea a¨²n carne de recopilatorio. As¨ª las cosas, y teniendo en cuenta -no est¨¢ de m¨¢s reiterarlo- lo que cuesta hacerse con los dos t¨ªtulos, nos parece muy dif¨ªcil justificar la ausencia de un juego tan monumental como el recordado G-Darius de 1997. Es simplemente inexcusable en un recopilatorio tan ambicioso, ya que hablamos de una de las mejores entregas que adem¨¢s sali¨® tanto en recreativas como en las consolas de su tiempo, con un ¨¦xito de cr¨ªtica nada desde?able si recordamos el desprestigio que sufr¨ªa el g¨¦nero por entonces.

Darius Gaiden: uno de los mejores shmups de siempre

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Teniendo en cuenta esta omisi¨®n, el verdadero plato fuerte de estos dos recopilatorios en cuanto a m¨²sculo t¨¦cnico y visual es un juego que ha terminado consolid¨¢ndose entre las vacas sagradas del g¨¦nero, pese a que se atrevi¨® a cortar el cord¨®n umbilical con perspectiva panor¨¢mica que tan bien hab¨ªa funcionado hasta entonces. Darius Gaiden es sin duda el juego al que mejor ha tratado el tiempo de todos los que componen ambos recopilatorios. Aunque no tenga mucho m¨¦rito por ser el m¨¢s reciente, nos parece que aguanta mucho mejor que otras propuestas de su misma edad por el hecho de que ya era m¨¢s que espectacular en su momento. Gracias a unos efectos de transparencias, scaling y fondos consigui¨® despuntar en recreativas, pero tambi¨¦n en PlayStation y Saturn. Sigue enamorando su apartado sonoro sobresaliente que tanto influy¨® en entregas posteriores, pero tambi¨¦n consigue enganchar a d¨ªa de hoy su jugabilidad, gracias a muchos patrones enemigos de los que siempre lo divierten a uno, sus momentos de aproximaci¨®n al bullet hell y a un armamento muy divertido de controlar. Una de las mejores entregas de la saga, a la que este recopilatorio hace justicia. Algo que nos viene de maravilla para hablar del otro gran asunto importante en todo recopilatorio

Justicia para Darius

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Es precisamente en el otro frente sobre el que hay que poner el foco en los recopilatorios donde encontramos las mejores noticias esta vez. Noticias muy jugosas, por cierto, ya que no dir¨ªamos que se trate de algo aislado. Ha costado a?os, pero se viene percibiendo ¨²ltimamente que empresas como M2 est¨¢n dispuestas a mejorar aspectos que necesitaban un ¨²ltimo empuj¨®n, y estos dos Gradius Cozmic Collection son una clara confirmaci¨®n de que las cosas van a mejor de una vez por todas. De nada sirve que los juegos que se incluyen sean buenos, el precio razonable, o la calidad media bastante alta (lo es en este caso) si despu¨¦s nos encontramos que la emulaci¨®n no est¨¢ a la altura o que las opciones de visualizaci¨®n arruinan la experiencia de los usuarios m¨¢s puristas, ya que en el fondo estas recopilaciones se dirigen a ellos. M2 ha subido claramente el list¨®n gracias a unos men¨²s que da gusto verlos, con unas explicaciones de cada juego que aportan la informaci¨®n estrictamente necesaria para quien vaya picoteando un poco de cada uno y no se interponen nunca con la diversi¨®n. Los que quieran meterse en faena a fondo, ya que estos juegos dan para ello, tambi¨¦n encontrar¨¢n su dosis justa gracias a los modos de juego para entrenar, los flyers de las recreativas que quedan muy bien con el formato panor¨¢mico y alguna informaci¨®n de inter¨¦s para los curiosos. Por ¨²ltimo, las opciones de visualizaci¨®n son sencillas aunque consiguen ajustarse a todas las sensibilidades, sobre todo porque permiten (ya era hora) habilitar un filtro de difuminado o de scanlines de forma independiente, evitando el horror que se produce cuando ambas cosas van de la mano. Un trabajo sensacional en todo lo que envuelve a la emulaci¨®n, para una experiencia que, esta vez s¨ª, est¨¢ a la altura de lo que hoy d¨ªa se puede verse ahora mismo en la escena de la emulaci¨®n tradicional. Este es el camino a seguir, y lo que deber¨ªamos esperar a partir de ahora.

Un buen atrac¨®n de pescado

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Darius est¨¢ entre lo mejor de los shoot em up horizontales y en estos dos recopilatorios se encuentran algunos de los motivos por los que sobrevive al paso de los a?os, por mucho que su fama no llegue a la de Gradius o R-Type. Es obvio que no existir¨ªan de no haberse creado un seguimiento de culto para muchos de estos juegos, as¨ª que los jugadores que hayan presenciado la evoluci¨®n de la saga se quedar¨¢n prendados ante esta mirada al pasado tan respetuosa. Los que pretendan sacarle partido a base de marcadores virtuales y repeticiones tambi¨¦n estar¨¢n contentos ya que ambas cosas se han tenido presentes. El ¨²nico inconveniente viene de la mano de la pol¨ªtica de precios, injustificable si tenemos en cuenta lo que han venido costando otros recopilatorios similares.