112 Operator, An¨¢lisis

La fantas¨ªa de salvar el mundo o ser los h¨¦roes sigue siendo una muy presente en el videojuego. No importa cuantos a?os pasen, esa sensaci¨®n de estar marcando una diferencia dentro de un mundo virtual nos estimula y nos anima a dar lo mejor de nosotros. Ignorando moment¨¢neamente el primo hermano casi id¨¦ntico llamado 911 Operator y desarrollado por la misma compa?¨ªa hace tres de a?os, propuestas como 112 Operator no son habituales. Una idea que parece proveniente de los serious games, en parte l¨²dica pero en parte instructiva, la de ponernos a cargo del tel¨¦fono en un servicio de emergencias, responder llamadas y ayudar a salvar vidas.

Tiene algo de eso el t¨ªtulo de Jutsu Games estudios en realidad, las pantallas de carga vienen con informaci¨®n y datos estad¨ªsticos reales sobre los servicios de emergencia, y los mapas por los que desplegamos los veh¨ªculos de emergencia est¨¢n basados en localizaciones que existen. Incluso si lo permitimos, nuestra partida puede localizarse all¨ª d¨®nde vivimos. Es bastante entretenido escuchar voces anglosajonas y que el mapa nos se?ale municipios espa?oles.

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Y quiz¨¢s este es uno de los primeros puntos de conversaciones interesantes con respecto a este juego. Es ese rango tonal entre realista como instrumento de documentaci¨®n y entretenido como un videojuego convencional en el que se mueve 112 Operator. A veces predomina lo primero. El videojuego no hace grandes filigranas a la hora de poner su propuesta en pantalla. Sus men¨²s son sobrios, su progresi¨®n, planita. Pero aquellas veces en las que quiere predominar lo segundo resulta un poco chocante. Podemos pasar de llamadas a emergencias que se sienten naturales a otras que parecen sacadas de telefilme de sobremesa, con actores interpretando escenas exageradas y tramas rocambolescas.

Coger llamadas es una de las mec¨¢nicas principales del juego, por supuesto, pero no es la ¨²nica. Gestionar la flota de veh¨ªculos policiales, ambulancias y bomberos es lo que estaremos haciendo la mayor parte del tiempo. Al principio del d¨ªa repartimos estrat¨¦gicamente los veh¨ªculos por el mapa de la ciudad, y a lo largo de nuestra jornada laboral iremos mand¨¢ndolos de un lugar a otro de la ciudad seg¨²n vayan sucediendo emergencias. Algunas incidencias solo requerir¨¢n la intervenci¨®n de la polic¨ªa, pero otras m¨¢s complejas pedir¨¢n un equipo multidisciplinar.

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En la campa?a principal actuamos como un operador en una de las principales ciudades europeas mientras que vamos aprendiendo algo nuevo cada d¨ªa. No supone un gran cambio hacer esto que jugar una partida por nuestra cuenta, pero es ideal si queremos que en nuestro primer contacto el juego nos gu¨ªe a trav¨¦s de sus (no muy complejos, siendo sinceros) sistemas.

Es uno de estos juegos en los que una vez hemos entrado en sus mec¨¢nicas es sencillo entrar en ¡°la zona¡±, ese estado centrado en el que estamos completamente involucrados en lo que est¨¢ pasando en pantalla. La atm¨®sfera est¨¢ conseguida. Salvo algunas secuencias de video con modelados 3D entrando y saliendo de la sala de operadores, es un juego que se comunica con nosotros a trav¨¦s de interfaces. Tenemos delante el mapa de la ciudad, cuadros con las incidencias, los veh¨ªculos de la flota¡­ Se hace un buen trabajo con el sonido en general. La banda sonora es sencillita y toma un segundo plano pero los efectos de sonido nos meten de lleno en una sala de operaciones, con el runr¨²n constante de los compa?eros hablando por sus micr¨®fonos y las radios policiales avis¨¢ndonos de sus progresos.

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?Pero c¨®mo se juega? Bueno, se trata en realidad de un loop muy sencillo. La acci¨®n sucede en el mapa del territorio que controlamos y en ¨¦l, a lo largo de nuestra jornada ir¨¢n apareciendo incidentes. Seg¨²n el tipo de incidente que sea mandaremos a un equipo concreto a solucionarlo. Para un exceso de velocidad o una escena violenta en p¨²blico mandaremos a la polic¨ªa, para incendios o cierto tipo de problemas log¨ªsticos como un se?or atrapado en un ascensor a los bomberos, y para cualquier emergencia relacionada con la salud a la ambulancia.

Resolver estas situaciones es a menudo tan sencillo como en un par de clicks mandar un veh¨ªculo a un lugar del mapa, pero no es ah¨ª donde radica la dificultad del juego. La dificultad est¨¢ en gestionar un alto n¨²mero de nuevos incidentes que van llegando con los recursos que tenemos. A menudo no hay veh¨ªculos para todo y tenemos que priorizar, o los veh¨ªculos que tenemos no son los m¨¢s adecuados para un incidente concreto. Una moto policial tiene gran velocidad y es ideal para emergencias menores como poner una multa por exceso de velocidad, pero no sirve de nada para transportar a detenidos esposados. Del mismo modo, hay veh¨ªculos de bomberos m¨¢s preparados para incidentes t¨¦cnicos que para incendios, permiti¨¦ndonos tener listos esos grandes camiones llenos de agua para las emergencias m¨¢s complicadas.

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La progresi¨®n de la partida pasa por aqu¨ª, en realidad. S¨ª, seg¨²n vamos ascendiendo el servicio nos asignar¨¢ m¨¢s distritos en los que operar y el mapa de acci¨®n ser¨¢ m¨¢s grande, pero m¨¢s interesante que eso es el hecho de que iremos consiguiendo dinero que se sumar¨¢ a nuestras arcas y con el que podremos comprar nuevos veh¨ªculos y contratar nuevo personal. Aqu¨ª entra ya un poco de personalizaci¨®n. Podemos crear estos nuevos equipos m¨¢s a nuestro gusto de los que tenemos predefinidos. Quiz¨¢s contratar a una buena conductora que se asegure de que el equipo llega r¨¢pido al lugar, con enfermeros bien equipados que hagan su trabajo de forma m¨¢s eficiente.

Pero a la hora de la verdad poco importa esta personalizaci¨®n, tambi¨¦n hay que decirlo. Los veh¨ªculos son iconos en un mapa sin m¨¢s identidad que una escala de colores y una imagen b¨¢sica. Tenemos que hacer click en cada uno de ellos y desplegar un panel para saber qu¨¦ unidad estamos seleccionando, y en el fragor del momento tampoco hay demasiado tiempo para ello. Porque por mucho que estemos familiarizados con las rutas del mapa, o por m¨¢s personal y veh¨ªculos que contratemos el juego siempre nos sigue trasmitiendo esa sensaci¨®n de que no llegamos a todo, de que hay incidencias que hay que priorizar, que hay secciones del mapa a las que ciertos veh¨ªculos simplemente no pueden llegar a tiempo sin dejar desprotegidas su zona. Y eso sin tener en cuenta que a la hora de la verdad, donde tenemos que dar la talla en respondiendo al tel¨¦fono.

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Es curioso porque las llamadas, que podr¨ªan ser el epicentro de la experiencia, se convierten en una mec¨¢nica m¨¢s de 112 Operator. Una vez aceptadas las llamadas son otra incidencia m¨¢s que se suma al mapa y que eventualmente acabaremos perdiendo de vista cuando resolvamos. Resolver estas llamadas supone las interacciones m¨¢s emocionantes de todo el juego, como no podr¨ªa ser de otra manera. Irrumpen en nuestra jornada laboral de movilizar veh¨ªculos a sus respectivas incidencias con situaciones m¨¢s delicadas que requieren m¨¢s urgencia y un toque humano en sus resoluciones.

Quiz¨¢s la pareja de un ciudadano se ha mareado dentro de su propia casa y ahora est¨¢ inconsciente. Quiz¨¢s un testigo avisa de un fuego particularmente peligroso en un edificio de la ciudad. O un hombre se ha quedado atascado en un paso a nivel de tren y nos llama aterrorizados sin saber que hacer. En todas estas situaciones tenemos poder de decidir c¨®mo responder dentro de una serie de opciones prefijadas que orientar¨¢n la conversaci¨®n hacia una direcci¨®n concreta. Se trata menos de saber procedimientos t¨¦cnicos del servicio de emergencias (aunque a veces tendremos que explicar como hacer un MCR) y m¨¢s utilizar el sentido com¨²n guiar a estos pobres ciudadanos y que tengan el mejor fin posible.

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Hay situaciones especialmente delicadas en la que lo m¨¢s sensato ser¨¢ hacer tiempo hasta que lleguen los servicios de emergencias que hemos mandado, y hay otros en los que nuestras palabras son esenciales para salvar a la persona, por lo que hay un peso detr¨¢s de estas conversaciones. No todas las llamadas ser¨¢n vida o muerte. Tambi¨¦n habr¨¢ llamadas de broma que tendremos que saber identificar e ignorar. Mandar equipos policiales al colegio que cualquier chaval que nos llame diciendo que hay una bomba en su colegio puede parecer sensato de primeras, pero acabar¨¢ con parte de nuestro equipo perdiendo el tiempo cuando podr¨ªa ser necesario en otros lugares.

Estas historias comienzan y acaban en la l¨ªnea del tel¨¦fono, y esto acaba actuando un poco en detrimento del t¨ªtulo. Gestionar las movilizaciones de los equipos de emergencias es divertido y adictivo hasta cierto punto, pero hace falta un gancho mayor que nos atrape a largo plazo. Este hueco no lo ocupan esas decenas de conversaciones que tenemos. Ramalazos de humanidad que al colgar se convierten en un icono m¨¢s en el mapa, dif¨ªcil de identificar y de seguir el caso. Con todas sus buenas intenciones por ayudar a salvar vidas de un t¨ªtulo como ¨¦ste, al final del d¨ªa cuesta identificar a 112 Operator con algo m¨¢s que una experiencia fr¨ªa que, aunque correcta como videojuego, no consigue trasmitir esa sensaci¨®n de que estamos marcando una diferencia.

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