EarthNight
- PlataformaNSW6.5PS46.5PC6.5
- G¨¦neroPlataformas, Acci¨®n
- DesarrolladorCleaversoft
- Lanzamiento03/12/2019
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorCleaversoft
EarthNight, An¨¢lisis. Una carrera interminable sobre dragones
Pensado para amantes de los runners plataformeros, este t¨ªtulo destaca m¨¢s por su apartado art¨ªstico que por lo que ofrece finalmente en lo jugable.
Hubo un momento en que los endless runner se apoderaron de las tiendas digitales de juegos para m¨®viles. Al fin y al cabo, era y sigue siendo una soluci¨®n plausible para paliar la falta de controles f¨ªsicos. ?Para qu¨¦ obligar a tocar la pantalla para una tarea que se basa en pulsar constantemente un bot¨®n? Incluso Nintendo, con Super Mario Run, se adhiri¨® a esta moda ¡ªen el buen sentido de la palabra¡ª del g¨¦nero de los plataformas donde no dejamos de correr y donde, en algunos casos, no hay fin m¨¢s que nuestra propia muerte. EarthNight es donde mejor encaja, en m¨®viles, y es quiz¨¢ en consolas donde menos pueda brillar; aunque es innegable que su propuesta tiene un potencial realmente interesante.
Un talento no del todo aprovechado
La primera vez que conocimos EarthNight fue en aquella presentaci¨®n de juegos para Apple Arcade, el servicio de videojuegos bajo demanda para dispositivos iOS. As¨ª las cosas, lo jugamos, lo disfrutamos y lo pudimos contrastar con la consecuente versi¨®n para Nintendo Switch que hemos podido analizar. Y s¨ª, nos encandil¨® su apartado art¨ªstico, que parece una secuencia animada de ilustraciones a todo color; por suerte, en ese preciosista dise?o y su abstracta a la vez que extra?a puesta en escena se esconde un preciso juego de plataformas. La otra cara de la moneda est¨¢ en que, al final del d¨ªa, no aporta nada al g¨¦nero y puede llegar a dejar con sensaci¨®n de vac¨ªo con el paso de las horas.
A nivel mec¨¢nico, EarthNight no hace nada que no hayamos visto. Su premisa argumental es que los seres humanos han sido dominados por unos dragones con un dise?o claramente asi¨¢tico. Apenas un par de individuos, sabedores de sus capacidades, se presentan como la alternativa para la salvaci¨®n de la especie humana: Sydney y Stanley. La primera, una joven de apariencia afroamericana, muy ¨¢gil y determinada. Por otro, un hombre algo m¨¢s mayor y con una barba que salta a la vista. ?Nuestro objetivo? Partiendo desde el espacio, que se antoja el ¨²nico refugio posible en estos momentos, saltar al vac¨ªo para caer sobre estos dragones y vencerlos a base de asestarles golpes o que cometan errores por s¨ª mismos. El dise?o visual de lscenarios llega a rozar lo espectacular; tanto por el trazo de algunas fases como por la paleta de colores utilizada, que renuncia de los brillos blancos y apuesta por colores claros, como si estuviese coloreado con pinturas de cera.
Dise?o procedural para garantizar sorpresa y rejugabilidad
Cada vez que caigamos sobre uno de estos dragones comenzar¨¢ la carrera sobre su lomo que finalizar¨¢ en su cabeza. Si lo conseguimos, habr¨¢ una suerte de minijuego donde podremos eliminar al drag¨®n. En total, 15 dragones diferentes y varias decenas de enemigos distintos, no todos igual de inspirados ni conmovedores. De hecho, algunos parecen m¨¢s un estorbo en el camino que otra cosa, lo cual nos deja con la sensaci¨®n de que no se han aprovechado lo suficiente. Dependiendo del personaje que elijamos las habilidades son unas u otras, pero hay algo que nos ha encantado: los niveles se generan de manera aleatoria.
Esto, sobre el papel, ya nos garantiza una cosa, y es que cada partida ser¨¢ diferente, se sentir¨¢ completamente nueva y, en esencia, habr¨¢ algo nuevo esper¨¢ndonos. Es tambi¨¦n un arma de doble filo, porque en ocasiones encontraremos niveles mucho m¨¢s dif¨ªciles que otros; o algunos excesivamente f¨¢cil. Se nota que est¨¢ pensado desde sus inicios como un juego para m¨®viles por lo cortas que son todas las partidas, algo que obliga a pensar con rapidez, medir al mil¨ªmetro cada salto y dominar el llamado timing para no caer o ser golpeados por una especie de sapo gigante que yace sobre las nubes.
En el camino, multitud de coleccionables, obst¨¢culos que nos pueden hacer perder salud y saltos, muchos saltos entre las cinco capas que dividen esta atm¨®sfera antes de llegar a la Tierra. Es esto, en realidad, lo que debemos dominar: la cadencia de esos saltos. Estamos en el espacio y la gravedad no responde a la misma l¨®gica que cuando estamos en el planeta Tierra. Cogemos altura r¨¢pido, pero caemos lento. La gracia est¨¢ en ir encadenando saltos sobre los enemigos, combos que dar¨¢n m¨¢s puntos y mejores recompensas. Con el paso de las horas, vemos que cada tipo de drag¨®n tiene unos patrones y debilidades diferentes, as¨ª que toca estudiar y pensar contra qu¨¦ criatura nos estamos enfrentando al llegar al final de cada fase.
No entendemos muy bien por qu¨¦ EarthNight transmite la sensaci¨®n de tener prisa. Prisa por terminar, por no dar margen al jugador para pensar. Nos explicamos: el juego no ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil por ceder algo m¨¢s de tiempo para los enfrentamientos finales. No da tiempo a disfrutarlos. Al m¨ªnimo error, estamos perdidos y tendremos que volver a empezar. Hay cierta gracia y sensaci¨®n gratificante cuando acabamos con un drag¨®n, pero el precio a pagar si salimos derrotados ¡ªen cuesti¨®n de segundos¡ª es volver a empezar de cero. Choca, no obstante, que conf¨ªe tanto en el grado de adicci¨®n que pueda despertar el resto de su planteamiento, que es la parte endless runner.
Algo que s¨ª est¨¢ bien dise?ado es la curva de dificultad: cuanto m¨¢s cerca estemos de la tierra, m¨¢s dif¨ªcil ser¨¢ el nivel. Y s¨ª, la ¨²ltima capa, la quinta, es todo un reto que no muchas veces podremos superar a la primera. En cualquier caso, ser¨ªa injusto acusar que morimos mucho teniendo en cuenta que es, en realidad, un roguelike, el problema viene m¨¢s en el empe?o por hacer de las partidas excesivamente cortas.
A nuestro parecer, Sydney es un personaje mucho m¨¢s interesante de utilizar, aunque no le hubiese sentado mal m¨¢s tipos de personajes seleccionables para dar m¨¢s variedad. Por lo dem¨¢s, nos ha encantado su banda sonora, que reconocemos hemos escuchado m¨¢s de una vez cuando no lo est¨¢bamos jugando, un compendio de remezclas chiptune que da ese toque retro que tan bien le sienta a este tipo de juegos. Da rabia pensar que EarthNight es simplemente notable por algunas de las decisiones de su dise?o, que castigan en exceso sin dar margen de actuaci¨®n, al contrario que otros como Bit.Trip, que supieron equilibrar mejor las cosas en el g¨¦nero de los plataformas; u otros como Nuclear Throne o The Binding of Isaac, que si bien son absolutamente distintos, supieron medir mejor el pulso de la paciencia del jugador con un desaf¨ªo aut¨¦ntico y gratificante. EarthNight es satisfactorio, pero se queda a medio camino.
Conclusi¨®n
EarthNight se siente fresco, ¨¢gil, muy r¨¢pido y con una banda sonora espectacular, pero poco aporta al g¨¦nero de los plataformas, tampoco al de la ya veterana vertiente de endless runner. Sus aciertos son innegables, partiendo de un apartado art¨ªstico donde la banda sonora sorprende por sus pegadizos acordes y tendencia chiptune. El problema es que, si bien su dise?o procedural estilo roguelike garantiza que cada partida es una nueva aventura, la manera que tiene de plantear el minijuego final contra los dragones a los que nos enfrentamos son demasiado cortos, con castigos severos y la sensaci¨®n de que la inteligencia artificial juega con una excesiva ventaja. Por lo dem¨¢s, es ideal en consolas como Nintendo Switch; aunque tambi¨¦n se disfruta en un tel¨¦fono m¨®vil.
Lo mejor
- El dise?o de los dragones y el planteamiento general
- Art¨ªsticamente brillante: banda sonora y direcci¨®n visual
- Sydney, un personaje que da gusto controlar
Lo peor
- Se antoja demasiado corto y no demasiado variado
- El enfrentamiento contra los dragones tiene margen de mejora
- No es justo a la hora de penalizar al jugador
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.