One Piece: Pirate Warriors 4
- PlataformaPC7.4NSWXBO7.4PS47.4
- G¨¦neroAcci¨®n, Aventura
- DesarrolladorKoei
- Lanzamiento27/03/2020
- EditorBandai Namco Entertainment
One Piece: Pirate Warriors 4, an¨¢lisis: un sombrero capaz de dar luz y sombra
Vuelve la saga donde los Sombrero de Paja se sienten m¨¢s c¨®modos. Omega Force da pasos hacia delante en lo jugable, pero retrocede en otros aspectos.
Han pasado cinco a?os desde que Omega Force constatase que era, sin lugar a dudas, el estudio que mejor sab¨ªa trasladar la esencia de One Piece al universo del videojuego. Pirate Warriors 3 cerr¨® la trilog¨ªa de manera casi brillante, un t¨ªtulo complet¨ªsimo, variado y respetuoso con la licencia de Eiichiro Oda, que comenzaba entonces uno de sus arcos m¨¢s importantes.
Un lustro no es nada para un manga semanal de la Shonen Jump, donde se acostumbra a publicar poco m¨¢s de 40 episodios anuales. Y si se trata de Oda, con sus pausas, el avance argumental es todav¨ªa menor del deseado por los lectores; pero si hay algo que est¨¢ claro es que One Piece est¨¢ viviendo un momento muy dulce, un cl¨ªmax que parece no querer terminar nunca entre revelaciones, apariciones inesperadas y momentos que se llevaban esperando desde hace a?os.
Y es precisamente ese el gran problema de One Piece: Pirate Warriors 4, que si bien mejora en el esquema jugable de manera muy adecuada, no ha sabido aprovechar estos cinco a?os ni para sacar partido del hardware de actual generaci¨®n ni para profundizar en el elemento vertebrador de este g¨¦nero, la estrategia; porque por mucho que estemos ante un videojuego de One Piece, es menos musou que anteriores entregas, y eso es una l¨¢stima.
El mejor One Piece: Pirate Warriors a los mandos: profundidad y combos
Que nadie se confunda: la jugabilidad ha mejorado. Esta cuarta iteraci¨®n profundiza desde el primer momento, hace que personajes como Luffy se sientan mejor que nunca por la comodidad y agilidad al desplazarse, al golpear o al encadenar combos, uno de los grandes aciertos de este episodio. Como si de un hack and slash se tratase, parece que el t¨ªtulo quiere invitarte constantemente a que no te limites a pulsar una y otra vez el bot¨®n cuadrado o tri¨¢ngulo, sino que estudies combos, que encadenes saltos con golpes y que veas el contador de da?o aumentar como un cron¨®metro. Por desgracia, esas buenas sensaciones a los mandos pulverizando cientos (miles) de enemigos por misi¨®n chocan con una c¨¢mara que puede llegar a desesperar y un dise?o de misiones que se ha simplificado en demas¨ªa. Vayamos por partes.
El sistema de combate se ha renovado (se deja atr¨¢s el Kizuna Rush) y basa su jugabilidad en los botones de acci¨®n o la combinaci¨®n de R + acci¨®n, lo que desencadena una de las hasta cuatro habilidades seleccionables desde el ¨¢rbol de habilidades, una funci¨®n altamente personalizable y de la que vamos desbloqueando nuevas opciones en la medida en que avanzamos en la aventura. El resultado gusta porque no se pierde en animaciones largas o con cargas, sino que son de apenas segundos, no rompe la acci¨®n. Como se puede prever, la profundidad es mayor al haber combinaciones de golpes terrestres, a¨¦reas o una combinaci¨®n de ambas.
El libreto de movimientos es amplio, variado, con gui?os al manga que muchos sabr¨¢n reconocer. No solo podemos equiparnos ataques especiales, sino tambi¨¦n potenciadores o transformaciones, as¨ª que toca calcular qu¨¦ queremos para cada momento; si nos merece la pena un potenciador de golpes b¨¢sicos o si preferimos poder activar una Gear 2, por ejemplo, en el caso de Monkey D. Luffy. Nos ha gustado, porque da sentido a la barra de resistencia y hace que tengamos que economizar con cada movimiento. Para finalizar, cada personaje cuenta con sus propias particularidades, no son meras skins, de forma que no tiene mucho que ver controlar a alguien como Usopp respecto a Zoro; ni qu¨¦ decir tiene cuando podemos acceder a los personajes gigantes de forma jugable, como Kaido, todo un acierto que preferimos descubr¨¢is por vosotros mismos, pues es una de las recompensas de la recta final del modo historia. Si tuvi¨¦semos que enumerar de entre todos los musou de los ¨²ltimos a?os, seguramente One Piece: Pirate Warriors 4 sea uno de los tres m¨¢s satisfactorios a nivel jugable. El contraste con la falta de t¨¢ctica, de estrategia, es muy acusado.
D¨®nde nos encontramos: la elecci¨®n argumental, un arma de doble filo
Las cosas siguen donde se quedaron entonces, no obstante. Si en PW3 vimos los t¨ªtulos de cr¨¦dito al t¨¦rmino del arco de Dressrosa, esta vez la tripulaci¨®n de los Sombreros de Paja llegan a Zou con unos cuantos deambulando por Whole Cake Island y otros, por su parte, en Wano, donde Big Mom y Kaido toman protagonismo respectivamente de manera paralela. Evidentemente, los hechos de esta ¨²ltima saga no est¨¢n conclusos y, para solventar el papel, Koei Tecmo y Omega Force han narrado una historia original de principio a fin. Tanto por lo que se cuenta por la forma en que se hace, no nos ha convencido, pero la manera de narrar los seis grandes arcos abarcados en el juego, no se deja demasiados flecos abiertos en el camino.
Esta vez comenzamos en Arabasta, pasamos a Ennies Lobby y Water Seven, viajamos a Marineford y nos adentramos en el Nuevo Mundo, donde de Dressrosa pasamos a Whole Cake y Wano. Una selecci¨®n acertada, como si de un greatest hits de One Piece se tratase. Es esa la sensaci¨®n global: es un homenaje a la serie. No es tan ambicioso como su antecesor, que quiso abarcar la pr¨¢ctica totalidad de arcos can¨®nicos principales del manga. El problema es que, visto aquello, ahora esto se queda corto, con una aventura que apenas alcanza las quince horas de duraci¨®n en su historia principal y que denota una falta de inter¨¦s por mejorar, por ir m¨¢s all¨¢ y profundizar en la t¨¢ctica.
Olvidarse de todo lo que narra el East Blue es como un videojuego de Dragon Ball Z sin Dragon Ball o Naruto sin Shippuden; no es grave, pero los que quieran encontrar aqu¨ª una enciclopedia jugable de inicio a fin, esto no es una obra ultimate.
Profundidad jugable a costa de simpleza en el dise?o de misiones
Omega Force ha encauzado a la perfecci¨®n el camino que debe seguir la saga en el futuro en control y jugabilidad, pero no en dise?o de misiones; todas son muy parecidas, sin apenas estrategia (ni punto de comparaci¨®n con las propuestas de Hyrule Warriors, Fire Emblem: Warriors o Pirate Warriors 3) y un nivel general por debajo de la media. El nivel de dificultad Normal (tenemos F¨¢cil, Normal y Dif¨ªcil) es el equivalente al nivel f¨¢cil de cualquier videojuego del g¨¦nero; ya no tanto por el da?o que recibimos de los enemigos, sino por la exigencia de los jefes finales. Algunas zonas son excesivamente lineales y no hay gran cantidad de misiones secundarias, sino que normalmente vamos de un punto A a un punto B, perdiendo as¨ª algo de t¨¢ctica. El t¨ªtulo desaprende lo visto en el pasado en esta misma serie.
Una de las grandes novedades de One Piece: Pirate Warriors 4 eran sus jefes de zona de tama?o gigante, donde no queda otra que fijar la c¨¢mara, rodear al enemigo ya tacar cuando encontremos un punto muerto. La idea, sobre el papel, nos encanta, porque permite recrear combates m¨ªticos del anime con una acci¨®n bien medida, recreando escenarios con mucha fidelidad y acompa?ando todo con escenas recreadas con el motor del juego. Sin embargo, los patrones son f¨¢ciles de identificar y no habr¨¢ ning¨²n enemigo que nos ponga en demasiados apuros.
La conquista de ¨¢reas para dominar terrenos, algo que no cambia respecto a cualquier otro musou, peca de no variar su proceso de b¨²squeda y avance. En el mundo de Whole Cake encontraremos alg¨²n que otro puzle, pero la estrategia que vimos en PW3 ha desaparecido pr¨¢cticamente. Afortunadamente, el dise?o de los escenarios es art¨ªsticamente muy vistoso, colorido y se disfruta en cada segundo; adem¨¢s, el ritmo del juego no da un respiro. No hay momentos de transici¨®n: va al grano. Con m¨¢s enemigos simult¨¢neos en pantalla que nunca y sin apenas ca¨ªdas de rendimiento, es la entrega m¨¢s din¨¢mica¡ lastrada por una falta de aliciente estrat¨¦gico o cooperativo con aliados que relega los mandos a ser m¨¢s machacabotones de lo que deber¨ªa. Una pena. El mayor problema del juego es la c¨¢mara. Nos ha hecho suspirar en m¨¢s de una ocasi¨®n por dos motivos: el primero, que es capaz de dejarnos vendidos en tanto interiores como exteriores al chocar con texturas y superponerse en las mismas; el segundo, que no sabe situarse. Si corremos, se descoloca; si giramos bruscamente, se pierde. Al final, nos hemos visto obligados a recolocar la c¨¢mara constantemente. Por suerte, muchos de los escenarios se pueden destruir a base de golpes, aunque no cambia ni afecta demasiado.
Dejando a un lado el Diario Dram¨¢tico, que hace las veces de modo historia, nos gustar¨ªa destacar que todo se puede jugar en cooperativo. El modo multijugador, en tiempos como los actuales, se antoja como una opci¨®n m¨¢s que v¨¢lida para desquitarse a gusto con amigos ¡ªreduce tambi¨¦n bastante la dificultad de cada zona¡ª. Nos ha gustado tambi¨¦n el llamado Diario de Tesoros, una consecuci¨®n de peque?as historias inventadas donde tenemos que enfrentarnos a equipos enemigos algo aleatorios pero imprevisibles, inimaginables. Todo vale y el resultado es bastante gratificante. Adem¨¢s, este modo gana tambi¨¦n importancia o peso al ser una v¨ªa id¨®nea para hacer acopio de dinero y desbloquear m¨¢s habilidades y movimientos en el ¨¢rbol de desarrollo de cada personaje, un mapa en el que podemos ir perfeccionando movimientos o mejorar los atributos. Muy bien dise?ado. Merece la pena echarle un vistazo, especialmente si hemos terminado el modo historia y queremos algo (nuevo) m¨¢s que llevarnos a la boca.
Por lo dem¨¢s, una cifra que supera los 40 personajes seleccionables, con novedades in¨¦ditas como Kaido, Big Mom, Bege y Katakuri, aunque nos ha gustado especialmente lo divertido que es jugar con la Gear 4 de Luffy, todo sea dicho. En el futuro habr¨¢ tres lotes de DLC a lo largo de 2020, todos ellos de pago. Si somos pesimistas, esto nos invita a pensar que hay contenido que perfectamente podr¨ªa haberse incluido en la versi¨®n comercial base y se va a aprovechar para que el comprador pase por caja m¨¢s de una vez, sobre todo en lo que a sagas se refiere. Preferimos no especular ahora, ya que ese contenido es todav¨ªa desconocido.
La versi¨®n que hemos analizado es la de PlayStation 4 Pro, as¨ª que no podemos dar constancia de si en Nintendo Switch el port cumple a nivel t¨¦cnico ¡ªcomo bien hizo Pirate Warriors 3 en ese sentido¡ª, pero Omega Force ha conseguido perfeccionar la t¨¦cnica visual vista desde comienzos de la saga con esa mezcla de cel-shading y elementos propios de la serie de animaci¨®n, sin pasarse con la iluminaci¨®n ni el contorno negro de los personajes. Las animaciones tambi¨¦n han mejorado, con un Zoro, Sanji y Luffy que se mueven mejor que nunca, son un espect¨¢culo. Insistimos: el juego es tan respetuoso con la obra original como cab¨ªa esperar. No es nada nuevo, realmente, porque Omega Force ha animado cada personaje a la perfecci¨®n desde la primera entrega. Es una l¨¢stima que algunos enemigos sigan siendo tan planos y superficiales, pero el g¨¦nero siempre ha interpretado a estos como mero relleno.
No podemos olvidar la banda sonora, que se presta a ser escuchada con auriculares. Los momentos de tensi¨®n aumentan en funci¨®n del tipo de batalla en que nos encontremos; a destacar, algunas composiciones contra jefes finales. Se echan en falta los temas originales de la serie, pero esto es un mal end¨¦mico de casi cualquier producci¨®n de la Shonen Jump, donde cuesta horrores migrar esas licencias a un entorno de videojuego sin pasar por caja de manera adicional. Eso s¨ª, las voces est¨¢n perfectamente dobladas al japon¨¦s por sus actores originales, de forma que quien est¨¦ acostumbrado a escuchar a Nami, Chopper, Franky y compa?¨ªa en japon¨¦s, aqu¨ª nada cambia.
Hemos realizado este an¨¢lisis mediante un c¨®digo de descarga suministrado por Bandai Namco en un modelo PS4 Pro.
Conclusi¨®n
One Piece: Pirate Warriors 4 es mejor como juego de One Piece que como musou. El t¨ªtulo logra mejorar notablemente en el plano jugable, con un renovado sistema de combate que nos ha convencido por su profundidad en combos y la diferencia entre controlar a un personaje y otro. Art¨ªsticamente destaca tanto por lo que ves como por lo que escuchas, pero la simplificaci¨®n en el dise?o de misiones nos ha dejado algo fr¨ªos, igual que su m¨¢s que mejorable c¨¢mara. Es un t¨ªtulo menos ambicioso y, por tanto, peor que Pirate Warriors 3, donde se abarcaba mucho m¨¢s de la historia de One Piece (aqu¨ª son seis grandes arcos, el de Wano inventado de una manera poco convincente). Por suerte, los modos adicionales aportan muchas horas de contenido adicional, la rejugabilidad est¨¢ garantizada y el respeto por la obra de Eiichiro Oda es incuestionable. Si te gusta One Piece, debes hacerte con ¨¦l; si eres m¨¢s amante de los musou que de los Sombreros de Paja, hay opciones mucho m¨¢s t¨¢cticas y variadas, comenzando por su antecesor.
Lo mejor
- Uno de los mejores sistemas de combate de siempre en un musou
- La f¨®rmula funciona: es tremendamente divertido
- Poder controlar personajes gigantes, una pasada
- Los modos adicionales a la campa?a
Lo peor
- El dise?o de misiones se ha simplificado: apenas hay estrategia
- La c¨¢mara puede dejarnos vendidos
- Se omiten grandes arcos; esper¨¢bamos m¨¢s historia
- Ciertos problemas gr¨¢ficos y tiempos de carga
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.