Yes Your Grace, an¨¢lisis

El inter¨¦s por la fantas¨ªa medieval se ha revivido en la ¨²ltima d¨¦cada gracias al auge del grimdark, un subg¨¦nero definido por el escritor Adam Roberts (Writing Science Fiction and Fantasy) como una tradici¨®n anti-tolkiana que subvierte los conceptos de la narrativa heroica. En lugar de la eterna lucha entre el bien y el mal, junto con la idealizaci¨®n de un universo sobrenatural, tenemos un mundo c¨ªnico lleno de escenas tan cotidianas y naturalistas como desagradables. Dicho movimiento ha trascendido m¨¢s all¨¢ de la literatura, en la que cuenta con sus m¨¢ximos exponentes como?La Primera Ley (Joe Abercrombie), Canci¨®n de Hielo y Fuego (George RR Martin) ¡ªcon su correspondiente adaptaci¨®n televisiva¡ª y la saga de Geralt de Rivia (Andrzej Sapkowski). En caso de los videojuegos, t¨ªtulos como The Witcher ¡ªbasado en las citadas novelas del escritor polaco¡ª o Dragon Age han revolucionado el medio con una nueva forma de entender la fantas¨ªa con un prisma hiperrealista y agridulce que refleja nuestra sociedad, sin renunciar a la existencia de la magia y los dragones.

?Ser un rey bueno o justo??

Yes Your Grace destila una fuerte inspiraci¨®n en la saga Reigns, pero con un enfoque basado en un c¨®modo?point & click y en una narrativa que rechaza el bucle del que pecaba el videojuego de cartas de Nerial. As¨ª, el d¨ªa a d¨ªa de Eryk transcurre en cierta rutina palaciega interrumpida por los imprevistos. Nuestra jornada consistir¨¢ en acudir al sal¨®n de trono a atender las peticiones de nuestros s¨²bditos y de otros se?ores de tierras vecinas, y valorar si debemos cumplir sus deseos. La soluci¨®n a los males ajenos suele traducirse en la entrega de algunas monedas de oro o v¨ªveres, o en delegar la tarea a alguno de nuestros agentes (el general, la bruja o el cazador). No obstante, tanto si nuestro impulso es la benevolencia como el despotismo, mesurar nuestras elecciones no ser¨¢ nada f¨¢cil, y no s¨®lo porque nos expongamos a la posibilidad de ser enga?ados por alg¨²n vasallo aprovechado. Si el pueblo no est¨¢ satisfecho con nosotros, pagar¨¢n menos impuestos y, si somos demasiado generosos, nuestro reino quebrar¨¢ y esto supondr¨¢ el fin de la partida. Asimismo, nuestros agentes pueden ser necesarios para otras misiones, con lo que no podemos enviarles a todos los requerimientos.

A lo largo del juego tendremos varios objetivos a largo plazo que variar¨¢n junto con el progreso del reinado de Eryk, as¨ª como acontecimientos en los que nuestras decisiones estar¨¢n sujetas a un l¨ªmite de tiempo. De este modo, en la primera etapa deberemos prepararnos para una guerra contra el reino b¨¢rbaro de Radovia a la vez que resolvemos un crimen sucedido en nuestra fortaleza. En otra etapa, deberemos prepararnos para resistir una invasi¨®n con su correspondiente asedio. Por otro lado, la continuidad de cada una de dichas fases se mantiene con una coherencia excelente que a?ade una mayor dificultad a nuestra estrategia: con cada decisi¨®n, estaremos tejiendo una lealtad tanto en el pueblo como en nuestros aliados que puede manifestar sus consecuencias incluso horas m¨¢s tarde.

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Adem¨¢s de la atenci¨®n a las peticiones, deberemos gestionar las arcas reales al final de cada turno (que comprende una semana dentro del juego). Al finalizar, veremos una lista con los gastos y las ganancias, junto con una serie de inversiones adicionales que deberemos valorar si a?adir a la suma: reformas en el castillo, contratos de los agentes, abastecimiento de las tropas, etc. Asimismo, no deberemos descuidar las alianzas contra los se?ores de otros reinos, para lo cual debemos enviar invitaciones a nuestra corte y valorar sus requisitos, los cuales pueden entrar en conflicto con los intereses de otros posible aliados. A priori, puede sonar complicado, pero nuestro leal consejero Audry, quien hace las veces de gu¨ªa in-game, siempre nos recordar¨¢ nuestros objetivos presentes.

Nuestra felicidad familiar tambi¨¦n ser¨¢ una misi¨®n importante dentro del juego: atender a nuestra esposa e hijas ser¨¢ vital para progresar, y es que en muchas ocasiones deberemos hablar con ellas y solucionar varias cuestiones personales que, adem¨¢s, afectan a nuestro deber como rey. As¨ª, la reina har¨¢ las veces de consejera, y la autonom¨ªa de las princesas entrar¨¢ en conflicto con nuestras inquietudes como monarca. Como a?adido, tendremos misiones secundarias referentes a nuestra familia, como la b¨²squeda de un regalo o la realizaci¨®n de un ritual de fertilidad, las cuales perfilar¨¢n nuestra relaci¨®n.

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Una historia ya contada

A nivel art¨ªstico, Yes Your Grace apuesta por una est¨¦tica pixel agradable y prol¨ªfica en detalles, pero que no sobresale por encima de otros t¨ªtulos indies. Sin embargo, la banda sonora s¨ª resulta m¨¢s llamativa con sus temas folk pegadizos que aportan el encanto de un cuento heroico. Destacamos, adem¨¢s, el idioma inventado de los personajes, donde el tono var¨ªa seg¨²n la intenci¨®n y estado an¨ªmico de cada uno de ellos. Lamentablemente, los textos no est¨¢n localizados al castellano, con lo que s¨®lo podremos disfrutar del juego si hablamos cualquier otro de los idiomas disponibles, como ingl¨¦s o franc¨¦s.

As¨ª, Yes Your Grace resulta una aventura de gesti¨®n que ha salido airosa del escollo al que se enfrentan otros t¨ªtulos del g¨¦nero: la monoton¨ªa de las tareas y misiones. Por otro lado, uno de sus grandes fallos es que, si fracasamos en nuestra partida, nos veremos obligados a cargar la jornada donde iniciamos nuestro error y proseguir desde all¨ª, sin posibilidad de omitir escenas que ya hemos vivido. Con todo, corregir nuestro reinado es f¨¢cil, ya que cada turno se guarda en una ranura diferente, con lo que es imposible que nos estanquemos en una partida en la que el ¨²nico guardado se haya hecho demasiado tarde.

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La narrativa es otro de los aspectos mejorables de Yes Your Grace. Si bien el ritmo y desarrollo de los acontecimientos va a mantener el suspense en buen nivel, el contenido argumental roza la l¨ªnea que separa el homenaje del plagio. As¨ª, veremos muchos personajes muy estereotipados, aunque efectistas, como la princesa rebelde (Asalia) o la princesa ni?a adorable e inocente (Cedani). Y, por otro lado, un exceso de referencias a Canci¨®n de Hielo y Fuego y The Witcher que han anclado el t¨ªtulo en una aventura entretenida, pero falta de personalidad y llena de giros predecibles. As¨ª, nos encontramos en un continente compuesto por siete reinos mientras buscamos la forma de derrotar a un villano que es todo un calco de Ramsay Bolton con toques fan¨¢ticos.

Y, sin embargo, disfrutaremos de la historia de Yes Your Grace a pesar de su falta de originalidad. La incertidumbre de estar haciendo lo correcto nos acompa?ar¨¢ a lo largo de las 8 horas aproximadas que dure la partida, y nos dejar¨¢ con ganas de rejugar nuestra aventura mon¨¢rquica para experimentar otras decisiones que nos lleven a otros finales. Y, al contrario que los preceptos del grimdark, es posible llegar a un final feliz que deja la puerta abierta a una posible nueva entrega que esperamos con curiosidad.

Este juego se ha analizado en su versi¨®n para PC Windows.

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