Patapon 2 Remastered, an¨¢lisis

Patapon es una de esas sagas a las que por desgracia el tiempo no ha tratado como deber¨ªa. Punta de lanza del cat¨¢logo de PSP, nadie entendi¨® la ausencia de Patapon en PlayStation Vita y sigue haci¨¦ndose raro que m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, Sony a¨²n no haya dado con la manera de resucitar la serie. El ¨²nico amago de la compa?¨ªa han sido la remasterizaci¨®n de primer juego y la que hoy nos ocupa, Patapon 2 Remastered, pero se antojan pasos insuficientes para el derroche de originalidad, talento y color que acompa?a a esas peque?as criaturas con aspecto de ojo. En cualquier caso, nos pone muy contentos tener la oportunidad de volver a partir en busca del fin del mundo. Quiz¨¢s sea porque hace demasiado que nadie nos llama L¨ªder Supremo. A lo mejor es porque queremos aprovechar el camino para difundir el estilo amarrategui del Cholo Simeone (es decir, el chaka, chaka, pata, pon de toda la vida). Y seguramente se deba a la oportunidad que esto supone de volver a un t¨ªtulo maravilloso, repleto de recuerdos. Un juego por el que no pasan los a?os y cuyo ritmo a¨²n resuena en nuestra cabeza.

Durante los primeros compases de la remasterizaci¨®n es my probable que la alegr¨ªa de volver a escuchar las voces de los patap¨®n lo inunde todo. Sus melod¨ªas tienen el poder de invocar en nuestra memoria decenas de recuerdos de cuando jug¨¢bamos al original en PSP hace m¨¢s de diez a?os. Es una sensaci¨®n muy bonita y nos preguntaremos con frecuencia qu¨¦ ha sido de la saga y por qu¨¦ no hemos recibido nunca un nuevo Patapon. Sin embargo, al superar la euforia inicial empezaremos a darnos cuenta de que en esta edici¨®n las cosas no suenan tan bien como deber¨ªan. Hay notas desafinadas y compases que han desaparecido de la partitura. O dicho de un modo menos po¨¦tico, algunos contenidos no est¨¢n a la altura y hay ausencias importantes. La m¨¢s sangrante de todas es el modo multijugador.

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Adi¨®s al modo multijugador

Una de las pocas novedades que incluy¨® Patapon 2 en su d¨ªa con respecto al primero fue un modo cooperativo para 4 jugadores. Se llamaba Paraget y funcionaba como boss rush, es decir que era una sucesi¨®n de niveles en los que nos enfrent¨¢bamos a los 22 jefes finales del juego con un puntito extra de dificultad. Estos combates se iban desbloqueando conforme avanz¨¢bamos en la historia principal y en ellos cada participante manejaba a un solo patapon, un h¨¦roe (otro de los a?adidos que trajo esta segunda parte). Aunque todos llevaban el mismo ritmo, cada jugador pod¨ªa tocar su propia marcha, lo que ofrec¨ªa combinaciones y estrategias exclusivas de este modo. Tambi¨¦n hab¨ªa un cierto factor competitivo porque se recompensaba a quien mejor lo hiciera y se finalizaban las fases con un minijuego que garantizaba piques y risas con nuestros amigos. Momentos que no repetiremos en Patapon 2 Remastered porque el juego carece de opciones multijugador.

El modo Paraget sigue ah¨ª, pero ahora solo se puede jugar en compa?¨ªa de tres patapon manejados por la consola. La inteligencia de los mismos brilla por su ausencia y el nivel de desaf¨ªo se ha disparado. Es una opci¨®n que ha perdido la gracia y que ahora solo genera enfados y quebraderos de cabeza. Es una pena porque el juego se antojar¨ªa mucho m¨¢s atractivo si incluyera, ya no solo funciones online, sino tambi¨¦n un modo cooperativo local. En vez de recortar contenido se podr¨ªa haber hecho un esfuerzo que bien hubiera compensado invertir en la remasterizaci¨®n. Es una decisi¨®n extra?a porque cuando se lanz¨® en 2009, uno de los grandes ¨¦xitos del juego fue precisamente ese, jugar con amigos, hasta el punto de que su sucesor, Patapon 3, lo apost¨® todo al multijugador e incluy¨® partidas versus para 8 jugadores. Es una pena, pero con ¨¦ste precedente, un hipot¨¦tico remaster del tercero no invita a ser demasiado optimistas.

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Sinfon¨ªa visual

No es el ¨²nico problema de Patapon 2 Remastered. Las secuencias cinem¨¢ticas que narran la historia del juego, por pocas que sean, no est¨¢n en alta definici¨®n y se ven borrosas y pixeladas. Han sido tomadas directamente de la versi¨®n de PSP y salta a la vista que necesitaban alg¨²n que otro retoque t¨¦cnico. Pasar de una pantalla de cuatro pulgadas a televisores de m¨¢s de cuarenta no le sienta bien a nadie. Por fortuna se cuentan con los dedos de una mano. Cinem¨¢ticas al margen, Patapon 2 Remastered es un deleite visual cuya resoluci¨®n alcanza los 4K y su framerate las 60 im¨¢genes por segundo. Eso s¨ª, solo en PlayStation 4 Pro. El com¨²n de los mortales tendr¨¢ que conformarse con 1080p y alg¨²n que otro tir¨®n, nada alarmante.

En general, el apartado gr¨¢fico del t¨ªtulo, en dos dimensiones y de aspecto minimalista, nunca hab¨ªa lucido mejor. Los dise?os del artista Rolito, aut¨¦ntico Dios Supremo de los patapon, se reivindican una vez m¨¢s con un nuevo festival de colores, entornos, efectos clim¨¢ticos, tropas y tipos de enemigo. La port¨¢til de Sony tuvo pocos juegos tan exuberantes a nivel art¨ªstico. La cantidad de personajes y niveles distintos es abrumadora (de estos ¨²ltimos hay m¨¢s de 80, por ejemplo) y todos ellos est¨¢n bien diferenciados, derrochando carisma y personalidad. De vez en cuando cantan un poco algunas animaciones y men¨²s, o la tipograf¨ªa para ciegos, pero es un tipo de est¨¦tica que ha envejecido muy bien y por la que apenas pasan los a?os. Es dif¨ªcil apartar los ojos de la televisi¨®n, por no decir imposible en las contiendas finales, cuando se activa el modo fever, hay decenas de unidades en pantalla, los objetos vuelan de un lado para otro, una tormenta ruge en el cielo y varias construcciones se vienen abajo. Patapon siempre ha sido visualmente poderoso, atractivo y genuino.

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Sin los errores del anterior remaster

Quiz¨¢s el ¨²ltimo inconveniente que le vemos a la presente versi¨®n reside en el sonido y el extra?o input lag del mando. Si fuisteis de los ¡°afortunados¡± que compraron la remasterizaci¨®n del primero de salida seguramente esto os suene de algo. De hecho, no nos extra?ar¨ªa que fuera uno de los principales motivos por los que entre un remaster y otro han pasado tres a?os. Para los que no recuerden la pol¨¦mica, en Patapon Remastered el metr¨®nomo que bordeaba la pantalla no siempre se correspond¨ªa con la m¨²sica y los sonidos de tambor que marc¨¢bamos con el mando tardaban un poco en tener efecto. El resultado era escalofriante porque la saga nunca ha sido demasiado sencilla y algo as¨ª terminaba de hacerla injugable. Son t¨ªtulos en los que el ritmo y la precisi¨®n son muy importantes y aquel desprop¨®sito provoc¨® much¨ªsimas cr¨ªticas negativas y la necesidad de varias actualizaciones. En port¨¢til las distintas entregas funcionaban como un reloj, pero en sobremesa, aunque no sabemos el porqu¨¦, les ha costado bastante.

En Patapon 2 Remastered la situaci¨®n no es tan tr¨¢gica como entonces, ni mucho menos, pero si uno se fija con ojo (y o¨ªdo) experto, a veces puede seguir notando liger¨ªsimas divergencias. Hay que tocar las melod¨ªas m¨¢s r¨¢pido de lo que se cantan y marcan sus compases, por lo que al principio nos costar¨¢ arrancar. Por suerte con el paso de las horas nos acostumbraremos a esa velocidad y actuaremos de forma autom¨¢tica, aunque no por ello deja de estar mal. Sobre todo seremos part¨ªcipes de semejante problem¨¢tica en los minijuegos, en los que se cambia el tempo, se juega por imitaci¨®n y la cosa no resulta demasiado intuitiva. En cualquier caso, esta vez no es grave y lo cierto es que hay que fijarse para notarlo. Se puede disfrutar de principio a fin y no necesita los retoques del anterior, para el que fue recomendable esperar varias semanas antes de su compra. Sin embargo, entre una cosa y otra, lo cierto es que el trabajo est¨¢ lejos de ser sobresaliente y empa?a un poco la imagen de la franquicia, que precisamente debiera ser impoluta si quiere resucitar y volver alg¨²n d¨ªa.

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Una obra atemporal

Pero ni siquiera estas lagunas de la remasterizaci¨®n son capaces de eclipsar la calidad de Patapon 2. Una aventura memorable y repleta de contenido, para muchos la mejor de la serie. La saga, m¨¢s de diez a?os despu¨¦s de su lanzamiento, no ha perdido ni un ¨¢pice de su innovaci¨®n y originalidad, pues no ha habido demasiados valientes que se hayan atrevido a recoger su batuta. Bajo la firma de Hiroyuki Kotani, Patapon se atrevi¨® a concebir estrategia musical¡±, y a d¨ªa de hoy sigue siendo una mezcla brillante, sorprendente y muy recomendable. En su momento, esta secuela prometi¨® en un ampliar un 200% la historia original y vaya si lo consigui¨®. Conten¨ªa todos los biomas, tropas, misiones, milagros y minijuegos del primero, los duplicaba varias veces y a?ad¨ªa mejoras notables, como la figura del h¨¦roe, los avisos cuando perdemos el comp¨¢s en fever y la posibilidad de entrar en cl¨ªmax seg¨²n nuestra habilidad y no seg¨²n el combo en el que nos encontremos. Patapon 2 Remastered tiene algunos debes, s¨ª, pero como dec¨ªamos, a pesar de ellos sigue siendo una apuesta segura, la mejor forma de adentrarse en la franquicia y un juego que nos puede deparar decenas de horas de calidad y diversi¨®n.