Un ¨¢lbum fotogr¨¢fico que no es de este mundo
Postales para un p¨ªcnic gal¨¢ctico
Ni playa ni monta?a, los fines de semana hay quien decide pasarlo explorando el universo. Recopilaci¨®n fotogr¨¢fica de jugadores desde la otra punta de la galaxia
El espacio: la ¨²ltima frontera. Los hijos del siglo XX pens¨¢bamos que el futuro del ser humano se encontraba en las estrellas. Parec¨ªa l¨®gico, manten¨ªamos en nuestras mentes la naturaleza curiosa y aventurera que hab¨ªa alimentado los grandes descubrimientos, las grandes gestas exploradoras, la querencia por siempre llegar m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite que marcaba el horizonte. La ¨²ltima revoluci¨®n deb¨ªa llevarnos m¨¢s all¨¢ de nuestra peque?a canica azul, cambiando los barcos por cohetes cromados y el inmenso oc¨¦ano por el infinito manto negro del universo. Nuestra imaginaci¨®n fue alimentada por la literatura con sus magn¨ªficas historias sobre otros mundos, y fue fijada en nuestras retinas por el cine cuando este le dio im¨¢genes y sonidos que pod¨ªamos compartir en un imaginario com¨²n. S¨ª, nuestro futuro se encontraba en las estrellas¡ ?Verdad?
No ocurri¨® as¨ª. El siglo XXI nos trajo la revoluci¨®n, s¨ª, pero no se trat¨® de una explosi¨®n hacia los confines de la galaxia sino de una implosi¨®n que nos uni¨® a todos en un marco virtual. Internet har¨ªa llorar de emoci¨®n a Alejandro Magno. Por fin un lugar en el que almacenar todo el saber humano. En la red nos comunicamos sin las ataduras f¨ªsicas, viajamos, como dir¨ªa Frank Herbert, sin necesidad de movernos. La ya antigua entelequia del ciberespacio enmudece ante la realidad digital de hoy.
?D¨®nde quedan pues aquellas evocadoras frases con las que arrancaba cada cap¨ªtulo de la serie televisiva Star Trek?... la ¨²ltima frontera. ?Hemos renunciado a aquella misi¨®n dedicada a la exploraci¨®n de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar? No, no hemos renunciado a ello. De hecho, querido lector, ahora mismo hay cientos de miles de exploradores que navegan c¨²mulos y corrientes solares, que est¨¢n poniendo el pie por primera vez en planetas extra?os y remotos. En este mismo momento se est¨¢n creando colonias en los puntos m¨¢s alejados de la V¨ªa L¨¢ctea, se dan contactos con civilizaciones extraterrestres, se crean rutas comerciales entre sistemas estelares, est¨¢n naciendo y muriendo peque?os y grandes imperios mientras se al¨ªan, se traicionan, hacen las paces y vuelven a enfrentarse.
Todo esto est¨¢ ocurriendo en una realidad paralela. En ella es posible visitar la prehistoria, la antigua Grecia, el Egipto fara¨®nico; nos permite pasear por las calles de la m¨ªtica Alejandr¨ªa, por un Par¨ªs prerrevolucionario o un Londres victoriano, por ciudades imaginarias construidas bajo el mar o que sobrevuelan las nubes; pone en nuestras manos el control de ej¨¦rcitos, los designios de naciones enteras. Es esta una realidad donde la vida se mide en plural y la muerte dura lo que un fugaz reseteo. Esa realidad paralela que nos enfunda en cuerpos que no son los nuestros pero que somos nosotros, que nos da el protagonismo en historias y mundos imposibles, se expande incontenible al otro lado de las pantallas. Esa realidad paralela se llama videojuegos. En el plano art¨ªstico, si el siglo XX fue del cine y la m¨²sica popular, el XXI les pertenece a ellos.
Dentro de este marco de acci¨®n interactivo nos vamos a centrar en los universos paralelos. As¨ª, con todas las letras, porque hay juegos que se expanden en sistemas solares, en galaxias, representando fielmente las estrellas que vemos y las que no vemos, o que imaginan millones de mundos donde la vida es rica y los cielos se ti?en de colores pastel. Y queremos saber c¨®mo son esos parajes in¨¦ditos de la mano de sus visitantes. C¨®mo la comunidad que viaja a trav¨¦s del espacio virtual ha plasmado en im¨¢genes sus descubrimientos. Con todos vosotros, he aqu¨ª una colecci¨®n de postales para un picnic gal¨¢ctico.
No Man?s Sky y la Sci-Fi de imaginer¨ªa pulp
El redimido juego de Hello Games ha llegado a congregar dos millones de usuarios gracias a Beyond, su ¨²ltima gran actualizaci¨®n. No Man?s Sky, recordemos, nos pone por delante un campo de juego que no podr¨ªamos explorar en profundidad ni en mil vidas. Su universo procedural (que se genera y expande como reacci¨®n a nuestra presencia) puede albergar 18.446.744.073.709.551.616 de planetas. Seg¨²n datos de los desarrolladores, eso quiere decir que, de pisar durante un solo segundo cada uno de ellos, tardar¨ªamos casi seiscientos mil millones de a?os en visitarlos todos¡ Y eso es cuarenta y dos veces la edad de nuestro universo.
Por tanto, es apreciable la memoria visual que comparten los viajeros en No Man?s Sky porque es m¨¢s que probable que se trate de planetas ¨²nicos no pisados por ning¨²n otro jugador. La implementaci¨®n del multijugador tan deseada por los usuarios est¨¢ ya presente, lo que rompe con las sensaciones iniciales de soledad. Ten¨ªa cierto toque rom¨¢ntico ese explorador solitario cruzando el universo acompa?ado ¨²nicamente de sus pensamientos.
Como pod¨¦is apreciar en las instant¨¢neas realizadas por esos pilotos en sus viajes recogidas en la galer¨ªa sobre estas l¨ªneas, los entornos se alejan del realismo y el juego nos regala postales llenas de color y extra?as formas. La influencia pulp cl¨¢sica es evidente, por lo que estamos convencidos de que este maravilloso lienzo habr¨ªa recibido el benepl¨¢cito de los autores de las publicaciones SciFi de la EC de los a?os 50, de las pel¨ªculas de serie B donde la ciencia era solo un batiburrillo de palabras inventadas, de los libros que nos hablaban de Fundaciones y colonizaciones a bordo de estilizados cohetes con filo de aguja. Humanoides asociados en la Zona 84, ilustradores de portadas ya gastadas por el uso y amarilleadas por el paso de las d¨¦cadas, todos aplaudir¨ªan este tebeo en vivo, esta pel¨ªcula en vivo, este libro en vivo donde el universo se abre y florece de estrellas en tiempo real ante nuestro paso.
Elite Dangerous y la astrograf¨ªa de la V¨ªa L¨¢ctea
Volvemos al negro de nuestro espacio estrellado. Desde la Tierra, la b¨®veda celeste nos muestra 60.000 millones de estrellas. Ese fue el primer objetivo de Frontier, plasmar la cifra en su juego Elite Dangerous para, despu¨¦s, expandirse hasta los 400.000 millones de sistemas que pueblan nuestra V¨ªa L¨¢ctea. Se han utilizado para ello datos de la NASA y estimaciones lo m¨¢s fidedignas posibles. Tanto es as¨ª que, cuando la agencia espacial norteamericana dio con un sistema solar con exoplanetas afines al nuestro, ya se encontraba este en parecidas coordenadas en el mapa estelar de Elite. Se procedi¨® pues a bautizar el sistema del juego como el descubierto oficialmente: TRAPPIST-1.
Seg¨²n edsm.net, la web que se abastece de los datos recopilados por los usuarios del simulador espacial, a estas alturas y tras varios a?os de expansi¨®n masiva, solo se habr¨ªa explorado un 0,011569% de la galaxia, con 46.283.572 sistemas registrados. Esto se traduce en que har¨ªan falta m¨¢s de treinta y ocho mil a?os para descubrirla en su totalidad. Se han almacenado 139.876.634 objetos astron¨®micos, y los pilotos han realizado en sus diarios m¨¢s de 125 millones de entradas. Cuaderno de bit¨¢cora, fecha estelar¡ ?Recuerdan? Ser¨ªa el capit¨¢n Kirk el que estar¨ªa orgulloso en esta ocasi¨®n. Aqu¨ª tienes una galer¨ªa de im¨¢genes para ilustrar ese espiritu aventurero.
Al contrario que en No Man?s Sky, donde la soledad es atractiva, en Elite Dangerous se dan alianzas, se fundan gobiernos e imperios y las facciones menores se cuentan por miles. Los jugadores se organizan jer¨¢rquicamente en Federaciones democr¨¢ticas, teocr¨¢ticas, dictatoriales¡ Tienes que moverte con cuidado para no violar el espacio de ciertos gobiernos. Tal vez est¨¦s enemistado con la facci¨®n que habita el sistema solar y eso te impida acercarte al terraformado Marte, o en un intento de llegar a un lejano punto en la galaxia te quedes varado sin combustible y, con suerte, se organice por parte de un grupo an¨®nimo una incursi¨®n de rescate. Nada de esto est¨¢ escrito, no hay guion, hay vivencias directas bajo el libre albedr¨ªo. Es lo que conocemos como narrativa emergente. Es la teor¨ªa del caos campando a sus anchas, expandiendo sus ramas sutilmente conectadas, llenando de historias las p¨¢ginas en blanco.
EVE Online y los juegos de tronos
Y si hay un juego veterano en esto de la narrativa emergente ese es EVE Online. Lanzado por los islandeses CCP Games en 2003, EVE ha dado lugar a infinidad de historias, tantas y tan interesantes que, en alg¨²n momento, se ha hablado de inmortalizarlas de alguna manera (Netflix, ya est¨¢s tardando). Su universo digital formado por 5000 sistemas estelares ha llegado a albergar a m¨¢s de 60000 pilotos en un mismo servidor. Organizados bajo una fuerte jerarqu¨ªa, las distintas organizaciones viven una calma tensa que puede romperse por el error de un jugador despistado, como fue el caso de lo que se dio en llamar La batalla de Asakai. Puede que viajes en un convoy por rutas comerciales y resultes asaltado por solitarios piratas en busca de bot¨ªn, o te veas inmerso en una guerra que ha terminado explotando por un hecho fortuito. Las traiciones tambi¨¦n est¨¢n a la orden del d¨ªa, como en aquella ocasi¨®n en la que se pag¨® a un grupo de mercenarios para infiltrarse en las altas esferas de una de las grandes corporaciones. Tras un a?o de trabajo en la sombra, consiguieron escalar en secreto hasta la cabeza jer¨¢rquica para as¨ª cortarla y lanzarla al espacio profundo. Son historias que merecen ser escritas, rodadas, contadas, para que podamos conocerlas y disfrutarlas los que no las vivimos.
Visulamente EVE se diferencia de los anteriores ejemplos comentados en que se disfruta mejor a escala. El mapa estelar se divisa desde la distancia, y las escaramuzas se planean como si de un juego de mesa se tratara. Las batallas multitudinarias dan como resultado cuadros abstractos cruzados por cientos de haces de luz y destellos aqu¨ª y all¨¢. Arte pict¨®rico de vanguardia en continua mutaci¨®n. Preciada chatarra espacial con base de ceros y unos. Pod¨¦is apreciar lo dicho en la galer¨ªa de im¨¢genes al comienzo de este apartado.
Star Citizen y su ambici¨®n desmedida
De esta lista, Star Citizen es el juego m¨¢s modesto en dimensiones pero a la vez m¨¢s netamente ambicioso. Tiene tras de s¨ª m¨¢s de 250 millones de d¨®lares recaudados de sus mecenas. Todo un record para un t¨ªtulo que no acaba de salir de su estado de work in progress. La obra magna de Chris Roberts (Wing Commander) no parece conocer l¨ªmites, y ese es precisamente su mayor problema. Planetas que explorar a pie o en veh¨ªculos, control en primera y tercera persona, escaramuzas al estilo FPS, grandes naves multitripuladas, modo campa?a y MMO, ciudades enormes en las que comerciar y divertirse, torneos de carreras a bordo de r¨¢pidos cazas, actores famosos de Hollywood como Mark Hamill o Gary Oldman poniendo cara y voz a personajes importantes dentro de la campa?a¡
Tras haber vuelto de vuestros viajes interplanetarios, seguro que m¨¢s de uno tiene un interesante ¨¢lbum de fotos que ense?ar. No dej¨¦is de mostrar en nuestros perfiles en redes sociales aquellas instant¨¢neas por mundos remotos de las que est¨¢is especialmente orgullosos. ?Larga vida y prosperidad!
- Aventura
No Man's Sky, desarrollado por Hello Games para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, es una aventura de ciencia ficci¨®n y en primera persona de la mano de los creadores de Joe Danger en la que exploraremos planetas y galaxias generados de manera procedural. Inspirado en las aventuras y la imaginaci¨®n que adoramos de la ciencia ficci¨®n cl¨¢sica, No Man's Sky te presenta toda una galaxia para que la explores, llena de singulares planetas y formas de vida, junto a peligro y acci¨®n constantes.