Google Stadia: primeras impresiones

Quedan menos de veinticuatro horas para el lanzamiento de Stadia y a¨²n son muchas las dudas que nos asaltan sobre la nueva plataforma de Google. La semana pasada, sin ir m¨¢s lejos, descubrimos todas las caracter¨ªsticas que no estar¨¢n disponibles de salida; una serie de ausencias notables de las que faltan muchos detalles por conocer y que carecen de nueva fecha de llegada. Pero entre tanto miedo, duda y pregunta, en MeriStation hemos podido pasar una hora probando a fondo Google Stadia. Y adem¨¢s, con Gylt, posiblemente el juego m¨¢s esperado de su cat¨¢logo de lanzamiento. Tras esa hora sigue habiendo interrogantes y seguimos queriendo saber m¨¢s del futuro inmediato del sistema, pero tambi¨¦n tenemos varias certezas.

Para empezar, Google Stadia impresiona y nos recuerda a lo que pas¨® con Nintendo 3DS. Es necesario ver para creer. Por mucho que Nintendo nos prometiera en su d¨ªa una port¨¢til 3D sin necesidad de gafas, muchos tuvimos que meter el dedo en la llaga para cre¨¦rnoslo de verdad. Con Stadia pasa algo parecido. Es normal que la gente sea esc¨¦ptica cuando se le dice que puede jugar a Shadow of the Tomb Raider en la televisi¨®n de su casa, pulsar un bot¨®n y en menos de cinco segundos estar jugando en su ordenador o m¨®vil con la misma calidad gr¨¢fica, sin latencia y desde el punto exacto donde lo hab¨ªa dejado. Pero se puede.

Nada de llevar tus datos guardados de un sistema a otro a trav¨¦s de una memoria USB. Nada de cargar manualmente nuestras partidas a la nube y descargarlas despu¨¦s. Y por supuesto, nada de esperar a que las distintas plataformas se inicien y vinculen, ni de que tengan que estar encendidas a la vez o con los mismos juegos instalados. Entre Google Stadia y la relaci¨®n que hubo, por ejemplo, entre PlayStation 4 y PlayStation Vita hay varias generaciones de diferencia. Es conseguir wifi, entrar en la aplicaci¨®n o p¨¢gina de Stadia desde donde queramos jugar y darle al play. No hay opci¨®n a equivocarse. M¨¢s r¨¢pido y sencillo imposible.

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Quedan cabos sueltos, est¨¢ claro. No habr¨¢ soporte para iOS de lanzamiento, los servidores a¨²n no han sido realmente puestos a prueba, desconocemos la calidad de conexi¨®n de la demo (aunque nos garantizaron que no era demasiado buena)... etc¨¦tera. Pero en cualquier caso, el tiempo dictar¨¢ sentencia sobre los dos ¨²ltimos muy pronto, en cuanto salga la plataforma. Desde luego nuestra experiencia fue muy c¨®moda y veloz, sin apenas problemas. Tan solo dos ca¨ªdas gr¨¢ficas de un par de segundos al jugar en el m¨®vil. El resto del tiempo, como la seda.

La cantidad de posibilidades que abre Google Stadia abruma. Jugar a cualquier juego en cualquier lugar con wifi. Y adem¨¢s ¡°jugarlo bien¡± (por controles y nivel t¨¦cnico, enti¨¦ndase). Esa parece su m¨¢xima. Sin instalar ni configurar nada. Sin tiempos muertos por men¨²s y p¨¢ginas de ajustes. Estamos lejos a nivel de cat¨¢logo para que se cumpla y debemos comprobar c¨®mo de bien funciona la tecnolog¨ªa con los medios actuales de un ciudadano cualquiera (aqu¨ª pod¨¦is, por ejemplo, consultar c¨®mo va vuestra conexi¨®n con Stadia), pero es un servicio con el que cualquier aficionado al sector va a disfrutar. Es simplificar la forma de jugar y permitir hacerlo en m¨¢s sitios. ?Viajar sin consolas/ordenador y a¨²n as¨ª disfrutar de estos en nuestro destino? ?Jugar a Mortal Kombat 11 o Destiny 2 en el m¨®vil, en la sala de espera de espera de dentistas y hospitales? Un mundo de posibilidades que suena a futuro y que huele a que ser¨¢ un est¨¢ndar antes de que nos demos cuenta.

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El mando de Google Stadia, ?latencia?

Sticks sim¨¦tricos como en el Dualshock, la disposici¨®n de botones del mando de Xbox, entrada de jack... El Stadia Controller, que estar¨¢ disponible en cuatro modelos, es muy continuista con los actuales referentes del mercado, lo que ni mucho menos tiene que ser malo. Aunque a la cruceta y los gatillos (con cierto recorrido) quiz¨¢s se les pueda pedir algo m¨¢s, el mando es ligero, ergon¨®mico e intuitivo. Y si no nos convence, siempre podremos conectar otro cuando juguemos en ordenador y m¨®viles (por ahora no hay una lista de compatibles y solo est¨¢ confirmado el soporte de salida para los de Xbox). En televisi¨®n ser¨¢ obligatorio el de Google para, seg¨²n nos dicen, evitar cualquier problema de input lag. Precisamente eso, el tiempo de respuesta, es lo que habr¨¢ que analizar a lo largo de las pr¨®ximas semanas. Y la duraci¨®n de la bater¨ªa, claro. Nosotros durante la prueba no apreciamos problemas de latencia y la velocidad de respuesta fue sorprendente en todo momento, incluso cuando probamos a jugar en m¨®viles con un mando de Xbox. Habr¨¢ que ver en los juegos m¨¢s r¨¢pidos, t¨¦cnicos y exigentes, pero al menos en Gylt, que como veremos tiene un toque de third person shooter y exige cierta precisi¨®n, nosotros acabamos muy satisfechos.

La mayor novedad de los mandos reside en los cinco botones de la parte central. A los select y start de toda la vida (curiosamente cambiados de posici¨®n, con el de pausar el juego y abrir inventarios a la izquierda) se le suman el men¨² de Home, otro para el asistente de voz (que se cuela lista de ausentes del lanzamiento) y un quinto para hacer capturas, que en principio y seg¨²n se nos dijo comparten el espacio de nuestra cuenta de Google con Gmail y el resto de aplicaciones. En el futuro este ¨²ltimo bot¨®n tambi¨¦n permitir¨¢ hacer streamings de m¨¢ximo rendimiento en Youtube, pero de nuevo se desconoce cu¨¢ndo llegar¨¢ esta opci¨®n. El comprador de salida ha de saber que tambi¨¦n se lleva a casa mucha promesa y fleco suelto.

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As¨ª es Gylt, lo nuevo de Tequila Works

Esos flecos sueltos que mencionamos, principales responsables de los recelos que despierta Google Stadia, son muchos y tambi¨¦n se extienden al ¨¢mbito de su cat¨¢logo. ?Hoy mismo se sumaban diez t¨ªtulos m¨¢s de salida aparecidos de la nada! Desconocemos precios, tienda, sistema de ofertas, periodicidad de los juegos para los miembros de la suscripci¨®n Stadia Pro, etc¨¦tera. Y no porque no hayamos preguntado. Por no hablar de caracter¨ªsticas futuras como la de compartir nuestra biblioteca con familiares, opci¨®n que no sabe ni cu¨¢ndo llegar¨¢, ni para cu¨¢ntas personas ser¨¢, ni si permitir¨¢ jugar a la vez. Lo ¨²nico seguro a d¨ªa de hoy es que Stadia contar¨¢ con sus propios exclusivos, que Google ya tiene a equipos internos prepar¨¢ndolos y que el primer acuerdo (veremos si temporal o no con el correr de los meses) es con Tequila Works, que estrenar¨¢ Gylt junto a Google Stadia.

Los creadores de Rime, Deadlight y The Sexy Brutale, entre muchos otros, apuestan en esta ocasi¨®n por una aventura de supervivencia en tercera persona. En Gylt nos pondremos a los mandos de Sally, una ni?a que recorre un mundo de oscura fantas¨ªa en busca de su prima Emily. En la fase que nosotros probamos, por ejemplo, atraves¨¢bamos de noche el cl¨¢sico vecindario norteamericano. No hab¨ªa apenas luces en las calles y en lugar de apacibles vecinos quienes iban por las mismas eran una serie de monstruos con aspecto de sombra. Eran muchos y lo mejor era ir agachado, en silencio y sin activar la linterna que llevamos con nosotros, cruzando por los jardines traseros de las casas, escondi¨¦ndonos tras cercas, contenedores y coches aparcados. En caso de ser descubiertos, el juego tornaba Alan Wake y ten¨ªamos que apuntar con la linterna a las sombras para ralentizarlas, concentrando el foco en ciertas partes de su cuerpo, de un llamativo color amarillo, para destruirlas del todo. Como un third person shooter. Como en Gears of War para derrotar a los brumark.

Nos mataron varias veces, quedando patente que era preferible ir en sigilo y evitando a los enemigos. Los escenarios tambi¨¦n invitan a ello al estar plagados de escondites, atajos y chatarra que podemos recoger del suelo para lanzarla, hacer ruido y desviar la atenci¨®n de ¡°las sombras¡±. Incluso hay cierto componente estrat¨¦gico, con puzles para vencer a los enemigos, como llevarles hasta una zona mojada, activar la electricidad en ella y para matarlos de una descarga. Gylt tampoco est¨¢ exento de personalidad y los botiquines, por ejemplo, son los inhaladores de Sally para el asma. El mundo visto desde los ojos de una ni?a. Tequila ya hab¨ªa adelantado que se tratar¨ªan temas como el abuso y el bullying a trav¨¦s de esta aventura. No pudimos conocer demasiado de su trama, que se antoja tan interesante como emotiva, pero s¨ª que nos volvimos a enamorar de su acabado art¨ªstico, que recuerda a las pel¨ªculas de Henry Selick (Coraline, Nightmare Before Christmas) y evoca al aspecto cart¨®n de Rime. No fue mucho lo que pudimos estar con ¨¦l, pero sin duda fue suficiente para que Gylt siga antoj¨¢ndosenos uno de los t¨ªtulos m¨¢s interesantes del cat¨¢logo de lanzamiento. Veremos a partir de ma?ana qu¨¦ tal les va a Sally y Google Stadia en sus respectivas aventuras.?