Concrete Genie, an¨¢lisis

La Paris Games Week del pasado 2017 es recordada por varios de los anuncios expuestos por Sony. Adem¨¢s de la oportunidad de volver a ver la obra magna de Naughty Dog, The Last of Us: Parte II, pudimos conocer varios de los t¨ªtulos que llegar¨ªan en el futuro a PS4. Pese a que Ghost of Tsushima fue el centro de atenci¨®n, un t¨ªtulo de calado medio como Concrete Genie consigui¨® acaparar las miradas por su atrevido estilo art¨ªstico.

Tras nuestras impresiones, esper¨¢bamos que la versi¨®n final terminara de arrancar, de desatar ese prodigio creativo al que apuntaba en la preview. El pincel de Ash no ha conseguido brillar.

Del t¨®pico, su flaqueza

El epicentro narrativo de Concrete Genie se basa en el bullying. Ash, el protagonista, es v¨ªctima constante de los abusones del barrio, una banda de mequetrefes que empujar¨¢n al chico a perder su ¨²nico medio de expresi¨®n: el cuaderno de dibujos. Por una serie de circunstancias que no revelaremos, las p¨¢ginas arrancadas vuelven, en parte, al dorso, lo que le permite iniciar una especie de aventura personal por devolver la alegr¨ªa a toda Denska, su ciudad natal.

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Tratar un tema de esta magnitud sin caer en el t¨®pico barato es bastante dif¨ªcil de lograr. Al comienzo, no hay problema; el juego trata con sutileza los planos donde ocurre la violencia f¨ªsica, lo que permite al jugador hacer sus propias c¨¢balas cuando la c¨¢mara busca una alegor¨ªa sutil. No hace falta ser expl¨ªcito en este tipo de cuestiones.

Concrete Genie se queda en la superficie de esta lacra. Tras confirmar lo dif¨ªcil que resulta empatizar con un personaje tan anodino como Ash, una vez entran en juego los flashbacks de los matones, va cuesta abajo y sin frenos. Los motivos son claros: siempre vamos tres pasos por delante de lo que ocurre en pantalla. Con lo poco que muestra, revela demasiado; apenas hay profundidad en un juego que parec¨ªa tener cierta ambici¨®n por denunciar estos hechos con un tono mucho m¨¢s formal, sin, de nuevo, el amargo clich¨¦ que podemos encontrar en cualquier medio de entretenimiento.

La magia del arte

Si en el plano narrativo encontramos ciertas discrepancias, no ser¨ªa menos cuando comenzamos a estudiar sus mec¨¢nicas. Durante la primera hora se nos introduce al pincel, del que permite desprender una pintura m¨¢gica por cualquier superficie del mapa. Realmente no pintamos como tal, sino que tendremos que elegir qu¨¦ figuras predeterminadas queremos plasmar en nuestro lienzo interactivo.

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El m¨¦todo de control es bastante intuitivo. Gracias al sensor de movimiento incorporado en el Dualshock 4, podremos mover el mando con completa libertad; si perdemos el objetivo, podremos restaurarlo al centro para poder proseguir. Pese a los infortunios que encontramos en la versi¨®n preview, el juego final corrige esos fallos al completo: no hay mejor forma de aprovechar las capacidades del mando. Pese a ello, existe un m¨¦todo de control alternativo que facilita la acci¨®n a los m¨¢s cl¨¢sicos.

En algunos tramos espec¨ªficos se nos permitir¨¢ dar vida a un genio, una creaci¨®n espec¨ªfica para poder acompa?arnos por el resto del nivel. El m¨¦todo de control es exactamente igual que cuando pintamos dibujos ya creados: simplemente elegimos qu¨¦ cuerpo deber¨¢ tener y a partir de ese momento podremos a?adir cualquier accesorio: orejas, cola, piezas de cabeza, etc¨¦tera.

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No deja de ser un poco llamativo la extrema simpleza con la que funciona la mec¨¢nica protagonista de Concrete Genie. T¨² no dibujas como tal lo que quieres, todo se basa en diferentes formas ya establecidas que iremos incorporando a nuestro cuaderno a medida que las encontremos durante la exploraci¨®n. Ocurre igual con los peque?os puzles art¨ªsticos, que basan su complejidad en buscar las formas espec¨ªficas que requieran nuestros genios. Se siente una idea desaprovechada que necesita de mayor maduraci¨®n para concebir lo que realmente podr¨ªa dar de s¨ª. Ahora mismo es una suerte de medio donde crear un collage extra?o.

Progreso falto de inspiraci¨®n

El objetivo de este viaje, como dec¨ªamos al comienzo, es devolver el brillo a la ciudad abandonada de Denska. Por tanto, lo natural es pensar que para completarlo debemos pintar todos sus rincones. El estudio ha resuelto el camino principal de una forma carente de alma. Lo que se nos dice es que encendamos todas las bombillas desperdigadas por los distritos mediante nuestro pincel, es decir, dibujando tras ellas cualquier figura que queramos. Algunas estar¨¢n situadas en puntos donde la corrupci¨®n se extiende con fuerza, por lo que deberemos usar la pintura especial, obtenida a trav¨¦s de nuestros genios, para poder activarlas.

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Al completarlo, esa zona brindar¨¢ la oportunidad de que hagamos una ¡®obra maestra¡¯, que no es otra cosa que pintar las figuras, otra vez, que nos demanden nuestras creaciones. Como pod¨¦is observar, todo el avance en Concrete Genie es una rueda de repetici¨®n de objetivos faltas de cualquier inter¨¦s. Algunas veces aparecer¨¢n los matones, cuya presencia tendremos que evadir despist¨¢ndoles por el mapa. No busqu¨¦is m¨¢s all¨¢; no hay nada m¨¢s en su oferta. Salvo los modos de Realidad Virtual, donde la inmersi¨®n s¨ª es bastante importante, aunque no dejan de ser una peque?a an¨¦cdota donde aprovechar un poco m¨¢s el modo de pintura.

Esa premisa creativa, incluso original, se ve diluida por una falta flagrante de inspiraci¨®n en el ecosistema jugable. Bien es cierto que a partir de la segunda mitad, cambia radicalmente la perspectiva a los mandos para pasar a una especie de beat 'em up a bordo de nuestro monopat¨ªn, lanzando habilidades elementales seg¨²n lo requieran las fuerzas enemigas. Esta parte es bastante m¨¢s lineal que la anterior, lo que termina yendo directamente a la conclusi¨®n final con un sabor amargo. Amargo por tener la sensaci¨®n de estar ante un quiero y no puedo. Una premisa arrolladora que se queda en el papel.

Problemas a resolver

Lamentablemente hemos sufrido bastantes problemas serios durante el transcurso de nuestro an¨¢lisis. Entendemos que haya ciertos bugs que puedan ser pulidos una vez llegue al mercado (que los hay). Lo que no podemos perdonar es que la inteligencia artificial de nuestras creaciones sea tan ca¨®tica, forzando a salir ciertos fallos que pueden hacer que se bloquee la progresi¨®n de la campa?a.

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Nuestra primera partida decidi¨® no continuar a partir de un puzle donde se requiere la colaboraci¨®n de dos genios de viento. Uno se qued¨® atascado en la otra punta del mapa, mientras el otro se desentend¨ªa de nuestras ¨®rdenes. ?El resultado? La imposibilidad de completar un puzle vital para el avance. El juego no tiene opci¨®n para cargar punto de control, ni tampoco para hacer varios slots de guardados; un slot por cada partida, nada m¨¢s. La aventura puede completarse en apenas seis horas, dependiendo de lo que explor¨¦is (existen diversos coleccionables a modo de dibujos extra).

Se espera que un pr¨®ximo parche solucione los problemas m¨¢s graves.