Wolfenstein: Youngblood
- PlataformaPS47PC7NSWXBO7STD
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorMachineGames
- Lanzamiento26/07/2019 (PS4, PC, NSW, XBO)19/11/2019 (STD)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorBethesda Softworks
Acci¨®n pura
Wolfenstein: Youngblood, an¨¢lisis: matando nazis en pareja
Hijas buscan padre mientras aniquilan nazis.
?Meterse dentro de los zapatos de Wolfenstein tras The New Colossus no es tarea f¨¢cil. De hecho puede llegar a ser muy complicado. Dificil¨ªsimo. MachineGames dej¨® el list¨®n muy alto no tan s¨®lo con una jugabilidad a la altura de lo esperado en la franquicia sino con una historia loca pero bien narrada, mejor interpretada, con un protagonista carism¨¢tico y unos secundarios notables, una villana inolvidable, un dise?o de niveles s¨®lido y una progresi¨®n jugable bien cuidada. De todas estas caracter¨ªsticas ahora mencionadas, Youngblood solamente iguala a su predecesor en el llamado ¡°gunplay¡± y pierde comparativamente en todo lo dem¨¢s. No fracasa de forma estrepitosa ni en ning¨²n caso estamos hablando de un mal juego, pero s¨ª se nota el precio que se ha tenido que pagar al apostar por los cambios y novedades que incorpora este spin-off que, sin embargo, es completamente canon a nivel argumental.?
Ubicado alrededor de veinte a?os despu¨¦s de que una embarazad¨ªsima Anna nos deleitara con una de las mejores y m¨¢s locas escenas que hemos visto en un shooter, las gemelas Blazkowicz ser¨¢n las encargadas de ayudar a liberar Neu-Paris debido a la extra?a ausencia de su padre. Esta ser¨¢ una de las escas¨ªsimas cinem¨¢ticas que acompa?ar¨¢n la historia y que nos sirve para conocer a las protagonistas que, vestidas cada una con un traje que les otorga habilidades especiales, Jess y Soph deber¨¢n cumplir una serie de misiones dispuestas de forma no lineal mientras van ganando experiencia, subiendo de nivel, mejorando sus armas y adquiriendo nuevas habilidades. Este sistema que parece m¨¢s propio de un RPG que no de un juego de disparos en primera persona es una de las novedades m¨¢s notables del juego, pero sin lugar a duda no es la principal.?
Youngblood est¨¢ dispuesto de forma que podemos encarar la aventura solos - en la que la IA tomar¨¢ el control de la otra hermana - o acompa?ados con un amigo o incluso con un desconocido. El sistema funciona perfectamente como drop-in/drop-out y cualquiera puede incorporarse a la acci¨®n en cualquier momento, abandonar la partida y mantener su progreso de forma local. Como casi cualquier cosa que se hace junto a un amigo, este Wolfenstein luce sus mejores galas cuando se comparten disparos a d¨²o. Hay sin embargo poco de ¡°cooperaci¨®n¡± dentro de este shooter cooperativo, m¨¢s all¨¢ de necesitar a dos personas para abrir un cofre o una puerta y, como explicaremos m¨¢s adelante, esto tiene una raz¨®n de ser.?
A nivel estrictamente de disparos el juego se mantiene s¨®lido como una roca; hay mucho reciclaje de armas de anteriores entregas de la saga - especialmente de las armas pesadas - pero se nota que la desarrolladora sueca domina a la perfecci¨®n el hacer que uno se sienta poderoso al empu?arlas. De manera inexplicable ha habido que renunciar a la posibilidad de llevar dos al mismo tiempo m¨¢s all¨¢ de las cl¨¢sicas pistolas que casi nunca se van a usar, pero entendemos que B.J. Blazkowicz solamente hay uno y las chicas tienen su propio estilo. El hecho de que adem¨¢s dichas armas se puedan personalizar le a?ade una ligera nueva capa de profundidad para que cada jugador encuentre la combinaci¨®n de elementos que le sea m¨¢s favorable.
Una oportunidad perdida
Uno de los grandes peros que se le pueden poner a Youngblood es tal vez la falta de ambici¨®n para crear un juego m¨¢s denso a nivel jugable; ambas gemelas disponen del mismo ¨¢rbol de habilidades y el ¨²nico sello distintivo de inicio es la capacidad de camuflaje o de aplastar, y tras 5 minutos literalmente de partida ya se puede adquirir la que no se hab¨ªa cogido al principio. Esa simetr¨ªa, junto al hecho de poder unirse a cualquier partida en cualquier momento, obliga a un dise?o del juego completamente plano para evitar cualquier punto en el que el jugador est¨¦ atascado por no haber seleccionado la habilidad correcta y cierra por completo la posibilidad de crear situaciones donde la aut¨¦ntica cooperaci¨®n fuera necesaria. Somos, en esencia, dos clones que se distinguen por el color de pelo y poco m¨¢s porque el resto de atributos que podemos adquirir en el ¨¢rbol tienen poco o nulo impacto en la jugabilidad del t¨ªtulo, m¨¢s all¨¢ de tener m¨¢s vida o armadura, poder llevar una u otra arma o que tu habilidad especial est¨¦ disponible antes o despu¨¦s.
Esto, tal y como adelant¨¢bamos antes, tiene su explicaci¨®n; dado que es posible jugar al juego con la IA como compa?era, ¨¦sta no tendr¨¢ problemas en hacer lo que se supone que debe hacer: apuntar y disparar. La inmensa mayor¨ªa de ocasiones, en las tres dificultades m¨¢s bajas, esto va fenomenalmente bien: viene cuando est¨¢s en un apuro si la llamas y si por lo que sea se queda demasiado lejos de ti, el juego la teletransporta a nuestro lado sin rubor. Pero no ejecuta acciones cooperativas, cosa que uno no se da cuenta hasta llegar al final del juego donde la mec¨¢nica de un enemigo casi exige que uno le distraiga mientras el otro le dispara por la espalda. Dado que la tendencia de nuestra compa?era artificial es la de seguirnos cont¨ªnuamente a todas partes, era muy complicado conseguir la combinaci¨®n perfecta y a nivel t¨¦cnico se intuye el por qu¨¦ no se profundiz¨® en este apartado. Seguramente hubiese requerido muchos m¨¢s recursos por parte de la desarrolladora de los que quer¨ªan o pod¨ªan asignar. Una pena.
El dise?o de los escenarios ha ganado en color y a nivel art¨ªstico, tal vez producto de la colaboraci¨®n con Arkane, y de vez en cuando hay reminiscencias a los antiguos Wolfenstein en el sentido en el que se antojan varios caminos para llegar a tu destino. Muy pocas veces sin embargo hay verdaderas alternativas y dado a que muchas misiones reutilizan parte de los niveles que han aparecido en otras jugadas anteriormente, es f¨¢cil conocerse el recorrido y saltarse algunos encuentros para ganar tiempo. Dado que hay cierta libertad en el orden para realizar la mayor parte de tareas que el juego te lanza, tanto principales como algunas ¡°din¨¢micas¡± que nuestro contacto nos menciona sobre la marcha, es posible pensar que el juego goza de un mapa o un mundo abierto pero nada m¨¢s lejos de la realidad: el juego se divide en zonas (estaciones de metro, fundamentalmente) y dentro de ellas dispone una especie de puertas que no se pueden abrir individualmente y que separan las ¨¢reas unas de otras; adem¨¢s, cuando Youngblood no quiere que vayas por un determinado camino, coloca un enemigo de mucho mayor nivel que t¨² y que adem¨¢s te detecta en sigilo y te mata de un disparo.
Este sigilo es algo que tambi¨¦n se podr¨ªa haber mejorado mucho y demuestra falta de atenci¨®n en la planificaci¨®n de la desarrolladora; la rama del camuflaje es muy potente, much¨ªsimo, y el juego te premia otorg¨¢ndote experiencia extra cuando superas un ¨¢rea de combate (el espacio entre dos puertas) sin ser descubierto. La experiencia viene bien porque sirve para subir niveles y subir niveles da mayores y mejores habilidades¡ pero uno se queda sin poder mejorar las armas, que ganan experiencia y da?o a base de matar gente. Es decir, el sigilo es una capacidad que bien usada permite matar de un golpe a casi cualquier enemigo del juego salvo los m¨¢s grandes, pero impide que podamos mejorar nuestro equipo y eso, a la larga, es un handicap mucho mayor.?
El sistema de progresi¨®n de armas era una de las mayores inc¨®gnitas entre los usuarios y se ha resuelto de forma que puede no dejar indiferente a la mayor¨ªa; la pistola m¨¢s elemental, por ejemplo, gana atributos de tres maneras distintas: un 2% con cada nivel de nuestro personaje, con la maestr¨ªa al matar enemigos y mediante las mejoras. Las mejoras se compran con moneda del juego, que se va recogiendo por los niveles y como recompensa al completar las misiones. Hay moneda de sobra para mejorar a tope nuestras armas favoritas y algunas m¨¢s. De sobra. Pero eso s¨ª, si se quieren mejorar todas, hay que pasar muchas horas matando enemigos. A pesar de la descripci¨®n en Steam, equ¨ªvoca en el momento de escribir este texto, no hay forma de obtener mejoras en el juego para las armas a partir de microtransacciones (los lingotes de oro), quedando ¨¦stas solamente a un tema cosm¨¦tico como skins para las armas.
El n¨²cleo, intachable
Si dejamos de lado la parte RPG del juego y nos concentramos en el n¨²cleo principal de Youngblood es muy dif¨ªcil no pasar un buen rato. Los controles responden a la perfecci¨®n, las armas se sienten bien¡ es en esencia un buen juego de disparos hecho por gente que sabe hacer juegos de disparos y el esp¨ªritu Wolfenstein sigue presente en el coraz¨®n del juego. Los nazis no parecen haberse modernizado excesivamente en los ¨²ltimos 20 a?os pero tenemos versiones ligeras, pesadas y superpesadas de todos los soldados, perros grandes y peque?os, perros explosivos, mastodontes gigantes... con el a?adido de que ahora algunas de nuestras armas tienen eficacia reducida para ciertos tipos de armadura y hay que ir cambiando al vuelo para maximizar su rendimiento. La historia en Youngblood no est¨¢ narrada de forma maravillosa pero cualquier excusa es buena para salir a la calle a incinerar unos cuantos miembros de la Gestapo. Y eso lo hace Wolfenstein mejor que nadie.?
De las m¨¢s de 15 horas empleadas en este an¨¢lisis, alrededor de 10 se usaron para completar los 3 grandes bloques de la campa?a principal y la mitad de las secundarias. Se sube relativamente r¨¢pido hasta nivel 30 y luego empieza un camino m¨¢s lento a medida que sentimos como grindeamos experiencia hasta llegar a 40 que es cuando se desbloquean las mejoras de todas las armas. El resto del tiempo lo empleamos jugando con desconocidos en internet y ah¨ª la experiencia es muy dispar: en una ocasi¨®n la conexi¨®n p2p iba muy mal, en otra nuestro compa?ero estuvo parado 10 minutos en el men¨² sin dejarnos avanzar y en otra el juego fue incapaz de gestionar la enorme diferencia de niveles entre nuestra compa?era (7) y nuestro personaje (41) y a veces colocaba enemigos de nivel 10 que mor¨ªan de un disparo y otras enemigos que nivel infinitamente superior que nos mataban de un disparo en el espacio de pocos metros.?
Jugado con un amigo y con conexi¨®n de voz es como m¨¢s jugo se le saca al t¨ªtulo; no es tan imprescindible como con A Way Out, pero si una pareja se comunica bien y uno de ellos no es coordinador editorial de MeriStation (o se entiende esto como un handicap extra), es relativamente sencillo progresar por las fases. Los enemigos siempre escalan al nivel de nuestras protagonistas y aunque es normal ser abatido, tu compa?era puede rescatarte y ambos se pueden dar potenciadores de mayor vida o armadura para ayudar a sobrevivir un encuentro. Las horas que pasamos jugando a d¨²o fueron, con diferencia, las mejores de las que dedicamos al juego porque se dise?¨® con ese prop¨®sito y se nota.
En este sentido hay dos detalles del lanzamiento de Wolfenstein Youngblood que vale la pena comentar: el primero es el precio reducido de la versi¨®n deluxe (34,95€ la versi¨®n de PC y 5€ m¨¢s cara las de consolas); el segundo es que, con esta versi¨®n, podemos invitar a un amigo a jugar con nosotros sin que le suponga un coste por su parte. No es exactamente una medida pionera pero nos parece igualmente magn¨ªfica porque ni tan siquiera este ¡°Buddy Pass¡± est¨¢ vinculado a una ¨²nica persona en concreto, sino que se puede invitar a tantos amigos como se quiera, siempre y cuando una de las dos personas que est¨¦ jugando en ese momento sea el titular de la cuenta.
La compenetraci¨®n y el extra que pueden poner dos personas disparando simult¨¢neamente viene a suplir la escasa pegada que tienen los personajes del juego de cara a dar empaque al juego. Un bueno juego no solamente consiste en tener bien claros los fundamentos sino que, adem¨¢s, hay que vestirlos bien. En ese sentido lo hac¨ªa de forma excelente The New Colossus y se queda corto Youngblood, escaso en el desarrollo de las gemelas, con un elenco de secundarios completamente olvidables y un villano con poca personalidad. Apenas unas pocas cinem¨¢ticas - eso s¨ª, dobladas al castellano como el resto del juego - sirven como transici¨®n entre los momentos m¨¢s importantes y aunque la primera es prometedora porque resume bien la esencia Wolfenstein, el juego hubiese agradecido que Soph y Jess tuvieran mejor presentaci¨®n en sociedad.?
Para terminar, t¨¦cnicamente el t¨ªtulo se ha comportado con impresionante robustez durante todo el an¨¢lisis, sin ning¨²n baj¨®n de frames ni ning¨²n artefacto atribuible a la programaci¨®n. Ni incluso en momentos de gran carga gr¨¢fica, hemos podido saltar y disparar una suerte de BFG 9000 al estilo nazi viendo como un perro gigante explotaba en pedazos y otros enemigos se descuartizaban mientras Youngblood se manten¨ªa firme como una roca. La interacci¨®n con el escenario es ciertamente escasa - alg¨²n extintor aqu¨ª, una boca de agua all¨¢ - pero tampoco ha sido el fuerte de la franquicia. Gran nivel de detalle en general y efectos de sonido a la altura, especialmente si se juega con la configuraci¨®n ¡°MachineGames¡± que viene de serie.
Conclusi¨®n
Wolfenstein Youngblood posee buenos fundamentos pero es en esencia una versi¨®n menor de lo que fue el excelente The New Colossus en todos los sentidos. No nos est¨¢n colando licor de garraf¨®n pero s¨ª parece un buen alcohol al que han rebajado con agua de forma ligera pero clara para abaratarlo. Todo lo que se ha perdido por el camino - la historia, el protagonista, la villana, los secundarios, el dise?o de los escenarios, etc. - no se ve compensado con las novedades que se han introducido. Y s¨ª, como juego de disparos es muy s¨®lido y naturalmente que podemos pasar unas cuantas horas de diversi¨®n pegando tiros junto a un amigo, pero al final la suma de todo el conjunto da un resultado inferior al que la franquicia nos tiene acostumbrados y sin lugar a dudas baja un pelda?o el nivel que se esperaba tras The New Colossus.
Lo mejor
- Jugarlo con un amigo
- El gunplay es excelente
- T¨¦cnicamente robusto y espectacular
- El sistema Drop-in/Drop-out
- El Buddy Pass con la edici¨®n deluxe
Lo peor
- Poco juego ¡°cooperativo¡±
- El desarrollo de los personajes
- El sistema de progresi¨®n poco inspirado
- Se necesita grindear para conseguirlo todo
- Escenarios repetitivos
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.