Fire Emblem: Three Houses, ?qu¨¦ casa elegir?

Un aspecto clave de Three Houses que despertar¨¢ dudas en los jugadores es en la elecci¨®n de casa, y no es para menos, pues es un elemento primordial que determinar¨¢ nuestra partida. No todo el mundo tiene el tiempo y la paciencia para completar una campa?a, con las docenas de horas que supone cada una, as¨ª que es normal pensar que muchos s¨®lo experimentar¨¢n el juego con una sola casa. No hablaremos de la trama ni de sus giros -aunque aquellos que hayan visto trailers tendr¨¢n una buena idea de lo que acontece en el juego y de las consecuencias de la elecci¨®n-.

?Qu¨¦ tienes que saber?

Al elegir una casa, eliges a su l¨ªder y a su clase, con los que compartir¨¢s una larga historia repleta de momentos memorables. Todos son individuos con personalidades muy definidas que podremos explorar a trav¨¦s de las conversaciones, con cosas que les gusta y les disgusta, con relaciones interpersonales que no se ci?en a la relaci¨®n profesor-alumno del protagonista. Los integrantes de la casa forjar¨¢n relaciones con sus compa?eros y se estrechar¨¢n a trav¨¦s de acciones en el monasterio y de combatir juntos en el campo de batalla. Eso s¨ª, no hay un sistema de emparejamiento como el de Awakening, ni hay que preocuparse de que se enamoren para tener descendencia de una clase determinada, as¨ª que no hay que obsesionarse sobre eso.

Aunque la historia tiene un patr¨®n com¨²n, cambia significativamente seg¨²n el punto de vista y el de las personas que te rodean. Esto no significa que en cada ¡°ruta¡± s¨®lo est¨¦s limitado a interaccionar con un grupo concreto de personajes, ya que podr¨¢s hablar con todos los alumnos y profesores, pedirles ayuda puntual en el campo de batalla y aumentar tu afinidad con ellos. Incluso es posible que en ciertas circunstancias puedas reclutar de forma permanente a otros alumnos para que sean parte de tu clase, as¨ª que tu equipo no es fijo. Con todo, la historia cambiar¨¢ irremediablemente seg¨²n la casa y el l¨ªder al que elijas titular.

Otro elemento que hay que tener en cuenta es que no hay limitaci¨®n de clases y por lo tanto no tienes que aceptar un ej¨¦rcito preconfigurado y predestinado. Es verdad que cada casa tiene una tendencia en su alumnado (m¨¢s hechiceros, m¨¢s caballeros o m¨¢s arqueros), pero dado que es sencillo orientar a tus alumnos, es perfectamente posible elegir una casa como las Aguilas Negras, m¨¢s ducha en la magia, y orientarla a tener m¨¢s caballeros o m¨¢s combatientes cuerpo a cuerpo a pesar de ello. Son gu¨ªas generales que a la hora de la verdad no tienen mayor importancia a la hora de seleccionar.

Las tres opciones a elegir

Ampliar

Cada ruta tiene su propio final, pero no hay s¨®lo tres finales, por lo que es conveniente guardar de cuando en cuando para capturar el momento en el que hay bifurcaciones y as¨ª poder acceder r¨¢pidamente a las variantes. Tambi¨¦n es recomendable aprovechar los primeros compases del juego para conocer bien la clase elegida, as¨ª como los miembros de las otras clases. Si hay alg¨²n personaje de otra casa que te haya llamado la atenci¨®n -que no sea el l¨ªder, obviamente-, es bueno empezar pronto a proponerle un cambio de clase para saber qu¨¦ es lo que le interesa; tambi¨¦n es muy conveniente usar la opci¨®n de ¡°pedir ayuda¡±, que nos permitir¨¢ integrarlo un mes en nuestro ej¨¦rcito y acumular afinidad con nuestro personaje protagonista y el resto de la clase. Si conseguimos elevar las disciplinas que le gustan y usamos todos los resortes posibles para ganar afinidad (regalos, comidas, objetos perdidos... ) es muy probable que acabemos pudiendo contar con ¨¦l de forma permanente.

Dicho lo cual, a la pregunta que encabeza esta noticia la respuesta podr¨ªa ser: ¡°cualquiera¡±, tal y como est¨¢ montado el juego no hay ninguna desventaja en elegir a uno u a otro dada la libertad con las clases y el hecho de que podemos retocar en cierta medida nuestra lista de alumnos. Las tres historias tienen m¨¦rito y est¨¢n interconectadas, as¨ª que lo mejor es dejarse guiar por la intuici¨®n y elegir la casa, o el l¨ªder, que nos llame la atenci¨®n. Una vez que hayamos avanzado, lo normal ser¨¢ que hayamos conectado con los miembros de nuestra casa y estemos plenamente centrados en lograr que cumplan sus objetivos, por lo que no debe haber miedo a ¡°equivocarnos¡±, aunque no podemos garantizar que todos los finales sean igual de satisfactorios para todo el mundo.