Petoons Party, an¨¢lisis

Os presentamos a los Petoons, unas simp¨¢ticas criaturas que viven en la paradis¨ªaca Isla Kimera, donde se solazan con sus mascotas, los okis. Su paz se ver¨¢ perturbada por la malvada bruja Kitra, que quiere arrebatar la magia a este pac¨ªfico lugar y robar la nariz a sus habitantes para tenerlos bajo su control. Un grupo de valientes exploradores se dirige hacia la fortaleza de la tirana y expulsarla de una vez por todas.

Esta sencilla historia es la premisa de Petoons Party, un videojuego de mesa?dirigido a un p¨²blico infantil y familiar. Los Petoons deber¨¢n superar los minijuegos presentados sobre el tablero laber¨ªntico que les lleva hasta Kitra antes de la batalla final. Esta ¨®pera prima de los espa?oles Petoons Studio fue desarrollada bajo el paraguas de PlayStation Talents, iniciativa de Sony para impulsar la industria ib¨¦rica y que para este 2019 ha anunciado nuevos t¨ªtulos. Galardonada como Mejor Juego Infantil en los Premios PS Talents 2017, disponemos de este partygame en PS4 y PC Windows. Petoons Party naci¨® de la aplicaci¨®n Petoons World, una aplicaci¨®n ¡°en la que padres e hijos (y cualquiera que quisiese unirse) pod¨ªan crear su propia historia con estos simp¨¢ticos personajes¡± (Petoons Studio para Regi¨®n PlayStation, abril de 2019). A priori, ser¨ªa una atractiva elecci¨®n para una tarde veraniega en familia, sino fuera porque el t¨ªtulo se queda rezagado con respecto a otros grandes hitos del g¨¦nero.

Petoons Party ofrece un modo historia con cuatro islas-tablero que recorrer, en la que los jugadores ir¨¢n desbloqueando minijuegos a medida que avancen. Al final, les espera una batalla cooperativa contra la bruja Kitra. Una vez obtengamos un generoso n¨²mero de minijuegos desbloqueados, podemos acceder a las Copas, torneos compuestos por las pruebas desbloqueadas. El mencionado sistema de tablero, el amplio repertorio de minijuegos y el cierre con una jefa final son un c¨®ctel divertido que supone el mayor aliciente de este t¨ªtulo, am¨¦n de una sencillez de mec¨¢nicas y controles asequibles para los m¨¢s peque?os, a quienes no les costar¨¢ entender el funcionamiento gracias a una explicaci¨®n di¨¢fana y una localizaci¨®n correcta. Por desgracia, lo que falla son los engranajes que ponen en mal funcionamiento un dise?o que podr¨ªa ser eficaz y atractivo y que acaba convertido en un Mario Party descafeinado, a pesar de que los m¨¢s peque?os no echar¨¢n en falta la cafe¨ªna.

Petoons Party propone una yincana para 1-4 jugadores, donde la IA controlar¨¢ aquellos Petoons que hayan quedado libres hasta que se complete el grupo. Esto significa que es posible jugar en solitario, si bien, al igual que casi toda obra del g¨¦nero, la experiencia luce mucho m¨¢s si es compartida. Asimismo, consideramos que este t¨ªtulo se habr¨ªa beneficiado del formato PlayLink, donde el uso de smartphone como mando se habr¨ªa adaptado muy bien a la jugabilidad minimalista de la que hace gala este videojuego de mesa.

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Una vez escogido el tablero, cada jugador lanzar¨¢ dados que indicar¨¢n el orden de juego. Las siguientes tiradas determinar¨¢n las casillas que avancemos, en las cuales habr¨¢ penalizaciones y premios: algunas nos har¨¢n retroceder en nuestro camino, otras nos dar¨¢ la posibilidad de robar puntos a un rival y otras nos conducir¨¢n a un minijuego y nos obsequiar¨¢n con puntos extra. Por su lado, el camino de cada isla no es lineal, y se dan bifurcaciones que plantean el dilema de dar un rodeo para conseguir puntos extra o ir hacia la ruta m¨¢s r¨¢pida y segura. Asimismo, deberemos avanzar en el Modo Historia para desbloquear pruebas nuevas. Al inicio de cada fase de minijuego, accederemos a nuestro repertorio para votar en cu¨¢l nos apetece aventurarnos.

El surtido de minijuegos de Petoons Party resulta divertido, variado y acorde a la tem¨¢tica de cada tablero, si bien algunas pruebas de distintos biomas guardan gran parecido entre s¨ª. En su mayor¨ªa, se trata de pruebas alocadas y c¨®micas que fomentan una competici¨®n amistosa entre los jugadores: un rey de la colina sobre un ring circular de fruta, un caldero m¨¢gico al que a?adir el mayor n¨²mero de ingredientes posible, la construcci¨®n de una pir¨¢mide de okis mientras esquivamos pi?as explosivas, etc. El ritmo de dichos minijuegos sigue un dinamismo que mantiene despiertos a los ni?os, quienes s¨ª hallar¨¢n el gozo en esa picaresca suave de fastidiar un poco al rival mientras pugnan por alzarse como vencedores. Es agradable, incluso, encontrar gui?os a juegos cl¨¢sicos como Bomberman o Donkey Kong. Lo frustrante llega cuando nos topamos con la imprecisi¨®n de unos controles que, por otro lado, resultan intuitivos y amables para el p¨²blico menos versado en videojuegos. Tampoco ayuda la lentitud con la que se da cada tirada, a pesar de que podemos acelerar la animaci¨®n del Petoon en cuesti¨®n llegando a la casilla pertinente. Para colmo, podemos toparnos con ocasionales fallos t¨¦cnicos que vetan a nuestro Petoon en alg¨²n minijuego y le perjudican en la puntuaci¨®n total.

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Cuando uno de los jugadores consigue llegar a la meta, el resto hace su ¨²ltima tirada antes de enfrentarnos a la bruja Kitra. Durante este combate final, debemos cooperar todos los Petoons para superar el minijuego donde el objetivo es acabar con ella. Tras la victoria colectiva, llegamos al podio donde se nos clasificar¨¢ en funci¨®n de los puntos acumulados. En total, cada partida no exceder¨¢ la hora de duraci¨®n, adecuada para una fiesta familiar. Y, si deseamos una partida incluso m¨¢s ¨¢gil, podemos competir en una Copa, edificada con la selecci¨®n de algunas pruebas. Tambi¨¦n podemos jugar a dichos minijuegos de forma individual.

El apartado art¨ªstico de Petoons Party es uno de los aspectos que m¨¢s rechazo causa a simple vista, donde lo ¨²nico eximible es una variedad de islas con un decorado colorido y alegre, pobladas por los adorables Okis, similares a conejos. Sin embargo, los propios Petoons carecen totalmente de carisma y personalidad, a pesar de que su dise?o caricaturesco y su ternura puede agradar a los ni?os. A medida que avancemos en la partida, coleccionaremos vestidos con los que adornarles, pero ni ¨¦stos logran compensar la insipidez de unos personajes cuya gracia podr¨ªa haberse exprimido mucho m¨¢s. Adem¨¢s, el uso de los colores durante la partida crea cierto desconcierto en algunos minijuegos: el mayor rasgo distintivo de cada Petoon es su color de piel ¡ªadem¨¢s del peinado y alg¨²n atributo peculiar¡ª, y en algunos minijuegos se nos asigna un color totalmente diferente que crea confusi¨®n. Si, por ejemplo, en la prueba de River Madness tuvi¨¦ramos que recoger los Okis correspondientes al color de nuestro Petoon, el caos en pantalla se reducir¨ªa notablemente. A nivel sonoro, la banda sonora no destaca de forma especial; los escasos temas animados acompa?an al aire festivo de cada prueba sin estorbar ni hacerse notorios.

Pese a sus defectos, Petoons Party puede tener una acogida agradable entre el p¨²blico infantil, quien recibir¨¢ con calidez unos minijuegos que conservan cierto factor sorpresa al descubrirlos y que despiertan una competividad jocosa y sana. Si los adultos deseamos disfrutar de este t¨ªtulo, deberemos aparcar a un lado nuestras exigencias y centrarnos en compartir con los ni?os una partida placentera y sin alardes.

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Este juego ha sido analizado en su versi¨®n para PlayStation 4.