Rage 2
- PlataformaPS4XBOSTDPC6.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorAvalanche Studios
- Lanzamiento14/05/2019 (PS4, XBO, PC)19/11/2019 (STD)
- TextoEspa?ol
- VocesEspa?ol
- EditorBethesda Softworks
Rage 2, an¨¢lisis
El ¨²ltimo t¨ªtulo del estudio de Avalanche queda lejos de su potencial.
El primer Rage deb¨ªa haber supuesto un salto de p¨¢gina para id Software. Los famos¨ªsimos padres de Doom y Wolfenstein presentaban nueva franquicia, nuevas tecnolog¨ªas (las ya famosas ¡°megatexturas¡±) y una nueva ambientaci¨®n postapocal¨ªptica que promet¨ªa hacer las delicias de los seguidores de la desarrolladora. Por desgracia, aquel experimento no sali¨® como se esperaba y tanto en cr¨ªtica como ventas los resultados de Rage no fueron los mejores. Casi 8 a?os m¨¢s tarde, Rage vuelve con una secuela de la mano de Avalanche Studios, concretamente del estudio que se encarg¨® de Mad Max, aunque id Software no deja de haber tenido mucha mano en este proyecto.
As¨ª, la promesa de Rage 2 resultaba suculenta desde m¨²ltiples puntos de vista. Los creadores de uno de los juegos de mundo abierto postapocal¨ªpticos m¨¢s populares jam¨¢s creados colaborando con id Software, maestros del disparo satisfactorio, a cargo del combate. El resultado final se acerca a lo planteado, pero por desgracia una serie de elementos sin pulir, errores a diestro y siniestro y una historia que nos deja tremendamente fr¨ªos hacen que ese acercamiento se quede ah¨ª.
Una historia muy lejos de su potencial
Desde el primer momento la campa?a de Rage 2 sufre de la incoherencia en su tono. Todo el material promocional apuntaba a que est¨¢ ser¨ªa una aventura que se tomase a si misma muy poco en serio, donde la aventura ser¨ªa m¨¢s un viaje divertido que una ¨¦pica misi¨®n para salvar la Tierra. Sin embargo lo que acabamos obteniendo est¨¢ a caballo entre ambas sin llegar nunca a destacar ni en su comedia ni tampoco en los sentimientos que nos consigue evocar. Ya desde esa primera misi¨®n se ve notar esta disonancia, con personajes reci¨¦n introducidos que mueren poco m¨¢s tarde de manera c¨®mica, para luego intentar tratar de hacerte sentir mal con la muerte de otro personaje. Parece que los guionistas no lograran aclararse sobre el tipo de juego que quer¨ªan hacer.
M¨¢s adelante esta diferencia de tonalidad se hace todav¨ªa m¨¢s marcada. Durante el resto del juego interactuaremos principalmente con otros tres personajes, completando misiones para ellos con el objetivo final de acabar con el General Cross, l¨ªder de la Autoridad, un grupo que se cre¨ªa destruido pero que al comienzo del juego resulta seguir existiendo. Estos tres personajes consisten en dos extremadamente serios que no muestran pr¨¢cticamente ninguna emoci¨®n o afecci¨®n hac¨ªa ti a lo largo de todo el juego y un tercer personaje que es la estrella de esta historia por ser algo diferente al resto: se trata de un alocado doctor cuyo estrafalario aspecto f¨ªsico oculta una personalidad a¨²n m¨¢s extravagante.
Cada uno de estos tres personajes nos ofrecer¨¢ unas tres misiones, la mayor¨ªa de las cuales implican adentrarnos en una mazmorra repleta de enemigos. Cuando decimos unas tres misiones es que a lo largo de toda la historia del juego debe haber entre diez y quince misiones, para una duraci¨®n total de unas seis o siete horas. Esto puede parecer m¨¢s puesto que a mitad de la campa?a se nos hace progresar con todos los personajes hasta un nivel concreto. Para ello deberemos completar una serie de misiones secundarias cuyos tres tipos corresponden a cada personaje. Lo m¨¢s parecido a esto ser¨ªa el bloqueo de las misiones de las Tumbas en Anthem, algo que en su d¨ªa caus¨® una gran controversia y nos hace incapaces de explicar c¨®mo ha llegado este sistema sano y salvo al lanzamiento.
El desenlace es poco satisfactorio y nos deja con la sensaci¨®n de que, o bien el equipo se qued¨® sin tiempo para ofrecernos una historia verdaderamente completa o esta fue mutilada en pos de posteriormente vendernos las ya anunciadas expansiones venideras. El hecho de que podamos seguir explorando sin mejoras adicionales o cambios en el mapa denota la poca importancia que tiene la campa?a para Rage 2. En su lugar, este es un juego que se centra en su contenido secundario, algo que para muchos puede ser una gran pega pero que curiosamente aqu¨ª funciona bastante bien.
Contenido a raudales, pero, ?de calidad?
Los objetivos secundarios son el componente principal de Rage 2. Puede sonar raro, quiz¨¢s hasta absurdo, pero es la verdad. Mientras que la historia puede ser completada en una sola tarde, el resto del contenido del juego nos puede durar varios d¨ªas sin problema alguno y puede ser bastante rejugable. A lo largo y ancho del mapa, como ya venimos estando acostumbrados, se reparten infinidad de iconos que representan las distintas tareas a realizar. Estas pueden ir desde completar una carrera a acabar con todos los bandidos de un campamento, destruir una serie de explosivos o minar un meteorito. Ninguna de ellas es especialmente innovadora, pero est¨¢n brillantemente dise?adas para sacar lo m¨¢ximo de las mec¨¢nicas del juego.
As¨ª, los ya mencionados campamentos de bandidos presentan escenarios de combate m¨¢s interesantes que cualquier misi¨®n de la campa?a. Cada uno de ellos est¨¢ repleto de grupos de enemigos de lo m¨¢s variado, algunos presentando incluso minibosses rodeados de enemigos m¨¢s peque?os. Las carreras, al contrario que la mayor¨ªa de juegos de este estilo que tratan de reciclar el mapa preexistente, cuentan con sus propios circuitos llenos de saltos y desviaciones. Las arenas donde nos enfrentaremos a rondas de enemigos cuentan con much¨ªsima personalidad y los grupos de enemigos a los que nos enfrentamos tambi¨¦n est¨¢n escogidos con mucho mimo. Otros objetivos secundarios como unas torres rob¨®ticas psic¨®ticas a las que derrotar no est¨¢n tan bien dise?ados, contando con patrones de ataque muy predecibles y siendo f¨¢ciles de derrotar explotando el terreno circundante y evitando as¨ª su desaf¨ªo.
Quiz¨¢s la estrella sean las caravanas de autom¨®viles, ya presentadas en Mad Max, que patrullan el desierto en busca de personas cuerdas a las que robar y amedrentar. En este caso se soluciona el mayor problema de aquel juego, que era la imposibilidad de las mismas para reaparecer una vez derrotadas. Aqu¨ª se trata de un objetivo infinito y siempre tendremos una caravana que asaltar. No dejan de ser absolutamente espectaculares, grupos de coches movi¨¦ndose al un¨ªsono y a los cuales deberemos poner especial esfuerzo en derrotar. Pocas cosas en este juego se acercan al espect¨¢culo de cinco bestias de acero levantando polvo en t¨¢ndem.
Independientemente de lo que hagamos, el juego cuenta con dos sistemas principales: los tiros y la conducci¨®n. Este ¨²ltimo es bastante mejorable, con veh¨ªculos que podr¨ªan responder algo mejor a los controles del jugador. Los giros normales son algo menos agresivos de lo que querr¨ªamos mientras que el freno de mano es demasiado agresivo. El resultado es que constantemente abusaremos de este ¨²ltimo hasta llegar al punto de poder conducir ¡°m¨¢s o menos bien¡±. Por mucho que lo intentamos nunca conseguimos disfrutar del todo de la conducci¨®n. Afortunadamente los chicos de Avalanche han debido preveer esto y podemos desbloquear un veh¨ªculo volador, el Icarus. Este aerodeslizador tambi¨¦n resulta algo tosco de manejar, siendo su altura siempre relativa a la superficie sobre la que estemos y no relativa lo que hace que subir laderas o simplemente aterrizar sea a veces m¨¢s complicado de lo que deber¨ªa. En general, como en Mad Max, la conducci¨®n est¨¢ bien pero deja bastante que desear, m¨¢s a¨²n si la comparamos con cl¨¢sicos de la conducci¨®n arcade como Burnout Paradise o incluso otros juegos m¨¢s similares como Watch Dogs 2.
El secreto est¨¢ en... la acci¨®n
Afortunadamente hay un sistema en Rage 2 que s¨ª alcanza nuestras expectativas y se queda bastante cerca de la perfecci¨®n: los disparos. La acci¨®n en Rage 2 es espectacular y en sus mejores momentos llega hasta a alcanzar las cotas de calidad del Doom de 2016. Al comienzo del juego estamos bastante limitados, tanto en movimiento como en la potencia de nuestro arsenal de fuego, pero r¨¢pidamente. Poco a poco, gracias a las Arcas esparcidas por el mapa iremos desbloqueando nuevas armas y habilidades. Estas empiezan con mejoras simples como una escopeta o un doble salto pero poco a poco vamos obteniendo un inmenso arsenal con el que doblegar a nuestros enemigos. Para cuando acabemos el juego seremos aut¨¦nticas bestias de matar y esa sensaci¨®n de progreso en nuestras habilidades es posiblemente lo m¨¢s satisfactorio del juego.
Cada una de las armas y habilidades que desbloqueamos nos ha dado buenas sensaciones. Las armas cuentan con distintos modos de fuego dependiendo de si estamos apuntando por la mirilla o no, por ejemplo nuestra escopeta disparar¨¢ de forma normal sin apuntar pero cuando empujar¨¢ a los enemigos unos metros hacia delante. Otras son m¨¢s innovadoras como el revolver incendiario con el que dispararemos rondas con el bot¨®n izquierdo del rat¨®n que luego prenderemos al dar al bot¨®n derecho y chasquear nuestro personaje los dedos. Tambi¨¦n las habilidades que desbloqueamos ayudan a esa sensaci¨®n de poder total, pudiendo eviscerar en segundos a enemigos bien protegidos que antes tardar¨ªamos decenas de tiros con un simple gesto de mu?eca o aplastando a un grupo de nuestros enemigos con un salto devastador. Todo ello contribuye a hacernos sentir como un aut¨¦ntico superh¨¦roe o, quiz¨¢s una comparaci¨®n m¨¢s apta, un sith con armas.
El ¨²ltimo sistema que contribuye a que el sistema de combate de Rage 2 sea lo mejor del juego es la habilidad de Overdrive. Con ella y tras matar a una serie de enemigos en r¨¢pida sucesi¨®n nos volveremos una aut¨¦ntica m¨¢quina de matar durante unos segundos. La acci¨®n se ralentizar¨¢ y nuestras armas se recargar¨¢n autom¨¢ticamente, har¨¢n m¨¢s da?o, disparar¨¢n de forma distinta y m¨¢s potente y nuestra salud se regenerar¨¢ a toda velocidad. Durante unos instantes nos volvemos aut¨¦nticos dioses, una buena forma de contrarrestar los enormes grupos de enemigos que Rage 2 lanza contra nosotros.
Al mismo tiempo, todos estos sistemas se pueden mejorar mediante un extenso ¨¢rbol de habilidades. Cada una de las habilidades que desbloqueemos, cada arma, cada gadget e incluso nuestro veh¨ªculo principal pueden ser mejorados. Para ello dispondremos de innumerables tipos de recursos que obtendremos de los distintos objetivos secundarios. De nuevo, se trata de una de muchas formas en que Rage 2 intenta que nos sintamos poderosos y mejora a mejora lo vamos consiguiendo.
El dise?o de enemigos tiene sus pros y sus contras. Por una parte, la variedad de enemigos disponible es bastante grande y se dividen tambi¨¦n en clases con m¨¢s o menos armadura. Esto da una sensaci¨®n de dinamismo muy pronunciada al combate, pero por desgracia la inteligencia artificial de estos enemigos deja mucho que desear. Habitualmente se quedar¨¢n atrapados en el terreno, disparar¨¢n a sitios donde claramente no estas o se comportar¨¢n de manera excesivamente err¨¢tica e impredecible. En el caso m¨¢s notable de estos problemas el malo final se nos qued¨® atrancado durante una de las ¨²ltimas fases, forz¨¢ndonos a reiniciar la ¨²ltima pelea.
Un desierto lleno de errores
Y desafortunadamente es as¨ª como sentimos que debemos cerrar este an¨¢lisis, hablando de las muchas pegas e incontables errores del t¨ªtulo. Lo que con unos meses m¨¢s de desarrollo podr¨ªa haber sido un t¨ªtulo de acci¨®n no perfecto, pero s¨ª s¨®lido, ha terminado siendo un producto prematuro con mucha promesa sin alcanzar. Ya desde el primer campamento de bandidos notamos que algo fallaba en este juego. Quedarnos atrapados en una baldosa en llamas hasta morir, ser catapultados hacia el infinito por una peque?a explosi¨®n, una ca¨ªda del juego al escritorio... En apenas veinte minutos experimentamos multitud de errores de consecuencias variadas, algo inaceptable en un producto a precio completo.
Cierto es que la frecuencia con la que encontramos errores disminuy¨® a medida que avanzamos en el juego, pero errores en el control de nuestros veh¨ªculos, fallos en el comportamiento de los enemigos, devaneos constantes de la c¨¢mara, muertes no merecidas... persistieron a lo largo de toda la experiencia, impidi¨¦ndonos siempre meternos del todo en el juego. Es una pena porque con una historia mejor y en un estado m¨¢s pulido este habr¨ªa sido uno de los grandes FPS de estos tiempos. Pero se han quedado a medio camino, llevados atr¨¢s por un aluvi¨®n de problemas t¨¦cnicos que impiden que el juego brille.
Por lo dem¨¢s, los controles dejan que desear en ambas versiones del juego. En ordenador los controles por defecto son absolutamente demenciales y tuvimos que reconfigurar gran cantidad de opciones, pero en consola los informes preliminares indican que tampoco es mucho mejor la situaci¨®n, con controles de apuntado que dejan mucho que desear. Incluso en ordenador el apuntado con rat¨®n no es lo que deber¨ªa ser gracias a una deceleraci¨®n del movimiento del mismo que, a d¨ªa de hoy, no hay forma de desactivar. El doblaje al espa?ol es m¨¢s que decente, superando en partes al original, especialmente en lo que respecta a actores secundarios.
Gr¨¢ficamente el juego es bonito dentro de los l¨ªmites del marco postapocal¨ªptico, pero no llega a destacar precisamente. La atractiva paleta de colores usada en el material promocional ha quedado ah¨ª y el juego luce un marr¨®n anaranjado en la mayor¨ªa de sus escenarios que ya hemos visto antes muchas veces. Las armas est¨¢n excelentemente dise?adas as¨ª como los efectos de los veh¨ªculos sobre el terreno, pero otros aspectos como los NPCs menos importantes o la claridad de las texturas en general dejan bastante que desear. La banda sonora, de Mick Gordon, famoso por Doom 2016, vuelve a ser una espectacular concatenaci¨®n de canciones metaleras, adaptadas peor esta vez al juego por su naturaleza abierta. Sencillamente hay menos momentos en los que la m¨²sica defina lo que est¨¢ ocurriendo y en este caso es m¨¢s bien un elemento con el que crear un poco de tensi¨®n antes de cada batalla.
Conclusi¨®n
Rage 2 es un juego que quiere pero no puede destacar. Su combate es s¨®lido y la sensaci¨®n de aumentar en poder a lo largo de la experiencia funciona realmente bien, pero ah¨ª se quedan sus grandes virtudes. Un mundo abierto extremadamente anclado en f¨®rmulas preexistentes (y ya mejoradas) constituye un marco mediocre para la acci¨®n, unos enemigos bien dise?ados pecan de ser sumamente tontos, la conducci¨®n tosca y evitable... Todos ellos, elementos que con un poco m¨¢s de trabajo ser¨ªan excelentes, pero tal y como nos llega Rage 2, no. Seguramente el fan m¨¢s ac¨¦rrimo de Doom 2016, que necesita algo m¨¢s en esa l¨ªnea y no puede esperar a Eternal, puede saciar su sed con Rage 2. Para todos los dem¨¢s quiz¨¢s ser¨¢ mejor esperar a ver como se desarrolla el juego en actualiaciones y expansiones a corto y medio plazo. Aun as¨ª no querr¨ªamos dejar con la sensaci¨®n de que Rage 2 es un t¨ªtulo completamente prescindible, ya que aquellos que quieran una excusa barata para pegar tiros a diestro y siniestro encontrar¨¢n aqu¨ª buen refugio. Pero a d¨ªa de hoy, hay muchos juegos que hacen muchas cosas mejor.
Lo mejor
- El combate, marca id Software y se nota
- Gran cantidad de contenido secundario que completar
- Un inmenso arbol de mejoras
- Su banda sonora
Lo peor
- Innumerables errores t¨¦cnicos
- Los controles, en consola y ordenador
- Gr¨¢ficos mejorables en algunos aspectos
- Una historia excesivamente corta y simplona
- Repetitivo, para bien y para mal
Correcto
No es lo ¨²ltimo ni lo m¨¢s original, tampoco cuenta con la mejor ejecuci¨®n, pero puede divertir si te gusta el g¨¦nero. Bien, pero mejorable. C¨®mpralo si te gusta el g¨¦nero y te gusta tenerlos todos.