The Sinking City, impresiones: mentes sumergidas
Nos ponemos a los mandos de la 迆ltima obra basada en el universo Lovecraft: The Sinking City. Frogwares deja la pipa de detective para caer en la locura.
Lovecraft ha inundado nuestras fantas赤as literarias con docenas de historias para no dormir. Entrar dentro de los misterios de su mente es una tarea compleja, aunque todav赤a quedan algunos valientes capaces de embarcarse en tan arriesgada aventura. Uno de estos dementes ha sido el equipo de Frogwares, estudio afincado en Kiev y padres del exitoso traslado de la franquicia Sherlock Holmes al mundo del videojuego.
Tras casi tres a?os desde el 迆ltimo paseo londinense, dejamos atr芍s la pipa del detective para sumergirnos en la demencia que aguarda en Oakland, una ciudad ficticia localizada en Massachusetts. Gracias a Big Ben Interactive, hemos tenido la oportunidad de disfrutar de las tres primeras horas de The Sinking City, un aperitivo suficiente para confirmar las buenas sensaciones tras su anuncio.
La muerte debe morir
Asumiremos el papel del detective Charles W. Reed, un reputado investigador afincado en Boston que sufre de unas alucinaciones que le llevan directamente a su origen: Oakland. Lo que en un primer momento parece un viaje apacible, al desembarcar encontraremos que algo raro se cuece entre sus ciudadanos. Por motivos que todav赤a desconocemos, una tormenta incesante ha sacudido la regi車n, dej芍ndola incomunicada entre terribles inundaciones. Muchas preguntas y pocas respuestas, y mucho menos para alguien de fuera.
Desde el primer momento seremos tratados como un paria, un extranjero que viene a husmear en asuntos que poco deben importarle. Nuestro olfato encuentra evidencias de que, efectivamente, parece haber un complot entre todos los habitantes para no revelar la verdad; una suerte de comuni車n silenciosa en la que deberemos escarbar poco a poco.
Para nuestra fortuna, el primer caso lo encontraremos nada m芍s bajar de nuestro bote. El magnate de la ciudad se encuentra en plena investigaci車n sobre la desaparici車n de su hijo, herededo leg赤timo no solo de su fortuna, sino tambi谷n de la influencia del nombre de su familia. Este caso servir芍 como tutorial para hacernos con las mec芍nicas de juego y profundizar en el renovado sistema de investigaci車n, el cual bebe directamente de lo visto en Sherlock Holmes, salvo con alg迆n cambio que merece especial atenci車n.
Sentidos del m芍s all芍
Charles cuenta con un sentido# extra?o, por as赤 decirlo. Puede hallar pruebas donde otros ni siquiera plantear赤an una simple hip車tesis. Algunos objetos del escenario pueden ser observados en primera persona al m芍s puro estilo Cole Phelps en L.A Noire. Adem芍s de poder encontrar una prueba, en algunos casos encontraremos una brecha temporal que revelar芍 lo sucedido con 谷l. Al hacerlo, se escenifica con sombras de los protagonistas del conflicto el momento exacto de su uso, una parte de la obra completa que debemos comprender (y numerar) para poder seguir en la aventura.
Pero eso no es todo lo que nos espera en el plano espectral. Cuando la acci車n se desv赤a hacia otras zonas, algunas siluetas humanoides aparecer芍n gui芍ndonos con brevedad hacia pesquisas que en otros momentos de exploraci車n pasar赤an por alto. Aunque parezca que el juego ofrece ciertas ayudas, lo cierto es que nada m芍s lejos de la realidad. Debemos subrayar el acierto de ofrecer una experiencia org芍nica, donde todo lo que hayamos recabado y el entorno sean clave para que podamos comprender hacia d車nde debemos avanzar.
Por ejemplificar este dato, en un momento dado se nos indic車 que un sospechoso se ubicaba en el distrito portuario, alrededor del muelle n迆mero tres. Lo que en otros juegos propiciar赤a al t赤pico icono indicador, aqu赤 no ocurre nada en absoluto. Somos nosotros los que podemos colocar indicadores de misi車n por el mapa para recordar algunos lugares que debemos visitar.
O como ocurre con la b迆squeda de algunos sujetos. En una ocasi車n tuvimos que encontrar a otro sospechoso que hab赤a sido herido en un tiroteo. Como es natural, lo primero que se nos vino a la cabeza era acudir al hospital de la ciudad por si el sujeto se encontraba ingresado. Tras charlar con el recepcionista y comprender que no quer赤a decirnos toda la verdad, pedimos amablemente comprobar los archivos por si alguno de los pacientes era semejante a los datos de nuestra agenda. Al hacerlo, se despliega un men迆 en el que debemos elegir tres palabras clave entre un abanico amplio de opciones. En este caso ser赤an: ingresados, heridos por bala y recientes. Pues as赤, con todo. Comisarias, despachos, oficinas# todo lugar es bueno para escarbar en los antiguos datos de la ciudad.
?Real o ficci車n?
Esa demencia a la que alud赤amos con anterioridad sobre el bueno de Charles tiene un impacto significativo en la aventura. Junto a la barra de salud, tendremos tambi谷n otro nivelador de cordura, que baja conforme somos testigos de escenas grotescas o al enfrentarnos a enemigos de la locura de Lovecraft. Un par de responsables del estudio nos confirmaron su funcionamiento y la forma en la que impacta de cara al jugador. ?Cuando el nivel de cordura baja, la pantalla se difumina con las visiones que la mente de Charles genera. Si perdemos mucho en un mismo momento, esas im芍genes se convierten en seres que querr芍n acabar con nuestra vida. Pese a que la barra va llen芍ndose con el tiempo, puedes utilizar un objeto para evitar que vaya a m芍s?.
Y es que cualquier amenaza puede aguardarnos en cada esquina para acabar con los frutos de nuestra investigaci車n. Pese a que existe cierta tensi車n entre humanos e insmuthians (los personajes de forma animal tan caracter赤sticos de la obra de Lovecraft), cada vez aumenta el n迆mero de abominaciones, de quienes dicen que est芍n conectadas con la incesante lluvia. En ning迆n momento The Sinking City pretende convertirse en un third person shooter; las mec芍nicas de disparo son simples, casi primitivas. Algo premeditado, y es que se intenta transmitir la fragilidad de Charles. No somos un soldado ducho en el arte del combate, solo un detective que utiliza como buenamente puede los recursos a su alcance para defenderse.
Disparar nos costar芍 dinero, literalmente. El trueque en Oakland se ha convertido en el principal m谷todo de negociaci車n. Ya no sirven los d車lares en una ciudad al borde de la crisis. Por ello, es la munici車n la que toma el mando de cualquiera que quiera obtener algo por un precio, incluida informaci車n. Estas inundaciones tendr芍n un impacto en la manera en la que navegaremos por sus calles. Las conexiones entre los distritos se encuentran repletas de agua, por lo que los botes repartidos por las calzadas ser芍n la 迆nica manera en la que pasar entre ellas. Que no se os ocurra nada, puesto que los tent芍culos de ya sab谷is qui谷n detendr芍n nuestro avance# y hasta la vida.
Quiz芍 la representaci車n de la ciudad es lo que menos nos ha gustado. Ya no hablamos de nivel t谷cnico, similar a lo visto en anteriores trabajos de Frogwares, sino de la falta de vida que desprende. Los interiores suelen repetirse, los ciudadanos son escasos y se generan frente a nosotros sin ninguna rutina aparente. Parecen masillas faltos de coherencia alguna. No es que sea una gran debilidad, pero s赤 resta credibilidad a un envoltorio digno del autor sobre el que trabajan.
Queremos seguir en Oakland
Nos quedamos con ganas de m芍s, de poder seguir investigando y resolver los misterios que encierra la mente de Charles. Sobre todo por 谷l, por un protagonista que consigue atraer la atenci車n del jugador desde el primer instante de juego. Queremos seguir profundizando en sus mec芍nicas y poder ver algunos aspectos que han quedado en el tintero, como es el caso de la repercusi車n de las decisiones al t谷rmino de las misiones o de los paseos submarinos. Todo est芍 por ver en The Sinking City, uno de los grandes atractivos del pr車ximo mes de junio.
- Aventura
- Acci車n
The Sinking City, desarrollado por Frogwares y editado por Bigben Interactive para PC, PlayStation 4, Xbox One y Switch, es una aventura de misterio basada los Mitos de Cthulhu y ambientada en una ciudad ficticia de principios del siglo XX conocida como Oakmont Massachusetts, que sufre una inundaci車n a causa de extra?os sucesos paranormales.