Yoshi's Crafted World: impresiones finales Switch

Llegamos a un colorido mundo papercraft lleno de plataformas de cart¨®n, construcciones de papel y decoraciones realizadas a mano. A medida que avanzamos a trav¨¦s de los primeros niveles los escenarios mutan a nuestro paso, la sensaci¨®n de estar ante una miniatura de juguete se intensifica, y los r¨ªtmicos efectos de sonido se complementan con la banda sonora eficazmente.

Y en esta banda sonora es donde atisbamos matices desafinados, rebeldes acordes y una insolencia musical con cierto aire infantil: por una parte, al tono general del juego le queda de maravilla y, por otra, todos los elementos aqu¨ª descritos nos llevan a pensar en un estudio concreto: Media Molecule.

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Y es que Yoshi¡¯s Crafted World, en nuevo t¨ªtulo para Switch de la conocida franquicia comandada por Good-Feel bajo el asesoramiento de la compa?¨ªa de Kyoto, nos transporta continuamente a las sensaciones vividas en videojuegos como Tearaway, solo que en su planteamiento de avance multi-plano horizontal suenan ecos de la franquicia Little Big Planet. Obviamente, todo sobre la p¨¢tina jugable establecida por la saga Yoshi, donde es aqu¨ª m¨¢s evidente la evoluci¨®n sobre un t¨ªtulo concreto: Woolly¡¯s Word.

A?adiendo dimensiones bidimensionales

Tras bastantes horas a los mandos de este nuevo t¨ªtulo de Nintendo muchas dudas se han disipado, mientras que otras requieren de una profundizaci¨®n mayor para despejar inc¨®gnitas. En esencia, el nuevo videojuego protagonizado por nuestro querido dino verde (y sus hermanos de vivaces colorines) responde a lo esperado: diversi¨®n, plataformas y situaciones amenas a la par que imaginativas.

Por otra parte, se ven potenciados ciertos aspectos de forma bastante llamativa. El desarrollo lateral de la saga se ve complementado por un dise?o de niveles algo diferente. A la verticalidad propia de otros t¨ªtulos de plataformas similares se a?ade la posibilidad ¡ªcomo sucediera en la saga Little Big Planet solo que de forma m¨¢s profunda¡ª de desplazarnos hacia el fondo de la pantalla o acercarnos al primer plano de la misma a trav¨¦s de rutas perpendiculares al eje principal.

Esto hace que estas rutas se diversifiquen, que los escenarios ganen en amplitud y, adem¨¢s, que nunca perdamos la sensaci¨®n primera del t¨ªtulo de la compa?¨ªa afincada en Kobe: ser un plataformas de avance lateral donde disparar huevos a nuestros enemigos mientras saltamos sin descanso ser¨¢ la t¨®nica principal. De todas formas, hemos de reconocer que hay algo que se ha potenciado de forma evidente: la exploraci¨®n.

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Examinando cada rinc¨®n de un mundo encantador

Obviamente no estamos hablando de altos ¨ªndices de exploraci¨®n, ni de rutas de inveros¨ªmil complejidad donde es f¨¢cil perderse en busca de la ¨²ltima flor sonriente. Nos referimos a una exploraci¨®n m¨¢s escueta que, adem¨¢s de centrarse en esconder monedas rojas y flores en lugares de dif¨ªcil acceso o de apariencia oculta al primer vistazo, tambi¨¦n nos invita a disparar huevos hacia el fondo del escenario, intentando derribar elementos de atrezzo, enemigos ocultos o realizar combos si disparamos m¨²ltiples veces contra el mismo objeto.

Las sensaciones son gratificantes, al principio es posible que canse el hecho de estar buscando objetos en todas partes del escenario, pero hay algo que lo suple con creces: la variedad del juego que nos ocupa, tanto en ambientaciones como en din¨¢micas jugables. Posiblemente sea uno de los aspectos que m¨¢s no invitan a avanzar en el t¨ªtulo: los mundos se componen de apenas tres o cuatro fases, y en pocas horas habremos visitado m¨¢s de una decena.

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Esto nos lleva a trav¨¦s de ambientaciones m¨¢s tradicionales; retos donde nos pondremos a los mandos de un Yoshi gigante hecho a mano que lo destroza todo; fases ambientadas en misteriosos lugares donde recorreremos habitaciones en busca de la llave que nos falta; momentos donde necesitaremos a Poochie para avanzar a toda prisa, hacer que nos traiga esa flor que se nos resiste o alcanzar con sus saltos lugares inabarcables; lugares donde tendremos que manejar un avi¨®n de cart¨®n para superar todo tipo de obst¨¢culos; y un largo etc¨¦tera.

Todo ello organizado en un encantador mapa general que da la sensaci¨®n de ser una maqueta montada en una guarder¨ªa, llena de figuras desplegables que, como en el resto del juego, cambian de forma, mutan a nuestro paso y nos regalan situaciones muy bellas a nivel visual. Pero ?qu¨¦ hay de la dificultad?

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Aventura para todos los p¨²blicos

El t¨ªtulo que nos ocupa se mueve en el terreno habitual de este tipo de producciones, aunque es verdad que conseguir todos los coleccionables del juego o llegar al final de los ¡ªbastante imaginativos y numerosos¡ª jefes con todos los corazones ya es otro cantar. Por ahora no hemos tenido impedimentos para avanzar a lo largo y ancho de m¨¢s de la treintena de fases (algunas m¨¢s largas de los que nos esper¨¢bamos) y ni tan siquiera los m¨¢s duros rivales nos condenan al ensayo/error. Para los m¨¢s peques de la casa, existe la posibilidad de disfrutar de un nivel de dificultad m¨¢s asequible o de aprovechar las virtudes del modo cooperativo.

En ¨¦l podremos avanzar a trav¨¦s de los niveles en modo local para dos jugadores, actuar de forma independiente o, si un jugador se siente menos avezado en las plataformas, saltar a caballito de su compa?ero y preocuparse solo por lanzar huevos a los enemigos. El t¨ªtulo parece no guardar zonas inaccesibles de no contar con compa?ero, por lo que todo apunta a una aventura dise?ada para un jugador, donde el cooperativo es el complemento.

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Nos queda comprobar si los mundos venideros ser¨¢n m¨¢s retantes o si nos deparar¨¢ alguna sorpresa de a¨²pa pues, en lo referido a dise?o de juego, manejar a nuestro compa?ero de terciopelo sigue siendo divertido, fiable a nuestros comandos y gratificante a medida que completamos los niveles al 100%. No obstante, este nuevo cap¨ªtulo de la saga parece que viene a confirmar la situaci¨®n de la franquicia en la actualidad: acomodada en notables aventuras que no pueden, ni pretenden, competir en ambici¨®n con videojuegos a la altura de Donkey Kong Country: Tropical Freeze o Super Mario Odyssey.

Belleza por doquier, aunque algo borrosa

De lo que no nos cabe la menor duda es que el nuevo t¨ªtulo de Good-feel respira belleza por cada uno de sus poros acartonados. Antes hemos mencionado la herencia tomada de Media-Molecule, y es que es m¨¢s que evidente la inspiraci¨®n a trav¨¦s de esos mundos de cart¨®n, donde las variadas texturas que dan realismo a superficies de papel mach¨¦, confeti o cristales de colores se combinan con elementos plegables de deliciosa animaci¨®n.

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Es en lo t¨¦cnico donde el videojuego se lleva la peor parte: Good-Feel se ha aprovechado de la versatilidad de Unreal Engine para la elaboraci¨®n de mundos ricos en detalles, con texturas de gran variedad y un sistema de iluminaci¨®n en tiempo real muy llamativo, posiblemente el mejor de la saga. Adem¨¢s, el desenfoque que delimita la escasa profundidad de campo va m¨¢s all¨¢ del t¨ªpico Gaussiano, para regalarnos un efecto de lente con un bonito bokeh. Desafortunadamente, todo ello recae en una p¨¦rdida palpable de resoluci¨®n.

Como sospech¨¢bamos tras probar la demo, Yoshi¡¯s Crafted World no llega a los 720p en formato port¨¢til, dando como resultado un acabado menos n¨ªtido que el disfrutado en t¨ªtulos como Mario + Rabbids: Kingdom Battle o Super Mario Oddyssey. Por otra parte, en dock tampoco podemos hablar de un t¨ªtulo Full-HD. En TV 4K el juego tambi¨¦n muestra un resultado m¨¢s sucio que sus compa?eros de g¨¦nero, aunque hemos de decir que el resultado es mejor que jugando en modo port¨¢til.

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Afortunadamente, el framerate trabaja de forma constante alrededor de los 50-60 cuadros por segundo (bajando hasta 30fps en el mapa del juego) dando como resultado una fluidez digna de menci¨®n, que hace brillar el conjunto animado del que hace gala Yoshi¡¯s Crafted World con gran intensidad.

Al fin y al cabo, pese a sus taras a nivel t¨¦cnico, el nuevo t¨ªtulo de Nintendo apunta a ser de los m¨¢s divertidos del cat¨¢logo de Switch este 2019, gracias a un buen trabajo por parte de Good-Feel y un apartado visual encantador. A la hora de realizar el an¨¢lisis intentaremos disipar todas esas dudas (tanto las nuestras como las vuestras) que nos impiden, a d¨ªa de hoy, decir si estamos ante uno de los mejores Yoshi de la historia.