Tetris 99, an¨¢lisis. Los mitos nunca mueren

Tetris 99 es el claro ejemplo de que la idea original de Pajitnov es una fuente inagotable de entretenimiento de la manera m¨¢s abstracta posible, porque aquello que jugamos en su d¨ªa en Game Boy es capaz de sorprendernos tanto como Tetris Effect hace solo unos meses y, ahora, hacer de la broma una realidad: un battle royale.

Y es que quiz¨¢ sea en lo fortuito, lo inopinado, donde resida la virtud de la excelencia de Tetris, que llega a Nintendo Switch para no perderse una cita que ya pudimos palpar en cierto modo con Puyo Puyo Tetris; aunque supo a poco por ser, quiz¨¢, m¨¢s de lo mismo en los modos centrados ¨²nicamente en este rompecabezas. Sea esto entonces una respuesta a todos aquellos que quer¨ªan regresar al que es ya un imprescindible en el cat¨¢logo de la m¨¢quina. Y lo que es mejor: es gratuito para todos los miembros de Nintendo Switch Online.

Una insigne vuelta de tuerca

Se present¨® en el Nintendo Direct de febrero y, esa misma madrugada, ya asomaba en la eShop de la h¨ªbrida con la intenci¨®n de ser algo m¨¢s que un comentario f¨¢cil en redes sociales. Pero creednos, funciona. La idea es clara: juntar 99 jugadores en una misma partida compitiendo y haciendo gala de todas y cada una de las reglas del g¨¦nero sin que en el camino se pierda un ¨¢pice de su esencia; es m¨¢s, se a?ade a la f¨®rmula un cariz m¨¢s heroico, donde la destreza no es lo ¨²nico que debes tener en cuenta, sino tambi¨¦n la de otros y, por supuesto, el factor suerte.

Aqu¨ª no entra en ning¨²n momento en juego la aleatoriedad, pero el hecho de no ver las caras de los rivales sino decenas ¡ªliteralmente¡ª de peque?os iconos en pantalla, te invita a elegir qui¨¦n va a ser tu blanco, tu v¨ªctima. Esto puede dejarte en la situaci¨®n inversa: que seas t¨² el objetivo de mucha gente. D¨ªas atr¨¢s habl¨¢bamos de c¨®mo Tetris 99 logra hacerte sentir acorralado en cualquier momento, una sensaci¨®n que va in crescendo cada vez que se elimina de la partida a un jugador por una sencilla regla matem¨¢tica: a menos jugadores, m¨¢s probabilidad de enfrentamiento.

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Con el ¨¢nimo de no convertir este an¨¢lisis en un manual de instrucciones ¡ªpor aqu¨ª os contamos en detalle qu¨¦ significa cada elemento en pantalla y la terminolog¨ªa elegida¡ª, hablemos aqu¨ª de sensaciones y experiencias, que al final del d¨ªa es de eso de lo que se trata.

Y las sensaciones que transmite Tetris 99 son similares a las que producen otros t¨ªtulos multijugador basados en un todos contra todos hasta que solo quede uno. Seguramente convendremos en que esa sensaci¨®n no es otra que la de sentirse enteramente gratificado por una victoria y la del impulso a volver a intentarlo cuando no lo logramos, que ser¨¢n la mayor¨ªa.

Si ese era el objetivo de Tetris 99, hemos de decir que lo ha conseguido. Lo positivo de la tesis es que hace muchas m¨¢s cosas bien y, a pesar de las limitaciones, falta de componentes did¨¢cticos y futuras opciones o modos que se nos vienen a la cabeza, no se presenta como aquel juego al que acudir solo cuando tienes media hora libre, sino como un constante entrenamiento para quedar mejor cada vez que juegas, de absorberte como nunca lo hab¨ªamos visto en ning¨²n otro Tetris multijugador.

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Atacar y defender, pero sobre todo defender

Lo que se puede leer entre l¨ªneas en cada partida es que, tal como apuntamos d¨ªas atr¨¢s, est¨¢s en medio de un panal de abejas y, al ser t¨² contra otros 98, lo m¨¢s inteligente es aprender a defenderte y a convertir de la defensa el mejor ataque. Con todo, aunque no existe ning¨²n tutorial que te lo diga, aprendes que esa barra vertical de la izquierda donde se acumulan tetriminos es una alerta temporal de que en cuesti¨®n de segundos se convertir¨¢n en grises l¨ªneas de relleno en tu panel; que la tabla de comandos de arriba es manual y puedes elegir si centrar tus ataques en la aleatoriedad, ensa?arte con alguien concreto o solo atacar a quienes te molesten. Es un lenguaje impl¨ªcito, simple. Una vez m¨¢s, funciona.

Ni qu¨¦ decir tiene cuando quedan 10 jugadores en pantalla, que es posiblemente cuando este videojuego alcance su m¨¢xima expresi¨®n al aumentar la velocidad, el ritmo y hacer que el agobio entre por la puerta sin llamar y lo haga para quedarse, aunque solo sea durante el minuto escaso de partida que resta hasta que sucedan dos cosas: que termines con los pu?os en alto o que (como en la mayor¨ªa de veces) seas un mero espectador que acab¨® mordiendo el polvo. En cualquier caso, lo que s¨ª comparten todos los jugadores es que las pulsaciones cardiacas se disparan.

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De pasar de 0 a 100 a hacerlo de 100 a 0

Y es as¨ª como nos encontramos ahora, despu¨¦s de haber jugado m¨¢s horas de las recomendadas en menos de dos semanas, subiendo de nivel constantemente y con el inevitable sentir de que todav¨ªa se puede hacer mucho m¨¢s. Porque s¨ª, es cierto que subimos de nivel¡­ pero no hay clasificaciones online donde ver los registros comparados con los de los dem¨¢s; solo hay un modo de juego, aunque el datamining anticipa que pronto hablaremos en plural. Asimismo, m¨¢s canciones, fondos o configuraciones se agradecer¨ªan de cara a futuras actualizaciones. Esperamos, no obstante, que no alteren lo que es ahora mismo un sistema de emparejamiento ejemplar, donde en cuesti¨®n de veinte o veinticinco segundos te ves jugando sin mayor problema, sin esperas, tampoco ca¨ªdas de conexi¨®n. Las piezas encajan, y de qu¨¦ manera.