Civilization VI, conquista el mundo desde cualquier rinc¨®n

La historia es borrosa en numerosos puntos. Por ejemplo, poco se ha escrito sobre c¨®mo Cleopatra, gracias a su alianza con Ghandi, acab¨® con el ej¨¦rcito vikingo del norte que asediaba d¨ªa y noche sus tierras desde el mar. Tampoco c¨®mo consigui¨® Felipe II de Espa?a hacer de Bilbao un centro neur¨¢lgico de las rutas comerciales en apenas la Edad Media, usando el Coliseo como principal punto de inter¨¦s tur¨ªstico y emblema cultural de Espa?a. Quiz¨¢s debimos haber atendido m¨¢s en clase de historia, o quiz¨¢s son el tipo de cosas que solamente ocurren en Civilization.

Fundadores del nuevo mundo

Desde su concepci¨®n hace 27 a?os, la serie Civilization siempre se ha permitido hacer malabares con su componente hist¨®rico en pos de ofrecer una experiencia jugable de estrategia satisfactoria y envolvente. En 2016, Civilization VI volvi¨® a dejarnos ser creadores de nuestras propias historias. Forjar ej¨¦rcitos, construir ciudades, dar nacimientos a grandes nombres¡­ para en ¨²ltima instancia, alzarnos con nuestro imperio y dominar el planeta.

Un par de a?os m¨¢s tarde, este excelente t¨ªtulo llega a la h¨ªbrida de Nintendo. M¨¢s completo, con una legi¨®n de fans y de buenas cr¨ªticas a sus espaldas, y dispuesto a deleitarnos con ese sano vicio del ¡°solo un turno m¨¢s¡±. Esa consigna casi publicitaria que ya acompa?a a la saga desde hace tiempo y que hace gala del componente adicitivo del juego. Una vez metidos en faena, es dif¨ªcil dejar la partida.

Las bondades de este titulo ya las comentamos extendidamente en nuestro an¨¢lisis y es un placer revisitarlas de nuevo poder afirmar que siguen intactas. Para el lector desinformado, vale bien conocer que Civilization VI es un juego de estrategia de tablero por turnos. En el cual tomamos el papel de un l¨ªder hist¨®rico y de su imperio, que gestioneraremos y haremos crecer a lo largo de las diferentes eras de la historia.

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Cada turno se compone una serie de acciones que podremos llevar a cabo con nuestras unidades. M¨¢s all¨¢ de las directrices de sobrevivir y expandirnos, el desarrollo que queramos llevar en nuestra partida es decisi¨®n propia. Podemos explorar el mapa en busca de recursos y establecer contacto con otras civilizaciones, usar trabajadores para construir mejoras en las casillas que componen nuestras ciudades, combatir contra enemigos y mucho m¨¢s. En cada turno, adem¨¢s, ocurren una serie de eventos pasivos que vamos marcando cada ciertos turnos para enfilar nuestro progreso. Podemos investigar nuevas tecnolog¨ªas, establecer principios de cara a modificar nuestro gobierno, o meternos en la producci¨®n de todo tipo de proyectos, desde un puerto para nuestra ciudad o un centro de ocio hasta una unidad de caballer¨ªa. Nuestra civilizaci¨®n se ir¨¢ adaptando al paso del tiempo y de las eras, permiti¨¦ndonos actualizar ej¨¦rcitos, tecnolog¨ªas y construcciones.

Historia, guerra, cultura, religi¨®n, evoluci¨®n. Uno de los principales atractivos de esta entrega es la de poder gestionar nuestra expansi¨®n como queramos. Si bien es cierto que el esp¨ªritu belicoso inherentemente videojueguil puede llevarnos a querer someter el mundo con nuestras lanzas y ca?ones, Civilization VI crea la posibilidad y profundidad necesarias para embarcarnos en carreras culturares o religiosas. Permiti¨¦ndonos expandir nuestro imperio gracias a las artes o el turismo y as¨ª obtener victorias m¨¢s all¨¢ de las que proporciona la guerra y as¨ª poder ganar la partida.

La planificaci¨®n de las ciudades es tambi¨¦n una de las grandes protagonistas de esta sexta entrega. Cada ciudad que creamos para nuestro imperio abre nuevas puertas de cara a explotar nuestra vena urbanista. El cambio est¨¢ en que la producci¨®n de los edificios, maravillas y dem¨¢s arquitectura est¨¢ ahora organizada por distritos que ocupan casillas del tablero. Esto nos lleva a tener que darle vueltas a la planificaci¨®n de nuestra ciudad m¨¢s all¨¢ de ir mirando las estad¨ªsticas que cada proyecci¨®n va a sumar a nuestra ciudad. Ya que cada construcci¨®n en la que nos emprendamos ocupa un lugar f¨ªsico en el mapa, aportando un valor est¨¦tico y tangible que no exist¨ªa antes. Hay maravillas que solo pueden construirse si nos encontramos en el terreno adecuado (Petra solo puede erigirse en casillas de desierto, por ejemplo) as¨ª como edificios que obtienen m¨¢s ventajas seg¨²n c¨®mo sean sus casillas adyacente.

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Una versi¨®n tan adictiva como todoterreno

La versi¨®n para Switch se lanza contando con los beneficios inherentes que tiene la propia consola. En la m¨¢quina de Nintendo, Civilization VI se convierte en una experiencia inmediata y vers¨¢til, alejada de la predisposici¨®n de sobremesa que se asocia al teclado y al rat¨®n. Salvando los tiempos de carga iniciales, el juego gana una inmediatez que no hab¨ªa disfrutado hasta ahora. Poder jugar unos cuantos turnos en un rato libre entre otros menesteres y dejar la consola en reposo para continuar la partida m¨¢s tarde dotan a la experiencia de la saga de una nueva filosof¨ªa, una que no est¨¢ necesariamente asociada con densas sesiones frente al monitor. Aunque colocando la consola en el dock podamos replicar esa experiencia, si as¨ª lo queremos.

La entrada de la saga a Nintendo abre las puertas a un nuevo tipo de jugador: aquel reci¨¦n llegado que tiene aqu¨ª su primer contacto con la franquicia. Firaxis ha pensado en ellos, y al empezar la partida podemos seleccionar entre diferentes estilos de tutoriales seg¨²n si es nuestra primera vez con Civilization, con esta entrega, o con Nintendo Switch (un tutorial que se centrar¨¢ en el manejo de esta versi¨®n m¨¢s que en las reglas del juego en s¨ª).

El trabajo a la hora de guiarnos durante las primeras horas es realmente excelente, y har¨¢n que los primeros compases de partida para aquellos reci¨¦n llegados sean mucho menos ¨¢ridos. La experiencia de Civilization VI, con sus numerosos sistemas y eventos ocurriendo de forma simult¨¢nea, puede ser muy densa. Pero el juego cuenta con una curva de dificultad suave y sabe llevarte de la mano cuando lo necesitas, permiti¨¦ndote incluso dejarte llevar por la corriente de consejos y acciones recomendadas que se te explicitan, hasta que seamos capaces de llevar las riendas. A las pocas horas de juego nos descubriremos tomando decisiones complejas, llevando la cuenta de numerosas gestiones y siendo multitarea. Las partidas en Civilization VI tienen un fabuloso ritmo in crescendo del que, se sea principiante o veterano, es dificil escapar.

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Los jugadores veteranos se encontrar¨¢n con una versi¨®n que mantiene todas las virtudes del original. Se echan en falta algunos elementos, eso s¨ª. No hay componente online como ya se ven¨ªa anunciando desde hac¨ªa tiempo, y parece ser que por alguna raz¨®n la m¨¢s reciente expansi¨®n ¡°Rise and Fall¡± tampoco pas¨® el filtro de esta versi¨®n. Si obviamos estas excepciones, que hacen que no podamos hablar de la versi¨®n mas completa del t¨ªtulo, descubrimos que los enteros los gana por otra parte.

Porque no nos encontramos con un juego falto de contenido, precisamente. Cada partida pueden alargarse decenas de horas, y teniendo en cuenta que contamos 24 civilizaciones (cada una con su l¨ªder, sus propias ventajas y producciones y unidades exclusivas), con cuatro campa?as ¨²nicas muy diferentes entre s¨ª, y con partidas muy personalizables, nuestro tiempo total con el juego puede llegar tranquilamente a los cientos de horas. Horas que en esta ocasi¨®n, no vamos a tener que pasar necesariamente frente al monitor. Civilization VI se suma de maravilla a la filosof¨ªa h¨ªbrida de Switch para permitirnos jugar al juego no solo donde queramos, tambi¨¦n como queramos.

La saga se traslada a los botones del mando de Switch de forma muy c¨®moda e intuitiva. Con L y R desplegando pesta?as de men¨²s, los gatillos para el zoom y los botones frontales para hacer selecciones y como acceso r¨¢pido de ciertas acciones clave. Enfrente del televisor, es muy c¨®modo jugar del modo que elijamos, ya sea con mando o con los joy-con separados. En el modo port¨¢til, la pantalla de la Switch se antoja algo peque?a en comparaci¨®n con la experiencia de sobremesa, pero el buen dise?o de la interfaz de juego facilita en gran medida la legibilidad. Si hemos contado que los controles del mando son intuitivos, los t¨¢ctiles lo son a¨²n m¨¢s. Se nota el paso de la saga iOS en esta traslaci¨®n a Switch. El juego en versi¨®n tablet es c¨®modo, r¨¢pido y responsivo, y de hecho el t¨ªtulo puede jugarse enteramente con los controles t¨¢ctiles, si as¨ª lo decidimos. La opci¨®n m¨¢s interesante es combinar ambos controles, y crear as¨ª el estilo que sea m¨¢s c¨®modo para nosotros.

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A nivel t¨¦cnico, la versi¨®n es realmente impecable. Las concesiones gr¨¢ficas que se han tenido que tomar en esta versi¨®n no empa?an lo que es un juego vistoso, colorido, y con un gran acabado de modelados y texturas, que adem¨¢s se mueve con fluidez en la m¨¢quina de Nintendo. En las horas que hemos jugado, solo hemos tenido un crasheo espor¨¢dico que nos ha sacado del t¨ªtulo. Un detalle casi anecd¨®tico en por lo dem¨¢s una experiencia que combina cantidad y calidad, y en la que estamos deseando seguir sumergi¨¦ndonos.