El verdadero reto de Pok¨¦mon Let¡¯s Go: el silencio alrededor de Rojo

Este art¨ªculo no contiene spoilers argumentales del juego; solo se comentan aspectos que hayan sido confirmados por la propia Nintendo.

Pok¨¦mon Let¡¯s Go Pikachu/Eevee son ya una realidad en las tiendas. La antesala de la octava generaci¨®n se ha materializado en una pareja de t¨ªtulos que nos ha dejado realmente satisfechos, especialmente teniendo en cuenta lo que pens¨¢bamos que nos ¨ªbamos a encontrar. La principal clave de ese convencimiento es que no son tan distintos como los t¨ªtulos tradicionales; de hecho, algunas de sus nuevas ideas son bienvenidas y esperamos verlas de vuelta en el futuro. Pero hay otros aspectos que han calado hondo, y es la presencia de algunos personajes que forman parte de la leyenda de la saga.

El lore de Pok¨¦mon se ha visto siempre alimentado por su comunidad de fans. La falta de una narrativa apoyada por guiones equiparables a los de un gran RPG han obligado a que el jugador de la saga tenga que acudir al manga o a otras entregas, donde poco a poco se fueron revelando secretos y detalles de los acontecimientos previos. Nintendo fue quien se encarg¨® de arruinar la sorpresa de que Azul, Rojo y Verde estar¨ªan en Pok¨¦mon Let¡¯s Go Pikachu/Eevee para Nintendo Switch, pero no dijo el c¨®mo, el d¨®nde ni el cu¨¢ndo.

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Y esa magia es la que nos ha llevado a experimentar una de las inc¨®gnitas m¨¢s gratificantes de toda la saga.

Porque no ten¨ªamos ni idea de d¨®nde se encontraba Rojo, tampoco d¨®nde estaban Azul ni Verde (ni tampoco lo vamos a revelar en este art¨ªculo); sin embargo, intu¨ªamos lo que ten¨ªamos que hacer para luchar contra el primer campe¨®n en la Meseta A?il desde que los cartuchos originales de Game Boy se pusieron a la venta. Si en Pok¨¦mon Oro/Plata/Cristal hab¨ªa que subir a lo m¨¢s alto del Monte Plateado una vez lleg¨¢bamos al Hall de la Fama, en este caso no hay rastro del Monte Plateado.

?D¨®nde?

Entonces se plantea la primera pregunta, ?d¨®nde est¨¢ Rojo? Cuando nos terminamos de pasar el juego, completamos la Pok¨¦dex con sus 151 criaturas (152 si contamos a Meltan) y hacemos algunas de las tareas que nos propone Game Frea en el endgame, era el momento de buscar a Rojo; han pasado veinte a?os tambi¨¦n dentro del juego y queremos verle directamente en nuestra pantalla, comprobar qu¨¦ se escucha en ese momento y qu¨¦ equipo tiene ahora el inolvidable ¡°Trainer Red¡±. De esa pantalla cuadrada sin color han pasado m¨¢s de ochocientas especies, m¨¢s de 50 l¨ªderes de gimnasio. Hemos recorrido todo tipo de regiones y solo nos reencontramos con Rojo en la regi¨®n de Kanto una vez, con los remakes HeartGold y SoulSilver. Hab¨ªa llegado el momento de luchar con el que era y sigue siendo el personaje m¨¢s poderoso de toda la franquicia.

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?Cu¨¢ndo?

En efecto, lo sigue siendo. Despu¨¦s de varias decenas de horas jugando ¡ªy buscando¡ª, abnegados a buscar en Internet su paradero, que comenzaba a descubrirse gracias al datamining, nos topamos con ¨¦l en una de las casualidades m¨¢s inesperadas que pod¨ªamos imaginar. No esper¨¢bamos, ni mucho menos, que fuese a estar ah¨ª en ese momento, ya que hubo un momento en que no estuvo previamente, est¨¢bamos convencidos.

De lo que no est¨¢bamos tan convencidos es de que fuese ese momento el m¨¢s adecuado para librar la batalla, as¨ª que tuvimos que destinar m¨¢s horas para entrenarnos, para idear una estrategia y tratar de predecir con qu¨¦ equipo de seis nos ¨ªbamos a encontrar. Una imagen procedente del artwork original de 1996 nos hizo predecir una de ellas visto lo visto, pero, ?qu¨¦ hab¨ªa del resto? ?Un calco del equipo del manga? ?Una cuesti¨®n de mera sinergia grupal? ?Tendr¨ªa a Pikachu?

Guardando¡­ no apagues la consola

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Una vez est¨¢bamos convencidos (¡°convencidos¡±) de que pod¨ªamos encargar a Rojo, nos dirigimos al lugar donde, si todo segu¨ªa como hasta ahora, seguir¨ªa ah¨ª, esper¨¢ndonos. Un fundido a negro hizo que toda palabra sobrase en ese momento; de hecho, ni nos percatamos de la banda sonora que acompa?aba a este encuentro. El objetivo era ¨²nico: derrotar a Rojo y dar as¨ª por finalizado Pok¨¦mon Let¡¯s Go Pikachu/Eevee, esos t¨ªtulos que parec¨ªan ser un mero tr¨¢mite.

La cosa no comenz¨® bien: dos cr¨ªticos seguidos por su parte, dos predicciones y una par¨¢lisis que no era ¨®bice para que le entrasen los ataques. Tocaba remontar, tirar de ingenio; anticiparnos a los movimientos de por s¨ª anticipados por el rival. De eso trata Pok¨¦mon en la modalidad de singles, de llegar antes que el rival.

Al final, como en aquellos combates de anta?o cuando en vez de una Nintendo Switch ten¨ªamos una Game Boy con alg¨²n que otro ara?azo entre manos, todo se decidi¨® en un 1v1 y, curiosamente, ambos eran el mismo Pok¨¦mon. Hab¨ªa 151 posibilidades, pero tuvieron que coincidir.

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Lanzando una moneda al aire

Dadas las circunstancias del combate, con ambas barras de vida de color rojo esperando el ¨²ltimo golpe que culminase el K.O., nos dimos cuenta de que el ganador de este enfrentamiento no iba a ser otro que el Pok¨¦mon con mayor velocidad. Hab¨ªa que probar suerte y elegir un movimiento que supi¨¦semos que no iba a fallar a falta de disponer de un ataque con prioridad. Supon¨ªamos que Rojo har¨ªa lo mismo.

Como si de una loter¨ªa se tratase, ambos entrenadores hicimos nuestro ¨²ltimo movimiento, eso era seguro: ser¨ªa el ¨²ltimo. Por suerte, nuestra velocidad fue lo suficientemente mayor como para asestar la ¨²ltima estocada y llevarnos la victoria.

Ahora s¨ª: ¨¦ramos Maestros del Combate.

FIN