Pok¨¦mon: Let's Go, Pikachu! / Pok¨¦mon: Let's Go, Eevee!
- PlataformaNSW8
- DesarrolladorGame Freak
- Lanzamiento16/11/2018
- TextoEspa?ol
- EditorNintendo
Pok¨¦mon Let's Go Pikachu/Eevee, An¨¢lisis para Nintendo Switch
La regi¨®n de Kanto regresa una vez m¨¢s, esta vez en Nintendo Switch, y lo hace como un ejercicio arriesgado pero valiente, un t¨ªtulo pensado para todos.
Pok¨¦mon se encuentra en un momento de cambio, un inevitable tr¨¢nsito que toda franquicia de videojuegos experimenta bien sea porque su f¨®rmula comience a dar s¨ªntomas de agotamiento o bien porque las nuevas consolas propongan impl¨ªcitamente dichos cambios. El caso que nos concierne es uno de esos, porque Pok¨¦mon: Let's Go, Pikachu/Eevee es un ejercicio de transici¨®n, un aperitivo aderezado con nostalgia para la esperada octava generaci¨®n que tendremos en 2019, tambi¨¦n en Nintendo Switch.
Pero estas entregas son m¨¢s que eso, por suerte. Tras haber completado el t¨ªtulo, incluida la Pok¨¦dex y el contenido endgame que proponen estos cartuchos de Game Freak, entendemos el objetivo que buscaba el equipo liderado por Junichi Masuda, uno de los proyectos m¨¢s personales y reflexivos de su carrera por motivos que explicaremos a continuaci¨®n. Lo que parec¨ªa una mera conversi¨®n de Pok¨¦mon GO de la app al videojuego ha terminado siendo una experiencia m¨¢s que gratificante donde, a pesar de todas las limitaciones y recortes, contin¨²a sinti¨¦ndose fiel a su esencia. Volvemos a Kanto.
Amanece en Pueblo Paleta
Han pasado veinte a?os desde que Pok¨¦mon Amarillo llegase a las tiendas japonesas en Game Boy, casi dos d¨¦cadas desde que la franquicia de los monstruos de bolsillo irrumpiesen en nuestro pa¨ªs; con ello, numerosos cambios e innovaciones tanto en la industria como en la propia saga principal, que ha ido evolucionando y creciendo hasta alcanzar una profundidad que est¨¢ ah¨ª, que no todos pretenden o quieren conocer, pero que se ha afianzado hasta el punto que coronarnos en la Liga no sea m¨¢s que el principio.
El miedo era evidente, no obstante, con Pok¨¦mon: Let's Go, Pikachu y Eevee, porque no son un remake de Pok¨¦mon Amarillo, no nos confundamos; son una reformulaci¨®n conceptual de arriba abajo de lo que hasta ahora entend¨ªamos como una pareja de entregas tradicionales. Regresamos a la regi¨®n donde el Profesor Oak macera sus progresos en el Laboratorio de Pueblo Paleta, pero veinte a?os despu¨¦s tambi¨¦n en el propio t¨ªtulo. Porque t¨², como avatar, no eres Rojo; tampoco tu rival es Azul, sino que la voluntad aqu¨ª es encarnar a una nueva generaci¨®n de jugadores a los que demos la mano y acompa?emos legando muchas de las implementaciones acaecidas en estas ya maduras siete generaciones previas e incorporando numerosos elementos que han llevado a Pok¨¦mon GO a ser una de las aplicaciones m¨¢s exitosas de todos los tiempos en dispositivos m¨®viles. Y s¨ª, algunas de ellas son bienvenidas.
A nivel estricto, estos t¨ªtulos se ci?en a la s¨¦ptima generaci¨®n, aunque con matices, al renumerar algunas MT, cambiar la potencia de ciertos ataques y tumbar algunas de las cosas que parec¨ªan inamovibles del ADN de la licencia; pero al mantener intacta la tabla de tipos, entre otros aspectos, la transici¨®n de Ultrasol y Ultraluna aqu¨ª es dulce.
Tan dulce como la primera hora de partida, que no esconde su cariz edulcorado con aquello que vemos en pantalla, aunque acompa?ado por la que es posiblemente una de las tres mejores bandas sonoras de toda la franquicia. Junichi Masuda dice adi¨®s en su rol como director, algo que Game Freak deber¨¢ tramitar con conciencia; el problema vendr¨¢ cuando el tambi¨¦n compositor de innumerables entregas principales y spin off decida que ha llegado su final. Ese d¨ªa s¨ª tendremos un problema, especialmente a nivel ac¨²stico, pues lo que tenemos aqu¨ª es un regalo para nuestros o¨ªdos, con composiciones orquestadas, remasterizaciones de las melod¨ªas originales que nos acompa?aron en muchas tardes con amigos en plena Ruta 13, como cuando sin pronunciar palabra sent¨ªas la tensi¨®n y responsabilidad de tener los pies puestos en la Meseta A?il. M¨¢s de veinte a?os despu¨¦s, todo se escucha como debe. Podemos estar tranquilos: todo est¨¢ en su sitio.
Las apariencias enga?an; para bien y para mal
No podemos permitir que estas composiciones sonoras empa?en la realidad del resto del conjunto, un t¨ªtulo bonito en lo art¨ªstico pero claramente limitado en lo t¨¦cnico. Bien sea en port¨¢til o en sobremesa, en sobremesa o en port¨¢til (orden preferido por The Pok¨¦mon Company por eso de vivir la experiencia en cooperativo), el juego luce con una paleta de colores muy variada, con tonalidades ligeramente saturadas y con un alto matiz, lo que hace que los modelados se diferencien mucho entre s¨ª sin la necesidad de recurrir al cel shading. Ese arco¨ªris de color se funde en el Laboratorio a la hora de conocer a nuestro compa?ero de viaje, Pikachu o Eevee. No hay elecci¨®n, como en Amarillo, solo que dependiendo de la edici¨®n escogida nuestro camarada ser¨¢ uno u otro. El protagonismo que recae sobre ellos es total, para algunos ser¨¢ exagerado, porque adem¨¢s de ser nuestro atributo en esta pericia por Kanto ser¨¢ tambi¨¦n una suerte de mascota, recogiendo aquellas mec¨¢nicas introducidas en la sexta generaci¨®n all¨¢ por la regi¨®n de Kalos y su respectiva evoluci¨®n en Alola.
El sabor Nintendogs est¨¢ ah¨ª, una relaci¨®n que incide mucho en lo t¨¢ctil y lo carnal, pero que no se olvida de lo estrictamente personal. La personalizaci¨®n, tanto del Entrenador o Entrenadora inicial, como de nuestro colega no-evolucionable ¡ªpor mucho que lo intentemos, su etapa evolutiva es perenne, como lo fue en su d¨ªa¡ª es progresiva y forma parte de la parte m¨¢s accesoria del juego, permiti¨¦ndonos cambiar de atuendos en todo momento gracias a los trajes, sombreros, lazos, pantalones, zapatos, etc., que recibimos a lo largo de la aventura, como de otros que podremos comprar en el vigente Centro Comercial de Ciudad Azulona y otros emplazamientos de una Kanto que se mantiene tal cual, con todos los ¨¢rboles con posibilidad de corte en su lugar. Literal.
Como dec¨ªamos, la relaci¨®n con Pikachu/Eevee va m¨¢s all¨¢ de un saludo y una animaci¨®n diferente cada vez que accedemos al men¨², que presenta las opciones cl¨¢sicas con una interfaz muy intuitiva y resumida; en nuestro caso, el rat¨®n el¨¦ctrico ten¨ªa momentos de mayor o menor fulgor, ya que parec¨ªa llevar m¨¢s de un caf¨¦ encima, mientras que otras le pasaba algo, as¨ª que pod¨ªamos optar por acariciarle u ofrecerle alg¨²n caramelo. El objetivo es que est¨¦ contento: a mayor felicidad, m¨¢s suerte en combate para aguantar un ataque K.O. con un punto de vida o curarse autom¨¢ticamente de un envenenamiento. Peque?as opciones que, a nuestro parecer, en ocasiones facilitan demasiado las cosas. Decir a su vez que ahora ellos son los que aprenden el equivalente a las MO, as¨ª que ning¨²n Pok¨¦mon tendr¨¢ que lastrar estos movimientos para volar, mover rocas o hacer surf.
Ese empe?o por hacer que Entrenador y Pikachu sean uno, donde no haya un solo momento donde el uno se desprenda del otro, termina haciendo mella en la aventura; no te sientes solo, porque tendremos momentos donde la criatura sale disparada a un ¨¢rbol para recoger un objeto que est¨¢ oliendo de lejos; porque en ese arbusto se esconde un objeto que puede servirnos. No son muchas las veces que sucede, pero reincide en su voluntad de hacernos entender que esta regi¨®n de Kanto est¨¢ m¨¢s viva que nunca, que los Pok¨¦mon salvajes de nuestro alrededor conviven de forma independiente y, por primera vez, visible. Aunque estemos quietos, los Nidoran se mover¨¢n junto a los Oddish corriendo de un lado a otro al tiempo que un Pidgey hace sombra encima de sus cuerpos. En ocasiones, un aura roja o azul aparecer¨¢ encima, indicativo de que son especies m¨¢s grandes o m¨¢s peque?as. Finalmente, mencionar que podemos sacar a cualquier Pok¨¦mon de su Pok¨¦ Ball para que nos acompa?e detr¨¢s, como ya hicieron los remakes de la segunda generaci¨®n (HeartGold y SoulSilver), respetando ahora m¨¢s que nunca las proporciones reales de las criaturas y haciendo que algunas de ellas se conviertan en monturas, como Charizard; otras interesantes no podemos desvelarlas.
Sin miedo y asumiendo riesgos: adi¨®s a los combates aleatorios
Par¨¦monos aqu¨ª, en una de las mayores virtudes de Pok¨¦mon: Let's Go, Pikachu y Eevee, al ser con total seguridad elementos que se deben heredar para Pok¨¦mon RPG Switch 2019: el equilibrio entre encuentros salvajes y sus respectivos combates. Dec¨ªa Junichi Masuda en una entrevista con Famitsu este pasado verano que los debates internos en Game Freak en relaci¨®n a eliminar o no los combates contra especies salvajes existieron, que lleg¨® a ser algo desesperante, pero si hab¨ªa un t¨ªtulo donde ten¨ªan que arriesgar, ¨¦se era Let¡¯s Go. De hecho, el cosmopolita nip¨®n hac¨ªa una analog¨ªa que encaja a la perfecci¨®n con lo que vamos a explicar, ya que se refer¨ªa al proceso de combate-captura a algo muy mecanizado, como la pesca (que tambi¨¦n desaparece):
?Siempre he sentido que debilitar y capturar es una mec¨¢nica muy parecida a la pesca, y hay gente que ya no es aficionada a este tipo de estrategia. Es por ello que quise haces de estos juegos algo m¨¢s disfrutable para una audiencia mayor de fans; as¨ª que decidimos simplificar esas mec¨¢nicas?. Y el resultado podr¨ªa salir mal o podr¨ªa salir bien, algo que dictaminar¨¢n los fans. Para nosotros, tras m¨¢s de 45 horas de partida, los combates aleatorios pueden volver si se elimina la aleatoriedad, que sea a merced de la voluntad del jugador iniciar esos combates. El resultado ser¨¢ entonces un rotundo acierto.
Porque seamos sinceros: Pok¨¦mon estaba envuelta en una proliferaci¨®n de combates aleatorios, algo especialmente acusado en los cartuchos a partir de la quinta generaci¨®n, donde algunas rutas nos hac¨ªan interrumpir el progreso a cada paso. Esto hac¨ªa de la experiencia algo pesado para algunos, ya que en esa ecuaci¨®n hab¨ªa que sumar las decenas de enfrentamientos contra entrenadores y entrenadoras de la regi¨®n pertinente. Ahora las cosas han cambiado: por un lado, combates, pero solo contra entrenadores y contados enfrentamientos contra Pok¨¦mon con un peso acentuado en la historia; por otro, la captura propiamente dicha, como en Pok¨¦mon GO.
As¨ª, con el paso de las horas te das cuenta de que Let¡¯s Go hace del gameplay algo mucho m¨¢s din¨¢mico, m¨¢s fresco, incapaz de agotarse porque convierte la captura en un proceso deliberadamente activo.
Proceso de captura y participaci¨®n del jugador
Tras todas estas decenas de cartuchos, Pok¨¦mon siempre hab¨ªa limitado el proceso de captura en algo eminentemente unidireccional donde ¨²nicamente entraba en juego el hecho de lanzar la Pok¨¦ Ball y¡ cruzar los dedos. La matem¨¢tica hac¨ªa su trabajo, no obstante, teniendo en cuenta la ratio de captura de esa especie en relaci¨®n al tipo de Pok¨¦ Ball. Un algoritmo en el que la aleatoriedad (la fortuna) jugaba un papel clave, donde t¨² como jugador no interven¨ªas.
Ahora s¨ª. Independientemente de si decidimos jugar en modo sobremesa o port¨¢til, bien sea con el Joy-Con o con la Pok¨¦ Ball Plus, el giroscopio est¨¢ intr¨ªnseco en esta mec¨¢nica, obligando al usuario a ser part¨ªcipe de ese momento de uni¨®n entre el objeto y su futurible nuevo miembro del equipo. ?Veis ese Golbat? Vamos a contaros c¨®mo atraparlo.
Ponemos el ejemplo de un Pok¨¦mon de tipo volador porque son los realmente divertidos al no dejar de moverse. Al contrario que en las demostraciones en ferias, donde posiblemente solo se mostraban criaturas de bajo nivel con un comportamiento hier¨¢tico e inm¨®vil, lo normal ser¨¢ que el objetivo est¨¦ desplaz¨¢ndose de un lado a otro, as¨ª que toca mover la consola o el mando para efectuar el lanzamiento en el lugar propicio y en el momento adecuado. Ahora hay que tener en cuenta no solo el tipo de Pok¨¦ Ball sino el c¨®mo, el d¨®nde y el cu¨¢ndo. La circunferencia se va cerrando poco a poco de forma intermitente, como en la app de Niantic, y ser¨¢ m¨¢s o menos f¨¢cil de capturar si usamos una mejor Ball o si utilizamos las bayas. Adem¨¢s, la criatura salvaje nos atacar¨¢, limitando las opciones de acierto en esos segundos; y tambi¨¦n escapar¨¢. El resultado es un proceso de captura activo, donde salir victoriosos es verdaderamente gratificante y donde terminar con la cabeza gacha acarrea cierto sentimiento de culpa. Pod¨¦is imaginar el grado de intensidad que pueden alcanzar los encuentros con criaturas legendarias o aquellas que est¨¢n en su ¨²ltima etapa evolutiva. Si nos tuviesen que preguntar qu¨¦ dejar como legado para esa Generaci¨®n VIII, esperamos que sea esto.
Pero que no cunda el p¨¢nico; ni un ¨¢pice de saturaci¨®n, tampoco de hambre. Nos vamos a hartar de luchar puesto que esa disminuci¨®n de combates precipitada por la ausencia de combates contra salvajes se ve compensada con una sensiblemente mayor cantidad de entrenadores. La pregunta que muchos pod¨¦is haceros acerca de la subida de experiencia y nivel es obvia, si no hay encuentros salvajes, ?c¨®mo se sube de nivel? Muy sencillo: las capturas dan m¨¢s o menos puntos de experiencia teniendo en cuenta si es un lanzamiento de mejor calidad, si es el primer intento, si es una especie con mayor nivel o CP (otra herencia de Pok¨¦mon GO) y, por ¨²ltimo, si se trata de una captura en cadena, el otro gran acierto de Pok¨¦mon Let¡¯s Go.
Captura en cadena, o c¨®mo invitarte a no dejar de intentarlo
Cuando se pusieron a la venta Pok¨¦mon X/Y hace ya cinco a?os, Game Freak implement¨® de forma silenciosa la pesca en cadena, que no era m¨¢s que una invitaci¨®n a concatenar aciertos en la repetitiva mec¨¢nica para aumentar la ratio de aparici¨®n de criaturas Shiny. Una vez se confirm¨® que esto era as¨ª y la comunidad se hizo eco de ello, cientos de jugadores se dispusieron a realizar pescas en cadena, sin fallar, porque eso iba a garantizar que tras decenas (o cientos) de intentos saldr¨ªa una cotizada especie variocolor, esas que en circunstancias normales aparecen una vez cada 4096 (0.0244%) (?anta?o era la mitad!). Con Pok¨¦mon Let¡¯s Go esa idea se lleva a otro nivel¡
¡Y se contempla desde la perspectiva de la captura est¨¢ndar. Volvamos a nuestro Golbat antes mencionado, ese que hemos podido capturar en el T¨²nel Roca antes de llegar a Pueblo Lavanda. Tras la primera captura, si la siguiente acertada es tambi¨¦n de esta misma especie, la cadena ser¨¢ de dos, luego de tres y as¨ª sucesivamente. Solo se rompe la cadena si el Pok¨¦mon escapa o si capturamos una especie distinta, momento donde se iniciar¨¢ la respectiva nueva cadena. A mayor cantidad de aciertos, mayor probabilidad de aparecer una especie Shiny y que se dejen ver a nuestro alrededor criaturas m¨¢s raras, esas con menor ratio de aparici¨®n. ?Adictivo? Mucho.
Combate: el agua en calma
Pasemos al combate propiamente dicho, donde no se presentan pr¨¢cticamente novedades y se perciben con m¨¢s visibilidad las costuras de un juego claramente por debajo de lo que es capaz Nintendo Switch en lo t¨¦cnico, no necesariamente en los aspectos art¨ªsticos, que insistimos hacen del conjunto un producto muy bonito y result¨®n, que entra por los ojos y anhela al p¨²blico m¨¢s joven por su tono jovial y desenfadado. Si bien es cierto que algunas animaciones son espectaculares, sobre todo aquellas que acompa?an los movimientos exclusivos de Pikachu y Eevee, otras son bastante decepcionantes, s¨ªntoma no corregido desde Nintendo 3DS ¡ªdonde ya se pudieron hacer mejor las cosas¡ª, y es una l¨¢stima porque se desaprovechan ciertos ataques que forman parte de los momentos m¨¢s inolvidables del repertorio. Es de esperar, no en vano, que este reciclaje de assets de los t¨ªtulos de s¨¦ptima generaci¨®n se compensen con un empe?o total en recrear con realismo y dinamismo a las m¨¢s de ochocientas criaturas que veremos el pr¨®ximo a?o 2019. En lo que respecta a estos cartuchos, teniendo en cuenta que solo hablamos de las primeras 151 criaturas, fruncir el ce?o es inevitable y el ri?e, por ello, algo necesario.
Por lo dem¨¢s, combates muy parecidos a las entregas de Nintendo 3DS, una interfaz muy limpia y bien dise?ada, donde desaparecen los indicadores de efectividad de los ataques contra el tipo del contrario, algo que no gust¨® a los m¨¢s expertos y se agradeci¨® en el caso de los noveles. Esta vez desaparece; quiz¨¢ el t¨¦rmino medio sea permitir que se habilite y deshabilite desde el men¨², dejando que sea cada cual quien elija de qu¨¦ pistas disponer. Game Freak ha preferido retroceder y obligarnos a pensar en cualquier circunstancia, lo que desde aqu¨ª agradecemos al tratarse de un JRPG.
Lo que s¨ª debemos apercibir es que muchos movimientos antes imposibles de aprender por seg¨²n qu¨¦ especies ahora aparecen como posibles; no solo en el caso de las MT sino tambi¨¦n los movimientos que se aprenden por nivel. Y eso no es todo: algunos movimientos que anta?o se aprend¨ªan en etapas muy avanzadas ahora aparecen mucho antes. Si intentamos buscar una explicaci¨®n l¨®gica de esta decisi¨®n, confiamos en que se debe a la aparici¨®n de ¨²nicamente centenar y medio de especies, lo que obliga a abrir el abanico de opciones de las criaturas para compensar esa carencia de tipos con apenas cinco o seis especies en la Pok¨¦dex de Kanto, como el tipo fantasma, drag¨®n o ps¨ªquico, que apenas ten¨ªa representaci¨®n en esta cordillera. Los combates dobles est¨¢n desde el principio y son posibles tambi¨¦n en multijugador; asimismo, en un momento concreto de la aventura desbloquearemos las Mega Evoluciones, por lo que no hay nada que temer a este respecto, sigue siendo un videojuego tradicional de Pok¨¦mon.
Lo que no es tan tradicional es la desaparici¨®n de los PC. Aunque no se explique en ning¨²n sitio, os avisamos para que cuando entr¨¦is en un Centro Pok¨¦mon no pregunt¨¦is a la Enfermera Joy por su ausencia: el PC ahora forma parte del inventario. As¨ª, cuando entremos a la bolsa veremos un espacio para las Pok¨¦ Ball, el botiqu¨ªn, etc., pero tambi¨¦n la Caja de Pok¨¦mon, donde estar¨¢n las decenas de Pok¨¦mon capturados. Como en estas entregas se nos invita a no dejar de capturar criaturas ¡ªel hecho de aparecer delante de nosotros de forma fortuita incita a ello al hacerlo un proceso voluntario¡ª, tendremos aglomeraci¨®n de especies, sobre todo si optamos por las cadenas. Para aprovechar y resolver estos bancos de peces y dem¨¢s fauna, se hereda otra funci¨®n de la app de Niantic que es la transferencia. Si dispones de 20 unidades de Rattata y solo quieres quedarte con aquella que tiene la naturaleza que buscabas, el resto pueden transferirse al Laboratorio a cambio de un n¨²mero determinado de caramelos¡ que son a su vez los EVs (Puntos de Esfuerzo).
Game Freak ha optado por aprovechar estos caramelos y dotarlos de ese elemento propio de la escena competitiva, dando de m¨¢s valor si cabe a las pescas en cadena, puesto que algunos caramelos ser¨¢n de mayor calidad que otros. Si hacemos una cadena de veinte Zubat recibiremos multitud de caramelos (EVs) que aumentar¨¢n la velocidad de quien los tome. Es decir, si anta?o esos Puntos de Esfuerzo se los quedaba autom¨¢ticamente el Pok¨¦mon que combat¨ªa, ahora tenemos la opci¨®n de delegar esa ganancia de forma totalmente manual, sin necesidad de recurrir a mec¨¢nicas como el Superentrenamiento de la Generaci¨®n VI u otros experimentos derivados. Ahora tenemos el control total de este aspecto.
?Y qu¨¦ hay de los IVs (valores individuales de la gen¨¦tica)?
Si lo tuyo es buscar criaturas perfectas, perfectas de verdad, en Pok¨¦mon Let¡¯s Go es posible de manera m¨¢s tangible. En el men¨² aparecer¨¢ un hex¨¢gono dedicado a los valores individuales, aunque no de forma num¨¦rica, donde podremos ver c¨®mo de desarrollados est¨¢n cada uno de los seis atributos elementales. Cuanto mayor sea la cadena, mejores ser¨¢n los IVs de tu Pok¨¦mon (si sobrepasa los 30 pueden ser incluso perfectos).
Las naturalezas est¨¢n de vuelta, no as¨ª las habilidades y los objetos, que desaparecen, restando parte de la estrategia del videojuego. Que no haya objetos impide que elementos intr¨ªnsecos de la franquicia como una Cinta Focus o Restos se puedan obtener y usar; las habilidades, por su parte, restan tambi¨¦n complejidad y profundidad; un ejemplo m¨¢s de la simplificaci¨®n por la que han optado estas obras. Para muchos dar¨¢ igual, puesto que nunca hicieron caso ni de esto ni de muchas de las cosas que acabamos de mencionar, como los EVs y los IVs, pero otros lo ver¨¢n algo desalentador. Finalmente, tampoco hay crianza, no hay huevos ni eclosi¨®n de ellos. Un t¨ªtulo que, en cierto modo, democratiza muchos de los elementos antes complejos de la saga.
Poniendo las cosas en contexto: qu¨¦ es en realidad Let¡¯s Go
El juego va de frente; no enga?a: esto es lo que hay. Ni m¨¢s, ni menos. ?Son decisiones irreversibles? No, son excepcionales. Game Freak est¨¢ experimentando para evaluar si esta f¨®rmula es viable en el futuro de cara a una futura convivencia entre las entregas puramente tradicionales y la rama Let¡¯s Go, que no nos extra?ar¨ªa que tuviese nuevas iteraciones en el futuro con Johto y dem¨¢s regiones. Si las ventas acompa?an, que no os quepa una sola duda.
La dificultad del t¨ªtulo es otro de los aspectos que m¨¢s preocupaci¨®n han despertado a juzgar por las apariencias. Lo cierto es que se trata de un t¨ªtulo que respeta al m¨¢ximo el nivel que ten¨ªan los Pok¨¦mon de los entrenadores en el cartucho original. Esto lo hemos comprobado emp¨ªricamente visitando, por ejemplo, el gimnasio de Ciudad Azulona en las ediciones de Rojo/Azul/Amarillo, donde Erika presenta una alineaci¨®n intacta respecto a lo que nos hemos encontrado en estas ediciones para la consola h¨ªbrida. Igual con los l¨ªderes previos y posteriores. Lo que queremos decir es que Pok¨¦mon Let¡¯s Go no es un juego m¨¢s f¨¢cil de lo que venimos viendo en los a?os precedentes, sino mucho menos. Los equipos rivales siguen sin ser un desaf¨ªo may¨²sculo, aunque hay aspectos donde s¨ª se reduce la dificultad de forma indirecta, con ejemplos como llegar a encontrarnos casi una treintena de Carameloraro hasta el final de la aventura; que nuestros Pok¨¦mon logren evitar algunos movimientos del rival si tenemos una relaci¨®n de afinidad desarrollada; recibir multitud de objetos de los entrenadores y l¨ªderes al salir victoriosos de un combate¡ Si bien es cierto que el dinero est¨¢ bien calibrado hasta la recta final, sin llegar a sentir que podemos comprar Pok¨¦ Ball a diestro y siniestro ¡ªel ¨ªtem por excelencia en estas ediciones por el ¨¦nfasis que recae sobre la captura¡ª, la cantidad de objetos en el inventario termina siendo descomunal.
Pok¨¦mon Let¡¯s Go cuenta con diferencias entre versiones, como no pod¨ªa ser de otro modo, m¨¢s all¨¢ de Eevee y Pikachu. La fundamental es que hay especies que no se pueden capturar en un cartucho sino que solo est¨¢n disponibles en el otro; y viceversa. Como no podemos revelar de cu¨¢les se trata, simplemente os diremos que ser¨¢ de nuevo inevitable quedar con una persona que tenga la otra versi¨®n u optar por el intercambio online, que rompe la magia del encuentro en persona pero hace el mismo efecto.
El objetivo de todo Entrenador que se precie es, ante todo, completar la Pok¨¦dex, tarea encomendada por Oak desde el d¨ªa que salimos de Pueblo Paleta con el objetivo de derrotar al Alto Mando all¨¢ por la Meseta A?il. Os invitamos a ello, a haceros con los 150 + 1 (recordamos que Mew solo se puede conseguir si compramos la Pok¨¦ Ball Plus), porque la recompensa es gratificante. En el camino, de nuevo el Team Rocket, con Jessie y James como maestros de ceremonias y portadores de casi toda la carga humor¨ªstica de esa sencilla historia. Por desgracia, el rival deja de hacer gala de este calificativo y se convierte en un ?colega? que comparte nuestro mismo sue?o.
No esper¨¦is un Azul, tampoco un Silver; si siquiera alguien como Blasco, sino m¨¢s bien un tipo con una personalidad similar a la de los ?rivales? de las Generaciones VI y VII. Aqu¨ª, al menos, el equipo que presenta en su ¨²ltimo enfrentamiento presenta numerosas sinergias. El reto, con todo, sigue siendo otro: hacerse con todos, bien sea solos o en compa?¨ªa, cada jugador con un Joy-Con para hacer del modo cooperativo ideal para jugar en familia. Un acierto basado en la accesibilidad, tanto para reci¨¦n llegados como para el p¨²blico m¨¢s joven.
Pok¨¦ Ball Plus, cuando un perif¨¦rico te hace volver veinte a?os atr¨¢s
Es curioso, pero Pok¨¦ Ball Plus aporta m¨¢s de lo que esper¨¢bamos a la experiencia. Aunque reconocemos ser muy dados a jugar en modo port¨¢til con cualquier nombre que se presente en Nintendo Switch ¡ªen el caso que nos concierne la resoluci¨®n es 720p con una calidad visual excelente¡ª, esta pareja de entregas se presta a encender el televisor, agarrar el perif¨¦rico con el que hemos podido analizar el t¨ªtulo desde el primer d¨ªa, y no soltarlo. Porque Pok¨¦mon Let¡¯s Go simplifica el esquema de control hasta el punto que parece un calco del mapeado de Game Boy: movimiento, bot¨®n de acci¨®n y bot¨®n de cancelaci¨®n. La Y, por su parte, agitando el mando. Y para de contar. Como si adaptado a los m¨¢s peque?os de la casa se tratase, adaptarnos al lenguaje de la Pok¨¦ Ball Plus o el Joy-Con, que terminan haciendo exactamente lo mismo, es muy agradable.
Cabe decir que el perif¨¦rico es peque?o, una percepci¨®n que se acent¨²a sobre todo si tenemos manos de pianista, pero que no es c¨®modo en ning¨²n momento. Lo que comienza siendo una simple gracia, por eso de que emite sonidos, luces y vibra, termina siendo parte fundamental del proceso de captura, porque es sensible no solo a la acci¨®n de mover de atr¨¢s hacia delante el mando para lanzar la Pok¨¦ Ball dentro del juego, sino porque es tambi¨¦n sensible a la inclinaci¨®n, la posici¨®n y el efecto. Si ese Cubone salvaje se empieza a mover de izquierda a derecha, vas a tener que lanzar a ese lado espec¨ªfico, girando sensiblemente tu mano, tal como har¨ªas con una pelota. La tecnolog¨ªa funciona a las mil maravillas, con la guinda de hacernos mordernos los labios mover t¨ªmidamente los ojos de la pantalla a la Pok¨¦ Ball Plus cuando hemos efectuado el lanzamiento para quedar at¨®nitos ante el resultado¡ ?Se habr¨¢ capturado? Esos instantes de espera dejan de ser magia solo en la pantalla para viajar al mundo real. ?Verde? Capturado; ?Rojo? No hubo suerte. Y s¨ª, lo que escuchamos en cada caso es el grito estilo retro de los originales; que no se nos olvide a qu¨¦ apelan estos t¨ªtulos. Tir¨®n de orejas por relegar a Mew, criatura legendaria n¨²mero 151 de la Pok¨¦dex, solamente se pueda conseguir comprando este mando. Un DLC de pago.
A eso tenemos que a?adir la conexi¨®n con Pok¨¦mon Go y la opci¨®n de llevar de paseo a nuestro camarada cuando queramos. Tras probarlo, llegamos a la conclusi¨®n de que es una suerte de Pok¨¦Walker (perif¨¦rico que se vendi¨® conjuntamente con HeartGold y SoulSilver) con la esencia del Pok¨¦mon Go Plus. La idea original de Tsunekazu Ishihara hace ya una d¨¦cada se plasm¨® en Nintendo DS con un pod¨®metro que contaba los pasos y los convert¨ªa en recompensas y puntos de experiencia. El tambi¨¦n conocido por el siempre eterno Satoru Iwata ?Rey de los juguetes port¨¢tiles? regresa, esta vez sin pantalla, pero convertido en mando. La posibilidad de llevar de paseo a nuestro compa?ero facilita la consecuci¨®n de recompensas y tambi¨¦n sirve para conectar con Pok¨¦mon GO, cuya conectividad nos ha gustado por la forma tan inteligente que se ha usado para que el uno se retroalimente del otro.
Por un lado, quienes compren Pok¨¦mon Let¡¯s Go van a instalar de nuevo Pok¨¦mon Go con total seguridad al ser la ¨²nica manera de obtener a Meltan (bien jugado, profesores Oak y Willow); si lo miramos a la inversa, quienes miraban con incredulidad estas entregas pero s¨ª se lanzaron al universo de Niantic, tienen aqu¨ª el complemento perfecto para transferir sus criaturas, tanto normales como Shiny, al t¨ªtulo de Nintendo Switch gracias al Pok¨¦mon Go Park. Una vez terminada la Liga tendremos acceso a los Master Trainer, entrenadores expertos en una especie concreta, algo que nos sabe a poco al ver lo que se hizo con los remakes de Kanto y sus inolvidables Islas Sete, que aqu¨ª no est¨¢n.
Hemos analizado Pok¨¦mon Let¡¯s Go Pikachu con una copia suministrada por Nintendo Espa?a. Asimismo, hemos utilizado Pok¨¦ Ball Plus, tambi¨¦n suministrado por la editora.
Conclusi¨®n
Pok¨¦mon Let¡¯s Go es un viaje a trav¨¦s del tiempo. Si bien estos t¨ªtulos puente, ante todo revulsivo para la llegada la esperada octava generaci¨®n en 2019, nos hacen regresar veinte a?os atr¨¢s con una reimaginaci¨®n de Amarillo en Game Boy, respetando hasta el m¨ªnimo ¨¢pice, vemos tambi¨¦n c¨®mo Game Freak se atreve a dar pasos hacia un lado que, quiz¨¢, en el futuro se entiendan como pasos hacia delante. Duele que desaparezcan la crianza, habilidades y objetos; que se hayan simplificado algunas cosas en demas¨ªa. Sin embargo, al final ha resultado ser un acierto limitar los encuentros contra Pok¨¦mon salvajes a merced de la voluntad del jugador, el nuevo sistema de captura donde somos parte activa y que, sobre todo, se sigan sintiendo como un verdadero videojuego. Lo que s¨ª son, ante todo, es una pareja de cartuchos id¨®nea como puerta de entrada a la franquicia, tanto por el m¨¦todo como por la forma; obras deliberadamente calculadas para encandilar al fan por su apartado art¨ªstico y sonoro, por servir la nostalgia en plato caliente, pero tambi¨¦n por c¨®mo lo presenta. Ese lenguaje Pok¨¦mon sigue ah¨ª, esta vez desmarcado de lo tradicional, pero siendo sincero con el usuario: esto es una v¨ªa paralela de entender la franquicia principal y, posiblemente, no sea la ¨²ltima vez que la veamos. Let¡¯s Go puede llegar para quedarse.
Lo mejor
- Convertir los encuentros salvajes en algo voluntario, no aleatorio.
- El nuevo sistema de captura, un proceso activo y din¨¢mico.
- La captura en cadena y su incentivo: mejores IVs y facilidad de Shiny.
- Convertir los caramelos en los EVs: un competitivo m¨¢s accesible y tangible.
- Brillante en lo art¨ªstico; memorable banda sonora¡
Lo peor
- ¡aunque muy limitado en lo t¨¦cnico.
- Ausencia de crianza y habilidades.
- Poder excesivo para Pikachu y Eevee.
- Capturar a Mew, imposible si no compras Pok¨¦ Ball Plus.
- Contenido endgame limitado.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.