Media Molecule y Dreams: la imaginaci¨®n al servicio del jugador

Cuando se mencionan los estudios de desarrollo entre los que cuenta Sony como first party, suelen salir a relucir nombres como Guerrilla Games, Sucker Punch, Quantic Dream, y sobre todo, Naughty Dog. Sin embargo, rara vez lo hace el de un equipo brit¨¢nico cuya capacidad para sorprender parece absolutamente inagotable, como es Media Molecule. Este estudio fundado por ex de Lionhead Studios -a su vez fundado por Peter Molyneux- comenz¨® a trabajar con la marca PlayStation con Little Big Planet, y desde entonces, no ha dejado de crear una comunidad alrededor de esta IP, al mismo tiempo que ha sido capaz de hacer sonreir a todo el mundo con sendos Tearaway.

Ahora, se disponen a hacer lo propio con Dreams, un juego que fue anunciado hace ya seis a?os, concretamente en la Gamescom 2012, y cuyo concepto inicial no termin¨® de estar claro. De hecho, no lo ha estado hasta hace bien poco, cuando Media Molecule dej¨® patente que no se trataba sino de una f¨®rmula evolucionada de la conocida con LBP: crea, comparte y juega.

Media Molecule, la sonrisa de PlayStation

Si tuvi¨¦ramos que definir los juegos de MM con una palabra, esa ser¨ªa simpat¨ªa, en todos sus aspectos. Cuando uno echa un vistazo r¨¢pido a Little Big Planet piensa que est¨¢ ante un plataformas en 2D m¨¢s, pero la franquicia fue evolucionando hasta convertirse en una herramienta de creaci¨®n casi infinita con la que sus jugadores eran capaces de crear aut¨¦nticas virguer¨ªas. La complejidad de las creaciones era directamente proporcional al tiempo que el jugador estuviera dispuesto a invertir, y de esta manera, pod¨ªamos disfrutar tanto de niveles plataformeros tan caracter¨ªsticos del t¨ªtulo como minijuegos que poco tienen que ver con su concepto original.

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El nivel de popularidad al que lleg¨® esta marca fue tal que su protagonista, un mu?eco de trapo remendado hasta la saciedad como Sackboy ya es considerado uno de los iconos de PlayStation. La mec¨¢nica era siempre la misma a lo largo de tres entregas, pero Media Molecule siempre se empe?aba en implementar nuevas caracter¨ªsticas como nuevos personajes, modos cooperativos y por supuesto, nuevas herramientas para dar rienda suelta a la imaginacion, hasta que Sumo Digital cerrara de manera m¨¢s que solvente una trilog¨ªa vers¨¢til en cuanto a p¨²blico, disfrutable por peque?os y mayores.

Sin embargo, creemos que vale la pena detenerse en un t¨ªtulo que suele pasar desapercibido ante la mayor popularidad de Little Big Planet, pero que es imaginaci¨®n en estado puro: Tearaway, lanzado para PS Vita en 2013, y su hermano mayor, Tearaway Unfolded, para la sobremesa de Sony. El primero llegar¨ªa en un momento en que todav¨ªa se insist¨ªa en aprovechar al m¨¢ximo la mayor cantidad de caracter¨ªsticas de la port¨¢til, dando como resultado a veces funciones que estaban a todas luces metidas con calzador. Panel t¨¢ctil trasero, giroscopio, c¨¢mara, micr¨®fono... PS Vita ofrec¨ªa todas estas peculiaridades, y hab¨ªa que sacarles partido de cualquier manera, aunque fuera a cosa de forzar la experiencia. Pocos estudios acertaron, y Media Molecule no solo fue uno de ellos, sino que lo hizo de una manera brillante.

El mundo de papel de Tearaway no era sino una colecci¨®n de situaciones imaginativas en las que todas estas caracter¨ªsticas de la consola parec¨ªan casi exclusivamente pensadas para ¨¦l. Iota y Atoi eran dos protagonistas ficticios -ya que el protagonista es el propio jugador- de uno de esos juegos que consiguen evadir completamente a quien los disfruta, haci¨¦ndolo creer que de verdad forma parte de un universo diferente... casi literalmente, como quienes lo hayan jugado sabr¨¢n. Como no pod¨ªa ser de otra manera, Tearaway fue aclamado por la cr¨ªtica y tambi¨¦n por los jugadores, no qued¨¢ndole m¨¢s remedio a ambos que rendirse a la rebosante creatividad que destilaba el juego, y que dar¨ªa pie a una versi¨®n mayor en PlayStation 4.

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Y es que como sabemos, el Dual Shock 4 tambi¨¦n posee ciertas funciones, aunque ni mucho menos al nivel de PS Vita. As¨ª naci¨® Tearaway Unfolded, tambi¨¦n con el objetivo de que fueran m¨¢s los jugadores que pudieran descubrir el mundo que hab¨ªa creado Media Molecule, esta vez con la colaboraci¨®n de los suecos de Tarsier Studios. Las m¨¢s limitadas funciones del mando de PS4 no fueron ¨®bice para que se repitieran situaciones una y otra vez, y de nuevo, se hizo gala de originalidad para hacer sentir al jugador que no solo controla un personaje, sino todos y cada uno de los aspectos del juego, incluido su entorno. Este dejar¨ªa a¨²n m¨¢s patente que Media Molecule no sabe hacer juegos convencionales, aunque no conviene caer en enga?os, tampoco desafiantes. El objetivo, siempre cumplido, es sorprender, no exigir.

Dreams, la evoluci¨®n definitiva

Y as¨ª lleg¨® Dreams, el que apunta a ser uno de esos juegos que prometen cambiar nuestra manera de jugar a videojuegos, algo que muchos han prometido y pocos han cumplido, porque no es f¨¢cil innovar. No obstante, si hay alguien capaz de hacerlo son estos brit¨¢nicos, que tienen el desaf¨ªo de conjugar su f¨®rmula anteriormente mencionada de "crea, comparte y juega" de manera conjunta, sin que supongan tres aspectos claramente diferenciados. Es este un juego que comenz¨® pareciendo un "editor de experiencias" y que recientemente el estudio ya habla de ¨¦l como mucho m¨¢s que eso, llegando a dejar bien claro que podremos crear cualquier tipo de juego salvo un MMO. Esa es la ambici¨®n actual, y es que en los seis a?os que han transcurrido desde su anuncio, su evoluci¨®n ha sido evidente.

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De nuevo se insiste en explotar al m¨¢ximo todas las posibilidades que ofrece en este caso PlayStation 4, lo que incluye perif¨¦ricos marginales -en comparaci¨®n con el DS4- como los mandos Move, PlayStation Camera y por supuesto, PlayStation VR, dispositivo para el cual tambi¨¦n ser¨¢ posible crear experiencias y juegos. La pregunta que surge inevitablemente es d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites de Dreams, y la respuesta seguramente se encuentre en la imaginaci¨®n y el tiempo disponible del jugador y de la comunidad en general.

Sea como fuere, una vez m¨¢s, este simp¨¢tico estudio volver¨¢ a hacernos sonreir y hacernos exprimir nuestra imaginaci¨®n en una experiencia que, lejos de ser guiada, construiremos todos juntos.