Meltan y el misterio de los Pok¨¦mon singulares
El anuncio de Meltan revolucion¨® a la comunidad de Pok¨¦mon GO. Sobre todo al revelarse que era un Pok¨¦mon singular, una figura misteriosa en la que aqu¨ª profundizamos.
El pasado 22 de septiembre, los aficionados de Pok¨¦mon experimentaron una aut¨¦ntica revoluci¨®n. Era una jornada especial, el D¨ªa de la Comunidad en Pok¨¦mon GO. Chikorita iba a ser el gran protagonista del evento, pero una afable criatura jam¨¢s vista acapar¨® todas las miradas. Imaginad la sorpresa de quien, en vez de hallar a uno de los iniciales de Johto, se topara con un nuevo Pok¨¦mon. Su cuerpo amorfo, coronado por una suerte de tuerca y reminiscente del de Ditto, caus¨® una gran conmoci¨®n. Especialmente cuando, una vez capturado, tornaba en el propio Ditto, como si se tratara de una broma del Pok¨¦mon m¨¢s aclamado en las guarder¨ªas de Kanto, Johto y el resto de regiones.
No tardaron en empezar a brotar rumores de toda ¨ªndole. Hubo quienes afirmaron que el extra?o ser era un placeholder sin importancia. Otros, que s¨ª creyeron que se trataba de una nueva criatura que a?adir a la extensa lista de Pok¨¦mon existentes, razonaron que Niantic hab¨ªa cometido un yerro imperdonable, como si el in¨¦dito monstruo de bolsillo se les hubiera escapado antes de tiempo. Ambas corrientes de opini¨®n estaban equivocadas. Cuando Kento Suga, l¨ªder de marketing de Niantic, empez¨® a tuitear sobre dicho Pok¨¦mon, qued¨® claro que aquello era una filtraci¨®n absolutamente intencional. Acto seguido, el misterioso Pok¨¦mon comenz¨® a alternar apariciones masivas en Jap¨®n, Europa y Norteam¨¦rica. Pese a que todav¨ªa era complicado aseverar qu¨¦ estaba ocurriendo, todo apuntaba a que no era un error torpe e inocente de Niantic. El nuevo Pok¨¦mon era real, fruto de una campa?a de marketing viral -t¨¦rmino, este ¨²ltimo, siempre tan vinculado a Pok¨¦mon GO-.
El nacimiento de Meltan
Tres d¨ªas despu¨¦s, el canal oficial de Pok¨¦mon en YouTube esclareci¨® lo sucedido con un v¨ªdeo. En ¨¦l, el Profesor Willow hace una de sus rutinarias llamadas al Profesor Oak para enviarle una criatura. El docto del juego para m¨®viles indica al sabio de Kanto que tiene un Ditto para ¨¦l, pero no uno cualquiera. Willow describe lo acontecido d¨ªas ha, detallando que ese Ditto estaba transformado en un Pok¨¦mon desconocido cuando ¨¦l lo captur¨®. Anonadado y desconcertado, Oak exclama que se trata de un ser nunca antes visto en ninguna regi¨®n. De repente, el anciano de Kanto recuerda haber visto a ese extra?o monstruo de bolsillo en un texto antiguo. ¡°Puede que se trate del Pok¨¦mon singular¡ ?Meltan!¡±, exclam¨® Oak al tiempo que bautizaba al primero de los capsule monsters parido por Pok¨¦mon GO.
De la revelaci¨®n de su nombre y algunos datos adicionales, como su tipo Acero, su peso y su altura, surgieron dos dudas m¨¢s. La primera, si Meltan pertenec¨ªa a la s¨¦ptima generaci¨®n o era un anticipo de la octava y de los t¨ªtulos tradicionales de Pok¨¦mon que llegar¨¢n en 2019 para Nintendo Switch. Joe Merrick, creador y responsable del medio especializado en Pok¨¦mon Serebii, clarific¨® que Meltan corresponde a la vigente s¨¦ptima generaci¨®n, al igual que los juegos Let¡¯s Go Pikachu y Eevee o las aventuras transcurridas en Alola. Nuestro redactor Sergio Gonz¨¢lez lo resumi¨® y aclar¨® en MeriStation, anulando cualquier sospecha sobre la generaci¨®n a la que pertenece Meltan.
No obstante, del anuncio del adorable Pok¨¦mon naci¨® una segunda duda, m¨¢s vinculada con el lore general de la saga que con la criatura en s¨ª. Al estar tan relacionado con Pok¨¦mon GO, juego en el que no se profundiza tanto en la di¨¦gesis de la serie como en los t¨ªtulos de la l¨ªnea principal y con un p¨²blico menos ducho en ese ¨¢mbito, no todos entendieron a qu¨¦ se refer¨ªa Oak con el t¨¦rmino ¡°Pok¨¦mon singular¡±. Conviene discernir, y tal es el prop¨®sito de estas l¨ªneas, qu¨¦ son estas criaturas y que las diferencia de los monstruos de bolsillo corrientes o de los legendarios, con los que tanto tienden a confundirse.
?Qu¨¦ son los Pok¨¦mon singulares?
Existen ciertos rasgos que convierten a los Pok¨¦mon singulares en espec¨ªmenes ¨²nicos dentro del universo concebido por Satoshi Tajiri. Es una figura dif¨ªcil de abordar y rodeada de misterios, una sobre la que abundan los mitos y escasean las certezas. No en vano, en Jap¨®n se los tilda de ilusorios, recalcando ese componente irreal, casi de cuento, que los rodea. Hasta la fecha, contando con la reciente incorporaci¨®n de Meltan, la n¨®mina de Mythical Pok¨¦mon, como se los conoce en ingl¨¦s, suma un total de 20 efectivos.
Aunque durante las dos primeras generaciones de Pok¨¦mon solo se a?adi¨® uno por regi¨®n, as¨ª como se descubrieron un par en Hoenn, el torrente de seres singulares ha sido incesante desde que Game Freak nos transport¨® a Sinnoh. Precisamente, la cuarta generaci¨®n es la que m¨¢s criaturas ha aportado a esta categor¨ªa, con cinco. Quinta se qued¨® muy cerca, con cuatro, los mismos Pok¨¦mon que s¨¦ptima, mientras que sexta nutri¨® la cuenta con tres ejemplares. En total, la lista cuenta con: Mew, Celebi, Jirachi, Deoxys, Phione, Manaphy, Darkrai, Shaymin, Arceus, Victini, Keldeo, Meloetta, Genesect, Diancie, Hoopa, Volcanion, Magearna, Marshadow, Zeraora y Meltan.
Las dos decenas de monstruos de bolsillo citados comparten una serie de caracter¨ªsticas que contribuyen a definir qu¨¦ es un Pok¨¦mon singular. Su nivel de rareza est¨¢ un pelda?o por encima de los archiconocidos legendarios, tanto que no est¨¢n disponibles en el propio juego (salvo por una excepci¨®n que detallaremos pronto) y que tan solo pueden obtenerse merced a alg¨²n tipo de evento o distribuci¨®n especial. A ese respecto, su obtenci¨®n ha ido variando con el tiempo.
A?os ha, lo com¨²n era otorgar un objeto especial que iniciara un evento ¨²nico en el propio juego para iniciar un combate contra ellos, mientras que en la actualidad constituyen poco m¨¢s que un obsequio promocional que obtener sin m¨¢s esfuerzo que conectarse a internet cuando The Pok¨¦mon Company los reparte. Pese a que sigan gozando de cierta relevancia en el lore y especialmente en las pel¨ªculas de la saga, hubo un tiempo en el que su rareza tambi¨¦n era extradieg¨¦tica. El relato sobre sus virtudes inundaba todos los rincones de patios y placetas, pues hab¨ªa que conseguir un objeto misterioso y visitar islas desconocidas para hacerse con ellos. Incluso hubo unos a?os en los que el evento en s¨ª mismo consist¨ªa en desplazarse hasta la playa para un reparto presencial. Cualquiera que haya soportado colas interminables bajo el abrasador sol de julio o que se haya aventurado en Isla Suprema en pos del err¨¢tico y escurridizo Mew nos entender¨¢.
Otro rasgo en c¨®mun que certifica su excepcionalidad es el hecho de que no es necesario haberlos registrado en la Pok¨¦dex Nacional para completar dicha enciclopedia, uno de los grandes retos de cada edici¨®n, especialmente ahora que la lista roza los novecientos Pok¨¦mon. De ah¨ª que la informaci¨®n que aparece en el invento de Oak tras atraparlos tenga m¨¢s de mito vetusto que de trabajo de campo contrastado. Ninguno de los siete doctos que nos otorgan nuestro primer Pok¨¦mon exigen que capturemos a uno de los singulares para darse por satisfechos, tal es su rareza. Asimismo, como criaturas singulares de evento, tampoco pueden intercambiarse por la GTS. No son productos con los que comerciar, sino encarnaciones de leyendas que admirar.
Hay un ¨²ltimo paralelismo significativo, vinculado con la vertiente competitiva de la franquicia, que explicita lo ¨²nico de estos Pok¨¦mon. No tanto en el plano del lore, sino por su distribuci¨®n limitada al obtenerse v¨ªa evento. Los 20 monstruos de bolsillo singulares listados hace unos p¨¢rrafos est¨¢n prohibidos en lugares como el Frente Batalla o el ?rbol de Combate, tal y como ocurre con las batallas por puntos en el online o en los torneos oficiales del formato Video Game Championships (VGC). Sin embargo, a lo largo de las ¨²ltimas generaciones se han creado torneos especiales con reglas que s¨ª admit¨ªan el uso de Pok¨¦mon singulares, mas se trata de casos contados.
Diferencias entre los Pok¨¦mon de leyenda
Salvo en los medios japoneses, no hubo distinci¨®n alguna entre los Pok¨¦mon legendarios y los singulares hasta la quinta generaci¨®n. Anteriormente, todos entraban dentro de un mismo saco de monstruos de bolsillo muy poderosos y complicados de obtener. La llegada a Teselia dividi¨® a estas criaturas en dos grandes grupos y reivindic¨® las m¨²ltiples diferencias entre ambos que existen. La m¨¢s obvia consiste en que los legendarios, pese a ser raros de ver, son m¨¢s comunes que los singulares. Los primeros aparecen una vez en cada juego, sin necesidad de recurrir a un evento especial para avistarlos. A nivel in-game, asumen el rol de jefes finales, el desaf¨ªo de captura ¨²ltimo que todo entrenador debe superar para completar la Pok¨¦dex y proclamarse Maestro Pok¨¦mon. Asimismo, los legendarios acostumbran a protagonizar las portadas de los juegos.
S¨ª tienen un papel en la escena competitiva, pero solo cuando esta adopta el formato GS Cup. Cuando no se juega con reglas especiales de esa ¨ªndole, est¨¢n prohibidos en plazas como el Frente Batalla y el ?rbol de Combate. Son 20 en total, siendo el primero de los legendarios Mewtwo, mientras que el ¨²ltimo conocido hasta la fecha es Necrozma. La lista completa de legendarios incluye a los siguientes Pok¨¦mon: Mewtwo, Lugia, Ho-Oh, Groudon, Kyogre, Rayquaza, Dialga, Palkia, Giratina, Reshiram, Zekrom, Kyurem, Xerneas, Yveltal, Zygarde, Cosmog, Cosmoem, Solgaleo, Lunala y Necrozma. Varios de ellos poseen formas alternativas e incluso megaevoluciones, lo que hiperboliza las cotas de poder que son capaces de alcanzar. Sus estad¨ªsticas, las m¨¢s altas del juego, oscilan entre los 600 y los 720 puntos totales.
Los m¨¢s experimentados en la saga ya se habr¨¢n percatado de que, para que nuestra descripci¨®n encaje con lo que plantean las obras, debe haber un tercer grupo. En efecto, faltan nombres. Hay ciertos legendarios, a los que para el prop¨®sito de estas l¨ªneas llamaremos sublegendarios, que tienen estad¨ªsticas y restricciones bastante distintas a las de las criaturas descritas en el p¨¢rrafo anterior y, por ende, tambi¨¦n a las de los seres singulares. Los sublegendarios tambi¨¦n aparecen una vez por t¨ªtulo, aunque su participaci¨®n en la historia principal no tiene ni mucho menos el mismo peso que la de los legendarios de portada. Algunos de ellos son seres errantes, como los Perros Legendarios de Johto: Entei, Suicune y Raikou. La mayor¨ªa, eso s¨ª, forma parte de un peque?o grupo compuesto por entre dos y cuatro integrantes que comparten varios rasgos entre s¨ª. Es el caso de los propios Perros Legendarios citados anteriormente, as¨ª como de los Tapus de Alola o el tr¨ªo de genios que forman Landorus, Thundurus y Tornadus. Los Ultraentes, seres misteriosos procedentes de otra dimensi¨®n, tambi¨¦n forman parte de este grupo.
Los sublegendarios pueden participar en todos los modos de juego, desde el Frente Batalla hasta el ?rbol de Combate, pasando por el online de 3DS y por el formato oficial de VGC. Esto se debe a que sus dotes para el combate, si bien formidables, no centralizan el metajuego al mismo nivel que las de los legendarios. A ese respecto, sus estad¨ªsticas var¨ªan entre 534 y 670 puntos. En este ¨²ltimo colectivo, el m¨¢s numeroso, entran: Articuno, Zapdos, Moltres, Raikou, Entei, Suicune, Regirock, Regice, Registeel, Latias, Latios, Uxie, Mesprit, Azelf, Heatran, Regigigas, Cresselia, Cobalion, Terrakion, Virizion, Tornadus, Thundurus, Landorus, C¨®digo Cero, Silvally, Tapu Koko, Tapu Lele, Tapu Bulu, Tapu Fini, Nihilego, Buzzwole, Pheromosa, Xurkitree, Celesteela, Kartana, Guzzlord, Poipole, Naganadel, Stakataka y Blacephalon.
La magia del rumor, la esencia de los singulares
Una vez definidos todos estos grupos de Pok¨¦mon especialmente poderosos y poco comunes, conviene reparar en la que sin duda es la caracter¨ªstica definitoria de los singulares: su peso extradieg¨¦tico y los rumores en torno a ellos. Seres como Mew o Celebi trascend¨ªan la pantalla de las vetustas Game Boy para invadir cualquier rinc¨®n en el que hubiera un peque?o fan de Pok¨¦mon. Para entender esto mejor, sobre todo si fuisteis ni?os durante la pok¨¦man¨ªa de finales de los 90 y principios de los 2000, os instamos a remontaros a vuestros d¨ªas en el patio del colegio o en la placeta. En aquella ¨¦poca, cuando la vida nos dejaba margen para compaginar nuestros deberes con la investigaci¨®n sobre los Pok¨¦mon, abundaban los rumores.
La socializaci¨®n de internet todav¨ªa no era absoluta, de modo que su uso no estaba tan extendido como en la actualidad y era harto complicado contrastar las miles de habladur¨ªas que pronto proliferaron sobre las criaturas de Game Freak. Cierto es que abundaban los debates sobre qu¨¦ Pok¨¦mon eran m¨¢s fuertes o m¨¢s impresionantes, pero nuestra imaginaci¨®n volaba de verdad solo cuando trat¨¢bamos de entender a los entes singulares. De hecho, por aquel entonces ni siquiera sab¨ªamos que pose¨ªan dicha denominaci¨®n. Uno pod¨ªa acudir a los m¨¢s mayores en busca de consejos para capturar a Mewtwo o a los P¨¢jaros Legendarios, pero su localizaci¨®n era una sola y acceder a ellos era asequible. Todo lo contrario que con Pok¨¦mon singulares como Mew, del que ni los campeones de la liga sab¨ªan con certeza d¨®nde se ocultaba. Pronto se difundieron todo tipo de rumores, la mayor¨ªa vinculados a un misterioso e inaccesible cami¨®n en el puerto de Ciudad Carm¨ªn. Es ese misticismo, esa incertidumbre e inocencia propias de los p¨¢rvulos, lo que torna en especiales a los Pok¨¦mon singulares.
El autor de estas l¨ªneas recuerda con bastante cari?o a tres criaturas en concreto a cuya b¨²squeda y entendimiento dedic¨® grandes esfuerzos y una ingente cantidad de recreos. Mew fue el primero de esos seres en arrebatarnos el sue?o, sobre todo a ra¨ªz de su aparici¨®n en la pel¨ªcula con la que The Pok¨¦mon Company debut¨® en la producci¨®n f¨ªlmica. Al aparecer por casualidad, merced a un glitch, nadie supo definir una localizaci¨®n exacta. No tener posibilidad de comprobar qu¨¦ estaba ocurriendo en Jap¨®n con Mew impidi¨® entender que aquello era un error -uno que salv¨® a la saga del ostracismo- y que no hab¨ªa forma de conseguirlo sin romper el juego.
La revista nipona CoroCoro, en un sorteo organizado junto a Nintendo, lo reparti¨® a 20 japoneses afortunados. Evidentemente, los j¨®venes espa?oles no ten¨ªamos ni la m¨¢s remota idea de aquello y seguimos empe?ados durante much¨ªsimo tiempo en que alguno de nuestros compa?eros digitales podr¨ªa mover el dichoso cami¨®n. No tardaron en surgir cientos de teor¨ªas sobre c¨®mo llegar hasta el auto y la relaci¨®n de aquel rosado travieso con Mewtwo, a cada cual m¨¢s inveros¨ªmil. Mew surgi¨® en un contexto id¨®neo, uno de inocencia absoluta en el que la magia del boca a boca todav¨ªa hechizaba nuestras mentes infantiles. Tal es su importancia que el difunto Iwata lo recuerda como el responsable del ¡°momento en que el futuro de Pok¨¦mon dio un vuelco¡±.
Hubo que aguardar a la segunda generaci¨®n para que otro Pok¨¦mon singular causara un revuelo semejante. Las ediciones Oro y Plata quisieron ser algo m¨¢s que una secuela de los t¨ªtulos precedentes, mostrando una tradicional Johto en clara oposici¨®n a la moderna Kanto. Esa variedad tem¨¢tica tambi¨¦n se reflej¨® en la confecci¨®n del mito del Pok¨¦mon singular de la segunda generaci¨®n, Celebi. Mientras que Mew protagoniz¨® varios experimentos hipertecnol¨®gicos que acabaron resultando en Mewtwo -qui¨¦n sabe si tambi¨¦n en Ditto-, toda la mitolog¨ªa en torno a Celebi est¨¢ relacionada con la naturaleza. Por algo se le conoce como guardi¨¢n del bosque. El tambi¨¦n protector del encinar de Johto cuenta con un santuario construido en su honor en dicho emplazamiento, la primera evidencia directa a un Pok¨¦mon singular en los juegos. Ese es un matiz crucial para entender por qu¨¦, de nuevo, los patios se colmaron de especulaciones sobre c¨®mo invocarlo.
El grado de locura colectiva volvi¨® a alcanzar cotas incre¨ªbles, tanto como para llegar a proponer que el m¨¦todo para conseguir a Celebi era tirar 100 Master Ball junto al Encinar para que, furioso por ensuciar el bosque, esa suerte de duende apareciera y combatiera con nosotros. No necesitamos aclarar que, obviamente, este no era el modo de invocarlo. Pero no iba desencaminado. A diferencia de todas las imprecisiones acerca de Mew, tanto en el lugar en el que hallarlo como en los objetos imprescindibles para ello, con Celebi se acert¨® el d¨®nde y el qu¨¦.
Era necesario acudir al santuario del Encinar con una Pok¨¦ Ball tanto o m¨¢s especial que la infalible Master Ball, por lo que es l¨®gico que muchos intentaran locuras como la ya descrita. Celebi solo cont¨® con un evento in-game oficial en Jap¨®n, puesto que para conseguir la GS Ball, objeto que desbloquea el enfrentamiento con ¨¦l, hab¨ªa que recurrir al Pok¨¦mon Mobile System GB. Este sistema permit¨ªa conectar la Game Boy Color al m¨®vil para intercambiar Pok¨¦mon, combatir y recibir noticias o, en este caso, la GS Ball. Nunca sali¨® de tierras niponas, por lo que hubo que esperar hasta la edici¨®n Cristal para la consola virtual de 3DS, la primera que permiti¨® conseguirlo fuera de Jap¨®n de forma legal y sin evento de por medio. Su naturaleza misteriosa, la magia que lo rodeaba y lo cerca que se quedaron los rumores de acertar convirtieron a Celebi en el objeto de deseo de todo entrenador de Johto, tornando en objeto de debate en cada placeta y demostrando qu¨¦ es lo que hac¨ªa especiales a los Pok¨¦mon singulares.
El caso de Deoxys, el ¨²ltimo monstruo de bolsillo sobre el que hablaremos en este texto, es especial por m¨²ltiples motivos. Conseguirlo fue mucho m¨¢s sencillo gracias a la amplia distribuci¨®n del Ori-Ticket, esencial para viajar a la Isla Origen y encontrarnos con uno de los dos Pok¨¦mon singulares de la tercera generaci¨®n, junto a Jirachi. Adem¨¢s, conviene aclarar que aquel era un contexto con internet bastante m¨¢s extendido y con la Revista Pok¨¦mon m¨¢s que consolidada. No era para nada dif¨ªcil hacerse con Deoxys. Entonces, ?por qu¨¦ incluirlo aqu¨ª? Hay dos razones para ello.
La primera consiste en recordar al alien como lo que pudo ser Pok¨¦mon y nunca fue. Tras a?os de insinuaciones y con el cohete de Ciudad Algaria coronando la colina m¨¢s alta del lugar, era obvio que Game Freak trataba de conectar a sus criaturas con el espacio exterior. Deoxys, una suerte de virus alien¨ªgena, lo ten¨ªa todo para ser la ¨²ltima pieza del puzle y explicar el verdadero origen de los Pok¨¦mon. En cierto sentido, era l¨®gico concebir a los capsule monsters como una mutaci¨®n de los animales corrientes, ya que comparten muchos rasgos y son la explicitaci¨®n de la teor¨ªa de la evoluci¨®n. Qui¨¦n iba a decir que la franquicia darwiniana por excelencia acabar¨ªa cediendo terreno al creacionismo apenas una generaci¨®n m¨¢s tarde, cuando se introdujo a Arceus y la idea de la deidad Pok¨¦mon. Deoxys fue el ¨²ltimo gran representante de un camino que Game Freak construy¨® durante tres generaciones, pero que nunca acab¨® de concretarse.
La segunda raz¨®n para incluir a Deoxys aqu¨ª sin que llenara de rumores todos los entornos infantiles de la ¨¦poca es que se trata del ¨²nico Pok¨¦mon singular obtenible en el propio juego, sin evento alguno, como si fuera un legendario como Lugia o Dialga. As¨ª fue gracias al Episodio Delta de Rub¨ª Omega y Zafiro Alfa, uno de los mejores cap¨ªtulos en la historia del post-game de Pok¨¦mon. A lomos de Mega-Rayquaza, nos aventuramos al espacio para destruir un asteroide que se dirige a la Tierra. Una vez all¨ª, para nuestra sorpresa, Deoxys hace acto de presencia. Nada diferencia a dicho encuentro con los que uno puede tener con Mewtwo o Xerneas, por lo que Deoxys fue el primero en prescindir de una de las caracter¨ªsticas esenciales de los Pok¨¦mon singulares: limitar su obtenci¨®n a alg¨²n tipo de evento especial y ajeno al contenido in-game. Habr¨¢ que ver si esa idea tiene continuidad en el futuro con otros espec¨ªmenes, quiz¨¢ con el propio Meltan, o si Game Freak quiso saldar la obvia deuda contra¨ªda con todos los fans de la saga que so?aron con usar el cohete de Algaria para viajar al espacio.
Meltan y la importancia de los Pok¨¦mon singulares
Meltan es el ¨²ltimo de una cada vez m¨¢s larga lista de Pok¨¦mon singulares. Estas criaturas especiales, aunque comparten cierto misticismo y poder con los legendarios y los sublegendarios, son ¨²nicas y no conviene confundirlas con los otros dos grupos. La divisi¨®n aqu¨ª planteada contribuye a la idea de que la complejidad de Pok¨¦mon aumenta, y con ella las infinitas posibilidades de descubrir seres desconocidos en uno de los imaginarios m¨¢s ricos de todo el medio videol¨²dico. Los inminentes Let¡¯s Go Pikachu y Eevee, as¨ª como los futuros t¨ªtulos de octava generaci¨®n para Switch, prometen ahondar mucho m¨¢s en estos misteriosos seres. Ojal¨¢ que gocen de un papel tan importante para con las futuras obras como Mew o Celebi lo hicieron en sus respectivos juegos. Es el momento de que los Pok¨¦mon singulares vuelvan a contar con un papel ¨²nico en la saga y de que dejen de limitarse a la gran pantalla. Lo vivido con Meltan invita a pensar en que es posible recuperar la inocencia de anta?o y valerse de la viralidad para recrear aquellos patios meditando c¨®mo hacerse con Mew. Sea como sea, nosotros seguiremos aqu¨ª para que los conozc¨¢is y captur¨¦is a todos los que est¨¦n por llegar.