Life is Strange 2 Episodio 1: Roads, an¨¢lisis

¡°Goodbye to my Santa Monica Dream¡­[¡­] And the ones you left behind¡±,

Santa Monica Dream

En 2015, y tras un primer juego que r¨¢pidamente cay¨® en el olvido dos a?os antes (el muy reivindicable Remember Me) casi nadie cre¨ªa/le interesaba Life is Strange, la nueva IP que el estudio Dontnod preparaba al amparo esta vez de Square Enix tras sus dimes y diretes con Capcom. ?Un epis¨®dico al estilo de los juegos de Telltale que adem¨¢s les copiaba su jugabilidad, estilo y (mediocre / modesto) aspecto gr¨¢fico? Dontnod en 2015 no era Telltale, ni tampoco Quantic Dream, sino una m¨¢s de las imitadoras que sal¨ªan de ese estilo. Pero si algo sab¨ªa el estudio galo es que su juego era especial, que ten¨ªa algo. Y los que tuvimos la suerte de analizar ese primer cap¨ªtulo cuando nadie conoc¨ªa ese juego distribuido por Square Enix, los que conocimos a Max y Chloe en su Arcadia Bay, nos dimos cuenta tambi¨¦n: Ese juego ten¨ªa algo.

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"Obstacles"

8 meses despu¨¦s, en octubre de 2015, Life is Strange estrena su cap¨ªtulo final tras convertirse en una de las revelaciones del a?o. Es un juego que bebe de Cage y de Telltale, pero a diferencia del estudio autor de The Walking Dead -es triste que vaya a cerrar sus puertas-, LiS es fresco, juega con las mismas mec¨¢nicas pero se basa en una escritura de di¨¢logos y personajes perfecta en su sencillez. No hay zombis, no hay cuentos de hadas ni licencias conocidas. Son adolescentes, con sus problemas reales, alegr¨ªas, dramas, unas historias demoledoramente aut¨¦nticas revestidas con un elemento fant¨¢stico que en vez de derivar la obra al terreno de la ciencia ficci¨®n, sirvi¨® para hacer m¨¢s aut¨¦nticas a Max, Chloe y Arcadia Bay.

A partir de su segundo cap¨ªtulo, el primer LiS nos enfrent¨® a unos climax impactantes, brutales e impredecibles. Y ahora, tras el pr¨®logo de otro estudio que fue LiS Before the Storm, volvemos a esa Am¨¦rica profunda ba?ada eternamente en la luz crepuscular y acordes lentos folk de guitarra. Y lo hacemos con Dontnod de vuelta.

Desde que arranca el juego -cuidado, hay un spoiler gordo del primer Life is Strange antes de iniciar la partida, por si no lo has jugado a¨²n- ya hay algo que reconocerle a Dontnod: no han buscado una secuela facilona, ya que podr¨ªan haber tirado por recuperar a Max y Chloe, inventarse un ardid de gui¨®n, una excusa para seguir esa historia. Pero no, en su lugar Life is Strange 2 mantiene la esencia visual y sonora, la emotividad -que no manipulaci¨®n- sentimental, la perfecta definici¨®n de personajes con 4 trazos, los di¨¢logos, pero con nuevos ¡®actores¡¯ y escenario de fondo. Dontnod mantiene la continuidad de su universo, pero se reta a s¨ª mismo a contar algo nuevo.

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¡°The Sense of Me¡±

Como pasaba con los anteriores LiS, o cualquier obra que se base en este tipo de narrativa, contar los detalles de su trama es hacerles un flaco favor a los usuarios, as¨ª que contaremos lo imprescindible: Somos dos hermanos ¡®obligados¡¯ a atravesar la Norteam¨¦rica central de Donald Trump. El mayor, Sean Diaz, apenas tiene 16 a?os y debe ¡®cargar¡¯ con su hermano peque?o Daniel, de apenas 10. Tras un sencillo pero revelador pr¨®logo que hace lo mismo que el Up de Pixar, contemplamos la vida de los hermanos Diaz y de su padre: los amigos, las relaciones, la unidad familiar a pesar de faltar una madre. Y despu¨¦s, en un inesperado, tenso y dram¨¢tico golpe made in Dontnod (y que recuerda al v¨ªdeo del tema Titanium, de David Guetta y Sia), los hermanos Diaz deben abandonar lo que llevan 10 a?os conociendo. Y lanzarse a la carretera.

M¨¢s o menos a la hora de haber arrancado -de las 4-5 horas de media que dura el cap¨ªtulo, como siempre m¨¢s o menos tiempo dependiendo de la curiosidad que tengas por saber del background, historias y personajes de LiS 2-, el juego se convierte en un viaje desesperado a ninguna parte, y aqu¨ª detectamos la mayor ambici¨®n que Dontnod ha querido tener con su secuela: salir del microcosmos de Arcadia Bay y abrazar una historia de ¡®road movie¡¯ en la que el estudio galo se atreve incluso a cargar (mucho) las tintas en algo que solemos ver poco: la actualidad pol¨ªtica. No hemos dicho la Am¨¦rica de Trump a la ligera, ya que el condicionante de ser latinos que tienen los Diaz marca no s¨®lo el punto de inicio del juego, sino el devenir por este cap¨ªtulo. Tan pronto nos encontramos a esa muestra de los garrulos yankees ultraconservadores republicanos que adoran la supremac¨ªa blanca y odian con fuerza lo que no sea 100% USA, como de liberales y dem¨®cratas que aceptan a los hermanos.

¡°Mt. Washington¡±

Como pega a la historia tenemos que los apuntes pol¨ªticos son muy gruesos, y aunque se ajustan ciertamente a una parte de la triste realidad en Estados Unidos, no entran en detalle y se quedan en la superficie -republicanos odiosos, dem¨®cratas comprensivos-, por lo que los momentos emocionales derivados de estos resultan algo forzados. No obstante, donde este primer episodio de LiS2 demuestra su condici¨®n de indispensable, es en los instantes de intimidad entre ambos hermanos.

La IA que mueve a Daniel es un dechado de humanidad, y tan de repente lo vemos corriendo delante de nosotros, como desapareciendo para darnos un susto. Cada instante y conversaci¨®n de los hermanos es la prueba de la maestr¨ªa que Dontnod posee para generar historias a un nivel emocional profundo alejadas de clich¨¦s manidos. Dependiendo de c¨®mo le trates, Daniel aumentar¨¢ o perder¨¢ su confianza en su hermano mayor, porque de esto va el juego: del amor fraternal y la paternidad inesperada.

Como siempre, la magia de Dontnod viene en los peque?os detalles. Si en Life is Strange era Max haciendo fotos y Chloe graffiteando, aqu¨ª es Sean haciendo dibujos de repente -merece la pena echarle tiempo a ese minijuego. Y tambi¨¦n merece mucho la pena pasarse unos minutos leyendo los chats de WhatsApp de Sean con sus amigos, ver c¨®mo no se atreve a hablarle mucho a la chica que le gusta, las largas conversaciones con su bff Lyla, o la gran relaci¨®n con su padre. De una sentada vemos temas como el sexo en la adolescencia -cuando Sean le pregunta a Layla que debe llevar a una fiesta en la que ir¨¢ la chica que le gusta, Layla responde: ¡°un cond¨®n¡±-, el primer trabajo combinado con el instituto, o h¨¢bitos que Dontnod no tiene miedo de poner en un juego de ¡®teens¡¯ como es estos hablando de borracheras que se cogieron y de fumar marihuana -en los chats del m¨®vil el apodo de Sean es ¡®stoner¡¯.

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¡°In my Mind¡±

A nivel jugable, nada m¨¢s pillar el mando os sentir¨¦is de nuevo en el universo LiS -y empezar¨¦is a ver los nexos con el anterior ¡®Captain Spirit¡¯. Life is Strange 2 es una vuelta al sistema de objetos, decisiones y conversaciones de los anteriores. Kudos por la mochila de Daniel, que representa tanto el men¨² de los objetos que vamos adquiriendo y los dibujos que hacemos, como el viaje de madurez del personaje (en serio, dedicadle un rato a verlo todo y leer los progresos en su diario).

Pero, ?y eso que Max pod¨ªa hacer en LiS? ?Qu¨¦ pasa con ese elemento fant¨¢stico / sobrenatural? Pues que aqu¨ª hay algo as¨ª, pero digamos que Dontnod lo mantiene en un astuto segundo plano. No sabemos si podremos manejarlo m¨¢s adelante, pero desde luego en este primer episodio no hace falta: la cosa va de los Diaz y c¨®mo afianzar su relaci¨®n. Eso s¨ª, de momento las decisiones que tomamos con Sean no tienen en general tanto peso como en otras entregas de LiS. Quiz¨¢s es porque esto es el primer cap¨ªtulo y empezaremos a ver su incidencia en los pr¨®ximos. De hecho esperamos que el gameplay se haga m¨¢s complejo a partir del ep 2, porque si no casi que va a ser un paso atr¨¢s.

A nivel visual, tenemos una mejora con respecto incluso a Captain Spirit. No, esto sigue sin ser un dechado de fotorrealismo, pero tampoco lo ha necesitado nunca esta saga. Las expresiones faciales son eficaces, las animaciones corporales est¨¢n muy logradas y aportan humanidad a los personajes, y los escenarios, aunque haya algo de generaci¨®n espont¨¢nea por aqu¨ª y texturas con poco detalle por all¨¢, vuelven a tener esa m¨¢gica luz crepuscular de Arcadia Bay.

El apartado sonoro vuelve a ser la parte del le¨®n sin duda: la habilidad de Dontnod para elegir canciones licenciadas que aciertan con el fondo es tan considerable como el ¡®score¡¯ minimalista de Jonathan Moral, muy basado en el folk y las guitarras de acordes lentos (hay algo de Santaolalla aqu¨ª). Pero la palma, al igual que en los otros LiS, son las extraordinarias interpretaciones de los actores de doblaje, que insuflan vida a los personajes. S¨ª, hay que o¨ªrlas en ingl¨¦s, pero tenemos una buena localizaci¨®n al castellano en los subt¨ªtulos.