Licencias que se pierden, juegos que desaparecen

El E3 2015 fue una feria especial para algunos; para otros, una demostraci¨®n de que la conferencia de Sony se sustent¨® en humo. Del tridente de juegos destacados, The Last Guardian, Final Fantasy VII Remake y Shenmue III, solo el primero est¨¢ hoy en las tiendas. La producci¨®n de Yu Suzuki, financiada parcialmente por Kickstarter, se ha retrasado hasta el a?o que viene, de modo que los seguidores tendr¨¢n que esperar un poquito m¨¢s de lo esperado. Sin embargo, la tercera entrega de esta franquicia de culto ha desatascado la llegada de los dos anteriores cap¨ªtulos.

Si repasamos las declaraciones pasadas de SEGA, el mayor problema que aduc¨ªan para no relanzar Shenmue y Shenmue II era que las licencias de publicidad hab¨ªan caducado, por lo que tendr¨ªan que renegociar los contratos para que los t¨ªtulos pudieran ver la luz de nuevo. Por fortuna, el empuje de la nueva aventura de Ryu Hazuki ha sido suficiente para que la compa?¨ªa del erizo se planteara rescatar ambos juegos del limbo.

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Relacionado con todo este asunto est¨¢ la preservaci¨®n del videojuego, que con los productos actuales no es dif¨ªcil de conseguir, aunque sea por canales no oficiales. El problema reside en el hecho de lograr que las obras se puedan adquirir legalmente,algo que las desarrolladoras y editoras de software no siempre facilitan. El crecimiento del mercado digital permite, en teor¨ªa, que los juegos no se descataloguen cuando la edici¨®n f¨ªsica desaparece. En teor¨ªa.

No obstante, la pr¨¢ctica demuestra que lo digital tampoco es una garant¨ªa de nada. Por una raz¨®n o por otra, los t¨ªtulos son igualmente eliminados de Steam, PSN, Xbox Live, etc. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que las propias tiendas tienen fecha de caducidad. ?Alguien ha intentado acceder a la PS Store de PSP? No lo intentes, ya cerr¨®. ?Y el Canal Tienda de Wii? Todav¨ªa est¨¢s a tiempo, pero dentro de unos meses clausurar¨¢ sus puertas para siempre.

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Casos recientes

Remedy Entertainment es un estudio con una larga trayectoria. En su haber se encuentran t¨ªtulos de ¨¦xito como Max Payne o Quantum Break. Una de las caracter¨ªsticas que suelen compartir todos sus juegos es que se focalizan en la narrativa sin olvidar la parte jugable. Durante la pasada generaci¨®n, los finlandeses nos deleitaron con Alan Wake, misterioso thriller con toques de terror que nos introduce en la mente de Alan, un escritor frustrado que se muda Bright Falls junto a su mujer. Desafortunadamente, la paz dura poco y las cosas se tuercen r¨¢pido. Alice es secuestrada y el guion se ti?e de pesadilla. Cuando el sol cae y la noche gobierna, los sue?os m¨¢s espeluznantes cobran vida propia.

El juego, lanzado en Xbox 360 y PC, ya no se puede obtener en tiendas digitales. Remedy anunci¨® a trav¨¦s de sus foros que el videojuego ser¨ªa retirado del mercado por una raz¨®n muy espec¨ªfica: la p¨¦rdida de derechos musicales. Su DLC de historia, American Nightmare, no se vio afectado porque las licencias no se extendieron al contenido descargable. A pesar de que estos hechos sucedieron el a?o pasado y de que el estudio prometi¨® que intentar¨ªan llegar a un nuevo acuerdo, en el momento en que escribimos este art¨ªculo es imposible comprar Alan Wake en formato digital.

Un caso similar es el de la saga Forza Horizon, la serie de conducci¨®n arcade de Microsoft Game Studios a cargo de Playground Games. Mientras el cuarto cap¨ªtulo de la serie se prepara para derrapar en las carreteras, la gigante de Redmond inform¨® de que Forza Horizon 3 se retirar¨ªa de las tiendas digitales, algo que finalmente ha ocurrido. De nuevo, un problema de licencias. ?Son los videojuegos, al contrario que otras artes, productos condenados a desaparecer? No hay que olvidar, sin embargo, que Rockstar Games se tuvo que enfrentar a circunstancias similares con GTA IV. Aun as¨ª, los creadores de Red Dead Redemption decidieron modificar la m¨²sica para que que pudiera seguir vendi¨¦ndose con normalidad.

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Sea como fuere, la situaci¨®n no es tan alarmante en lo que a preservaci¨®n del videojuego se refiere, sobre todo compar¨¢ndolo con el pasado. Ahora, para bien o para mal, los juegos se digitalizan. Anta?o, en cambio, el formato f¨ªsico y la diversidad de hardware no garantiza que los t¨ªtulos pervivieran. No en vano, todav¨ªa aparecen productos in¨¦ditos en trasteros y almacenes, listos para su restauraci¨®n.

Otro grupo de videojuegos, los que est¨¢n basados en una licencia de ¨¦xito, de cine, por ejemplo, se encuentran en una posici¨®n todav¨ªa m¨¢s vulnerable. A principios del nuevo milenio, y hasta m¨¢s all¨¢ del final de la d¨¦cada, Electronic Arts pose¨ªa los derechos de los videojuegos de las pel¨ªculas de Harry Potter. Lo mismo puede decirse de las producciones que lanz¨® basadas en El Se?or de los Anillos. Ninguno de ellos podr¨¢ ser editado jam¨¢s otra vez, a menos que se llegue a un acuerdo poco probable con Warner Bros, actual propietaria de los derechos.

En definitiva, la inmortalidad del videojuego en canales oficiales, insistimos, est¨¢ en entredicho. El farragoso asunto de los derechos y las licencias es un problema muy dif¨ªcil de solventar. Las obras no deber¨ªan concebirse como objetos de usar y tirar,o al menos, no creemos que Alan Wake merezca desaparecer por el mero hecho de que parte de su banda sonora no se pueda utilizar de forma legal.