Regreso al Pasado: Grand Theft Auto en alta definici¨®n

No hay dos sin tres, as¨ª que con el presente reportaje finalizamos nuestro humilde y sentido homenaje a Grand Theft Auto con motivo de su 20 aniversario. Aunque inicialmente estaba prevista la publicaci¨®n de este art¨ªculo justo antes de finalizar 2017 (por lo que a¨²n entraba dentro del 20 aniversario de la saga), diversos cambios en la agenda retro de esta casa lo han trasladado a los inicios de 2018. Pero no hay mal que por bien no venga, ya que ahora llegamos tambi¨¦n a tiempo para celebrar el d¨¦cimo aniversario del revolucionario y espectacular Grand Theft Auto IV, primer protagonista del reportaje que nos ocupa.

Recordad que la primera parte de este RaP: GTA 20 aniversario tuvo como ejes centrales a las entregas iniciales de la saga Grand Theft Auto, publicadas durante la generaci¨®n de los 32 bits, y pod¨¦is acceder a ¨¦l haciendo click aqu¨ª. La segunda parte estuvo dedicada a los GTA lanzados durante la generaci¨®n de los 128 bits, y para leerlo tan solo ten¨¦is que hacer click aqu¨ª. Sin m¨¢s dilaci¨®n, es hora de subir a nuestro viejo y fiel DeLorean. Nos esperan unas Liberty City y Los Santos tan grandes y detalladas como jam¨¢s hab¨ªamos visto.

Grand Theft Auto IV

Nada m¨¢s finalizar el desarrollo del gigantesco Grand Theft Auto: San Andreas, Rockstar North se enfrasc¨® en la programaci¨®n de una nueva entrega de la exitosa franquicia. El espacio de desarrollo acabar¨ªa siendo el m¨¢s grande que jam¨¢s hab¨ªa tenido un GTA hasta entonces, unos tres a?os y medio en total, y se trabajar¨ªa tambi¨¦n en mitad de lo que adem¨¢s acabar¨ªa siendo un cambio generacional para la industria (de los 128 bits, la sexta generaci¨®n de videoconsolas, se pasaba a la alta definici¨®n, o s¨¦ptima generaci¨®n de plataformas dom¨¦sticas), lo que llev¨® a decidir bautizar este nuevo t¨ªtulo como la cuarta entrega numerada, dejando as¨ª bien a las claras que el juego revolucionar¨ªa la serie en todos y cada uno de sus aspectos.

Las personas que acabar¨ªan trabajando en el t¨ªtulo regularmente ascender¨ªan a 150, aunque las implicadas de una u otra forma llegaron ni m¨¢s ni menos que al millar, con lo que podemos hacernos una idea de la enormidad del proyecto. En cuanto a motor gr¨¢fico, Rockstar decidi¨® echar mano de su propio engine, el RAGE (siglas de Rockstar Advanced Game Engine), que se vio por primera vez en Table Tennis (Xbox 360 y Wii, 2006) y posteriormente se us¨® en Red Dead Redemption (2010), Max Payne 3 (2012) o Grand Theft Auto V (2013). Adem¨¢s, para todo lo que ten¨ªa que ver con animar a los personajes se decidi¨® contar con el revolucionario Euphoria, un motor que gestionaba animaci¨®n procedural en tiempo real, mucho m¨¢s natural, din¨¢mica y efectiva que la animaci¨®n pre-fabricada (ya fuera a mano o mediante captura de movimientos) que sol¨ªa usarse en la industria.

Mencionar como curiosidad que el motor Euphoria caus¨® en sus inicios bastante revuelo, ya que fue abanderado por la desaparecida y a?orada LucasArts, todo con la intenci¨®n de que sirviera para desarrollar los nuevos videojuegos de Indiana Jones (Indiana Jones y el Cetro de los Reyes) y Star Wars (Star Wars: El Poder de la Fuerza) que la compa?¨ªa pretend¨ªa lanzar alrededor del a?o 2008. Desgraciadamente, la LucasArts de entonces ya daba evidentes s¨ªntomas de desgaste, por lo que el juego de Indiana Jones acab¨® siendo cancelado en sus versiones de Xbox 360 y PlayStation 3 (solo aparecieron las versiones menores de NDS, PSP, PS2 y Wii, much¨ªsimo m¨¢s humildes y que adem¨¢s no usaban Euphoria debido a las limitaciones intr¨ªnsecas a dichas m¨¢quinas), mientras que el t¨ªtulo de Star Wars sufri¨® varios retrasos y problemas en su desarrollo que lo convirtieron en un juego mucho m¨¢s deficiente de lo que se esperaba en un principio. Debido a ello, el primer juego que realmente mostr¨® con todo lujo de detalles el potencial que ofrec¨ªa el motor Euphoria no fue otro que Grand Theft Auto IV.

Para las expresiones faciales y la sincronizaci¨®n de los labios de los personajes a la hora de hablar, Rockstar cont¨® con los servicios de Image Metrics, compa?¨ªa californiana que ofrece herramientas especializadas en dichas tareas. En lo referente a la vegetaci¨®n (¨¢rboles, hierba, musgo, etc.) que ser¨ªa implementada en el juego, no demasiada dado que en GTA IV no existir¨ªan grandes zonas verdes m¨¢s all¨¢ del Middle Park (el equivalente al Central Park neoyorquino), se cont¨® con SpeedTree, un software, propiedad de la compa?¨ªa Interactive Data Visualization, especializado en implementar vegetaci¨®n con la aleatoriedad que se le supone a la flora que ha crecido con m¨¢s o menos libertad. Mencionar que este software se usa tanto en la industria del videojuego como en la del cine, habiendo tambi¨¦n servido, por poner un ejemplo, para crear la densa y exuberante vegetaci¨®n de la pel¨ªcula Avatar (James Cameron, 2009).

Grand Theft Auto IV nos devuelve a Liberty City, la Nueva York del universo GTA, por quinta vez en la saga. El primer tr¨¢iler del juego ya dej¨® claro d¨®nde se situar¨ªa la acci¨®n, y aunque en un principio no fueron pocos los aficionados que tuvieron la sensaci¨®n de que aquello ser¨ªa dar un paso atr¨¢s respecto a lo visto en Grand Theft Auto: San Andreas, donde pod¨ªamos recorrer tres grandes ciudades, pueblos, villas, aldeas, bosques, desiertos o monta?as, la realidad es que la extensi¨®n de la Liberty City de GTA IV poco tendr¨ªa que envidiar a la del estado de San Andreas. Y es que Rockstar aprovech¨® tambi¨¦n a conciencia la potencia de las nuevas plataformas para reconstruir Liberty City desde sus mismos cimientos. Dicha ciudad ya no tendr¨ªa nada que ver con la que nos encontramos en GTA III, GTA Advance o Liberty City Stories (no digamos ya en GTA 1), dado que se convertir¨ªa en una adaptaci¨®n casi 1:1 de la gran y fastuosa Nueva York en la que siempre se hab¨ªa basado.

La fidelidad lleg¨® a ser tal, que un jugador que hubiera recorrido durante largo tiempo la Liberty City de GTA IV pod¨ªa visitar la Nueva York real y llegar en no pocas ocasiones a moverse por ella sin la ayuda de mapa o gu¨ªa tur¨ªstica alguna, algo que este humilde servidor de ustedes lleg¨® a comprobar de primera mano. Para conseguir trasladar con fidelidad la Nueva York real a la Liberty City virtual, el equipo de Rockstar North (ubicado en Edimburgo -Escocia-) se desplaz¨® un par de veces durante el desarrollo del juego a La Ciudad que Nunca Duerme, aunque la mayor¨ªa de referencias llegaban directamente del equipo de Rockstar afincado en la metr¨®poli estadounidense.

Dado que Rockstar North ten¨ªa entre manos una ciudad m¨¢s realista que ninguna otra vista en la saga, se pretendi¨® desde primera hora que el argumento siguiera las mismas directrices. Como de costumbre, Dan Houser encabez¨® la escritura del guion del juego, escoltado en esta ocasi¨®n por Rupert Humphries. Se busc¨® crear un libreto completamente original, libre de influencias de pel¨ªculas (GTA III se inspir¨® en las pel¨ªculas sobre la mafia, y Vice City en los films y series ochenteras ubicadas en Miami) o hechos del pasado (San Andreas recibi¨® inspiraci¨®n de los problemas con guerras de bandas y droga que sacudieron Los Angeles a principios de los 90). La ¨¦poca a retratar no ser¨ªa otra que la actual (en el momento de desarrollar el juego, se entiende), y la historia se centrar¨ªa en potenciar la denuncia social y la s¨¢tira hacia el modo de vida occidental, una de las claves de GTA desde largo tiempo atr¨¢s. En definitiva, Grand Theft Auto IV estaba destinado a hacer historia, aunque lo que pocos esperaban es que comenzara a hacerla incluso cuando a¨²n se encontraba en pleno desarrollo.

Microsoft contraataca

Alrededor del a?o 2006, la franquicia Grand Theft Auto llevaba ya vendidas unas 70 millones de unidades en total. Estos n¨²meros parecen ¨ªnfimos a d¨ªa de hoy, m¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, teniendo en cuenta que Grand Theft Auto V lleva vendidas por s¨ª solo m¨¢s de 85 millones de copias. Pero en aquella ¨¦poca, GTA ya era una de las series m¨¢s exitosas de todos los tiempos, la cual arrastraba a un n¨²mero de aficionados tan fervientes como fieles que no hac¨ªa sino ir en aumento a medida que pasaba el tiempo. Adem¨¢s, Grand Theft Auto era un aut¨¦ntico vende consolas. Poseer alg¨²n tipo de privilegio sobre la serie de Rockstar North era, por lo tanto, una clara garant¨ªa para hacerse con los favores de un cuantioso n¨²mero de devotos clientes. Eso es algo que Sony bien pudo comprobar durante los a?os en los que goz¨® de una larga exclusiva temporal sobre los t¨ªtulos de la saga.

Gracias, en parte, a dicha exclusiva temporal, sumada a la de otros grandes espadas del calibre de Metal Gear, Tekken o Final Fantasy, PlayStation 2 acab¨® barriendo el suelo con sus rivales. La consola de 128 bits de Sony lider¨® su generaci¨®n con una contundencia y totalidad como no se hab¨ªa visto desde los ya por entonces lejanos tiempos de la NES de Nintendo. Una de las compa?¨ªas a las que dej¨® sangrando en la lona no fue otra que Microsoft. Los de Redmond debutaron en el mundo de las videoconsolas con su Xbox, una potente plataforma cuyo fastuoso nivel t¨¦cnico superaba ampliamente a la competencia. Pero en la industria del videojuego, la potencia no lo es todo (y si no que se lo digan a Nintendo). Cuando lleg¨® Xbox, PlayStation 2 ya estaba afianzada en el mercado y disfrutaba de un granado cat¨¢logo que le permit¨ªa gozar de una clara ventaja sobre los dem¨¢s. Como resultado, PS2 coloc¨® 155 millones de unidades en los hogares de los aficionados, mientras la primera Xbox se qued¨® en 24 millones.

Pero Microsoft no pensaba rendirse. Cuando ya le qued¨® claro que su Xbox no ten¨ªa nada que hacer frente al gigante nip¨®n, se puso las pilas y apret¨® el acelerador hasta que su sucesora, Xbox 360, lleg¨® al mercado a finales de 2005. As¨ª, mientras Sony se dorm¨ªa sobre los c¨®modos laureles de su PS2 y preparaba una PS3 tan ambiciosa como dif¨ªcil de producir, Microsoft afianzaba su 360 en el mercado y comenzaba a llamar la atenci¨®n de los usuarios que estaban ansiosos por dar el salto a una nueva generaci¨®n. PlayStation 3 sufri¨® diversos retrasos (aquellos famosos diodos azules, entre otras cosas) que le llevaron a ser lanzada un a?o despu¨¦s, ya a finales de 2006 en Jap¨®n y Estados Unidos y entrado 2007 en Europa. Microsoft cont¨® por lo tanto con un a?o de ventaja, y supo aprovecharlo sabiamente. Pero a¨²n le quedaba algo por hacer: las exclusivas. Sony contaba con algunas de las exclusivas third parties de mayor renombre y valor de la industria, as¨ª que Microsoft trabaj¨® incansablemente para hacer que tambi¨¦n aparecieran en su consola t¨ªtulos como Tekken 6, Final Fantasy XIII o, por supuesto, Grand Theft Auto IV.

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Los de Redmond eran plenamente conscientes de que en buena parte del mercado occidental la palabra GTA era ley, as¨ª que sacaron la billetera, dejaron de reparar en gastos y no pararon hasta anular la exclusiva temporal que Sony manten¨ªa sobre la saga desde Grand Theft Auto III, consiguiendo por lo tanto que la cuarta entrega numerada de la franquicia llegara a salir en Xbox 360 al mismo tiempo que lo har¨ªa para PlayStation 3. Microsoft, no contenta con ello, prepar¨® otro bombazo que se encargar¨ªa de anunciar a bombo y platillo durante el hist¨®rico E3 de 2006.

Peter Moore, m¨¢ximo responsable por entonces de la divisi¨®n de videojuegos de Microsoft, salt¨® al escenario durante la conferencia que los de Redmond dieron al comienzo de la feria angelina de aquel a?o, se remang¨® la camisa y mostr¨® en su brazo un tatuaje de Grand Theft Auto IV. Por entonces a¨²n no se sab¨ªa que Microsoft hab¨ªa tumbado la exclusiva temporal que Sony manten¨ªa sobre la franquicia, as¨ª que aquel simple gesto cay¨® como una bomba en el entorno de una Sony que todav¨ªa se las ve¨ªa y se las deseaba para lograr sacar su PlayStation 3 adelante. Pero eso result¨® ser solo la punta del iceberg. Tras asegurar que la versi¨®n de GTA IV destinada a Xbox 360 llegar¨ªa al mercado el mismo d¨ªa que la de la competencia, Moore anuncio que dicha versi¨®n contar¨ªa con contenido exclusivo. Tendr¨ªa la forma de dos episodios descargables, los cuales llegar¨ªan varios meses despu¨¦s del lanzamiento del juego principal.

Por supuesto, hoy d¨ªa ya sabemos que la exclusividad de aquellos episodios era temporal, pero por entonces se cre¨ªa que era total, y Microsoft se esforz¨® al m¨¢ximo para que todo el mundo lo pensara as¨ª durante el mayor tiempo posible. Vincul¨® Grand Theft Auto IV a su consola con todas las armas a su alcance, hasta conseguir que todo el mundo tuviera la sensaci¨®n de que el GTA IV de PS3 ser¨ªa una versi¨®n secundaria con respecto a la de 360. Por supuesto, todos aquellos movimientos no le salieron gratis, e incluso lleg¨® a filtrarse el dinero que los de Redmond pagaron a Rockstar para hacerse con la exclusiva temporal de los dos episodios descargables: 50 millones de d¨®lares. Nada mal teniendo en cuenta que hablamos de DLCs cuya exclusividad ten¨ªa adem¨¢s fecha de caducidad. Para hacernos una idea del dineral que se gast¨® Microsoft, solo hay que mencionar que el desarrollo del propio GTA IV cost¨® a Rockstar 100 millones de d¨®lares, por entonces la cifra m¨¢s alta jam¨¢s alcanzada en la historia de la industria del videojuego. Pero desde luego, Microsoft acab¨® sacando buen r¨¦dito al dinero invertido. Y es que una parte m¨¢s o menos relevante de las 84 millones de Xbox 360 que se vendieron en total tuvieron a Grand Theft Auto IV y sus dos episodios descargables como principal motivo de compra.

Una ciudad en la que quiz¨¢ las cosas sean diferentes

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Poco m¨¢s lleg¨® a conocerse sobre Grand Theft Auto IV tras la finalizaci¨®n del E3 de 2006. Los aficionados estaban ¨¢vidos de informaci¨®n, pero el m¨ªtico hermetismo de Rockstar (tan legendario ya como el que suele mantener Nintendo) hizo su trabajo y absolutamente nada se filtr¨®. Los rumores fueron constantes, eso s¨ª, pero todos resultaron ser falsos y sin clase alguna de fundamento. Finalmente, y cuando la espera ya se hac¨ªa insoportable, Rockstar se apiad¨® de los aficionados e hizo p¨²blico el primer tr¨¢iler de GTA IV. Tras un anuncio que gener¨® una expectaci¨®n como pocas veces se ha visto en la industria, el 30 de marzo de 2007 se dieron a conocer los primeros datos oficiales e irrefutables acerca de la aventura m¨¢s esperada de la por entonces a¨²n nueva generaci¨®n de consolas.

Things will be different (Las cosas ser¨¢n diferentes), ¨¦se era el t¨ªtulo de los 59 segundos de v¨ªdeo que colapsaron multitud de servidores en los ¨²ltimos d¨ªas de marzo de 2007. Aquel tr¨¢iler dej¨® a todo el mundo con la boca abierta: las primeras im¨¢genes de la nueva y fastuosa Liberty City, con sus calles, veh¨ªculos, peatones, edificios y monumentos m¨¢s famosos... Y como broche final, conoc¨ªamos al protagonista de la odisea: Niko Bellic. Su corto mon¨®logo, comenzando por aquel ya m¨ªtico "Life is complicated", qued¨® grabado a fuego, y de por vida, en la memoria de los aficionados a la franquicia. A partir de entonces, los d¨ªas que restaban hasta la fecha de salida oficial del juego, 16 de octubre de aquel mismo a?o, se har¨ªan eternos, y adem¨¢s acabar¨ªan alarg¨¢ndose m¨¢s de lo previsto.

El 2 de agosto de 2007, pocos d¨ªas despu¨¦s del lanzamiento del segundo tr¨¢iler del t¨ªtulo, se anunci¨® lo que muchos analistas ya pronosticaban: la fecha de salida de GTA IV se trasladar¨ªa del 16 de octubre inicialmente previsto a un d¨ªa por determinar, dentro del arco fiscal ubicado entre febrero y abril de 2008. Las razones de este retraso nunca fueron confirmadas. Rockstar argument¨® que se necesitaba tiempo adicional para pulir el juego, mientras otras fuentes apuntaron que el retraso se deb¨ªa m¨¢s bien al tiempo de desarrollo extra exigido por la versi¨®n PS3 del t¨ªtulo, cuya complicada arquitectura la hac¨ªa m¨¢s dif¨ªcil de domar de lo que se hab¨ªa cre¨ªdo en un principio.

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No fue ¨¦ste el ¨²nico escollo que tuvo que superar Rockstar, desde luego. Inicialmente, el juego se program¨® para PlayStation 3, y la rumorolog¨ªa de la ¨¦poca asegur¨® que estaba previsto aprovechar la enorme superioridad de almacenamiento del Blu-ray respecto al DVD para crear un t¨ªtulo incluso a¨²n m¨¢s ambicioso de lo que finalmente fue GTA IV. En el segundo reportaje de esta trilog¨ªa de monogr¨¢ficos dedicados a celebrar el 20 aniversario de Grand Theft Auto, concretamente en los p¨¢rrafos centrados en narrar el desarrollo de GTA: San Andreas, ya mencionamos que en un principio el equipo de Rockstar North tuvo la intenci¨®n de crear una aventura protagonizada no por uno, sino por hasta tres personajes simult¨¢neamente. Dicha idea se desech¨® al poco de comenzar a programar el juego debido a limitaciones tanto t¨¦cnicas (el hardware de PS2 ni mucho menos daba para tanto) como de almacenamiento (solo la aventura finalmente protagonizada en solitario por Carl Johnson ya ocupaba los 8 GB de capacidad que permit¨ªan los DVD de doble capa).

Pues bien, seg¨²n esta teor¨ªa, Rockstar North iba a por todas con Grand Theft Auto IV, y pretend¨ªa aprovechar tanto la enorme potencia que le brindaba la nueva PlayStation 3 (aunque con cuellos de botella, como el referente a la memoria RAM, que dieron bastantes quebraderos de cabeza a los programadores, y que hicieron que una buena parte de los juegos multiplataforma rindieran mejor en 360 que en PS3) como la superior capacidad de almacenamiento del Blu-ray para poner en marcha y de una vez por todas un videojuego protagonizado por tres personajes, los cuales no hay que echar mucha imaginaci¨®n para adivinar qui¨¦nes ser¨ªan: Niko Bellic, Johnny Klebitz y Lu¨ªs Fernando L¨®pez.

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Pero luego lleg¨® Microsoft con sus 50 millones de d¨®lares, un aut¨¦ntico dineral que ya de por s¨ª pagar¨ªa la mitad del coste de desarrollo de Grand Theft Auto IV, as¨ª que los planes tuvieron que cambiar. Xbox 360 segu¨ªa funcionando con el DVD de toda la vida como soporte de almacenamiento (?alguien recuerda ese tremendamente fallido lector HD-DVD que sali¨® posteriormente como perif¨¦rico externo?), y desde luego los de Redmond no pensaban permitir que la versi¨®n PS3 tomara ventaja alguna sobre la de su consola. La aventura compartida por tres personajes ya no cab¨ªa en un DVD, al menos no con las herramientas de compresi¨®n de la ¨¦poca, as¨ª que finalmente se opt¨® por dejar a Niko Bellic en solitario y ofrecer de forma separada las historias protagonizadas por Johnny y Luis, una circunstancia que adem¨¢s aprovech¨® Microsoft para anunciar los tan tra¨ªdos y llevados episodios descargables exclusivos.

Esta teor¨ªa, insistimos, nunca lleg¨® a ser probada ni contrastada, as¨ª que qued¨® como un mero rumor que pronto fue olvidado. Pero hay que tener en cuenta que el mism¨ªsimo Strauss Zelnick (cabeza visible de Take Two, propietaria de Rockstar) aludi¨®, como uno de los motivos del retraso que sufri¨® el juego, problemas de almacenamiento en Xbox 360; tambi¨¦n es necesario a?adir que Niko, en su aventura en solitario, ya cruza su camino varias veces con Johnny y Lu¨ªs, por lo que la inclusi¨®n de ambos personajes era algo previsto desde un principio; adem¨¢s es obligatorio recordar que dichos episodios descargables se anunciaron con el juego principal a medio desarrollar. Y ya si rematamos con que en recientes declaraciones un responsable de Rockstar ha afirmado, para acallar las voces de los que piden episodios descargables monojugador en GTA V dado que la cuarta entrega de la serie tambi¨¦n los tuvo, que en principio no estaba planeado lanzar ese contenido adicional, entonces puede que aquellos rumores no fueran muy desencaminados despu¨¦s de todo.

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Sea como fuere, Grand Theft Auto IV irrumpi¨® al fin en las estanter¨ªas de las tiendas un 29 de abril del a?o 2008, y por supuesto arras¨® con todo lo que se le puso por delante, pero de ventas y puntuaciones ya hablaremos al final de la presente rese?a. Por ahora es suficiente con mencionar que el juego lleg¨® en una edici¨®n sencilla (que inclu¨ªa manual de instrucciones y un p¨®ster con el mapa del juego, tal y como era tradici¨®n en la franquicia desde su primera entrega) y otra especialmente indicada para coleccionistas que inclu¨ªa una bolsa deportiva, un llavero con el logo de Rockstar, una peque?a caja met¨¢lica de seguridad, un libro de arte y un CD con una selecci¨®n de la enorme banda sonora del t¨ªtulo.

La vida es complicada

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Grand Theft Auto IV nos presenta la historia de Niko Bellic, antiguo militar y treinta?ero originario de Europa del Este, de una zona castigada por cruentas guerras civiles y horrendas limpiezas ¨¦tnicas. Niko decide viajar a Liberty City, seducido por los cantos de sirena que le llegan de parte de su primo Roman Bellic. Roman, en sus m¨²ltiples emails enviados a Niko, asegura poseer una inmensa fortuna, vivir en mansiones opulentas, disfrutar de la compa?¨ªa de hermosas mujeres..., todo fruto del ut¨®pico "American Dream". Niko desea disfrutar de tan ostentosos lujos, pero sobre todo lo que quiere es dejar atr¨¢s la vida de horrores, cr¨ªmenes y sordidez que se vio obligado a sobrellevar en su pa¨ªs natal. Lo que ¨¦l quiere, al fin y al cabo, es vivir como se supone que lo hacen las personas normales en sus vidas normales. Pero al llegar a LC, la realidad que se encuentra es muy diferente. Nada de dinero, mansiones y mujeres. Lo ¨²nico que su primo Roman posee es un diminuto apartamento en el que lo m¨¢s grande que hay son las cucarachas, un destartalado local reconvertido en compa?¨ªa de taxis, y una enorme cantidad de deudas con peligrosos tipos de muy dudosa reputaci¨®n, fruto de las cuales su vida se encuentra en serio riesgo.

Niko deber¨¢ salvar el pellejo de su primo en primer lugar, para luego verse obligado a hacer lo que tan habituado como cansado est¨¢ de hacer si quiere sobrevivir en una ciudad que, pese a su civilizada apariencia, resulta ser tan peligrosa como el lugar que dej¨® atr¨¢s. Niko acabar¨¢ d¨¢ndose cuenta de que, al final, en Liberty City las cosas funcionan de una manera no tan distinta como la imperante en su castigado pa¨ªs: se adora el dinero, se adora el poder; es un para¨ªso para los que ostentan dicho poder, y puede convertirse en un aut¨¦ntico infierno para el resto del pueblo llano.

La revoluci¨®n de la alta definici¨®n

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Ya mencionamos m¨¢s atr¨¢s que la locura y el despiporre visto en GTAs anteriores aqu¨ª no tienen cabida (nada de mochilas voladoras o tanques arrasando las calles), present¨¢ndonos un argumento mucho m¨¢s serio y con los pies firmemente anclados en la tierra, en el que la s¨¢tira y la denuncia social ascienden hasta las m¨¢s altas cotas vistas en la franquicia. De hecho, aqu¨ª se hace borr¨®n y cuenta nueva en lo referente a universo compartido. As¨ª, la "Era 128 bits" (tambi¨¦n conocida por los aficionados como "3D Universe") formada por GTA III, Vice City, San Andreas, Advance y los dos Stories de PSP ya no tienen nada que ver con el nuevo universo creado para Grand Theft Auto IV, el cual inaugura una nueva era (conocida por muchos aficionados como el "HD Universe") tambi¨¦n formada por los posteriores The Lost and Damned, The Ballad of Gay Tony, Chinatown Wars y Grand Theft Auto V. Eso s¨ª, aunque personajes como Claude Speed o Carl Johnson no existen en este nuevo universo, el jugador atento y avispado podr¨¢ encontrar alguna que otra referencia velada a ellos, como unas pintadas que pueden verse en varias fachadas de Liberty City.

Rockstar North ya era experta en mostrarnos urbes que parec¨ªan estar vivas, pero aquello no era nada comparado con lo que nos encontramos al caminar o conducir por primera vez a lo largo y ancho de las calles de esta reinventada LC. El apabullante apartado t¨¦cnico, ideado para dejar al usuario con la boca abierta, es absolutamente brillante, sobresaliente, espectacular... Todas las alabanzas que le puedan ser dedicadas son pocas. S¨®lido como una roca, con una tasa de frames suave y constante en todo momento, las mejores f¨ªsicas que se hab¨ªan visto hasta entonces en juego alguno (todo gracias al ya mencionado motor Euphoria), unos efectos de iluminaci¨®n que hacen que el ciclo d¨ªa-noche al fin luzca como debe hacerlo, unas animaciones faciales que consiguen reflejar en todo momento lo que sienten los personajes, un nivel de detalle en todos y cada uno de los cent¨ªmetros cuadrados de la inmensa urbe que hace que nos ensimismemos al contemplar un simple callej¨®n... En definitiva, una bestia gr¨¢fica que incluso a d¨ªa de hoy, 10 a?os despu¨¦s de que el juego llegara a las tiendas, maravilla como en el primer instante en que la vimos.

La franquicia Grand Theft Auto siempre hab¨ªa sido criticada en dos aspectos: conducci¨®n y tiroteos. La conducci¨®n se hab¨ªa mejorado con el paso del tiempo, en juegos como San Andreas ya se mostraba bastante efectiva, pero no dejaba de ser algo en lo que daba la impresi¨®n de que a¨²n exist¨ªa margen de mejora. Pues bien, en GTA IV ya s¨ª que es un aut¨¦ntico placer ponerse a los mandos de cualquier veh¨ªculo. Al volante, el juego nos transmite la sensaci¨®n de ser un simulador de conducci¨®n de ¨¦lite puesto al servicio de nuestras necesidades en lo que al transporte se refiere. Las f¨ªsicas de colisi¨®n, tanto de veh¨ªculos como de personajes, tambi¨¦n son dignas de volcar en ellas cuantas alabanzas sean necesarias.

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En lo referente a los tiroteos, quiz¨¢s el tal¨®n de Aquiles de todos los GTAs lanzados anteriormente, tambi¨¦n reciben su correspondiente puesta al d¨ªa para ponerse a la altura de los mejores shooters en tercera persona de la ¨¦poca. Gears of War (Epic Games, 2006) hab¨ªa revolucionado el g¨¦nero presentando un sistema de coberturas que ofrec¨ªa unos tiroteos m¨¢s intensos, satisfactorios y espectaculares; pues bien, Rockstar North tom¨® buena nota de ello e implement¨® algo similar para GTA IV, convirtiendo con ello a Niko en el experto hombre de armas que, como veterano de guerra, se supon¨ªa que era. El sistema de apuntado tambi¨¦n se revis¨® a fondo, as¨ª como el comportamiento de cada arma, todo para lograr que, a la hora de apretar el gatillo, la cosa funcionara a las mil maravillas: pasar de una cobertura a otra, apuntar hacia cualquier lugar libremente, centrarse en un objetivo concreto, disparar a una zona espec¨ªfica del cuerpo de dicho objetivo... Todo se hace de forma r¨¢pida, fluida y certera.

Pero sin duda lo que m¨¢s impresionaba eran las animaciones de los personajes. El ya m¨¢s que nombrado motor Euphoria brindaba a Niko y compa?¨ªa unos movimientos realistas como la vida misma. De esto uno se daba perfecta cuenta nada m¨¢s llevar a cabo una acci¨®n tan simple como la de subir o bajar unas escaleras. Una persona real no sube o baja cada pelda?o exactamente de la misma manera, sino que puede que en uno levante m¨¢s el pie, en otro menos, en el siguiente es posible que eche el torso ligeramente hacia delante... Pues bien, eso es precisamente lo que hace Niko, bajar o subir cada pelda?o de una determinada manera en la que entran en juego much¨ªsimas variables. Y como eso, todo lo dem¨¢s: caminar, correr, saltar, entrar o bajarse de un coche... Una aut¨¦ntica delicia para los sentidos.

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Una cr¨ªtica recurrente que en su d¨ªa sol¨ªan mencionar los jugadores de Grand Theft Auto IV era que el t¨ªtulo, despu¨¦s de todo, no contaba ni de lejos con las mismas posibilidades que GTA: San Andreas en aspectos como la personalizaci¨®n de nuestro personaje, la cantidad de misiones secundarias, los minijuegos, etc. Y, la verdad, raz¨®n ten¨ªan. El aspecto f¨ªsico de Niko no pod¨ªa ser modificado de ninguna manera, encontr¨¢ndose a a?os luz de la personalizaci¨®n que permit¨ªa el moldeable Carl Johnson. Al menos, en GTA IV s¨ª que exist¨ªan tiendas de ropa para vestir a Niko, aunque la cantidad de prendas disponibles era bastante inferior a la ofrecida por San Andreas. Las actividades secundarias, como conductor de taxis o vigilante, tambi¨¦n son redise?adas para ser ofrecidas en un n¨²mero limitado y concreto de ocasiones, aunque todo en aras de mostrar m¨¢s diversidad de situaciones.

Minijuegos tambi¨¦n hay menos que en SA, aunque, eso s¨ª, se encuentran mucho m¨¢s trabajados. El minijuego de billar, por ejemplo, se beneficia de las f¨ªsicas de nueva generaci¨®n para ofrecer un simulador mucho m¨¢s realista, aunque por desgracia menos pulido de lo que ser¨ªa deseable, algo que Rockstar North arreglar¨ªa en The Lost and Damned. Tambi¨¦n existe un minijuego de bolos y otro de dardos (mucho mejor el primero que el segundo). Y en cuanto a recreativas, ¨²nicamente encontramos un juego de puzles llamado Qub3d, pero de nuevo se encuentra infinitamente m¨¢s trabajado que los t¨ªtulos arcade vistos en la odisea de Carl Johnson; tanto, que bien quisi¨¦ramos llevarlo con nosotros a todas partes en el m¨®vil. Los objetos coleccionables tambi¨¦n est¨¢n presentes, tomando esta vez forma de 200 palomas repartidas a lo largo y ancho de Liberty City, las cuales debemos encontrar y, bueno, hacer saltar por los aires en lugar de recogerlas. Se ve que estas aves hicieron sus necesidades m¨¢s veces de las que deb¨ªan sobre la cabeza o los hombros de alguno de los programadores del juego.

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Y ya que hablamos de m¨®viles, si hay algo que GTA suele reflejar a la perfecci¨®n es la ¨¦poca en la que se encuentra enmarcado cada t¨ªtulo de la franquicia, y eso no es ni mucho menos una excepci¨®n en la cuarta entrega numerada. Mucho tiempo hab¨ªa pasado desde aquel "busca" para recibir encargos y mensajes varios, el cual nuestro personaje pose¨ªa en el Grand Theft Auto original, el de 1997. Ahora nos encontr¨¢bamos en 2008. La telefon¨ªa m¨®vil llevaba ya toda una d¨¦cada revolucionando las comunicaciones, y adem¨¢s los smartphones se presentaron un a?o atr¨¢s con el primer iPhone por bandera, poni¨¦ndolo todo a¨²n m¨¢s patas arriba. As¨ª que Niko pose¨ªa un terminal m¨®vil, con el que pod¨ªa ponerse en contacto siempre que quisiera con los personajes a los que iba conociendo, acceder al juego online de GTA IV, introducir c¨®digos para activar trucos...

Eso s¨ª, dicho m¨®vil pose¨ªa un tal¨®n de Aquiles. Y es que los personajes secundarios tambi¨¦n nos pod¨ªan llamar a nosotros en cualquier momento, y sol¨ªan hacerlo de manera demasiado recurrente, generalmente para pedir quedar o tener una cita. Y puede que en ese momento nos encontr¨¢ramos en medio de un tiroteo, o recorriendo las calles de Liberty City a toda velocidad en mitad de una persecuci¨®n, as¨ª que aquel terminal que siempre llevaba Niko consigo llegaba incluso a hacerse molesto.

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Otro a?adido, ¨¦ste s¨ª absolutamente genial en todos sus aspectos, era el que nos brindaba la posibilidad de acceder a internet, desde un ordenador o alguno de los cibercaf¨¦s que tanta popularidad adquirieron en las dos d¨¦cadas pasadas. La internet de Grand Theft Auto IV es todo un espect¨¢culo. Obviamente no se trata de la red de redes real, sino de un buen n¨²mero de p¨¢ginas, art¨ªculos y textos ficticios que los genios de Rockstar North se curraron a conciencia para presentarnos todo lo bueno y malo que es capaz de ofrecer la sociedad permanentemente conectada en la que nos encontramos inmersos. Con iron¨ªa, buen humor, mala baba y todo aquello que podemos esperar por parte de Rockstar North, la internet de GTA IV nos har¨¢ darnos cuenta de la forma en la que vivimos, nos informamos y nos relacionamos realmente hoy d¨ªa.

Luego est¨¢ la televisi¨®n, que generalmente pod¨ªamos ver desde alguno de los pisos francos a los que acced¨ªamos a lo largo del juego. La caja tonta se encontraba repleta de programas que, de nuevo, est¨¢n cargados de s¨¢tira y un humor que nos har¨¢ re¨ªr a carcajada limpia en no pocas ocasiones. Oh, y tambi¨¦n es necesario mencionar los locales de cabaret y comedia en los que se nos ofrecen shows de lo m¨¢s diverso. Y, por supuesto, las ya m¨¢s que cl¨¢sicas emisoras de radio, con m¨¢s canciones, anuncios locos y locutores pasados de vueltas que nunca. La selecci¨®n musical no pod¨ªa ser mejor, con artistas tan excepcionales como David Bowie, Bob Marley, Queen, Elton John... Adem¨¢s, se implement¨® un sistema aleatorio para cada una de las 19 emisoras de radio del juego que las hac¨ªa mucho menos encorsetadas, e incluso se modificaron canciones para hacer referencia a Liberty City, la ciudad de la que nunca querr¨ªamos salir. En definitiva: contenido, contenido y contenido. Todo a nuestro servicio, para que sigamos pas¨¢ndolo en grande durante horas, horas y horas incluso sin necesidad de pulsar un solo bot¨®n del pad de control.

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Por supuesto, y dado adem¨¢s que tan solo hab¨ªan pasado unos a?os desde el fat¨ªdico 11 de septiembre de 2001, la situaci¨®n pol¨ªtica y social de entonces tambi¨¦n quedaba perfectamente reflejada en el juego. Eran tiempos en los que el ej¨¦rcito estadounidense viajaba a lo largo y ancho del globo terr¨¢queo para combatir el terrorismo y, ya de paso y ya que estaban por all¨ª, hacerse con algo de petr¨®leo. Todo esto se ve¨ªa en el juego mediante los niveles de alerta terrorista que se van dando a medida que progresamos en la historia, los anuncios publicitarios de radio y televisi¨®n, los cap¨ªtulos de animaci¨®n de los impagables Rangers Republicanos del Espacio (?Disparamos primero, y NUNCA preguntamos!), mensajes varios en internet y marcas como la sarc¨¢stica petrolera TERRoil. Por cierto, mencionar que en el interior de la Estatua de la Felicidad (el equivalente GTA a la Estatua de la Libertad neoyorquina) tambi¨¦n existe algo digno de ser contemplado. Acceder no ser¨¢ sencillo, pero os aseguramos que el esfuerzo merece la pena.

En lo referente a las voces, Rockstar decidi¨® dar un giro de 180 grados respecto a la pol¨ªtica que hab¨ªan llevado a cabo desde Grand Theft Auto III. En la era de los 128 bits se decidi¨® contratar a estrellas de Hollywood para que doblaran a los personajes de los juegos. Ya hemos mencionado muchos ejemplos en este tr¨ªptico monogr¨¢fico, como a Ray Liotta doblando a Tommy Vercetti en Vice City o a Samuel L. Jackson en el papel del oficial Tenpenny en San Andreas. Pues bien, a partir de GTA IV, Rockstar decidi¨® prescindir de estrellas de Hollywood, seguramente por la sencilla raz¨®n de ahorrar en presupuesto, y comenz¨® a contratar a actores de doblaje en su mayor¨ªa desconocidos o que hasta ese momento solo hab¨ªan aparecido en peque?os papeles.

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Todos hacen un gran trabajo, as¨ª que la calidad final de las voces sigue estando a la altura esperada. Mencionar como curiosidad que el actor que dobla a Niko es Michael Hollick. Por entonces era conocido por sus apariciones en las series televisivas Sexo en Nueva York y Ley y Orden, aunque obviamente su mayor fama le acab¨® llegando tras participar en Grand Theft Auto IV. Hollick no era consciente de la importancia de la franquicia en la que estaba trabajando ni en la repercusi¨®n que ten¨ªa en la industria del videojuego, as¨ª que en cuanto se dio cuenta del descomunal ¨¦xito cosechado por GTA IV, exigi¨® obtener m¨¢s dinero por su labor. Debido a ello, Rockstar dej¨® de contar con ¨¦l, as¨ª que para los di¨¢logos que Niko mantiene en The Lost and Damned y The Ballad of Gay Tony se volvieron a usar las grabaciones del GTA IV original.

Antes de las monetizaciones

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Grand Theft Auto IV ofrece juego para cientos y cientos de horas, como es habitual en la saga, con una experiencia monojugador larga, variada, intensa y tremendamente inmersiva, algo que pocos t¨ªtulos (tal vez solo los de Bethesda) son capaces de ofrecer en la totalidad de la industria. Eso s¨ª, en esta ocasi¨®n Rockstar North no se conform¨® solo con eso y, aprovechando que las consolas de nueva generaci¨®n ya hab¨ªan abrazado el juego online sin reservas, puso en marcha una modalidad multijugador que, esta vez s¨ª, ya no era un simple ensayo como el que se pudo ver en los primeros GTA lanzados en PC o en los dos Stories vistos en PSP.

El multijugador de GTA IV soporta (o soportaba, ya se sabe que estas cosas tienen fecha de caducidad) hasta 16 jugadores de manera simult¨¢nea (en PC se doblar¨ªa dicha cifra), y se divide en varios modos tanto competitivos como cooperativos, con los cl¨¢sicos deathmatches o las carreras de coches al m¨¢s puro estilo Fast & Furious como estrellas de la funci¨®n. Tambi¨¦n existe un modo libre y la posibilidad de subir de ranking amasando dinero. Eso s¨ª, dicha pasta ser¨¢ ¨²nicamente la que consigamos en el juego, nada de comprar tarjetas tibur¨®n con dinero real. Y es que la monetizaci¨®n a¨²n no hab¨ªa llegado para corromper la industria hasta sus mismos cimientos. ?Ah, qu¨¦ tiempos aquellos!

El sue?o americano

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Decir que Grand Theft Auto IV arras¨® por donde pas¨® ser¨ªa quedarse corto. El juego cosech¨® las mejores puntuaciones que jam¨¢s hab¨ªa tenido una entrega de la franquicia. Tanto es as¨ª, que el ranking en Metacritic ascendi¨® hasta el 98 sobre 100, lo que lo convirti¨® en el segundo juego mejor puntuado de todos los tiempos, solo por debajo del por otro lado imbatible The Legend of Zelda: Ocarina of Time, el cual lidera en solitario el top de Metacritic desde hace eones con todo un se?or 99 sobre 100. Los cr¨ªticos alabaron especialmente la narrativa del juego, los detalles de su mundo abierto y un sistema de combate que, al fin, funcionaba de forma m¨¢s que satisfactoria.

La versi¨®n PC del juego lleg¨® alg¨²n tiempo despu¨¦s que la de consolas, y aunque tambi¨¦n recibi¨® buenas puntuaciones, con un total de 90 sobre 100 en Metacritic, fue bastante criticada en su d¨ªa dado que, como conversi¨®n, result¨® ser bastante deficiente. Inclu¨ªa nuevos elementos tan interesantes como un editor de v¨ªdeo y otro de m¨²sica, adem¨¢s de que doblaba el n¨²mero de jugadores en las modalidades online, de 16 a 32, pero no solo no aprovechaba la superioridad t¨¦cnica de los PCs de gama alta, sino que adem¨¢s llegaba a quedar por debajo de los GTA IV de 360 y PS3 en algunos aspectos, algo que solo lleg¨® a arreglarse con el tiempo y tras implementar un buen n¨²mero de parches.

En lo referente a ventas, Grand Theft Auto IV bati¨® todos los r¨¦cords habidos y por haber. En las primeras 24 horas se vendieron 3.6 millones de copias, algo que la mayor¨ªa de juegos habr¨ªan matado por alcanzar durante todo su recorrido comercial. En una semana, se hab¨ªan alcanzado los seis millones de copias, lo que gener¨® unos beneficios de 500 millones de d¨®lares (cinco veces lo que cost¨® el desarrollo del juego). En un mes, se hab¨ªan alcanzado los 8.5 millones de copias vendidas. El total de ventas de GTA IV, a lo largo de todo su desarrollo comercial, ascendi¨® a unos 25 millones de copias colocadas. S¨ª, estos n¨²meros puede que palidezcan ante los 85 millones largos de copias que GTA V lleva ya vendidas, pero hay que tener en cuenta que GTA IV ni cont¨® con una modalidad online de tanta envergadura ni lleg¨® a ser lanzado para dos generaciones de videoconsolas.

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Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned

Ya hemos hecho menci¨®n a la historia que arrastr¨® tras de s¨ª este primer cap¨ªtulo adicional de Grand Theft Auto IV, as¨ª como recordamos los rumores que en su d¨ªa se generaron sobre la verdadera g¨¦nesis del proyecto como parte indivisible de la aventura principal. The Lost and Damned, aunque inicialmente se public¨® el 17 de febrero de 2009 mediante el formato DLC que ya por entonces era tristemente habitual en la industria, debe ser considerado como un juego completo en toda regla m¨¢s que como un simple contenido descargable que a?ade m¨¢s o menos opciones a la aventura principal. Para entendernos, ser¨ªa algo as¨ª como un Grand Theft Auto IV Stories. Por lo tanto, la acci¨®n de The Lost and Damned sigue transcurriendo en la misma Liberty City que ya recorrimos a fondo en la piel de Niko Bellic. El periodo temporal tambi¨¦n es similar, aunque en esta ocasi¨®n el trasfondo es completamente distinto.

Born to be wild

The Lost and Damned nos cuenta la historia de Johnny Klebitz, incondicional motero al que ya conocimos en el GTA IV original como uno de los personajes secundarios que se cruzaban en el camino de Niko Bellic. Johnny es miembro del club de moteros The Lost, por lo que las choppers y motos custom ser¨¢n nuestras m¨¢s fieles compa?eras a lo largo de la aventura. Con ello, el juego que nos ocupa deja claro que en Liberty City, tal y como Niko Bellic apuntara en su momento, las cosas pueden ser diferentes.

Ya de entrada, algo que diferencia a Johnny Klebitz de la mayor¨ªa de protagonistas de GTAs anteriores es que no regresa a su ciudad tras una larga y obligada ausencia (tal y como sucede con Carl Johnson, protagonista de GTA: San Andreas, o Tony Cipriani, nuestro personaje en GTA: Liberty City Stories); tampoco se ve arrojado a las calles de una urbe para ¨¦l desconocida (como les sucedi¨® tanto a Niko Bellic como a Tommy Vercetti, el inolvidable cabeza visible de GTA: Vice City). Johnny lleva d¨¦cadas recorriendo Liberty City a lomos de su motocicleta, y jam¨¢s se ha visto obligado a abandonarla durante una larga temporada.

Puede decirse que tomamos control de su vida en un d¨ªa como otro cualquiera. Acaba de dejar a su novia, Ashley, alej¨¢ndose as¨ª de una relaci¨®n destructiva tras convencerse de que jam¨¢s lograr¨¢ persuadirla para que abandone su adicci¨®n a las drogas, y dirige el destino de su hermandad, los Lost, con paso firme y decidido, evitando problemas innecesarios al tiempo que se concentra en lo esencial. Pero algo est¨¢ a punto de poner patas arriba la vida de Johnny. Billy, el verdadero cabecilla de los Lost (Johnny es el vicepresidente), es puesto en libertad tras una larga temporada a la sombra, sediento de venganza hacia la principal banda rival de los Lost, los ?ngeles de la Muerte. As¨ª, Billy volver¨¢ a tomar las riendas de la hermandad, con lo que el principal quebradero de cabeza de Johnny desde entonces ser¨¢ tratar de aplacar las ansias de sangre de su jefe, antes de que ¨¦ste acabe conduciendo a los Lost hacia la autodestrucci¨®n.

Por supuesto, y tal y como es norma habitual en la saga GTA, el argumento se complicar¨¢ a partir de entonces con continuos giros, traiciones, revelaciones... Todo a lo largo de una historia principal que, como no pod¨ªa ser de otra manera, es s¨®lo la punta del iceberg de todo lo que The Lost and Damned ofrece al jugador. La mec¨¢nica principal es similar a la de GTA IV, aunque repleta de novedades que la refrescan y renuevan. Johnny cuenta con un tel¨¦fono m¨®vil para llamar o quedar con sus contactos (su agenda estar¨¢ repleta de nombres desde el principio, otra prueba m¨¢s de que no es ni mucho menos un reci¨¦n llegado a la ciudad). Tambi¨¦n podr¨¢ consultar una vasta internet (con nuevo contenido respecto a lo visto y le¨ªdo en GTA IV), ver la televisi¨®n para relajarse despu¨¦s de una ajetreada jornada de "trabajo" (?vuelven los Rangers Republicanos del Espacio, a bordo de su nave de f¨¢licas proporciones!), y por supuesto pasear a lo largo y ancho de la ciudad por el simple placer de hacerlo.

Dado que en su momento se supon¨ªa que todo aquel que descargara The Lost and Damned ya hab¨ªa jugado a GTA IV (era obligatorio tener el juego original para disfrutar de TLAD), Rockstar North pudo permitirse el lujo de saltarse a la torera los aburridos tutoriales que en las anteriores entregas de la saga sol¨ªan camuflarse a lo largo de las primeras misiones principales, para centrarse en el meollo de la cuesti¨®n desde el minuto uno. As¨ª, ya en la misi¨®n inicial nos veremos enfrascados en un infernal tiroteo, en el que usaremos la escopeta recortada de dos ca?ones, una de las armas que suponen una importante novedad respecto a lo visto en GTA IV. Y no es ni mucho menos la ¨²nica. Tambi¨¦n contaremos con un lanzagranadas (ideal para hacer saltar por los aires a enemigos fuertemente atrincherados), una pistola autom¨¢tica (de alta cadencia de disparo ya que, tras dejar pulsado el gatillo, el cargador se vaciar¨¢ en un suspiro), explosivos de mano (ideales para "dejar caer" cuando alguien nos persiga) y la que sin duda puede considerarse nueva estrella de la funci¨®n: la escopeta de asalto, una potent¨ªsima arma completamente autom¨¢tica, con la cadencia de disparo de una ametralladora, capaz de acabar con oleadas de enemigos, veh¨ªculos o helic¨®pteros en un santiam¨¦n, lo que la hace un arma completamente todoterreno, la m¨¢s poderosa vista hasta entonces en la totalidad de la franquicia.

Por supuesto, todo este nuevo arsenal (o hardware, como lo suelen llamar los Lost) se suma a lo ya existente en GTA IV, algo que tambi¨¦n podemos aplicar a los minijuegos. En la anterior aventura, para relajarnos entre misi¨®n y misi¨®n, pod¨ªamos participar en una partida de dardos, jugar al billar, a los bolos, al juego de puzle Qub3d... Pues bien, The Lost and Damned tambi¨¦n a?ade jugosas novedades al respecto.

As¨ª, contamos con la posibilidad de echar pulsos en diversos locales repartidos a lo largo del mapa de la ciudad, incluida la guarida de los Lost. Dicho desaf¨ªo se disputa al mejor de tres, y para ganarlo deberemos mover el stick anal¨®gico secundario de izquierda a derecha, con toda la rapidez que podamos. Tambi¨¦n se ha incluido un minijuego de cartas, tan sencillo como adictivo. Ser¨¢n cuatro jugadores los enfrentados; tras lanzarse una carta a la mesa, deberemos adivinar si la siguiente ser¨¢ mayor o menor (los ases cuentan como menor); en caso de errar en nuestra predicci¨®n, estaremos fuera de la partida; si acertamos, sobreviviremos una nueva ronda. Obviamente, gana el ¨²ltimo que quede en pie.

Eso s¨ª, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que la estrella de los nuevos minijuegos de The Lost and Damned es el Air Hockey. Como es de esperar, nuestro objetivo es usar una pala para colar el disco en la porter¨ªa del contrincante. Tanto el control como las f¨ªsicas han sido aceptablemente cuidados, con lo que el Air Hockey se convierte en un pasatiempo de lo m¨¢s adictivo. Controlamos la pala con el stick anal¨®gico izquierdo, mientras el derecho nos servir¨¢ para lanzar tiros fuertes en cualquier direcci¨®n. Ya, por ¨²ltimo, es conveniente mencionar que se revisaron las f¨ªsicas y corregido los errores que hac¨ªan del billar visto en el GTA IV original algo mucho menos jugable de lo que ser¨ªa deseable. Ahora, las bolas dejar¨¢n de rebotar en los bordes del hoyo para posteriormente salir disparadas en la direcci¨®n contraria cual pelotas de pinball, pasando a comportarse como se supone que tienen que hacerlo.

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Perdidos, pero nunca olvidados

Niko Bellic era un alma solitaria, un inmigrante arrojado a las calles de una ciudad que dista mucho de parecerse a ese ut¨®pico sue?o americano del que su primo no hac¨ªa m¨¢s que hablarle, por lo que a lo largo de la mayor parte de su aventura deb¨ªa afrontar los desaf¨ªos que se le presentaban en una completa soledad. Johnny, en cambio, es miembro destacado de una hermandad, los Lost, por lo que en las m¨¢s peligrosas situaciones se ver¨¢ arropado por sus compa?eros. Los Lost cuidan unos de otros, algo que deberemos tener muy en cuenta, tal y como veremos m¨¢s adelante. Durante los desplazamientos o persecuciones que llevaremos a cabo en muchas de las misiones, nuestros camaradas moteros circular¨¢n a nuestro lado, dando pie a otro nuevo minijuego.

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Y es que debemos procurar respetar el lugar que nos corresponde en la hermandad. Puesto que Johnny es el vicepresidente de los Lost, su puesto est¨¢ situado justo detr¨¢s de Billy. Mediante una insignia de los Lost dibujada en el suelo, se nos indicar¨¢ el lugar exacto sobre el que deberemos transitar para mantener la formaci¨®n (si adelantamos a nuestro jefe, ¨¦ste nos reprender¨¢, y el s¨ªmbolo volver¨¢ a aparecer para que retomemos nuestro lugar). Por supuesto, podemos ir a nuestro libre albedr¨ªo, pero si mantenemos dicha formaci¨®n mejoraremos tanto nuestra salud como la condici¨®n de la moto. En muchas ocasiones, Billy ordenar¨¢ romper la formaci¨®n para iniciar una carrera hacia el objetivo de la misi¨®n, por lo que ser¨¢ entonces el momento de disfrutar dando gas a fondo, al tiempo que tratamos de ganar el desaf¨ªo.

Los di¨¢logos mantenidos entre los personajes mientras conducen o se encuentran enfrascados en pleno tiroteo son en The Lost and Damned casi tan numerosos como llegar¨ªan a serlo en GTA V. Ello acarrea un problema: dichos di¨¢logos, como es triste y habitual norma tanto en la saga GTA como en cualquier juego de Rockstar que llega al mercado, se nos ofrecen ¨²nicamente en ingl¨¦s. Si nuestro nivel en dicho idioma no es lo suficientemente alto, nos veremos obligados a centrar nuestra atenci¨®n en los condenados subt¨ªtulos para poder entender lo que se nos est¨¢ diciendo, lo que nos distraer¨¢ de lo que sucede en pantalla con consecuencias a menudo fatales.

En el minimapa de juego aparece marcada en todo momento la ubicaci¨®n de los aliados durante los tiroteos. Tras pulsar hacia abajo en la cruceta, podremos ver el nivel de experiencia de nuestros compa?eros. ?ste aumenta a medida que combaten y superan misiones a nuestro lado, permiti¨¦ndoles ser m¨¢s duros de pelar, al tiempo que ven aumentada su habilidad a la hora de disparar.

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Pero hay que tener muy en cuenta que nuestros camaradas tambi¨¦n pueden morir, siendo entonces sustituidos por otros cuya barra de experiencia partir¨¢ de cero. As¨ª, debemos cuidar de cubrir las espaldas de nuestros aliados tanto como ellos cubren la nuestra, ya que entonces llegaremos a contar con la ayuda de una buena fuerza de choque a la hora de afrontar las misiones m¨¢s dif¨ªciles. Por ¨²ltimo, para cuando el juego se encuentre m¨¢s avanzado podremos solicitar nuestros propios refuerzos mediante el tel¨¦fono m¨®vil, llamando a los compa?eros de hermandad de mayor confianza.

Y ya que hablamos del tel¨¦fono, es obligatorio mencionar que Rockstar North decidi¨® eliminar la molestia que supon¨ªa en GTA IV el encontrarnos acosados por continuas llamadas de nuestros contactos para quedar, lo que acababa rompiendo notablemente el ritmo de las misiones. Ahora, la opci¨®n de citarnos con ellos para mejorar el porcentaje de amistad y respeto que nos profesen ser¨¢ totalmente nuestra. Durante las citas tendremos la posibilidad de seleccionar entre el abanico de actividades ya vistas en GTA IV, a las que se a?aden los nuevos minijuegos que ofrece TLAD. Por supuesto, el tel¨¦fono m¨®vil servir¨¢ para muchas m¨¢s cosas aparte de concertar citas con nuestros contactos. As¨ª, los compa?eros de hermandad que tengamos en la agenda cumplen una funci¨®n determinada u ofrecen un servicio del que podremos sacar provecho siempre que lo deseemos.

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Johnny, como buen motero que es, posee una aut¨¦ntica belleza con la que recorrer a placer las calles de Liberty City. Se trata de la Hexer, modelo ¨²nico en la ciudad; una moderna chopper de estilo cl¨¢sico, con un motor twin cam y seis velocidades con transmisi¨®n final de cadena. Eso s¨ª, podemos conducir a nuestra libre elecci¨®n cualquier clase de veh¨ªculo que veamos por las calles, sin importar su n¨²mero de ruedas, modelo, tama?o o condici¨®n, tal y como es norma habitual en la saga. Pero desde el primer momento queda claro que Johnny se encuentra m¨¢s c¨®modo a lomos de una chopper. Si perdemos nuestra montura, podremos llamar a Clay, el encargado de proveer de "burras" a los Lost, para que lleve una moto nuevecita hasta nuestra ubicaci¨®n.

El Todopoderoso perdona, los Lost no

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The Lost and Damned incluye varias novedades en lo referente al transporte, siendo en su mayor parte nuevos y potentes veh¨ªculos de dos ruedas, permitiendo as¨ª que cada banda de motoristas posea sus propios modelos caracter¨ªsticos. Desde la anteriormente mencionada Hexer de Johnny hasta la r¨¢pida Double T Custom, favorita de los Uptown Riders, los a?adidos en dicho sentido hacen que la experiencia a la hora de conducir motos en TLAD se encuentre a a?os luz de todo lo visto tanto anterior como posteriormente dentro de la saga GTA.

Adem¨¢s, como buen motero que es, Johnny posee una habilidad sobre estas monturas superior a la de cualquier protagonista anterior de la franquicia, por lo que disfrutaremos de un control notablemente mejorado a la hora de conducir motocicletas, as¨ª como una f¨ªsica m¨¢s estable y gratificante, siendo entonces mucho m¨¢s dif¨ªcil que acabemos dando con nuestros huesos en el suelo. La banda sonora de The Lost and Damned suma unas 50 nuevas canciones al contenido ya escuchado en GTA IV, varias de las cuales han sido incluso espec¨ªficamente creadas para el juego.

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Por supuesto, y dada la tem¨¢tica del t¨ªtulo, en The Lost and Damned existe todo un homenaje a Road Rash, la a?orada saga motera por excelencia del mundo de los videojuegos, tristemente abandonada por sus creadores, Electronic Arts, desde la ¨¦poca de la primera PlayStation. As¨ª, en un determinado momento del juego se desbloquear¨¢n un total de doce carreras a superar, en las que a lomos de nuestra montura debemos luchar por terminar en primer lugar en una serie de circuitos marcados por puntos de control. Durante dichas competiciones, contamos la posibilidad de usar un bate para "convencer" a nuestros rivales de que o bien nos dejen pasar o bien no nos adelanten.

Toda esta carga de contenido (y mucha m¨¢s que nos dejamos en el tintero, como la referente a las modalidades online, que tambi¨¦n se expandieron y potenciaron para la ocasi¨®n) deja bien a las claras la consideraci¨®n de The Lost and Damned como juego completo con todas las letras. Originalmente, TLAD ocupaba 1.8 gigas del disco duro de Xbox 360, algo por entonces in¨¦dito dentro de la tienda digital de la consola de Microsoft. Y es que por aquella ¨¦poca a¨²n no se ofrec¨ªan juegos completos como los que pod¨ªan encontrarse en disco f¨ªsico, solo t¨ªtulos digitales que en su mayor¨ªa ocupaban poco espacio dado que los discos duros de las consolas de entonces sol¨ªan ser muy limitados. Los 1.8 gigas que ocupaba The Lost and Damned se dedicaban en su totalidad al nuevo contenido, dado que aspectos como la ciudad en s¨ª eran cargados desde el disco original de Grand Theft Auto IV, el cual deb¨ªa encontrarse dentro de la consola para poder jugar a The Lost and Damned.

La guerra de las exclusivas contraataca

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Microsoft asegur¨® desde el momento en que Peter Moore anunci¨® los dos episodios descargables de Grand Theft Auto IV que ¨¦stos podr¨ªan jugarse ¨²nica y exclusivamente en Xbox 360. Y result¨® que as¨ª fue... por alg¨²n tiempo. Tras The Lost and Damned, lleg¨® de la misma manera The Ballad of Gay Tony, y adem¨¢s ambos episodios fueron lanzados en un disco f¨ªsico titulado Grand Theft Auto: Episodes From Liberty City. Con dicho disco ya no era necesario instalar tanto dato en los en su mayor¨ªa limitados discos duros de Xbox 360, ni poseer el GTA IV original para disfrutar de ambos episodios dado que el mapeado del juego tambi¨¦n estaba incluido en aquel DVD. Esta edici¨®n se lanz¨® en Xbox 360 un 29 de octubre de 2009 (justo el mismo d¨ªa en que The Ballad of Gay Tony llegaba en formato digital), luciendo el sello "Only on Xbox 360", lo cual indicaba que se trataba de un videojuego exclusivo de dicha consola que jam¨¢s llegar¨ªa a ver la luz en ninguna otra. Vamos, para entendernos, como un Lost Odyssey o un Halo 3.

Sin embargo, los 50 milloncejos que Microsoft pag¨® por la exclusiva tanto de TLAD como de TBOGT resultaron tener fecha de caducidad. Poco menos de medio a?o despu¨¦s, en concreto un 13 de abril de 2010 (aunque la noticia surgi¨® en enero), Episodes From Liberty City fue lanzado tanto en PC como en PlayStation 3, en unas versiones bastante similares a todo lo que se hab¨ªa visto en Xbox 360, aunque exist¨ªan peque?os detalles que las diferenciaban, como la posibilidad de ver los programas televisivos a pantalla completa en PS3 y PC, o la resoluci¨®n de texturas ligeramente inferior en PS3 debido al cuello de botella que supon¨ªa su RAM. As¨ª que finalmente todo el mundo pudo disfrutar de la experiencia completa de Grand Theft Auto IV. Precisamente, unos meses despu¨¦s y ya de manera simult¨¢nea para las tres plataformas antes mencionadas, Rockstar puso en circulaci¨®n el recopilatorio Grand Theft Auto IV & Episodes From Liberty City, el cual inclu¨ªa GTA IV, The Lost and Damned y The Ballad of Gay Tony en un ¨²nico disco... eso s¨ª, s¨®lo en PS3.

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Volvemos a hacer aqu¨ª menci¨®n a los rumores que afirmaban aquello de que Grand Theft Auto IV estaba planeado desde un principio, en su desarrollo original destinado a PlayStation 3, como una aventura ¨²nica compartida por tres personajes, la cual tuvo que dividirse en tres partes (el GTA IV finalmente lanzado y los dos episodios descargables) cuando Xbox 360, su lector de DVDs y los 50 millones de Microsoft entraron en acci¨®n, ya que era imposible que todo aquello cupiera en un ¨²nico disco. Y es que la edici¨®n completa en formato f¨ªsico de Grand Theft Auto IV & Episodes From Liberty City ocupa en PlayStation 3 un ¨²nico Blu-ray, mientras en Xbox 360 se encuentra dividida en dos discos DVD, el primero para la aventura principal y el segundo para los dos episodios posteriores. Otra pista m¨¢s que nos hace ver que dichos rumores, jam¨¢s confirmados por Rockstar y por supuesto tampoco por Microsoft, puede que estuvieran en lo cierto despu¨¦s de todo. Mencionar por ¨²ltimo que tanto The Lost and Damned como The Ballad of Gay Tony pueden tambi¨¦n disfrutarse en Xbox One gracias a la retrocompatibilidad con 360 de la que goza dicha plataforma.

Grand Theft Auto IV: The Ballad of Gay Tony

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No hay dos sin tres. La trilog¨ªa Grand Theft Auto IV qued¨® completada el 29 de octubre de 2009 con el lanzamiento de The Ballad of Gay Tony, en formato digital y en exclusiva para Xbox 360 aunque posteriormente se lanzar¨ªa en otros formatos y plataformas, a los que ya hemos hecho antes menci¨®n. Tal y como sucedi¨® con The Lost and Damned, es tal la cantidad de contenido y novedades que ofrece TBOGT que bien puede ser considerado un juego completo en lugar de una expansi¨®n o DLC.

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En esta ocasi¨®n pasamos a encarnar a Luis Fernando L¨®pez, personaje que nos ser¨¢ ya m¨¢s que familiar si hemos jugado al Grand Theft Auto IV original o a The Lost and Damned. Luis es un hispano que conoce al dedillo la vida y juergas nocturnas que afloran en Liberty City en cuanto la luz solar da paso a la iluminaci¨®n el¨¦ctrica. No en vano, es asociado y mano derecha de Anthony Prince (m¨¢s conocido como Gay Tony), vieja gloria de las discotecas ochenteras y actual propietario de los dos locales m¨¢s de moda en la metr¨®poli estadounidense, el Maisonette 9 y el Hercules. Los excesos y problemas financieros de Gay Tony le han llevado a endeudarse hasta las cejas con la mafia, en concreto con la familia Ancelotti, por lo que corresponder¨¢ a Luis velar tanto por la integridad de los locales como por mantener contentos a los jefes y sicarios de la cosa nostra.

Fiebre del s¨¢bado noche

Las novedades que The Ballad of Gay Tony ofrece respecto a sus dos antecesores son bastante numerosas. Lo primero que llama la atenci¨®n es que ahora disponemos de un sistema de puntuaci¨®n inspirado por Grand Theft Auto: Chinatown Wars (t¨ªtulo del que por supuesto nos ocuparemos m¨¢s adelante). As¨ª, al finalizar una misi¨®n, obtendremos un resultado basado en nuestra eficacia, el tiempo transcurrido, los objetivos que hayamos logrado alcanzar... Todo con la intenci¨®n de invitar al usuario a rejugar cada cap¨ªtulo para tratar de superar el r¨¦cord alcanzado previamente, aunque para ello deberemos haber completado las misiones principales de la historia.

En cuanto a veh¨ªculos y armamento, aqu¨ª por supuesto tambi¨¦n hay novedades. La intenci¨®n de hacer de Grand Theft Auto IV un juego m¨¢s realista y menos desenfrenado que en entregas previas de la saga llev¨® a que medios de transporte tan mort¨ªferos como el cl¨¢sico tanque Rhino brillaran por su ausencia. Pues bien, en The Ballad of Gay Tony no podremos llegar a conducir un Rhino, aunque s¨ª una tanqueta de asalto que nos permitir¨¢ arrasar con todo lo que se nos ponga por delante. Respecto a medios a¨¦reos, sin duda la estrella pasar¨¢ a ser el Buzzard, un helic¨®ptero peque?o, manejable y dotado de armamento suficiente como para celebrar el 4 de julio sea cual sea el d¨ªa del a?o.

Y ya que hablamos de armamento, las novedades destacadas del arsenal que podremos adquirir cuentan con el SMG, un rifle de asalto de origen belga muy popular entre diversas unidades militares de fuerzas especiales. Luego tenemos el voluminoso y contundente MG, la pistola semiautom¨¢tica del calibre 44, un nuevo rifle de francotirador de alta precisi¨®n... Y todas estas novedades, por supuesto, se suman a lo ya visto en Grand Theft Auto IV y The Lost and Damned, as¨ª que desde luego lo que no nos faltar¨¢ a la hora de repartir plomo ser¨¢ la variedad.

Luis, al igual que Johnny, no es un reci¨¦n llegado a Liberty City, as¨ª que tambi¨¦n puede echar mano de sus amistades desde el principio del juego, sin necesidad de establecer contactos previos e ir ganando confianzas como s¨ª deb¨ªa hacer Niko. En este caso nuestros mayores aliados ser¨¢n Armando y Henrique, compa?eros de Luis desde largo tiempo atr¨¢s, siempre dispuestos a ayudar a su amigo cuando sea necesario. Armando ser¨¢ nuestro principal contacto a la hora de comprar armas, mientras Henrique nos proveer¨¢ de veh¨ªculos cuando no tengamos un medio de transporte a mano.

En cuanto a minijuegos y actividades, contamos con las guerras de bandas (ya presentes en The Lost and Damned, aunque aqu¨ª se ofrecen marcadas diferencias), carreras de triathlon (por tierra, mar y aire), la gesti¨®n del Maisonette 9 (aqu¨ª podemos participar en minijuegos de baile, satisfacer las demandas de alg¨²n cliente VIP, participar en competiciones de bebidas, echar a los clientes problem¨¢ticos e incluso relajarse en los servicios con "actividades recreativas"), competiciones ilegales de lucha cuerpo a cuerpo (podemos participar apostando como espectador, o saltar al ring para enfrentarnos a diversos rivales), saltos en paraca¨ªdas (los cuales vuelven a aparecer en la franquicia tras su ausencia en GTA IV y TLAD), un minijuego de golf (no tan trabajado como el que ser¨ªa incluido en GTA V, pero tiene su gracia)... A toda esta oferta se a?ade nuevo contenido para la banda sonora, los programas de televisi¨®n y las p¨¢ginas accesibles desde internet. El multijugador tambi¨¦n se expande con novedades como los saltos base o un renovado modo libre.

En definitiva, The Ballad of Gay Tony supone el broche de oro para la trilog¨ªa GTA IV, con la que la franquicia entr¨® de lleno y por la puerta grande en la generaci¨®n HD. La s¨¦ptima generaci¨®n de consolas llegar¨ªa a ser bastante larga, dando comienzo a finales de 2005 con el lanzamiento de Xbox 360 y terminando ya a finales de 2013 con la llegada de Xbox One y PlayStation 4, as¨ª que a Rockstar North a¨²n le quedaba margen suficiente para comenzar a trabajar en la siguiente entrega numerada de la saga y lanzarla sin tener que sufrir un cambio generacional en el proceso. Pero antes de contar esa historia, debemos centrar nuestra atenci¨®n en el mundo de las consolas port¨¢tiles.

Grand Theft Auto: Chinatown Wars

El mercado port¨¢til ha mantenido una relaci¨®n bastante estrecha con la franquicia Grand Theft Auto, la cual se inici¨® en el mismo origen de la saga. Tanto el primer GTA como su posterior secuela recibieron conversiones destinadas a Game Boy Color; eso s¨ª, ambas eran bastante deficientes, y no s¨®lo por las evidentes limitaciones t¨¦cnicas de la hist¨®rica port¨¢til de Nintendo. Eran productos secundarios, destinados poco m¨¢s que a hacer algo de caja, aprovechando as¨ª la relevancia adquirida por las versiones originales destinadas a plataformas de sobremesa, y adem¨¢s se encontraban bastante censurados. Pero la situaci¨®n cambi¨® radicalmente tras el arrasador ¨¦xito de GTA III.

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Grand Theft Auto Advance fue el primer indicativo de dicho cambio: una entrega m¨¢s que digna, exclusiva para consola port¨¢til, que logr¨® estar a la altura de sus hermanas mayores. Luego desembarcaron en PSP los inconmensurables Liberty & Vice City Stories, t¨ªtulos que mantuvieron el nivel alcanzado en versiones de sobremesa gracias a la potencia enarbolada por la port¨¢til de Sony. Ambos juegos arrasaron en ventas, pero la alta tasa de pirater¨ªa que sufr¨ªa PSP empuj¨® finalmente a Rockstar a dejar de programar para ella, cortando de un plumazo las esperanzas mantenidas por los usuarios a la hora de llegar a ver un San Andreas Stories corriendo en dicha plataforma.

As¨ª, Rockstar Leeds, autora de los dos juegos de PSP, cambi¨® de plataforma para su siguiente Grand Theft Auto port¨¢til. Nintendo DS, la port¨¢til m¨¢s vendida de todos los tiempos, se convirti¨® en la consola elegida para albergar este nuevo GTA. Tal y como ya pas¨® con Grand Theft Auto Advance, Nintendo no puso pega alguna a la hora de desarrollar el que ser¨ªa un videojuego para mayores de edad, libre de cualquier clase de censura. Por supuesto, las posibilidades t¨¦cnicas de NDS eran inferiores a las de PSP. Por ello, el juego retorn¨® a la cl¨¢sica perspectiva a¨¦rea de los primeros GTA, permitiendo que la exitosa port¨¢til de Nintendo lograra lidiar sin problemas con un engine tridimensional de asombroso grado de detalle y m¨¢s que demostrada solvencia a la hora de moverse con soltura. Grand Theft Auto: Chinatown Wars lleg¨® finalmente a las estanter¨ªas de las tiendas un 17 de marzo de 2009, para brillar con luz propia dentro del cat¨¢logo de Nintendo DS.

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Imagina ser traficante

Nintendo DS era, junto a su hermana mayor Wii, el sistema m¨¢s exitoso de aquellos a?os. Sin embargo, y tal y como suele ocurrir hist¨®ricamente en el seno de las plataformas de la Gran N, arrastraba una fama de "consola infantil" de la que le fue muy dif¨ªcil desembarazarse. La legi¨®n de t¨ªtulos de corte casual y para menores de edad que inundaban el cat¨¢logo de la consola superaba ampliamente en n¨²mero a juegos tradicionales o destinados a un p¨²blico m¨¢s experimentado. Es por ello que encontrar t¨ªtulos de tem¨¢tica adulta tambi¨¦n era una misi¨®n casi imposible, as¨ª que es normal que Chinatown Wars destacara desde el momento en el que vio la luz.

El juego nos narra la odisea de Huang Lee, un joven miembro de las Triadas de Hong Kong que llega a Liberty City con una importante misi¨®n: entregar una valiosa espada ancestral a su t¨ªo, Kenny Lee, el cual se ha convertido en el patriarca de la familia tras la muerte en extra?as circunstancias del padre de Huang. La entrega de dicha arma es muy importante para el futuro del clan Lee, ya que Kenny planea regal¨¢rsela a Hsin Jaoming, el l¨ªder de las Triadas de Liberty City, para ganarse as¨ª su favor. Y es que el anciano cabecilla de la mafia china en la ciudad de la libertad pronto se jubilar¨¢, sin que a¨²n est¨¦ claro qui¨¦n ser¨¢ su sucesor. No en vano, el hijo y heredero de Jaoming tiene menos cerebro que una ameba, lo que le ha llevado incluso a ser rechazado por su propio padre como sucesor al cargo.

Sin embargo, las cosas se tuercen en el mismo instante en que Huang llega a la gran metr¨®poli. Unos misteriosos asaltantes le disparan en la cabeza, roban la espada e introducen su cuerpo inerte en el interior de un coche, veh¨ªculo que arrojan al mar poco despu¨¦s. Afortunadamente, la herida de bala resulta ser superficial, por lo que Huang recobra el sentido con el tiempo suficiente para romper el cristal del veh¨ªculo hundido y lograr salvar la vida. Tras presentarse ante su t¨ªo con las manos vac¨ªas, tratar¨¢ de recuperar la espada. Mientras tanto, la lucha interna entablada entre los diferentes jefes de las Triadas, en aras de hacerse con el control de la organizaci¨®n criminal tras la inminente retirada de Jaoming, le obligar¨¢ a implicarse en turbios asuntos m¨¢s de lo que le ser¨ªa deseable. Y todo esto sin mencionar que el resto de las mafias que operan en Liberty City intentar¨¢n aprovechar el reciente caos imperante en las Triadas para borrar a dicha organizaci¨®n del mapa.

Liberty City a vista de p¨¢jaro

La Liberty City en la que transcurren las correr¨ªas de Huang no es la de GTA III, sino la de la cuarta entrega numerada de la saga. Por tanto, comparte universo con dicho t¨ªtulo. Rockstar Leeds se encontraba ante un reto m¨¢s que significativo; no en vano, el trabajo de adaptaci¨®n de la Liberty City de GTA III y de Vice City a PSP fue m¨ªnimo, todo gracias al potencial del que hac¨ªa gala la port¨¢til de Sony. Pero en esta ocasi¨®n no solo se encontraban ante una plataforma inferior a nivel t¨¦cnico, sino que adem¨¢s la ciudad virtual a trasladar proven¨ªa de consolas cuya potencia se encontraba a siglos luz de la pose¨ªda por DS. Pues bien, el resultado final no pudo ser puntuado con otra calificaci¨®n que no fuera la de sobresaliente. La Liberty City de Chinatown Wars da la impresi¨®n de ser una maqueta de la urbe vista en GTA IV; aunque, eso s¨ª, es obligatorio mencionar que nos encontramos ante una maqueta incre¨ªblemente detallada, fiel al original a pr¨¢cticamente todos los niveles. Tanto es as¨ª que durante nuestro periplo no nos costar¨¢ reconocer las zonas y lugares m¨¢s representativos de la LC de Grand Theft Auto IV. A grandes rasgos, el trabajo de adaptaci¨®n de la Liberty City de GTA IV a DS fue infinitamente superior al trabajo de adaptaci¨®n (tambi¨¦n muy conseguido, ojo) de la LC de GTA III a Game Boy Advance.

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Eso s¨ª, Nintendo DS segu¨ªa teniendo sus limitaciones, as¨ª que Rockstar Leeds se vio obligada a eliminar toda la isla de Alderney (aproximadamente 1/3 del tama?o total de la LC vista en GTA IV) de la ecuaci¨®n. Sin embargo, dicha carencia no lleg¨® a echarse en falta en ning¨²n momento. A pesar de la eliminaci¨®n de Alderney, la zona de juego segu¨ªa siendo inmensa. Tambi¨¦n contaba con sus ciclos d¨ªa-noche (poco perceptibles debido a las limitaciones t¨¦cnicas de la consola, pero ah¨ª estaban), e incluso sombras din¨¢micas para edificios y elementos del entorno.

Ya hemos mencionado anteriormente que, a pesar de que el engine de Chinatown Wars es enteramente tridimensional, la perspectiva usada es a¨¦rea en lugar de frontal, con lo que el juego se asemeja en su desarrollo y mec¨¢nica jugable tanto a los primeros GTA lanzados durante la generaci¨®n de los 32 bits como al posterior GTA Advance. Dicha perspectiva permite tanto evitar el popping (aparici¨®n repentina de objetos en el horizonte) como conseguir que nuestra DS pueda manejar el engine gr¨¢fico con la suficiente solvencia como para que Chinatown Wars logre verse libre de molestas ralentizaciones o bajadas de frame rate. Por desgracia, la utilizaci¨®n de la perspectiva a¨¦rea conlleva el que quiz¨¢ sea mayor problema del juego: la zona visible es muy limitada, a¨²n a pesar de encontrarse ligeramente inclinada hacia el frente para facilitar las cosas.

Debido a ello, en no pocas ocasiones, generalmente cuando conducimos a toda pastilla por las calles de Liberty City, acabaremos chocando de frente contra paredes, edificios u obst¨¢culos que no hemos podido advertir con la suficiente antelaci¨®n como para llegar a esquivarlos con ¨¦xito. Esta molestia ya estuvo presente en todos los GTAs de desarrollo bidimensional anteriores (1, London, 2 y Advance), y por desgracia tampoco pudo solventarse en este, hasta la fecha, ¨²ltimo Grand Theft Auto en contar con perspectiva cenital a lo largo de todo su desarrollo.

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Lo extra?o es que el propio juego nos da muestras de que dicha tara podr¨ªa haberse solventado, ya que, en la segunda de las c¨¢maras disponibles, la cinematogr¨¢fica, se incluye una vista a¨¦rea (supuestamente tomada desde un helic¨®ptero, dado que se puede escuchar el rotar de las aspas) que s¨ª se encuentra lo suficientemente alejada como para permitir una zona de visi¨®n plenamente satisfactoria. Sin embargo, al ser la citada c¨¢mara cinematogr¨¢fica completamente autom¨¢tica, dicha perspectiva debe coexistir con otros ¨¢ngulos mucho m¨¢s cerrados y de giros imprevisibles, que transforman la conducci¨®n en un aut¨¦ntico infierno. La c¨¢mara est¨¢ndar se convierte as¨ª en la ¨²nica opci¨®n viable. Eso s¨ª, a pesar de los problemas mencionados, tanto la costumbre como alguna opci¨®n de ayuda extra (activar se?ales indicativas del camino a seguir en la pantalla de juego es altamente recomendable) logran paliar dicho defecto.

Afortunadamente, es imposible poner pega alguna al resto de apartados. El control, tanto a pie como en veh¨ªculo, es tan sencillo como satisfactorio. Fijamos a los enemigos con el bot¨®n R, lo que nos permite movernos a placer durante los tiroteos, quedando el bot¨®n L reservado al cambio de objetivo. Los veh¨ªculos a conducir (alrededor de 100 diferentes) van desde coches de todo tipo y condici¨®n hasta motocicletas, lanchas (incluidas motos de agua), bulldozers o el esperado retorno de aut¨¦nticas leyendas de la franquicia, tales como el mort¨ªfero tanque Rhino.

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La retah¨ªla de misiones principales, secundarias, minijuegos, competiciones... es en Chinatown Wars tan cuantiosa como en cualquier otro t¨ªtulo de la franquicia, lo que implica echar much¨ªsimas horas si queremos alcanzar el anhelado 100 % de juego completado. De entrada, contamos con los cl¨¢sicos trabajos secundarios de taxista, conductor de ambulancia (con la novedad de que, mientras conducimos, deberemos estar pendientes del pulso de nuestros pacientes, para reanimarlos en caso de necesidad mediante el uso de la pantalla t¨¢ctil), bombero (en esta ocasi¨®n no s¨®lo tendremos que apagar incendios, sino tambi¨¦n disolver manifestaciones a golpe de manguera) y polic¨ªa.

Adem¨¢s, existen los 100 objetos ocultos a encontrar (y destruir), los cuales en esta ocasi¨®n tomar¨¢n la forma de c¨¢maras de vigilancia repartidas a lo largo y ancho de la ciudad. Eliminarlas no solo aumentar¨¢ nuestro porcentaje de juego completado, sino que tambi¨¦n permitir¨¢ bajar los precios a los traficantes (a los que nos referiremos m¨¢s adelante) que se encuentren en la zona, gracias al menor riesgo que para ellos implicar¨¢ de ser capturados por la polic¨ªa. Pero la cosa no acaba aqu¨ª: 30 saltos ¨²nicos nos aguardan en forma de rampas que deberemos surcar a toda velocidad; los personajes aleatorios que recorren las calles de Liberty City nos dar¨¢n acceso a nuevas misiones; existen minijuegos de carreras, competici¨®n y lucha contra el crono; vuelven los Kill Frenzy (toda una instituci¨®n en la saga, aunque se encontraban ausentes desde GTA: San Andreas), denominados en esta ocasi¨®n como Rampages... Como ya mencionamos anteriormente, la cantidad de contenido ofrecido por Grand Theft Auto: Chinatown Wars est¨¢ al nivel del de un juego destinado a plataformas de sobremesa.

En lo que a persecuci¨®n policial se refiere, se implement¨® un sistema en el que al fin se nos daba la oportunidad de pasar a la ofensiva, en lugar de limitarnos a correr y escondernos. As¨ª, en Chinatown Wars contamos con un n¨²mero determinado de iconos representando a unidades m¨®viles de la polic¨ªa, los cuales aparecer¨¢n justo debajo de nuestro marcador de b¨²squeda. Si conseguimos que alguno de los coches patrulla que nos persiguen acabe destruido (ya sea a base de embestidas, o cerr¨¢ndole el paso para hacer que se estrelle contra alg¨²n obst¨¢culo), se tachar¨¢ uno de los iconos de unidades m¨®viles de nuestro marcador. Tras eliminarlos todos, nuestro nivel de Se Busca descender¨¢ en una estrella. Eso s¨ª, los Pay 'n Spray siguen estando ah¨ª si lo que queremos es librarnos del acoso policial lo antes posible.

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Y ahora llega el momento de entrar de lleno en el que fuera apartado m¨¢s pol¨¦mico de Chinatown Wars: el tr¨¢fico de drogas. Existen diversas v¨ªas para conseguir dinero en Liberty City, efectivo que ser¨¢ esencial para comprar armas o pisos francos; incluso necesitaremos echar mano de ¨¦l para acceder a determinadas misiones principales. Dichas v¨ªas incluyen superar misiones, probar suerte con las tarjetas Rasca y Gana (existen locales repartidos por toda la ciudad, destinados a la compra de dichas tarjetas), sustraer dinero a los peatones abatidos, trabajar como taxista, conductor de ambulancia, bombero... Sin embargo, pronto nos quedar¨¢ claro que mediante dichas v¨ªas obtendremos poca cantidad de efectivo, dinero a todas luces insuficiente para cubrir nuestras necesidades. As¨ª, deberemos introducirnos en el lucrativo negocio del tr¨¢fico de estupefacientes, si lo que queremos es disponer de capital suficiente como para desenvolvernos sin problemas por Liberty City.

Existen 6 art¨ªculos de compra-venta a nuestra disposici¨®n: hero¨ªna, coca¨ªna, ¨¦xtasis, ¨¢cido, marihuana y sedantes. Nuestro personaje porta una bolsa en la que podremos llevar hasta 50 unidades de los citados art¨ªculos. El material sobrante deberemos introducirlo en un malet¨ªn ubicado en el piso franco, para as¨ª poder disponer de ¨¦l cuando lo necesitemos. Hay que tener en cuenta que, si somos arrestados, la polic¨ªa no dudar¨¢ en confiscar todo el material que llevemos encima, por lo que hay que estar muy atento a las fuerzas de la ley, siendo m¨¢s que recomendable evitar meternos en problemas si llevamos con nosotros una peque?a fortuna en g¨¦nero. Los camellos ubicados a lo largo y ancho de Liberty City servir¨¢n tanto para comprar como para vender droga. A nuestra PDA llegar¨¢n regularmente correos electr¨®nicos con ofertas de venta y demandas de compra. Deberemos gestionar dicha informaci¨®n con inteligencia, ya que nuestro objetivo ser¨¢, obviamente, comprar barato y vender caro para as¨ª obtener el mayor beneficio posible. Adem¨¢s, si lo que queremos es ir completamente por libre, siempre podremos asaltar alguno de los camiones de reparto de droga que transitan por la ciudad, pertenecientes a las diversas mafias de Liberty City.

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Ammunation, la tienda de armamento m¨¢s famosa en el universo GTA, vuelve a abrirnos sus puertas para que podamos hacernos con todo tipo de material ofensivo. En esta ocasi¨®n no tendremos que acudir a alguno de los locales propiedad de la franquicia para hacer nuestras compras, ya que la empresa ha decidido abrir una tienda online que ser¨¢ en todo momento accesible mediante nuestra PDA. S¨®lo tendremos que realizar el pedido que deseemos, y ¨¦ste sea entregado en nuestro piso franco en pocos minutos como si se tratara de un servicio de comida a domicilio. Ya se sabe: Estados Unidos es a las armas de fuego lo que las armas de fuego son a Estados Unidos.

Un mafioso con stylus

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Grand Theft Auto: Chinatown Wars aprovecha las posibilidades t¨¢ctiles de DS de manera magistral. De entrada, nuestro puntero (que en DS recibi¨® el nombre de stylus) ser¨¢ la herramienta que nos dar¨¢ acceso a la mayor¨ªa de las funciones del juego, todo a trav¨¦s de la PDA ubicada en la pantalla inferior: Navegar por un mapa GPS, en el que se incluir¨¢n contactos y puntos de inter¨¦s hacia los que podremos trazar una ruta con un solo click de nuestro puntero; comprar online en Anmunation; recibir correos electr¨®nicos; ofertas en la venta de estupefacientes; estudios de mercado enfocados a nuestro particular e ilegal negocio; acceso al men¨² de opciones...

Adem¨¢s, durante la aventura deberemos usar la pantalla t¨¢ctil en multitud de situaciones: lanzar c¨®cteles molotov o granadas; conseguir m¨¢s de los citados c¨®cteles, usando para ello un minijuego en el que acudiremos a las gasolineras armados de botellas vac¨ªas y trapos para aplicar aquello de "h¨¢galo usted mismo"; romper el cristal de un coche; arrancar los veh¨ªculos aparcados mediante destornilladores; conectar nuestra PDA al ordenador de a bordo de diversos transportes para obtener sus claves de desbloqueo; pagar el peaje en los puentes que conectan las diversas zonas de Liberty City; tatuar a nuevos miembros de las Triadas; montar un rifle de francotirador; desactivar bombas... En definitiva, Rockstar Leeds aprovech¨® a conciencia las posibilidades ¨²nicas que brindaba la pantalla t¨¢ctil de DS, todo con el objetivo de a?adir interesantes novedades a la jugabilidad cl¨¢sica de la saga GTA, las cuales brindaban una experiencia tan fruct¨ªfera como variada.

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Apartado audiovisual

En lo que a gr¨¢ficos se refiere, Grand Theft Auto: Chinatown Wars sorprend¨ªa por el fenomenal uso que se hizo de las, en teor¨ªa limitadas, posibilidades de DS en lo referente a la gesti¨®n de gr¨¢ficos poligonales, las cuales se asemejaban a las de una consola de 32 bits. Observaremos cambios medioambientales en forma de niebla o lluvia; veremos a multitud de peatones transitar por las calles de Liberty City, los cuales har¨¢n cola ante un puesto de perritos calientes, sacar¨¢n sus paraguas en el caso de que comience a llover, entrar¨¢n en las casas, conversar¨¢n entre ellos o se sentar¨¢n en bancos p¨²blicos; nos cruzaremos con accidentes de tr¨¢fico que generar¨¢n los subsiguientes atascos...

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Rockstar Leeds implement¨® adem¨¢s un leve toque cell shading a los gr¨¢ficos, para que los contornos de los elementos poligonales fueran m¨¢s definidos, adem¨¢s de una serie de filtros que permit¨ªan unas texturas mucho menos pixeladas de lo que sol¨ªa ser habitual ver en DS (la port¨¢til de Nintendo carec¨ªa de antialiasing, as¨ª que la pixelaci¨®n en los modelados poligonales era similar a la que se vio en SegaSaturn o la primera PlayStation). En cuanto a las secuencias cinem¨¢ticas, nos encontramos ante una de las carencias surgidas a ra¨ªz de las limitaciones del formato de almacenamiento de la consola, ya que brillaban por su ausencia. En su lugar, aparec¨ªan ilustraciones a modo de c¨®mic, las cuales se encargaban de relatar los acontecimientos importantes.

En lo que a m¨²sica se refiere, era inevitable que, al carecer de formato de almacenamiento digital (las tarjetas de DS segu¨ªan siendo tan anal¨®gicas como los cartuchos de la familia Game Boy, con la limitaci¨®n de memoria que ello supon¨ªa), la port¨¢til de doble pantalla de Nintendo no fuera capaz de ofrecer la variedad y calidad en cuanto a canciones, emisoras de radio y locutores vista en la saga GTA desde su primera entrega. As¨ª, aunque exist¨ªan un total de 5 emisoras, ¨¦stas nos ofrec¨ªan ¨²nicamente m¨²sica sintetizada, careciendo por completo de locutores o canciones licenciadas. De todas maneras, aqu¨ª es obligatorio mencionar que en DS exist¨ªan t¨ªtulos, como The World Ends With You, que pose¨ªan un apartado musical mucho m¨¢s satisfactorio, con bandas sonoras compuestas por canciones digitalizadas. Seguramente, la cantidad de memoria reservada a la m¨²sica en Chinatown Wars fue insuficiente para dar a luz algo similar.

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Sobre ventas, adaptaciones y conversiones

Grand Theft Auto: Chinatown Wars se convirti¨® en el juego con la m¨¢s alta puntuaci¨®n de todo el cat¨¢logo de DS. Un cat¨¢logo que era enorme, pero que en una buena parte estaba compuesto por morralla de dudosa calidad. De todas maneras y por supuesto, en la oferta de juegos para DS abundaban las joyas, y Chinatown Wars se convirti¨® en la m¨¢s brillante de todas gracias a un Metacritic de 93 sobre 100. Sin embargo, las ventas no acompa?aron. La jugada de cambiar de plataforma para lanzar el siguiente GTA port¨¢til no sali¨® bien a Rockstar, y es que DS estaba incluso m¨¢s ahogada por la pirater¨ªa que PSP, ya que para cargar copias piratas en la consola de Sony hab¨ªa que modificar la port¨¢til internamente, mientras con DS lo ¨²nico que se necesitaba era una tarjeta externa preparada a tal efecto, la cual adem¨¢s pod¨ªa comprarse f¨¢cilmente en un gran n¨²mero de bazares y tiendas de electr¨®nica. Para empeorar a¨²n m¨¢s las cosas, Chinatown Wars acab¨® siendo filtrado a los principales canales de descarga ilegal de la ¨¦poca incluso antes de ser puesto a la venta de manera oficial.

Si al tema de la pirater¨ªa a?adimos que el p¨²blico objetivo y masivo de DS estaba compuesto por menores de edad, entonces no es de extra?ar que Chinatown Wars se estrellara en ventas a pesar de la enorme calidad de la que hac¨ªa gala. En total, el juego vendi¨® 1.33 millones de unidades, una cantidad extremadamente corta trat¨¢ndose de un GTA y muy por debajo de los 5.08 millones de copias que consigui¨® colocar Vice City Stories en PSP. Precisamente, y debido a esta pobre recepci¨®n, Rockstar decidi¨® llevar Chinatown Wars al cat¨¢logo de PlayStation Portable, con una conversi¨®n que muchos esperaban se tratara de una reinvenci¨®n completa a nivel t¨¦cnico, aprovechando la superior potencia de la port¨¢til para ofrecer un apartado gr¨¢fico totalmente renovado, en tres dimensiones y perspectiva frontal al estilo de los dos Stories disponibles para la misma consola.

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Por desgracia no fue as¨ª. Rockstar no estaba por la labor de destinar m¨¢s tiempo y recursos a Chinatown Wars, t¨ªtulo que hab¨ªa costado a Rockstar Leeds dos largos a?os de desarrollo y esfuerzo, as¨ª que el juego para PSP, aunque goza de una visible mejor¨ªa a nivel gr¨¢fico, con efectos mejorados de iluminaci¨®n, texturas m¨¢s definidas, sombras en tiempo real, una mayor suavidad general y aprovechando la pantalla 16:9 de la consola para ofrecer un campo mayor de juego, segu¨ªa manteniendo la perspectiva cenital de la versi¨®n original de DS. Tambi¨¦n conservaba las mec¨¢nicas ya vistas en la port¨¢til de Nintendo, lo que implicaba que la versi¨®n PSP acabara teniendo que afrontar el problema de que su pantalla no era t¨¢ctil, por lo que los numerosos minijuegos y actividades del Chinatown Wars de DS que usaban la segunda pantalla de la consola tuvieron que trasladarse a controles f¨ªsicos en PSP, perdiendo as¨ª toda la gracia y buen hacer del que hab¨ªan hecho gala.

Otra faceta en la que no se aprovech¨® para nada la superioridad t¨¦cnica de PSP fue la sonora, ya que permanece pr¨¢cticamente igual que en DS. Siguen sin existir voces excepto por las frases aisladas que alg¨²n peat¨®n soltar¨¢ muy de vez en cuando, mientras las emisoras de radio se mantienen huecas y carentes de calidad. Se incluyeron nuevas emisoras, aunque la realidad es que no existen canciones licenciadas, ni locutores que animen la funci¨®n con sus absurdas charlas, ni esos descacharrantes anuncios ficticios que siempre nos han hecho soltar alguna que otra carcajada gracias a su ingenio y aguda s¨¢tira hacia la sociedad norteamericana de la actualidad.

La versi¨®n PSP de Chinatown Wars tampoco funcion¨® demasiado bien en ventas, logrando colocar unas 1.08 millones de unidades en total. Y es que no solo la carencia de una pantalla t¨¢ctil pas¨® factura al juego, sino que en la port¨¢til de Sony ten¨ªa que competir con sus infinitamente superiores hermanos mayores Liberty City y Vice City Stories. Pero Rockstar no se rindi¨®, y ya en 2010 decidi¨® lanzar GTA: Chinatown Wars en iOS (la versi¨®n Android lleg¨® mucho m¨¢s tarde).

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Al principio, esta conversi¨®n result¨® ser deficiente tanto a nivel t¨¦cnico (los iPhone de la ¨¦poca a¨²n no eran demasiado potentes a nivel de hardware) como de control (todos los controles eran ¨²nicamente t¨¢ctiles). Pero con el paso del tiempo, Rockstar ha ido actualizando el juego (precisamente hace poco se lanz¨® una nueva actualizaci¨®n), hasta ponerlo a la altura de PSP a nivel t¨¦cnico, y a?adiendo compatibilidad con controles f¨ªsicos. Lo mejor de todo es que Chinatown Wars en terminales m¨®viles permite, tal y como sucede con las posteriores conversiones de juegos de la saga GTA destinadas a las mismas plataformas, usar nuestra propia biblioteca musical como banda sonora del videojuego, con lo que se elimina de un plumazo una de las principales carencias de las que adolec¨ªan tanto la versi¨®n original de DS como la versi¨®n PSP. Si adem¨¢s a?adimos que los minijuegos t¨¢ctiles en iOS y Android siguen siendo eso, t¨¢ctiles, obtenemos como resultado que la mejor forma de disfrutar hoy d¨ªa de Chinatown Wars no es otra que hacerse con la versi¨®n destinada a terminales m¨®viles.

Grand Theft Auto V

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Nada m¨¢s finalizar la entrega principal de Grand Theft Auto IV, e incluso mientras se desarrollaban los dos episodios descargables que complementar¨ªan a la cuarta entrega numerada de la franquicia, un numeroso equipo interno compuesto por unas 360 personas no perdi¨® ni un segundo y comenz¨® a desarrollar un GTA totalmente nuevo. A este equipo se unir¨ªan a¨²n m¨¢s personas procedentes tanto de Rockstar North como del resto de estudios que forman Rockstar a nivel internacional, por lo que de nuevo fueron unas 1000 personas las que se acabaron implicando en Grand Theft Auto V de una u otra forma.

Los motores gr¨¢ficos utilizados para desarrollar el juego fueron los mismos que sirvieron para dar forma a GTA IV, con RAGE y Euphoria a la cabeza. L¨®gicamente, dichos motores fueron mejorados y potenciados, todo con la intenci¨®n de ofrecer en GTA V un espect¨¢culo visual incluso mayor que el de su antecesor a pesar de que ser¨ªa inicialmente desarrollado para las mismas plataformas. Y es que esta vez la elaboraci¨®n comenzar¨ªa simult¨¢neamente tanto en PS3 como en 360, y adem¨¢s los programadores ya pose¨ªan un conocimiento mucho m¨¢s profundo del hardware de ambas m¨¢quinas, as¨ª que el juego contar¨ªa con una mayor distancia de visionado y renderizaci¨®n, un mapeado much¨ªsimo m¨¢s grande y, esta vez s¨ª, una aventura compartida por tres protagonistas en lugar de uno solo. Aqu¨ª podemos aplicar aquello de "a la tercera va la vencida", despu¨¦s de los intentos iniciales en GTA: San Andreas y GTA IV a los que hemos hecho menci¨®n anteriormente. Ahora ya no exist¨ªa traba alguna ni de potencia ni de almacenamiento, ya que GTA V cabr¨ªa perfectamente en un solo DVD en el caso de Xbox 360.

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El presupuesto para este nuevo Grand Theft Auto V ascender¨ªa a unos mareantes 265 millones de d¨®lares, con lo que la franquicia marcar¨ªa un nuevo r¨¦cord como el juego m¨¢s caro jam¨¢s creado en la industria del videojuego. La acci¨®n se trasladar¨ªa de nuevo al estado de San Andreas, aunque en esta ocasi¨®n se quedar¨ªan fuera San Fierro y Las Venturas, contando solo con la ciudad de Los Santos y una extensa zona campestre, el condado de Blaine, con pueblos, r¨ªos, monta?as, bosques... De nuevo, todo fue redise?ado por completo respecto a lo visto en 128 bits, y se busc¨® construir una Los Santos que mantuviera una fidelidad pr¨¢cticamente completa con la ciudad real de Los Angeles.

Pero sin duda la gran estrella de la funci¨®n ser¨ªa, tal y como hemos hecho menci¨®n, la posibilidad de controlar a tres personajes en tiempo real, en lugar de limitarnos a un protagonista ¨²nico tal y como hab¨ªa sido norma en la franquicia desde 1997. Tambi¨¦n se prest¨® atenci¨®n en mejorar hasta el l¨ªmite la conducci¨®n, los tiroteos y el sistema de cobertura que ya dejaron un m¨¢s que buen sabor de boca en Grand Theft Auto IV. En lo referente a la parcela sonora, el juego contar¨ªa con su propia m¨²sica instrumental, la cual servir¨ªa para ambientar la acci¨®n durante el desarrollo de las misiones principales. Por supuesto, ello no fue impedimento para que regresaran las emisoras de radio, 17 en total, y las canciones licenciadas, que en esta ocasi¨®n ascender¨ªan ni m¨¢s ni menos que a 241.

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Grand Theft Auto V fue oficialmente anunciado el 25 de octubre de 2011, con un primer tr¨¢iler lanzado poco tiempo despu¨¦s, el 2 de noviembre. Por supuesto, media internet se colaps¨® en cuanto Rockstar liber¨® el tr¨¢iler, acaparando un seguimiento por parte de los aficionados que ya lo quisiera para s¨ª cualquier blockbuster cinematogr¨¢fico. Tras alg¨²n que otro retraso, el juego fue finalmente puesto a la venta un 17 de septiembre de 2013 en versiones destinadas a Xbox 360 y PlayStation 3, aunque dado que las copias llegaron a las tiendas d¨ªas antes, muchos pudieron disfrutarlo ya el fin de semana anterior a dicha fecha.

Junto a la edici¨®n normal del t¨ªtulo, la cual inclu¨ªa tanto el obligatorio mapa desplegable como los consabidos c¨®digos de oferta (aqu¨ª ya por desgracia el manual de instrucciones brill¨® por su ausencia, desterrado por la totalidad de la industria para ahorrar costes), se puso a la venta una edici¨®n de coleccionista que inclu¨ªa caja met¨¢lica para el juego con arte exclusivo, un mapa m¨¢s grande y detallado que el normal, una gorra de Los Santos, una bolsa de seguridad con llave incluida y diverso contenido digital.

Los tres magn¨ªficos

Michael De Santa disfruta de una agradable y apacible vida, retirado en un lujoso chalet situado a los pies del glamuroso Vinewood; o al menos eso parece, ya que su dist¨®pica familia (una esposa con la que casi no se habla, un hijo incre¨ªblemente vago y una hija que busca convertirse en una estrella medi¨¢tica a cualquier precio) no deja de darle continuos e intensos dolores de cabeza. Franklin Clinton reside en uno de los suburbios de Los Santos; ha logrado dejar atr¨¢s la problem¨¢tica vida de las bandas callejeras y trabaja para un vendedor de coches armenio cuya forma de entender el negocio no es, digamos, demasiado l¨ªcita. Trevor Philips, un hombre que es algo as¨ª como una plaga b¨ªblica con forma humana, pasa los d¨ªas recorriendo el condado de Blaine, situado al norte de Los Santos; su ¨²nico trabajo conocido es el que ha solido tener siempre: sembrar el caos y la destrucci¨®n all¨¢ por donde pasa.

En definitiva, tres hombres distintos viviendo vidas distintas. Sin embargo, sus destinos se cruzar¨¢n en repetidas ocasiones, hasta que acabar¨¢n vi¨¦ndose implicados en una guerra abierta entre las dos agencias gubernamentales m¨¢s poderosas de Estados Unidos. Salir enteros de tama?o aprieto no ser¨¢ sencillo, por lo que necesitar¨¢n la ayuda de antiguos aliados, elaborar estrategias con cuidadosa planificaci¨®n e incluso sortear las traiciones y pu?aladas por la espalda que se producir¨¢n tanto externa como internamente.

Vidas compartidas

Michael, Trevor y Franklin son los protagonistas indiscutibles de Grand Theft Auto V. El primero puede en principio recordarnos a personajes de GTAs anteriores como Tommy Vercetti o Toni Cipriani, solo que con algunos a?os de m¨¢s (al principio incluso se rumore¨® que Michael no era otro que Tommy, retirado de la vida delictiva y camuflado bajo una identidad falsa). As¨ª, nos encontramos ante un antiguo ladr¨®n de bancos que parece haber triunfado en su carrera delictiva y se ha retirado, encontr¨¢ndose inmerso en plena crisis de la mediana edad y a?orando los d¨ªas de riesgo y emoci¨®n que eran habituales durante sus a?os en activo. Franklin puede recordarnos a Carl Johnson, ya que nos encontramos ante un antiguo pandillero que trata de dejar atr¨¢s una vida tan problem¨¢tica para convertirse en una persona legal con un trabajo legal. Y Trevor... Bueno, Trevor es caso aparte.

Trevor Philips es la encarnaci¨®n de lo que sucede cuando a un jugador, en cualquier GTA, le da por desmelenarse y sembrar el caos en toda la ciudad hasta llegar a tener un marcador de Se Busca de cinco estrellas. Es el caos personificado: imprevisible, mort¨ªfero y definitivo. Para muchos, el mejor personaje de toda la franquicia Grand Theft Auto. Pero a la hora de la verdad ninguno destaca por encima de los otros dos. Los vamos conociendo poco a poco, en su d¨ªa a d¨ªa, hasta que ya se nos ofrece la posibilidad de alternar entre ellos en cualquier momento, activando una secuencia de transici¨®n con un zoom que nos lleva de un lugar a otro del mapeado, de la posici¨®n en la que se encontraba el personaje que est¨¢bamos controlando hasta el emplazamiento donde se encuentra el personaje que queremos pasar a controlar.

Lo m¨¢s elogiable de todo es que dicha transici¨®n es tan fluida como espectacular, y todo est¨¢ construido para que tengamos la sensaci¨®n de que los dos personajes que no controlamos en ese momento siguen con sus propias vidas hasta que nos centramos en ellos. Franklin puede estar paseando a su perro Chop (una de las grandes estrellas del juego), Michael quiz¨¢ se encuentre reflexionando en el puerto deportivo de Los Santos, y Trevor, bueno, seguramente lo pillemos en mitad del desierto, en calzoncillos y sin recordar c¨®mo ha llegado hasta all¨ª.

Rockstar North busc¨® tambi¨¦n con este juego recuperar muchos de los elementos de Grand Theft Auto: San Andreas que se echaron de menos en Grand Theft Auto IV, como las bicicletas, las grandes zonas abiertas, las actividades al aire libre, el tanque Rhino... Tambi¨¦n se vuelve todo un poco m¨¢s loco y colorido, en claro contraste con la sobriedad y seriedad que pose¨ªa la odisea de Niko Bellic en GTA IV. Y es que los desarrolladores de Rockstar North siguen tan ¨¢cidos y sarc¨¢sticos como siempre, lo que se refleja a la perfecci¨®n en misiones principales, secundarias, la publicidad que se puede encontrar en las calles de Los Santos, los programas televisivos que se disfrutan cuando nuestro personaje se relaja frente a una pantalla, el enorme contenido de internet al que ahora podremos acceder tambi¨¦n desde nuestro terminal m¨®vil...

Y aunque la historia y acci¨®n de Grand Theft Auto V transcurra en su propio universo (un universo compartido por GTA IV -de hecho, nos encontraremos a varios personajes de los tres episodios que lo conforman- y Chinatown Wars), los gui?os a GTA: San Andreas no son precisamente pocos. Entre los m¨¢s destacados se encuentran aquellos que hacen menci¨®n a las leyendas urbanas que llegaron a generarse en SA, en concreto las del bigfoot y los alien¨ªgenas. Pues bien, en GTA V contaremos con la presencia tanto de un pies grandes como de criaturas del espacio exterior, aunque c¨®mo y de qu¨¦ manera ser¨¢ algo que dejaremos que descubr¨¢is por vosotros mismos.

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Uno de los aspectos m¨¢s pol¨¦micos introducidos en Grand Theft Auto V tuvo que ver con la barra de salud. En GTAs anteriores, la barra de salud del personaje ven¨ªa a ser como la que hab¨ªamos visto siempre: al recibir da?o va mermando, y para rellenarla hay que ejecutar diversas acciones como beber un refresco, comer un perrito caliente, descansar en un piso franco... Sin embargo, all¨¢ por la ¨¦poca en la que se finalizaba el desarrollo de Grand Theft Auto IV, se public¨® un juego que cambi¨® por completo la forma en la que hasta entonces se gestionaba la salud de los avatares protagonistas en la industria del videojuego. Nos referimos a Call of Duty 4: Modern Warfare (Activision, 2007), un shooter en primera persona en el que no recuper¨¢bamos salud de la forma habitual en el g¨¦nero (mediante botiquines o ¨ªtems similares, salpicados a lo largo del mapeado del juego), sino que ¨¦sta se regeneraba autom¨¢ticamente cuando llev¨¢bamos unos segundos sin recibir da?o.

Esta regeneraci¨®n autom¨¢tica de salud ya se hab¨ªa visto de forma m¨¢s o menos similar anteriormente, pero fue Call of Duty 4 y su tremendo ¨¦xito los que propiciaron que sentara un precedente, y a partir de entonces se adopt¨® pr¨¢cticamente por cualquier t¨ªtulo que llegaba al mercado, independientemente del g¨¦nero al que perteneciera. Como consecuencia directa, muchos videojuegos se volvieron absurdamente f¨¢ciles; se convirtieron en meros paseos en los que llev¨¢bamos a personajes poco menos que inmortales e imparables, a los que pr¨¢cticamente nada les perjudicaba.

Rockstar acab¨® implementando la regeneraci¨®n de salud en Red Dead Redemption (Rockstar San Diego, 2010), lo que influy¨® notablemente para que el t¨ªtulo fuera mucho m¨¢s f¨¢cil de lo que deber¨ªa haber sido. Adem¨¢s, dicha implementaci¨®n fue notablemente desastrosa, dado que no exist¨ªa una barra de salud visible que nos hiciera ver cu¨¢nto da?o pod¨ªa recibir nuestro personaje hasta obligarnos a ponernos a cubierto para que se regenerara. Y es que RDR usa el nefasto recurso de las manchitas rojas en la pantalla, lo que nos da pistas de que estamos recibiendo da?o, pero no de cu¨¢nto ni de hasta qu¨¦ punto.

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Aunque, afortunadamente, parece que lo de la regeneraci¨®n autom¨¢tica de salud comienza a ser desterrada de la industria del videojuego (ojal¨¢ al final quede como un mal recuerdo y como una moda err¨®nea), en 2013, a?o del lanzamiento de Grand Theft Auto V, a¨²n se encontraba en su punto ¨¢lgido. Pr¨¢cticamente hasta los juegos de puzle la inclu¨ªan, y GTA V no fue por desgracia una excepci¨®n. Eso s¨ª, al menos la inclusi¨®n de regeneraci¨®n de vida fue solo parcial, dado que la salud de nuestro personaje se recargaba hasta la mitad del medidor. Para rellenar el resto, ahora s¨ª, hab¨ªa que hacer uso de los ¨ªtems de recuperaci¨®n (pod¨ªamos comprar refrescos, por ejemplo), as¨ª que al menos eso no nos lo quitaron del todo.

Otra de las caracter¨ªsticas que regresaba desde su aparici¨®n en Grand Theft Auto: San Andreas era la del sistema de progresi¨®n mediante varias facetas diferenciadas que pod¨ªamos subir de nivel conforme progres¨¢bamos en el juego. Cada personaje cuenta con sus propios valores ¨²nicos (por ejemplo, la habilidad de vuelo de Trevor es la mejor desde el inicio, dado que es un experto piloto capaz de manejar cualquier clase de veh¨ªculo a¨¦reo), adem¨¢s de varias caracter¨ªsticas extra que los distinguen a¨²n m¨¢s (volviendo a Trevor, ¨¦ste podr¨¢ entrar en un modo berserker temporal en el que recibe muy poco da?o y puede arrasar con todo lo que se le ponga por delante).

La personalizaci¨®n, aunque sigue sin llegar al nivel de Grand Theft Auto: San Andreas, tambi¨¦n fue visiblemente potenciada en GTA V respecto a lo visto en Grand Theft Auto IV. As¨ª, aunque no podremos modificar la complexi¨®n f¨ªsica de nuestros personajes tal y como pod¨ªamos hacer con CJ en San Andreas, s¨ª que seremos capaces de cambiar el peinado o la barba, poner diversos tatuajes y vestir una gama bastante variada de ropa.

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En cuanto a actividades secundarias, las hay de todos los gustos y colores. Desde practicar yoga hasta paracaidismo, pasando por la posibilidad de poder jugar al tenis y al golf, irnos de caza o submarinismo, relajarnos con una sesi¨®n de cine o tomando una copa en un club de striptease... Tambi¨¦n son destacables los eventos aleatorios, vistos anteriormente en Red Dead Redemption, que nos permiten acceder a misiones secundarias de una manera mucho menos previsible y preestablecida que anta?o. Y por supuesto, todo esto es solo la punta del iceberg, ya que las sorpresas est¨¢n a la orden del d¨ªa cuando recorremos Los Santos y el condado de Blaine por el simple placer de hacerlo.

Algo tambi¨¦n bastante elogiable es el cuidado que se ha puesto a la hora de reflejar visualmente los fondos marinos del juego. Podremos recorrerlos a pulm¨®n, mediante un equipo de buceo o incluso en un mini submarino, todo para encontrar diversos coleccionables y superar un n¨²mero determinado de misiones necesarias para completar el 100 % del juego. Adem¨¢s, al explorar las profundidades de las aguas que rodean a Los Santos y el condado de Blaine puede que nos acabemos encontrando con alguna que otra sorpresa tan incre¨ªble como inesperada. Eso s¨ª, tendremos que tener mucho cuidado con los tiburones, ya que siempre se encontrar¨¢n al acecho y tratar¨¢n de hincarnos el diente a la menor oportunidad.

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Otro aspecto que se ha tratado con mucho mimo es el de los atracos. Estas misiones son de las m¨¢s importantes del juego, y la planificaci¨®n que tenemos que llevar a cabo antes de proceder a dar el golpe implica realizar un buen n¨²mero de tareas previas bastante variadas y bien pensadas. En muchos aspectos, estas secciones recuerdan a algunas de las mejores pel¨ªculas sobre atracos que ha dado el s¨¦ptimo arte, y sin duda nos ofrecen los momentos m¨¢s emocionantes de todo Grand Theft Auto V.

Entrando ya en el terreno t¨¦cnico, aqu¨ª tambi¨¦n es inevitable acabar sorprendi¨¦ndose y maravill¨¢ndose ante el arrollador espect¨¢culo visual que nuestras ya jubiladas Xbox 360 y PlayStation 3 pusieron en pantalla. 2013 fue un a?o de cambio generacional, dado que poco tiempo despu¨¦s del lanzamiento del juego tanto Xbox One como PlayStation 4 debutaron en el mercado. Pues bien, Grand Theft Auto V es el juego que, quitando los lanzamientos exclusivos que aprovechaban al m¨¢ximo las peculiaridades de cada plataforma (The Last of Us en PS3 o Halo 4 en Xbox 360), mejor demuestra hasta d¨®nde pod¨ªan llegar estas consolas nacidas en 2005 y 2006 y que tantos a?os nos acabaron acompa?ando. A¨²n a d¨ªa de hoy, sorprende por ejemplo coger un helic¨®ptero, dirigirnos al extremo sur del mapeado, ascender hasta gran altura, enfocar hacia el norte y poder admirar la totalidad del inmenso mapeado con un grado de detalle digno de elogio. Si adem¨¢s lo hacemos en horas nocturnas, el impacto visual ser¨¢ a¨²n mayor.

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Los hombres m¨¢s ricos del mundo

Decir que Grand Theft Auto V tuvo (y sigue teniendo) ¨¦xito ser¨ªa como decir que Donald Trump solo es ligeramente pol¨¦mico en sus declaraciones, dado que hablamos del que ya es el videojuego m¨¢s vendido de todos los tiempos. En el momento de su lanzamiento, GTA V bati¨® todos los r¨¦cords existentes no solo en la industria del videojuego, sino en cualquier otra industria del entretenimiento conocida. Nada m¨¢s y nada menos que 800 millones de d¨®lares fue la cantidad que Rockstar y Take Two se embolsaron en las primeras 24 horas que siguieron a la puesta de largo de Grand Theft Auto V, vendi¨¦ndose un total de 11.21 millones de copias. Por supuesto, el ¨¦xito continu¨® (de hecho, son ya cinco a?os los que el juego lleva vendi¨¦ndose sin parar), y a los tres d¨ªas GTA V ya hab¨ªa alcanzado la m¨¢gica cifra de los 1000 millones de d¨®lares.

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Seis semanas despu¨¦s, Grand Theft Auto V ya hab¨ªa vendido m¨¢s copias (29 millones) que GTA IV a lo largo de sus seis a?os de vida comercial. En la actualidad, el juego ya lleva 85 millones de copias vendidas. Ochenta y cinco millones. Se diga en letra o se diga en n¨²mero, sorprende de igual manera. ?Cu¨¢nto son 85 millones de copias vendidas en d¨®lares? Pues dado que a dicha cantidad hay que sumar las ventas digitales (resultados que solo conocen las compa?¨ªas, y que rara vez difunden) y, sobre todo, el aut¨¦ntico pastizal que Grand Theft Auto Online genera de forma continua e incansable (luego entraremos en ello), la respuesta solo la conocen los altos gerifaltes de Take Two y Rockstar. Por supuesto, el ¨¦xito de cr¨ªtica de Grand Theft Auto V tambi¨¦n ha sido incontestable. El Metacritic del juego alcanza el 97 sobre 100, lo que lo convierte en uno de los t¨ªtulos mejor valorados de la historia.

Saltando a una nueva generaci¨®n

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Ya hemos mencionado que Grand Theft Auto V se public¨® poco antes de que la actual generaci¨®n de plataformas dom¨¦sticas irrumpiera en el mercado. Con un par de meses de diferencia, aproximadamente. As¨ª que Rockstar aprovech¨® tanto la llegada de una nueva generaci¨®n como el hecho de que dicha generaci¨®n no era retrocompatible con la anterior (la retrocompatibilidad de One con 360 tard¨® en llegar) para lanzar Grand Theft Auto V tambi¨¦n en Xbox One y PlayStation 4 (la versi¨®n PC sufri¨® varios retrasos), en una adaptaci¨®n, eso s¨ª, que inclu¨ªa mejoras y a?adidos tanto jugables como visuales a la experiencia original vivida en 360 y PS3. Ello no quit¨® que en principio esta nueva versi¨®n fuera recibida no muy gratamente por los aficionados. Y es que en los primeros tiempos de ambas consolas comenzaron a surgir los refritos procedentes de la generaci¨®n anterior de plataformas como si de setas en pleno oto?o se trataran, mientras sus cat¨¢logos a¨²n se encontraban escasos de nuevas propuestas creadas espec¨ªficamente para ellas. Por supuesto, ello no impidi¨® que GTA V se vendiera y se siga vendiendo a espuertas tanto en One y PS4 como en PC.

Las mejoras visuales que posee el actual Grand Theft Auto V son bastantes: una mayor distancia de visionado, resoluci¨®n aumentada en las texturas, m¨¢s densidad de tr¨¢fico en las carreteras, efectos atmosf¨¦ricos y lum¨ªnicos avanzados, volumen de vegetaci¨®n notablemente expandido, presencia de vida animal en mayor n¨²mero tanto en cantidad como en diversidad de especies... Tambi¨¦n existen objetos coleccionables nuevos, como los peyotes que nos producen unos curiosos efectos secundarios al ingerirlos, aunque el mayor cambio viene de la mano de una caracter¨ªstica que cambia la jugabilidad por completo: una perspectiva en primera persona. Dicha perspectiva se encuentra bastante trabajada, sobre todo en las ocasiones en las que nos montamos en un veh¨ªculo, ya que el interior de cada modelo posee su propio acabado visual, aunque a la hora de la verdad y sobre todo en los momentos de juego m¨¢s intensos sigue siendo mejor optar por la perspectiva en tercera persona de toda la vida.

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Con el online hemos topado

Grand Theft Auto V, ya en su lanzamiento original para 360 y PS3, inclu¨ªa, adem¨¢s de la modalidad monojugador, un apartado online. Pero result¨® que dicho apartado online era infinitamente m¨¢s ambicioso que lo visto en GTA IV, ya no digamos que lo experimentado en GTAs anteriores. Tanto era as¨ª, que la parcela online de GTA V se inclu¨ªa como todo un juego aparte y completamente separado de la modalidad principal, bautizado como Grand Theft Auto Online.

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Al principio, GTA Online comenz¨® con mal pie, sufriendo problemas de conexi¨®n y sobresaturaci¨®n de servidores, y es que nadie en Rockstar esperaba que la demanda fuera tan monumental. Grand Theft Auto V vendi¨® desde primera hora much¨ªsimas m¨¢s copias de las que sus responsables esperaban alcanzar ni en sus m¨¢s locos sue?os, de ah¨ª que los servidores no estuvieran preparados para albergar a tal cantidad de jugadores. Cuando finalmente se arreglaron las cosas, comenz¨® el desmadre.

Con lo del desmadre nos referimos a la inconmensurable cantidad de dinero que Take Two/Rockstar ingresa en sus arcas gracias a Grand Theft Auto Online. Y es que el juego, aunque es de acceso gratuito (el ¨²nico requisito es el de poseer una copia de Grand Theft Auto V), se encuentra salvajemente monetizado. S¨ª, no son muchos los usuarios que se gastan el dinero en monetizaciones; s¨ª, una buena parte lleva jugando sin pagar un c¨¦ntimo desde el principio. Pero los pocos que pagan, pagan; y algunos hasta pagan mucho, much¨ªsimo, aut¨¦nticas fortunas que el com¨²n de los mortales no puede siquiera imaginarse. Suponemos que estos usuarios de ¨¦lite ser¨¢n pol¨ªticos, o familiares de pol¨ªticos, o de la realeza, o les habr¨¢ tocado la loter¨ªa, o futbolistas de alg¨²n club de post¨ªn, solo as¨ª se comprende que puedan darse el lujo de derrochar el dinero de esa manera, pero el caso es que no dejan de echarle al juego paletadas y paletadas de billetes.

Pero bueno, al fin y al cabo, all¨¢ cada cual con lo que hace con su dinero. Pero por desgracia, las consecuencias no se quedan en unas cuentas corrientes que se vac¨ªan mientras otras se llenan a rebosar, y es que Grand Theft Auto Online, debido al ¨¦xito antes mencionado, ha ahogado y anulado a Grand Theft Auto V por completo. En diciembre de 2013, unos dos meses despu¨¦s del lanzamiento del juego, Rockstar anunci¨® que comenzar¨ªa a desarrollar contenido extra para GTA V, en forma de episodios descargables que en principio llegar¨ªan a lo largo de 2014. Pues bien, en cuanto los propietarios de dicha compa?¨ªa se dieron cuenta del ¨¦xito que estaba alcanzando GTA Online, anularon por completo cualquier plan de dar cabida a contenido monojugador extra, y pusieron a todos los programadores de Rockstar North (hasta al gato, si es que tienen) a trabajar ¨²nica y exclusivamente en expandir GTA Online para as¨ª seguir forr¨¢ndose hasta niveles absurdos, todo a base de vender tarjetas tibur¨®n. Y en ello siguen a d¨ªa de hoy.

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Los que amamos GTA como lo que siempre hab¨ªa sido tenemos motivos para preocuparnos, pues puede llegar el d¨ªa, como acab¨® pasando en franquicias del estilo de Warcraft, en el que la vertiente online se imponga a la experiencia monojugador hasta anularla en su totalidad. El tiempo dir¨¢ lo que acabar¨¢ pasando finalmente, aunque desde luego no existen muchos motivos para ser optimistas. De entrada, llevamos cinco a?os sin tener noticias ya no de cap¨ªtulos descargables para GTA V (de ello hace tiempo que se perdi¨® toda esperanza), sino de Grand Theft Auto VI. Echando la vista atr¨¢s, la primera informaci¨®n sobre GTA V surgi¨® 3 a?os despu¨¦s del lanzamiento de GTA IV. Ahora nos encontramos en 2018, GTA V se public¨® en 2013, y a¨²n no existe nada, ni un triste tr¨¢iler de menos de un minuto, que nos indique que se est¨¢ trabajando en una nueva entrega de la serie. Mucho nos tememos que esta generaci¨®n de consolas ser¨¢ la primera, desde el nacimiento de la franquicia GTA en la era de los 32 bits, que no contar¨¢ con un Grand Theft Auto desarrollado espec¨ªficamente para ella. Un triste indicativo de que los tiempos han cambiado, y no necesariamente para mejor.

Enemigo p¨²blico n¨²mero 1

Antes de cerrar (que ya va siendo hora) esta trilog¨ªa de monogr¨¢ficos centrados en Grand Theft Auto y lanzados con motivo del 20 aniversario de la franquicia, es momento de centrarnos en un ¨²ltimo aspecto de la saga, el cual es compartido por todos sus t¨ªtulos, de ah¨ª que hayamos decidido darle cabida como broche final de este macro reportaje. Los ataques indiscriminados dirigidos a la industria del videojuego no son algo ni mucho menos nuevo. A grandes rasgos, puede decirse que existen aproximadamente desde principios de los a?os 90 (al menos de manera relevante), y siempre han buscado lo mismo: demostrar ante la opini¨®n p¨²blica que los videojuegos son el responsable ¨²nico de todos los males que aquejan a nuestra sociedad. Los juegos que forman parte de la saga Grand Theft Auto son violentos, muy violentos; ser¨ªa de necios negar algo as¨ª. Por ello son juegos destinados a usuarios adultos, al igual que existen pel¨ªculas destinadas al p¨²blico adulto o libros y publicaciones escritas pensadas para ser le¨ªdas por personas adultas.

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El ser humano, desgraciadamente, es violento por naturaleza. Y lo es desde el principio de los tiempos, no desde que la primera entrega de la saga GTA llegara al mercado. La soluci¨®n a la violencia, la respuesta a su erradicaci¨®n, reside por lo tanto en nuestro interior; no hay que buscarla en la pantalla de un ordenador, entre los circuitos de una videoconsola o en cualquier otra excusa que se haya puesto de moda. Pero este no es un art¨ªculo de opini¨®n, sino un reportaje dedicado a una saga concreta, as¨ª que comencemos a repasar los motivos de controversia que la serie GTA ha generado a lo largo de su historia.

Con la pol¨¦mica en los talones

Durante el transcurso de la primera mitad de la d¨¦cada de los noventa, aquellos que buscaban hundir a los videojuegos sol¨ªan volcar sus esfuerzos en falsear datos para hacer creer a los padres que esas maquinitas que regalaban a sus hijos eran portadoras de terribles enfermedades que acabar¨ªan llev¨¢ndoles a la perdici¨®n (los lectores veteranos sin duda recordar¨¢n la que se mont¨® con la epilepsia, y los j¨®venes ya pueden explicarse por qu¨¦ demonios aparecen esas "advertencias de salud" en cada nuevo t¨ªtulo que sale al mercado). Pero a partir de la llegada de la generaci¨®n de los 32 bits, la estrategia para tratar de desprestigiar a los videojuegos se centr¨® en atacar a los t¨ªtulos m¨¢s populares e importantes de aquellos d¨ªas. ?Que a un adolescente se le cruzaban los cables y decid¨ªa llevarse una pistola a su instituto para comenzar a disparar indiscriminadamente? La culpa la ten¨ªa Doom (id Software, 1993). ?Que un joven comet¨ªa el terrible error de comenzar a drogarse? Entonces la culpa la ten¨ªa Solid Snake y su "adicci¨®n" al diazepam en Metal Gear Solid (Konami, 1998).

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Muchos lectores espa?oles que ya le daban a los videojuegos all¨¢ por los 90 fueron testigos del tr¨¢gico caso del asesino de la katana, sobre todo debido al absurdo intento por parte de muchos medios (des)informativos (previo pago de terceros, por supuesto) de relacionar aquel crimen con el videojuego Final Fantasy VIII (SquareSoft, 1999). Aquel individuo, despu¨¦s de asesinar a sangre fr¨ªa a sus padres y su hermana peque?a, y de confesar sin ning¨²n resquemor su aberrante crimen, cumpli¨® seis a?os de internamiento y cuatro de libertad vigilada. Actualmente, y desde hace ya bastante tiempo, se encuentra tan libre como un pajarillo. Pero de ello ni interesaba hablar antes ni interesa hablar ahora, ?verdad?

En fin, regresemos a lo que nos concierne. El primer Grand Theft Auto, al no ser un t¨ªtulo demasiado conocido, qued¨® fuera de la atenci¨®n de quienes trataban de probar que los videojuegos eran el anticristo de finales del siglo XX. Aun as¨ª, conscientes de que la pol¨¦mica suscitar¨ªa un extra de curiosidad que no le vendr¨ªa nada mal a un juego que de entrada no llamaba demasiado la atenci¨®n, BMG Interactive decidi¨® contratar a un afamado publicista, Max Clifford, para que dirigiera la campa?a de publicidad del t¨ªtulo y la centrara en subrayar la controvertida tem¨¢tica del juego. Se puede decir que Clifford hizo un buen trabajo, dado que el primer GTA fue duramente criticado por su extrema violencia en pa¨ªses como Reino Unido (lugar de procedencia del juego), Francia y Alemania, mientras en otras naciones como la brasile?a lleg¨® a ser directamente prohibido.

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Por desgracia, Grand Theft Auto 2 no tuvo necesidad de autopublicitarse para generar pol¨¦mica. Dado que en el t¨ªtulo aparec¨ªan diversas organizaciones mafiosas (algunas de ellas, como los Yakuza, existentes en el mundo real), el juego acab¨® siendo acusado de fomentar tanto la violencia como la pertenencia a bandas armadas. Curiosamente, una de dichas bandas armadas eran los Hare Krishna, una comunidad religiosa que, al menos en el mundo real, es la ant¨ªtesis de la violencia. Los Hare Krishna ya hab¨ªan hecho acto de aparici¨®n en el primer GTA sin quedar tampoco muy bien parados, por lo que est¨¢ claro que alg¨²n desarrollador de DMA Desing no los ten¨ªa en demasiada buena consideraci¨®n por el motivo que fuera.

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Con Grand Theft Auto III la cosa ya comenz¨® a desmadrarse. Dado que el juego destac¨® por m¨¦ritos propios y se vio encumbrado a lo m¨¢s alto, todos aquellos que gustaban de atacar a los videojuegos fijaron su punto de mira en ¨¦l. Desde luego, a los noticiarios la llegada de GTA III les vino como ca¨ªda del cielo, ya que tomaron por costumbre poner un v¨ªdeo de este juego o sus posteriores secuelas (casi siempre cuando se encontraba pr¨®xima la campa?a navide?a, f¨ªjense ustedes que casualidad) al tiempo que intercalaban esas im¨¢genes con las declaraciones del soci¨®logo de turno, el cual se dedicaba a despotricar y a relacionar a los videojuegos con el fracaso escolar, el autismo, las drogas, la violencia, la sociopat¨ªa de menores y el estre?imiento cr¨®nico.

Pero fue en Australia donde GTA III se top¨® con las mayores dificultades. El juego acab¨® siendo retirado de las tiendas, ya que en aquel pa¨ªs la clasificaci¨®n m¨¢s alta por edades que un videojuego pod¨ªa recibir era "Para mayores de quince a?os", as¨ª que Rockstar no tuvo m¨¢s remedio que lanzar una nueva versi¨®n modificada y censurada del juego, en la que entre otras cosas se eliminaba la posibilidad de mantener relaciones sexuales con prostitutas. Mencionar adem¨¢s que la clasificaci¨®n "Para mayores de edad" s¨ª exist¨ªa ya por entonces en Australia; pero s¨®lo se aplicaba a las pel¨ªculas, nunca a los videojuegos.

Grand Theft Auto: Vice City tambi¨¦n fue carne de pol¨¦mica. Las comunidades cubanas y haitianas denunciaron a Take Two por la presunta mala fama que se les daba en el juego. Rockstar se disculp¨® p¨²blicamente con estas comunidades, y acab¨® vi¨¦ndose obligada a realizar modificaciones en los guiones de las nuevas reediciones de Vice City para tratar de suavizar el problema. Desde entonces, los guionistas de la saga GTA evitan en la medida de lo posible el uso de nombres de culturas o etnias reales. Con eso creyeron que al fin se ver¨ªan libres de denuncias, pero nada m¨¢s lejos de la realidad.

En junio de 2003, un adolescente de 17 a?os de edad llamado Devin Moore asesin¨® a tres miembros del cuerpo de polic¨ªa de Alabama. El tr¨¢gico suceso tuvo lugar mientras el joven era conducido a una dependencia policial para ser interrogado acerca de un veh¨ªculo robado. Moore acab¨® haci¨¦ndose con el arma de uno de los agentes, y entonces se inici¨® el tiroteo que acab¨® desembocando en el fatal desenlace. El asesino se declar¨® no culpable por enfermedad mental, aunque no logr¨® librarse de la pena de muerte. Desgraciadamente, la cosa no acab¨® aqu¨ª, ya que los familiares de los polic¨ªas fallecidos decidieron, en febrero de 2005, demandar a Sony, Take Two y varias cadenas de venta de videojuegos, alegando que Moore se hab¨ªa entrenado para matar jugando a Grand Theft Auto. Todo el asunto vino a ra¨ªz de que uno de los abogados de Devin Moore, el posteriormente m¨¢s que famoso Jack Thompson, declar¨® que su cliente era un jugador compulsivo de GTA III y GTA: Vice City, y que eso le llev¨® a cometer los cr¨ªmenes.

Jack se convirti¨® desde entonces en la gran n¨¦mesis de la saga Grand Theft Auto, ya que comenz¨® a implicarse en todo caso en el que se nombrara a la franquicia GTA por cualquier motivo. En octubre de aquel mismo a?o, unos hermanastros adolescentes tirotearon a dos personas, y declararon haberlo hecho bajo la influencia de Grand Theft Auto III. Thompson represent¨® a los familiares de las v¨ªctimas, y puesto que poner en tela de juicio el facil¨ªsimo acceso que los norteamericanos de cualquier edad tienen a las armas de fuego no es algo muy patri¨®tico, opt¨® por demandar a Rockstar, Take-Two, Sony y Walmart (una popular cadena de supermercados estadounidense) por haber puesto en las manos de aquellos inocentes adolescentes el videojuego Grand Theft Auto III. Aquel solo fue el segundo de los muchos enfrentamientos que se librar¨ªan entre Thompson y la franquicia GTA.

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?Un cafelito?

Una de las m¨¢s curiosas novedades que pose¨ªa Grand Theft Auto: San Andreas con respecto a anteriores entregas de la saga era la posibilidad de mantener relaciones con varias chicas durante el transcurso de la aventura. Cuando consegu¨ªamos que una de las seis posibles novias de CJ se interesara por nosotros, deb¨ªamos citarnos con ella regularmente y llevarla a pasear, invitarla a restaurantes, bares o discotecas, regalarle flores... Todo con el objetivo de llenar una barra de progreso para que, cuando alcance cierto nivel, queden desbloqueadas diversas caracter¨ªsticas como nuevos trajes o veh¨ªculos in¨¦ditos. Adem¨¢s, desde ese momento, cada vez que dejemos a nuestra chica en su casa ¨¦sta nos invitar¨¢ a entrar a tomar un caf¨¦. Y por lo que se nos da a entender (mediante texto y las voces que surgen desde el interior de la casa), o bien el bueno de CJ posee la virtud de hacer los caf¨¦s m¨¢s dulces y exquisitos del mundo, capaces de derretir de placer el paladar de todo aquel que los prueba, o bien se est¨¢ realizando una actividad mucho m¨¢s ¨ªntima que la de tomar un simple caf¨¦.

Eso s¨ª, en ning¨²n momento se nos muestran im¨¢genes explicitas de lo que sucede en el interior de la casa. Esto era algo habitual en la saga. Ya en GTA III, cuando una se?orita ligera de ropa nos ofrec¨ªa sus "servicios", la c¨¢mara se situaba tras el coche que llev¨¢ramos en ese momento, y todo lo que pod¨ªamos hacer era ver como la suspensi¨®n del veh¨ªculo comenzaba a ser puesta a prueba. Si manipul¨¢bamos la c¨¢mara para enfocar al coche de frente, ve¨ªamos que tanto nuestro protagonista como la se?orita que le acompa?aba se encontraban ubicados en sus respectivos asientos, rectos como vigas de hierro, sin llegar a rozarse en ning¨²n momento. Aun as¨ª, el asunto gener¨® su pol¨¦mica, que se vio agravada al existir la posibilidad de, una vez la mujer bajara del coche, abatirla y recuperar el dinero que hab¨ªamos pagado por sus servicios.

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Volviendo a San Andreas y al asunto de los caf¨¦s, poco despu¨¦s de que la versi¨®n PC del juego saliera a la venta surgi¨® un mod que daba acceso a un curioso minijuego, en el que visit¨¢bamos los dormitorios de las conquistas de Carl para controlarle mientras manten¨ªa relaciones sexuales con sus novias. Eso s¨ª, los personajes hac¨ªan el amor vestidos, sin llegar a desnudarse en ning¨²n momento, aunque posteriormente surgieron modificaciones que cambiaban las texturas de la ropa para darles una apariencia m¨¢s carnal (con esto ¨²ltimo Rockstar North s¨ª que no tuvo nada que ver). Lo que en ning¨²n caso se mostraron fueron los genitales de los personajes que se encontraban enfrascados en plena relaci¨®n amorosa.

El creador (o descubridor m¨¢s bien) de esta modificaci¨®n, un hombre de 36 a?os llamado Patrick Wildenborg, bautiz¨® a este curioso minijuego como Hot Coffee (caf¨¦ caliente), en clara alusi¨®n al momento en que nuestras conquistas nos invitaban a entrar en sus viviendas a tomar un caf¨¦. La noticia de la existencia del nuevo mod corri¨® como la p¨®lvora, causando un enorme revuelo que creci¨® r¨¢pida y contundentemente (ya sab¨¦is que s¨®lo existe una cosa que interese m¨¢s que la pol¨¦mica: el sexo; y si encima ambos conceptos se unen, entonces ya os pod¨¦is imaginar lo que sucede). Rockstar, sabedora desde el principio de que todo aquello podr¨ªa causarle un buen problema, se apresur¨® a declarar que ellos no ten¨ªan nada que ver con Hot Coffee, asegurando que s¨®lo era una modificaci¨®n del c¨®digo del juego realizada por aficionados, similar a mods como GTA: Long Night, el cual modificada GTA: Vice City para poner a la ciudad costera como el epicentro de un apocalipsis zombie.

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Pero aquello no era cierto, o al menos no del todo. El descubridor de Hot Coffee hab¨ªa modificado el juego, s¨ª, pero s¨®lo para desbloquear una caracter¨ªstica que, aunque inaccesible para el jugador, hab¨ªa estado all¨ª desde un principio. En otras palabras, el minijuego Hot Coffee formaba parte del c¨®digo original del juego, por lo que hab¨ªa sido creado por Rockstar North. La prueba definitiva que daba credibilidad a esta afirmaci¨®n lleg¨® cuando se demostr¨® que las versiones PS2 y Xbox de GTA: San Andreas tambi¨¦n inclu¨ªan el minijuego de marras. Como el c¨®digo interno de un juego de consola no puede ser modificado por un usuario aficionado a la programaci¨®n, era obvio que Hot Coffee siempre hab¨ªa estado all¨ª. Seguramente Rockstar North pens¨® en incluirlo, pero se ech¨® atr¨¢s en el ¨²ltimo momento, aunque en lugar de eliminar esa caracter¨ªstica del juego la ocult¨® de forma que fuera inaccesible para el jugador.

Los numerosos enemigos de la saga Grand Theft Auto en particular y los videojuegos en general se frotaron las manos. Uno de los primeros en saltar al escenario con el cuchillo entre los dientes fue el ya recurrente abogado de Florida, Jack Thompson, uno de los m¨¢s ruidosos activistas a favor de aplastar todo lo que oliera a videojuego.

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Antes de seguir adelante, creo que es necesario centrarnos en tratar de comprender mejor el revuelo causado por Hot Coffee. El organismo para la valoraci¨®n del software de entretenimiento, cuyas siglas en ingl¨¦s corresponden a ESRB, es el equivalente estadounidense al PEGI europeo, y se encarga de la clasificaci¨®n por edades de los videojuegos que son lanzados en Estados Unidos. GTA: San Andreas recibi¨® la calificaci¨®n de Mature, lo que quiere decir que es recomendable para usuarios de 17 a?os en adelante. Si San Andreas hubiera sido lanzado desde el principio con Hot Coffee desbloqueado, habr¨ªa adquirido una calificaci¨®n Adults Only, es decir, de 18 a?os en adelante. Todas las acusaciones posteriores partieron de ah¨ª: un nutrido grupo de pol¨ªticos norteamericanos y diversas asociaciones acusaron a Rockstar de haber mantenido el modo Hot Coffee oculto ante la ESRB, para as¨ª eludir la clasificaci¨®n AO y poder salir al mercado con la denominaci¨®n Mature. Entonces comenz¨® el baile de juicios.

Mientras tanto, la ESRB recalific¨® a GTA: San Andreas con la denominaci¨®n Adults Only, por lo que Rockstar se vio obligada a retirar cualquier rastro de Hot Coffee en posteriores reediciones del juego. Tambi¨¦n cre¨® un parche para las ediciones anteriores (denominado por los aficionados como Cold Coffee) que eliminaba todo rastro del controvertido minijuego. Gracias a estas acciones, Rockstar consigui¨® que la ESRB volviera a calificar el juego como Mature.

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Muchos os preguntareis c¨®mo es que Rockstar no se limit¨® a dejar que su t¨ªtulo fuera calificado para mayores de 18 a?os, tal y como se hizo en Europa, para as¨ª ahorrarse tantos quebraderos de cabeza. La respuesta es tan simple como triste. En Estados Unidos, los videojuegos calificados como Adults Only est¨¢n considerados por una parte de la sociedad como una especie de demon¨ªaca lacra corruptora de menores. Estas personas no asimilan que puedan llegar a existir juegos destinados a un p¨²blico adulto, por lo que entienden que un videojuego como Grand Theft Auto: San Andreas est¨¢ dirigido ¨²nicamente al p¨²blico infantil. As¨ª que cualquier juego calificado como Adults Only es constantemente vilipendiado por las fuerzas puritanas norteamericanas, enormemente influyentes en aquel pa¨ªs, hasta el extremo de que las grandes cadenas se niegan en redondo a venderlo, lo que acaba repercutiendo de manera m¨¢s que notable en sus ventas.

De todas maneras, y a pesar de las p¨¦rdidas millonarias sufridas por Take Two debido a todo este revuelo, en verano de 2006 lleg¨® la feliz noticia de que Rockstar hab¨ªa sido exculpada de las acusaciones vertidas contra ella. Aunque ello no impidi¨® que dicha compa?¨ªa se viera obligada a pagar 35 d¨®lares a todo usuario poseedor de una copia de GTA: San Andreas, con Hot Coffee incluido en ella, que se hubiera sentido ofendido por el simple hecho de poseerla. Como dijo aqu¨¦l, vivir para ver.

Y ahora pasamos al terreno port¨¢til para rese?ar una curiosidad surgida de todo este asunto del caf¨¦ calentito. Durante una de las misiones de Grand Theft Auto: Liberty City Stories (lanzado un a?o despu¨¦s de GTA: San Andreas), uno de los personajes femeninos del juego, Maria Latore, lanza una sugerente proposici¨®n a Tony Cipriani, protagonista del t¨ªtulo. "?Por qu¨¦ no entras a tomar un... caf¨¦?", le dice la f¨¦mina, a lo que el bueno de Tony acaba respondiendo "No, gracias, creo que voy a pasar", en una clara referencia a todo el circo que se mont¨® alrededor de Hot Coffee.

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Si bebes, no conduzcas

Durante el desarrollo de Grand Theft Auto IV, el afamado y nunca suficientemente reverenciado Jack Thompson declar¨® que tomar¨ªa "medidas" para prevenir la venta del videojuego a menores. Pero en esa ocasi¨®n fue Take-Two la que decidi¨® tomar la iniciativa contra la previsible escandalera que el famoso letrado seguramente pensaba montar. Tras varios pleitos y acusaciones por parte del bueno de Jack en las que aseguraba que Take-Two comet¨ªa perjurio, obstrucci¨®n a la justicia y alguna que otra lindeza, ambas partes alcanzaron un acuerdo en abril de 2007 mediante el cual retirar¨ªan los pleitos, siempre y cuando Thompson cumpliera la palabra de no tomar medidas contra el lanzamiento del juego. Pero el asunto no termin¨® aqu¨ª, ni mucho menos. Thompson volvi¨® a poner el grito en el cielo cuando, en septiembre de aquel mismo a?o, lleg¨® a sus o¨ªdos informaci¨®n referente a que en Grand Theft Auto IV existir¨ªa una misi¨®n cuyo objetivo ser¨ªa el de eliminar a un abogado. Dicho personaje, al ser apuntado por el jugador, gritaba a los cuatro vientos "?Las armas no son las que matan a las personas, sino los videojuegos!", frase con la que Thompson se sinti¨® tan identificado que lleg¨® a la conclusi¨®n de que aquel abogado se basaba en su persona.

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Grand Theft Auto IV tambi¨¦n fue atacado por otras v¨ªas. A parte de las ya cl¨¢sicas y recurrentes acusaciones de incitaci¨®n a la violencia, corrupci¨®n de menores y tal, hubo un aspecto concreto del videojuego que levant¨® una enorme polvareda: Niko Bellic, protagonista de la aventura, contaba con la posibilidad de beber alcohol hasta emborracharse, para despu¨¦s conducir bajo los efectos de la bebida. El propio Niko llega a decir que aquello no es una buena idea, y el nivel de Se Busca se activa en cuanto este personaje se pone al volante o el manillar de un veh¨ªculo estando bebido; pero ello no fue impedimento para que el juego fuera duramente criticado. La posibilidad de conducir bebido tambi¨¦n se encuentra presente en The Lost and Damned, The Ballad of Gay Tony y, de forma algo m¨¢s velada, en Grand Theft Auto V.

Otro asunto que levant¨® bastante pol¨¦mica no fue otro que un pito, en concreto el pito de Tom Stubbs, un personaje de Grand Theft Auto IV: The Lost and Damned. En un momento del juego, la c¨¢mara enfoca a Stubbs en un desnudo frontal, siendo entonces la primera vez en la que se visualizan genitales en un Grand Theft Auto (recordemos que ni siquiera el controvertido Hot Coffee los mostraba). La que se lio, como os pod¨¦is imaginar, fue bastante importante, con quejas provenientes principalmente de la Common Sense Media, una organizaci¨®n no gubernamental con sede en San Francisco a la que no hizo nada de gracia que Stubbs mostrara su ¨®rgano reproductor masculino con tanta alegr¨ªa y despreocupaci¨®n.

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Di no a las drogas, o a las torturas

Lo de que en Grand Theft Auto: Chinatown Wars se nos diera la posibilidad de convertirnos en traficantes de droga tampoco fue muy bien acogido que digamos. Varias ONGs pusieron el grito en el cielo, blandiendo el cl¨¢sico argumento de que los videojuegos son cosa de ni?os, a pesar de que Chinatown Wars, como el resto de GTAs, est¨¢ claramente recomendado, dirigido y enfocado a mayores de edad.

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Saltando ya a Grand Theft Auto V, la mayor parte de la pol¨¦mica que rode¨® a dicho juego lleg¨®, c¨®mo no, de la mano de Trevor Philips, el desatado y psic¨®tico coprotagonista del t¨ªtulo. En una de las misiones principales de GTA V, al bueno de Trevor le surge la ocasi¨®n de torturar a un personaje secundario, con electrocuciones, extracciones de piezas dentales por la v¨ªa r¨¢pida y otras lindezas de por medio. Por supuesto, Trevor se lo pasa en grande mientras acomete dichas acciones, que son mostradas con la crudeza y grado de detalle dignos de una pel¨ªcula de Quentin Tarantino.

En resumidas cuentas, negar que los videojuegos de Grand Theft Auto son pol¨¦micos, tremendamente controvertidos e incluso excesivos en no pocas ocasiones ser¨ªa negar lo evidente. Pero, subrayamos que estos t¨ªtulos est¨¢n enfocados ¨²nica y exclusivamente a mayores de edad. Y se supone que un adulto, en plenitud de facultades mentales, es perfectamente capaz de distinguir entre la ficci¨®n y la realidad, as¨ª como tiene el derecho de elegir libremente qu¨¦ clase de contenido quiere consumir y qu¨¦ clase de contenido no, ya sea en forma de videojuego, libro, pel¨ªcula...

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Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que un videojuego no dispara como s¨ª lo hace una pistola o un rifle, y que, centr¨¢ndonos ahora en el mercado norteamericano, donde han surgido la mayor¨ªa de pol¨¦micas antes descritas, es absurdo volcar esfuerzos en retirar un videojuego del mercado en un pa¨ªs en el que poseer un arma de fuego es un derecho constitucional protegido por las leyes de dicha naci¨®n. En definitiva, un adulto en plenitud de facultades mentales puede perfectamente jugar a un Grand Theft Auto sin que posteriormente decida blandir una pistola para tirotear a sus semejantes, o ponerse al volante de un coche despu¨¦s de haber ingerido alcohol. Insistimos: ficci¨®n por una parte, realidad por otra. Es tan sencillo como comprender que ambas cosas van por separado.

Y ahora, a soplar las velas

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88 p¨¢ginas, 55262 palabras. Eso es lo que marca mi procesador de texto en el momento en que, al fin, doy definitivamente por terminado este inmenso reportaje tr¨ªptico dedicado a Grand Theft Auto, una de mis sagas fetiche. A nivel laboral, 2017 ha sido un gran a?o para m¨ª, ya que he podido celebrar el 30 aniversario de una de mis franquicias favoritas, Street Fighter, con un libro, y el 20 aniversario de GTA con el macro reportaje al que ahora pongo punto y final (aunque todav¨ªa me queda por delante maquetar todo esto. Buf, tiemblo solo de pensarlo). El esfuerzo ha sido tremendo; pero, como suelo decir, si ha servido para brindarte a ti, querido lector, informaci¨®n y entretenimiento aunque solo sea por un minuto, entonces tanto trabajo ha merecido sin duda la pena. Ya est¨¢ aqu¨ª la tarta, as¨ª que solo nos queda felicitar a Grand Theft Auto por su 20 cumplea?os, y desear que cumpla muchos m¨¢s, a ser posible brindando experiencias monojugador tan longevas e intensas como las que ha ofrecido hasta ahora, que no todo en el mundo del videojuego debe reducirse a la parcela online, las monetizaciones y los juegos como servicio. Equilibrio, ah¨ª est¨¢ la clave. ?Nos leemos!

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