The Moment of Silence
The Moment of Silence - 6 de Octubre del 2.044
Sum¨¦rgete de lleno en la historia de Peter Wrigh...
06 de Octubre del 2.044
Destroc¨¦ la plataforma de comunicaciones y eso se paga. Cuando regres¨¦ a Nueva York los S.W.A.T me estaban esperando. Consegu¨ª escapar del aeropuerto y regresar a Brooklyn, pero la zona estaba vigilada as¨ª que me dirig¨ª al anticuario de Greenvich Village.
All¨ª me arrestaron y me llevaron en helic¨®ptero a una prisi¨®n como la de Alcatraz, en la llamada Isla del Gobernador. De la celda me llevaron a una sala donde un dentista me implant¨® un localizador. Durante un par de horas nos dejaban salir de la celda para ir al patio.
Habl¨¦ con el oficial Smith, un tipo un poco paranoico que tambi¨¦n pas¨® su particular lavado de cerebro en Lunar 5 gracias a un premio de loter¨ªa. Despu¨¦s habl¨¦ con otro prisionero, Brett, quien me cont¨® detalles horribles de esta prisi¨®n, y obtuve informaci¨®n sobre el Sr. Oswald, a quien hace poco estaban torturando en otra zona de la c¨¢rcel.
Sal¨ª al patio y observ¨¦ un ¨¢rbol que el viento bajaba lo suficiente como para que pudiese agarrarme a una rama pero cuando me acercaba al muro mi implante dental hac¨ªa saltar un aviso de que si tocaba el muro disparar¨ªan. Observ¨¦ las torretas de vigilancia y no ve¨ªa a nadie, por lo que supuse que era el dichoso implante el que avisaba.
Ten¨ªa que deshacerme de mi diente. Volv¨ª a mi celda, recog¨ª el pan de la mesa y me sent¨¦ en la cama a esperar. Smith nos registra diariamente la celda y deja su gorra encima de la cama. Volv¨ª a la celda de Brett, y como no estaba le cog¨ª el ketchup. Volv¨ª a la celda y me sent¨¦ de nuevo hasta la pr¨®xima revisi¨®n de celdas.
Cuando Smith dej¨® su gorra en la cama le ech¨¦ un poco de ketchup. Al ponerse la gorra, Smith pens¨® que era sangre y se desmay¨®. Aprovech¨¦ para cogerle la llave y con ella abr¨ª la puerta de la sala de vigilancia. De all¨ª solo pude recoger un mu?eco colgado con un lazo fino.
Volv¨ª a cerrar la puerta y le devolv¨ª las llaves a Smith, que enseguida despert¨® como si nada. Volv¨ª a mi celda y esper¨¦ a que llegase la hora de apertura de celdas. Justo antes de abrirse la celda coloqu¨¦ el lazo del mu?eco en la puerta de mi celda y me lo ate al diente.
El dolor fue terrible, pero por fin ten¨ªa el diente fuera, ahora tocaba deshacerse de ¨¦l. Esper¨¦ en la celda a que se hiciera de noche y sal¨ª al patio. Hab¨ªa una urraca que pude coger usando el pan como reclamo. Le di el diente a la urraca la lanc¨¦ al cielo nocturno desde el centro del patio.
Ya sin diente localizador me pod¨ªa acercar al muro sin ser detectado. Fui hasta el ¨¢rbol para salir de prisi¨®n. Tuve que nadar mucho para llegar a la orilla. En mi huida pude ver como los helic¨®pteros persiguieron la urraca y dispararon misiles hacia ella? ?y hacia la estatua de la libertad! Ya en la orilla, agotado no me quedaron m¨¢s fuerzas y me desmay¨¦.