B?DMINTON | MADRID SPAIN MASTERS
Carolina inicia el d¨¦j¨¤ vu
La espa?ola debuta con victoria, ante Line Kjaersfeldt, en el Madrid Spain Masters. Gallur, que acogi¨® su sexto t¨ªtulo europeo, vibra con la campeona ol¨ªmpica.
Ese sitio, esa sensaci¨®n. Han pasado once meses, pero todo sigue igual. Entonces, tras destrozarse la rodilla, Carolina Mar¨ªn reaparec¨ªa en Madrid para terminar levantando su sexto Europeo seguido; este mi¨¦rcoles, el misticismo no era el mismo, pero siempre gusta volver a los lugares en los que se ha sido feliz. Y Carolina, que no ha ganado ning¨²n trofeo desde entonces, lo quiere volver a ser. El primer paso est¨¢ dado. Victoria por 21-14 y 21-11 ante Line Kjaersfeldt para debutar a toda velocidad (32 minutos) en el Madrid Spain Masters, un torneo que es hijo, precisamente, del ¨¦xito organizativo del pasado campeonato continental. En octavos, la campeona ol¨ªmpica se medir¨¢ con la india Malvika Bansod (no antes de las 15:35). El siguiente peaje hacia el d¨¦j¨¤ vu.
Como en abril del a?o pasado, all¨ª estaban sus familiares con el ¡°vamos Carolina¡± impreso en una camiseta roja. Y all¨ª estaba Kjaersfeldt, que hizo sufrir a la onubense en cuartos de final. Nada que ver. Ni rastro de ese proceso gripal que le hizo abandonar hace dos semanas en el All England Open. Arrolladora. ¡°De fuera siempre parece f¨¢cil, desde dentro ya se complica un poco m¨¢s¡±, bromeaba tras el partido. Los precedentes pon¨ªan en aviso y Mar¨ªn los enterraba. Espa?ola y danesa se hab¨ªan enfrentado en once ocasiones, con diez victorias (ya son once) para Carolina y s¨®lo una para Line. El triunfo de la jugadora escandinava era, sin embargo, el ¨²ltimo resultado entre ambas (en junio, en Malasia). El anterior, que lleg¨® al tercer set, estaba muy fresco en la memoria de muchos de los presentes. Desde entonces, la vida de la onubense ha cambiado mucho y a mejor. Juega sin dolor, juega totalmente liberada. Y se nota.
Como en abril del a?o pasado, con la intenci¨®n de emular aquella historia hasta el final, Carolina sal¨ªa agresiva y empujada por el p¨²blico de Gallur, totalmente entregado a la campeona ol¨ªmpica, que echaba hacia atr¨¢s a la danesa. Solidez y confianza. Sin apenas errores no forzados, siempre cerca de la red, obligaba a Kjaersfeldt a protegerse con lobs (globos defensivos) que, muchas veces, se iban largos. ¡°El volante aqu¨ª es muy r¨¢pido y se te puede marchar con facilidad¡±, analizaba tras la victoria. Lo volvi¨® a su favor. Puntos sin forzar, m¨¢s inteligencia que potencia. Con eficiencia, se distanciaba a tironcitos: del 2-2 al 5-2 y del 7-5 al 11-6 para irse con tranquilidad al primer descanso. Se secaba el (poco) sudor, sin casi necesidad de intercambiar impresiones con su entrenador, Fernando Rivas, y a continuar. El plan funcionaba. El suelo, tras un par de resbalones, pareci¨® la principal oposici¨®n durante un primer set sencillo, pero que imped¨ªa la relajaci¨®n. En los Europeos, tambi¨¦n hab¨ªa sido as¨ª. Con un toque sutil, cerraba el parcial.
Cerca del 100%
Kjaersfeldt ha mejorado, pero la onubense, m¨¢s. Nunca tiene suficiente. Y las nuevas armas cerca de la red no son casualidad. Las pon¨ªa en pr¨¢ctica una y otra vez. Con un parcial de 3-0, ese recordado tercer set se alejaba. Con ocho puntos seguidos m¨¢s (11-1), pr¨¢cticamente lo desahuciaba de la memoria. Sin darse cuenta, el p¨²blico sonaba al un¨ªsono. ¡°?Carolina, Carolina!¡±, se escuchaba. S¨®lo hab¨ªa pasado media hora desde que, con ese mismo c¨¢ntico, le hab¨ªan recibido de nuevo. Relajada, correspond¨ªa el cari?o con el signo de la victoria. ¡°No me encuentro al 100%, pero estoy muy cerca de ello. En el primer partido de cada torneo hay que controlar muy bien el volante, el pabell¨®n y las condiciones. Jugar en casa siempre es ilusionante y la gente te da ese empujoncito¡±, agradec¨ªa en zona mixta, con una sonrisa contagiosa. Ahora que juega sin molestias, se permite disfrutarlo. Tras un largo proceso de infiltraciones e intervenciones para quitar l¨ªquido de la rodilla, unas nuevas plantillas han aparecido como soluci¨®n. Benditas sean.