Fiesta sin redenci¨®n para los Leones ante los Classic All Blacks
Los Leones cayeron ante los Classic All Blacks ante 40.000 personas, en un ambiente festivo pero que tambi¨¦n reflej¨® el malestar por la expulsi¨®n del Mundial.


Segundos antes de que comenzara el partido el cielo se cerr¨® y la lluvia comenz¨® a empapar el c¨¦sped del Wanda Metropolitano. El chaparr¨®n fue una buena met¨¢fora del momento que atraviesa el rugby espa?ol. Tambi¨¦n un punto de ¨¦pica para un choque, el que disputaron este s¨¢bado en el coliseo atl¨¦tico los Leones contra los Classic All Blacks (26-33 para los oce¨¢nicos), cuya relevancia se situaba m¨¢s en lo social que en lo deportivo.
Y en ese aspecto fue un ¨¦xito. No solo durante los 80 minutos de juego, que volvieron a dejar una instant¨¢nea poco habitual en el imaginario oval del pa¨ªs, la de un estadio de primer nivel copado por aficionados al rugby, sino durante toda la semana proyectada por KiwiHouse. A las actividades de d¨ªas anteriores se sum¨® una extensa previa, con los alrededores del estadio a rebosar desde mucho antes de que comenzara la acci¨®n. ?Lo mejor? Hab¨ªa ni?os a pu?ados. De todos los rincones de Espa?a, ataviados con la camiseta de su club.
Ellos tienen facilidad para volver a ilusionarse tras un desenga?o, as¨ª que habr¨¢n encajado mejor la expulsi¨®n de los Leones del Mundial. Entre sus mayores el hast¨ªo es notable, y por eso no hubo unanimidad en la respuesta a las peticiones de apoyo a la Selecci¨®n. Los aplausos se mezclaron con los pitidos durante la retirada a vestuarios de los jugadores tras calentar y cuando el speaker cant¨® las alineaciones. Era imposible distinguir si el destinatario eran ellos o la Federaci¨®n (aunque el segundo parece el m¨¢s plausible), pero el malestar se hizo evidente. No hubo mensajes en forma de pancarta o mosaico (s¨ª alg¨²n t¨ªmido ¡°?Espa?a, Espa?a!¡±), as¨ª que el sonido de viento disolvi¨® la imagen de unidad que se pretend¨ªa dar a la Federaci¨®n Internacional mientras se resuelve el recurso presentado contra la sanci¨®n. Los m¨¢s jaleados, de eso no hay duda, fueron los Classic All Blacks tras interpretar su famosa ¡®haka¡¯.

Tras ella vinieron 40 minutos que volvieron a validar el viejo adagio: el que tuvo, retuvo. Los isle?os ya no tienen la exuberancia f¨ªsica para explotar el abierto, pero por dentro siguen demostrando una inteligencia superior en la lectura de los espacios. Espa?a estaba como a otra cosa. Ni se desplegaba con soltura en ataque ni superaba en los contactos a la oposici¨®n. Las fases est¨¢ticas, si no lo estaban, parec¨ªan pactadas. Al menos, y aunque tampoco fuera un partido para sacar muchas conclusiones, se pudo ver alguna cara nueva como la de Ra¨²l Calz¨®n y alguna otra que llevaba tiempo ausente como la de Wessel Bell o la de Brice Ferrer. Los Leones se adelantaron por medio de Quercy, pero tres posados de Taylor, Tulou y Boss dieron una buena renta a los de negro al descanso.
La segunda parte fue una sorpresa en el sentido de que demostraron tener mucha m¨¢s gasolina de la esperada. Dos ensayos de Hosea y Rieko Gear en los primeros minutos decantaron la balanza definitivamente. Eso anim¨® al Metropolitano, que empez¨® a rugir con cada carga espa?ola. El hundimiento f¨ªsico de los visitantes lleg¨®, pero no hast el punto de la abdicaci¨®n. Gimeno y Tauli maquillaron, al grito de ¡°?S¨ª se puede!¡±, el marcador de un partido que no dej¨® buen sabor de boca en lo deportivo, pero que termin¨® con una bonita comuni¨®n entre p¨²blico y jugadores al ritmo de Coldplay y The Weeknd. En lo extradeportivo el regusto s¨ª fue dulce porque, a falta de mundiales, es un buen punto de referencia para acercar a m¨¢s chavales este deporte. Y porque demostr¨® que con ilusi¨®n, trabajo y las ideas claras se pueden hacer las cosas de una forma profesional en el rugby espa?ol.
"Seguramente sea la retirada de unos cuantos"
"Hoy (por este s¨¢bado) seguramente sea al retirada de unos cuantos. Qu¨¦ mejor que estar delante de 40.000 personas, 40.000 Leones, que nos llevan. Es un placer estar aqu¨ª con toda la mierda que estamos pasando", asegur¨® tras el encuentro un Manu Mora visiblemente emocionado. El segunda es, junto con Marco Pinto, Afa Tauli o KaloKalo Gavidi, uno de los que puede haber jugado por ¨²ltima vez con la Selecci¨®n salvo un inesperado volantazo de World Rugby con el que tiene "algo de esperanza". "Son leyendas y se nota. Es lo que hace falta, jugar con equipos con un ritmo fuerte", alab¨® al contrincante. "He tenido los pelos de punta, ganas de llorar... Pensar que puede ser la retirada es duro. No quiero que se acabe, pero es posible", concluy¨®.
"De esto trata el rugby, de juntar a las personas. Ha sido un placer toda la semana, lo que hemos compartido con los espa?oles. Creo que ha habido un malentendido con los papeles en la clasificaci¨®n. Ha sido un largo camino para ellos conseguir meterse en un Mundial y est¨¢bamos aqu¨ª para darle un impulso al rugby espa?ol que necesitaba", asegur¨® por su parte Chris Masoe, uno de los hist¨®ricos del rugby neozeland¨¦s que ha dejado su impronta en Madrid.