?Milagro espa?ol en Sochi!
Los Leones se imponen en la 迆ltima jugada del partido y mantienen intactas sus aspiraciones de conseguir billete directo para el Mundial.
El que escribe les pide perd車n de entrada por contravenir una norma b芍sica de este oficio: que los periodistas nunca son los protagonistas de la historia. Simplemente comentarles que teclea esto con las manos temblorosas por lo acontecido este s芍bado en Sochi. Necesitaba decirlo. Ya est芍. Espa?a se impuso all赤 (37-41) en la segunda jornada del Seis Naciones B, en un partido de frenop芍tico, decidido por un ensayo en la 迆ltima jugada del de Santi Ovejero, desde ya en el santoral del rugby patrio. El talonador del Alcobendas rescat車 sobre la bocina los cuatro puntos para una Espa?a que, perdonen ahora el chiste malo, fue una monta?a rusa.
Todo comenz車 a pedir de boca en el Yug Stadium. Espa?a mov赤a el oval de lado a lado con soltura y no se arredraba ante los duros contactos de los rusos, que dejaron pronto fuera de juego a un efectivo importante, Lucas Guillaume. En la primera visita a la 22 local, Gimeno ley車 un intervalo y lo explot車. Primer posado. Despu谷s se estren車 Minguillon y el parcial cumplido un cuarto de hora era de 15-3. La cosa pintaba tan bien que invitaba a pensar en el bonus ofensivo.
Error. Rusia no estaba muerta, solo se hab赤a ido un rato de parranda. Como hicieron despu谷s los Leones en la franja central del primer tiempo. Previamente hab赤an desaprovechado varias buenas opciones de ampliar la brecha porque la touch y el maul, otros d赤as armas importantes, esta vez no funcionaban y el pie de Ord芍s estaba encasquillado. Dos ensayos casi consecutivos de Gresev y Riabischuk apretaban el marcador en unos minutos de total desconexi車n espa?ola. Pero la reacci車n no se hizo esperar. La comand車 Minguillon con una jugada de trilero, en la que escondi車 sus intenciones para romper por la izquierda, dejando en el camino a tres rivales. Davydov le grap車 sobre la l赤nea de banda, pero consigui車 posar. El 芍rbitro pidi車 revisar la jugada y se le ofreci車 un plano que no resolv赤a ninguna duda. Era el que hab赤a y con esas pruebas en la mano solo pod赤a dictaminar ensayo. Eso hizo. Poco despu谷s ense?車 la primera de varias amarillas, a Makarenko por antijuego. Con superioridad en los 迆ltimos estertores, Pinto coron車 un maul que daba una buena renta al descanso.
La segunda parte iba de gestionarla, m芍s que de otra cosa. De lidiar con emociones que en el pasado fueron traicioneras. Por momentos volvieron los fantasmas. Malie se fue al sin bin en los primeros compases por un placaje alto y Davydov, de lo poco que sobrevive del Mundial de 2019 en esta Rusia de relevo generacional, acerc車 a los Osos a falta de 20 minutos. En esos momentos de zozobra Espa?a recuper車 al menos el bazuca de Ord芍s, que la manten赤a por delante.
Todo pareci車 torcerse en la recta final. Una imprudencia de Merkler en una abierta cuando los locales cargaban casi sobre la l赤nea de marca dej車 a los Leones de nuevo con uno menos y Zhivatov castig車. La sensaci車n era que un equipo que en el anterior clasificatorio brill車 especialmente por su disciplina en defensa se hab赤a vuelto a disparar en el pie, como el a?o pasado en Portugal y Ruman赤a.
Entonces se abri車 una ventana. Futeu recuper車 la almendra en una jugada de esas que no salen en los res迆menes pero que conviene resaltar. Ya con el tiempo cumplido Magomedov, intentando frenar el avance espa?ol, cay車 en el antijuego y vio la amarilla. Era un ahora o nunca y Ovejero encontr車 el camino a la victoria asistido por un offload maravilloso de Munilla. El que lanza a Espa?a en la carrera mundialista. Ahora toca semana de descanso, templar la euforia y preparar las visitas de rumanos y portugueses. Hubo milagro en Sochi, uno que invitar赤a a creer hasta al m芍s ateo. Si Dios existe, esta vez iba con Espa?a. Pero todav赤a queda mucho trabajo por hacer.
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