Del 5 de febrero al 19 de marzo Inglaterra, Francia, Irlanda, Gales, Escocia e Italia disputar¨¢n un torneo muy incierto. Aqu¨ª les contamos todo lo que necesitan saber.
El Seis Naciones que se presenta ante nosotros es el m¨¢s incierto de los ¨²ltimos tiempos. El rugby del hemisferio norte vive un momento dulce que qued¨® patente el pasado oto?o. Entre el 6 y el 20 de noviembre se sucedieron victorias de Irlanda y Francia ante Nueva Zelanda, de Escocia, Inglaterra y Gales ante Australia y de la Rosa ante Sud¨¢frica. Para los aficionados al rugby el Viejo Continente, sin importar la nacionalidad, fueron dos semanas gloriosas. ?S¨ªntoma de un cambio de ciclo? No lo descubriremos realmente hasta el Mundial de Francia 2023 pero, si la cita empezara ma?ana, la tendencia jugar¨ªa a favor de ver, por primera vez desde 2003 y por segunda en la historia, un campe¨®n por encima del paralelo 0.
En lo deportivo dos equipos parten por encima del resto sobre el papel: la Francia de Galthi¨¦ y la Inglaterra de Eddie Jones. Escocia e Irlanda son las grandes alternativas dada la plaga de bajas que sufre Gales, vigente campeona. Italia ni est¨¢ ni se la espera. Algunas grandes estrellas, como el ingl¨¦s Owen Farrell o el gal¨¦s Alun Wyn Jones, son baja por lesi¨®n, pero otros como Dupont (en principio se perder¨¢ solo la primera jornada), Russell, Hogg, Rees-Zammit, Biggar, Furlong, Garbisi o Ntamack no faltar¨¢n a su cita y en el radar aparecen j¨®venes caras nuevas entre las que destaca especialmente, aunque sea por hype, Marcus Smith.
El rugby del hemisferio norte vive un momento dulce que qued¨® patente el pasado oto?o. ?S¨ªntoma de un cambio de ciclo?
Aunque la gran noticia de este Seis Naciones no est¨¢ en el c¨¦sped, sino en las gradas. En 2021 lucieron despobladas por la crisis sanitaria, que provoc¨® un agujero financiero a las federaciones implicadas de tal tama?o que tuvieron que acabar vendiendo un 14,5% del negocio a la firma de capital riesgo CVC por 400 millones de euros. De momento los nuevos inversores no han tocado el modelo. Habr¨¢ que ver por cu¨¢nto tiempo se contienen, porque ya trascendi¨® que su idea era ir poco a poco trasladando m¨¢s partidos a emisores de pago.
Sea como sea todo apunta a que el torneo recuperar¨¢ su esencia este a?o. Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda ya permiten aforo completo en sus recintos deportivos y Francia e Italia tambi¨¦n levantaron recientemente sus restricciones. Volver¨¢n las pintas, los himnos a viva voz, los atuendos estrafalarios, el Swing low, sweet chariot en Twickenham, el Fields of Athenry en el Aviva¡ En definitiva, todo lo que hace especial a esta competici¨®n, muy bien resumido por el seleccionador ingl¨¦s, Eddie Jones, que una vez dijo: ¡°Cuando empec¨¦ en Inglaterra, todo el mundo hablaba de c¨®mo este es el mejor torneo de rugby del mundo. Y probablemente entonces pensaba para mis adentros: ¡®no creo que sea el caso¡¯. Pero ahora no creo que haya ning¨²n tipo de debate¡±.
Ken Owens, John Navidi, Justin Tipuric, Dan Lydiate, Leigh Halfpenny, George North, el eterno capit¨¢n Alun Wyn Jones¡ La lista de bajas, parciales o totales, del Puerro para esta edici¨®n es notable. Todo parece indicar que no ser¨¢ su a?o, pero es que desde que Wayne Pivac relev¨® a Gatland tras el Mundial de 2019 Gales nunca ha cumplido con los pron¨®sticos. En 2020 defend¨ªan el Grand Slam conseguido el a?o anterior y fueron la gran decepci¨®n, quintos con una ¨²nica victoria ante Italia; en 2021, cuando arreciaban las dudas sobre la idoneidad de Pivac, se hicieron con el t¨ªtulo. Ahora lo tienen en chino, pero si algo se puede dar por seguro es que seguir¨¢n siendo un equipo ultracompetitivo en el Millenium. Adem¨¢s, viendo el vaso medio lleno, est¨¢n ante una oportunidad inmejorable de probar a j¨®venes como Basham, Carter, Lake o Morgan de cara al futuro.
Wayne Pivac, un camale¨®n
Poco o nada tiene que ver el enfoque del neozeland¨¦s en la selecci¨®n respecto al que imprimi¨® en los Scarlets entre 2014 y 2019. Ese era un equipo mucho m¨¢s l¨²dico que esta Gales de metacrilato, que juega a poner el bal¨®n en campo contrario con el gran pie de Biggar y asfixiar ah¨ª al rival con el dinamismo de su delantera y el colmillo de hombres como Rees-Zammit o Josh Adams, ahora algo alejado de su mejor versi¨®n. Pivac entiende que la v¨ªa para ser competitivos en un torneo como este es la Blitzkrieg y ha adaptado su libro de estilo. Un camale¨®n.
Louis Rees-Zammit, a la guerra de etiqueta
Por seguir con el s¨ªmil b¨¦lico, el ala de Gloucester es la elegancia en un equipo que aplica la pol¨ªtica de tierra quemada. Su zancada y su juego de pies son una delicia para un hombre de 1,91. Tiene una facilidad innata para romper hacia dentro o hacia fuera y encontrar el ensayo. Un h¨ªbrido entre la contundencia de George North y la habilidad de Shane Williams. El gran arma de esta Gales en ataque.
Aunque estemos ante el torneo m¨¢s abierto en a?os, el pron¨®stico m¨¢s f¨¢cil ser¨ªa situar a Francia como campeona. Empezar¨¢ su andadura ante Italia, presumiblemente con una victoria contundente que la espolear¨¢, y tiene tres partidos en casa, entre ellos el ¨²ltimo y potencialmente decisivo ante Inglaterra. Salvo Ollivon y Dupont, que en principio s¨®lo se perder¨¢ el debut, tiene sanos a todos sus hombres clave y un grupo joven, compacto y osado que pretende aspirar a todo el a?o que viene, cuando ser¨¢n anfitriones del Mundial. El subcampeonato de 2021, con una derrota ante Escocia en casa que no era descartable pero que tampoco muchos esperaban, dej¨® cierto regusto amargo, porque ya contaban con la potencia de fuego que exhiben ahora. Alldritt, Baille, Fickou, Le Roux, Ntamack, Penaud, Thomas, Vakatawa¡ Galthi¨¦ e Ibanez, dos t¨®tems del Gallo, con el que tuvieron largo recorrido, ha aglutinado grandes individualidades en un equipo afilado en ataque y duro en defensa, donde se nota la mano del gal¨¦s Shaun Edwards. Sin embargo a¨²n no han conseguido ser campeones en los dos a?os con el de Cahors al mando. Esta generaci¨®n necesita un t¨ªtulo para que el globo no llegue parcialmente desinflado a 2023, a?o en el que rugby ser¨¢, a¨²n m¨¢s si cabe, asunto de estado en Francia.
Fabien Galthi¨¦, el arquitecto
No era f¨¢cil reconstruir la Francia que dejaron en ruinas, amparados por Bernard Laporte, Philippe Saint-Andr¨¦, Guy Nov¨¨s y Jacques Brunel. El ex medio mel¨¦ parti¨® de una premisa clara: que el Gallo no tiene por qu¨¦ resucitar el rugby champagne, pero tampoco puede diluir por completo su esencia en un rugby industrial. Sin renunciar al potencial f¨ªsico que le concede la creciente globalizaci¨®n del juego, especialmente patente en el Top-14, Galthi¨¦ ha apostado por el campo abierto y la astucia. El resultado es un equipo que gana partidos (el 71% hasta ahora con ¨¦l en el cargo, cuando el tope de sus tres predecesores fue el 44%) sin sacrificar la elegancia por completo.
Antoine Dupont, el enfant terrible
Quiz¨¢ sea el jugador m¨¢s medi¨¢tico de Europa ahora mismo. Mucho magisterio sobre el campo a sus 25 a?os y el tipo de car¨¢cter fuera de ¨¦l que engancha, aunque ya le ha costado algunas cr¨ªticas, por ejemplo cuando public¨® un v¨ªdeo saltando al agua desde una altura elevada. Junto a Ntamack forma una bisagra que es puro duende. Facilidad innata para la toma de decisiones, imprevisibilidad y adem¨¢s no se ahorra un placaje. Un nueve absolutamente diferencial.
Es dif¨ªcil calibrar a una Irlanda que a¨²n estira el chicle de los Healy, Murray, Sexton, Earls y compa?¨ªa, una generaci¨®n que lo ha sido todo en el rugby de la Isla Esmeralda pero que ya no ilusiona como anta?o. La inc¨®gnita es cu¨¢ndo llegar¨¢ el baj¨®n, que por edad no deber¨ªa tardar mucho m¨¢s. Mientras tanto, lo cierto es que los resultados si respaldan la decisi¨®n de mantenerles en el equipo. El Tr¨¦bol encadena ocho partidos seguidos sin perder. En oto?o tumb¨® a los All Blacks e hizo trizas a Tonga y Argentina. En teor¨ªa, Inglaterra y Francia parten por delante y su hoja de ruta es compleja, con visitas a ambos favoritos, pero tampoco se puede descartar de la pugna a un equipo que acumula cuatro t¨ªtulos desde 2009, dos de ellos con Grand Slam. Resueltas las dudas de Earls, Van der Flier, Carbery, Furlong, Ryan o Henderson, que llegaron tocados a la preparaci¨®n, las bajas m¨¢s sensibles aparecen en las alas con Lowe, que no deber¨ªa perderse todo el torneo, y Stockdale. Si Keenan va al ala, habr¨¢ que ver por qui¨¦n apuesta Farrell entre un Larmour que no ha terminado de romper en lo que apuntaba y los inexperimentados Baloucoune o Hansen.
Andy Farrell, ?demasiado continuismo?
?Hace bien Farrell en mantener la estructura que le funcion¨® a Schmidt? ?O est¨¢ dejando pasar ocasiones de dar a jugadores que necesitar¨¢ en el futuro experiencia internacional? Los resultados dicen s¨ª a la primera pregunta. La segunda por ahora no tiene respuesta. Tarde o temprano, eso es as¨ª porque el tiempo pasa para todos, va a tener que apostar por un nuevo diez y completar la remodelaci¨®n que s¨ª ha emprendido parcialmente en la delantera con hombres como Conan o Doris. Da la sensaci¨®n de que el ingl¨¦s, padre del internacional con la Rosa Owen Farrell (¨¦l tambi¨¦n lo fue y despu¨¦s form¨® parte del cuerpo t¨¦cnico de Stuart Lancaster), se ha acomodado, pero por ahora no le ha ido mal su versi¨®n reducida del gatopardismo.
Tadhg Furlong, el pilier total
Furlong cumple con los moldes cl¨¢sicos del pilier y a la vez se sale de ellos. Es una trituradora en la mel¨¦ y los puntos de encuentro, pero entiende el juego abierto, es ciertamente ¨¢gil para sus dimensiones (1,84 y 119 kilos) y luce buenas manos. Ha hecho toda su carrera en Leinster, la gran f¨¢brica del rugby irland¨¦s. Si hubiera salido de all¨ª seguramente ser¨ªa uno de los jugadores mejor pagados del mundo.
Si alguna vez los caledonios han estado cerca de hacer algo grande en la era Seis Naciones ha sido esta. Lo que fue una potencia en el siglo pasado se diluy¨® con la ampliaci¨®n del torneo en el a?o 2000. No ganan desde 1999, pero ahora disponen de un equipo muy competitivo que puede plantar cara a cualquiera y es capaz de competir lejos de Murrayfield (el a?o pasado, sin ir m¨¢s lejos, ganaron en Twickenham y Saint Denis). Arrancar¨¢n con la Copa Calcuta en casa y, de conseguir el triunfo, ser¨¢ dif¨ªcil ponerles techo. Han salido del grupo hombres importantes en el pasado reciente como Fraser Brown, George Horne o Sean Maitland porque otros como Euan Ashman, Ben White, Ben Vellacott o Kyle Rowe vienen pisando fuerte. Con Fagerson, Nel, Gilchrist, Gray o Watson tienen una delantera muy competente y atr¨¢s conservan la capacidad de desequilibrio de los Russell, Van der Merwe, Kinghorn, Hogg¡ Es un equipo completo que puede tener un futuro brillante a corto y medio plazo si las caras nuevas mezclan bien con lo que ya estaba asentado.
Gregor Townsend, una monta?a rusa
Hace tres a?os, quintos en el Seis Naciones con una sola victoria y eliminados del Mundial en fase de grupos, parec¨ªa que el proyecto del exapertura hab¨ªa llegado a un callej¨®n sin salida. El riesgo de agotar una buena generaci¨®n de jugadores escoceses sin llevarse nada a la boca era alto. Desde entonces, empero, el de Edimburgo ha sabido ir encajando las piezas del puzzle. En 2020 y 2021 fueron cuartos, pero ganaron m¨¢s de lo que perdieron y dejaron alg¨²n hito en el camino, como el primer triunfo en Twickenham desde 1983. Ahora est¨¢ por ver si Gregor es capaz de llevar a este bloque al siguiente nivel.
Stuart Hogg, un valor seguro
El mejor zaguero del torneo y el capit¨¢n del equipo. Russell es m¨¢s medi¨¢tico y m¨¢s espectacular, pero tambi¨¦n m¨¢s volc¨¢nico e inestable y, por tanto, menos capacitado para ser referente. La trifulca que el 10 tuvo con Townsend hace dos a?os por beber descontroladamente en el hotel de concentraci¨®n nunca la habr¨ªa protagonizado Hogg, un zaguero muy seguro de manos, rapid¨ªsimo, con un contrapi¨¦ indescifrable¡ El l¨ªder del Cardo.
Quince jugadores sin experiencia Seis Naciones, seis de ellos debutantes en el equipo, conforman la ¨²ltima vuelta de tuerca al guion de la Rosa de Eddie Jones. Con Orlando Bailey, Tommy Freeman, Ollie Hassell-Collins, Luke Northmore, Alfie Barbeary y Ollie Chessum en la lista, y los hermanos Vunipola, George Ford o Elliot Daly fuera (estos dos ¨²ltimos finalmente han sido llamados por las bajas de Owen Farrell, que se pierde todo el torneo, y Jonny May, que como m¨ªnimo estar¨¢ ausente las primeras jornadas) se reaviv¨® el debate sobre los m¨¦todos del pol¨¦mico preparador australiano. Hay quienes critican su predisposici¨®n a desprenderse sin cortapisas de efectivos que le han sido muy ¨²tiles en un pasado reciente, de quemar muy r¨¢pido proyectos que, cocinados a fuego m¨¢s lento, podr¨ªan haber tenido un mayor recorrido, e incluso de sacrificar las aspiraciones de Inglaterra en el torneo para probar alternativas de cara al Mundial del a?o que viene. Lo cierto es que la mayor¨ªa de sus apuestas son justificables en lo deportivo y tiene mucha calidad y variedad en sus manos. Pero, tras el quinto puesto del a?o pasado (parcialmente subsanado en la ventana de oto?o), necesita que den r¨¦ditos inmediatamente porque un resultado similar ser¨ªa dif¨ªcil de digerir en la cuna de este deporte.
Eddie Jones, poli bueno y poli malo
Con todo lo que se pueda decir del australiano que convirti¨® a Jap¨®n en una mediana potencia, los resultados hablan bien de sus seis a?os de gesti¨®n. No se casa con nadie y su estilo directo y mordaz es una fuente casi constante de pol¨¦micas. En el otro lado de la balanza, despert¨® a Inglaterra del shock que supuso la eliminaci¨®n en la fase de grupos del Mundial 2015, que jugaban en casa, y les llev¨® a la final en 2019 dejando en el camino a los All Blacks, aunque fuera para perderla contra Sud¨¢frica. Con ¨¦l la Rosa ha sido tres veces campeona del Seis Naciones, Grand Slam incluido en 2016, y salvo descalabro este a?o partir¨¢ como aspirante a todo en Francia 2023. Darles un segundo t¨ªtulo mundialista a los inventores del juego ser¨ªa un legado imborrable para el ¨²nico extranjero que les ha dirigido hasta ahora.
Marcus Smith, la irrupci¨®n
Lo que tendr¨ªa que ser una primera toma de contacto suave con el torneo para este joven apertura de 22 a?os se ha convertido en un papel¨®n por la lesi¨®n de Farrell, due?o del 10 ingl¨¦s la ¨²ltima d¨¦cada y capit¨¢n desde la llegada Eddie Jones. Ahora la titularidad ser¨¢ para el de los Harlequins, que debut¨® oficialmente el pasado julio con 13 puntos, incluido un ensayo, ante Estados Unidos. Nacido en Filipinas, es un jugador audaz y con mucho flair que muchos ya consideran la pr¨®xima gran estrella del rugby ingl¨¦s. Su estreno profesional fue a los 18 a?os en Twickenham, as¨ª que cabe esperar de ¨¦l un buen manejo de la presi¨®n.
Cada vez se hace m¨¢s dif¨ªcil hablar de la Italia rugb¨ªstica porque no se le adivinan objetivos alcanzables en el corto o medio plazo. El debate sobre su permanencia o una apertura del torneo se ha templado gracias al hueso que les han lanzado, en forma de Nations Cup, a los pa¨ªses candidatos a desplazarla y a la negativa de los organizadores a acoger a Sud¨¢frica, pero lo cierto es que no tienen un bloque para competir ni en el presente ni en un futuro m¨¢s o menos inmediato. No ha habido reemplazo para la generaci¨®n de los Ghiraldini, Castrogiovanni, Bergamasco, Parisse (que podr¨ªa salir de su retiro internacional ante las bajas) y compa?¨ªa, y uno de los pocos frutos interesantes de los ¨²ltimos tiempos, Polledri, es baja por lesi¨®n. Garbisi, ya asentado como 10 titular tras su irrupci¨®n del a?o pasado, aparece como el ¨²nico atractivo de una selecci¨®n estancada en un eterno punto muerto desde su inclusi¨®n hace ya 21 a?os. La 17? cuchara de madera est¨¢ en camino.
Kieran Crowley, nuevo timonel para un barco a la deriva
El exzaguero de los All Blacks es una apuesta l¨®gica dado que viene de Benetton, equipo que aporta 23 de los 33 convocados (Zebre, el otro equipo profesional italiano, cuenta con 5 y el resto juegan fuera de Italia). Antes comand¨® a Canad¨¢, a la que meti¨® en dos mundiales y llev¨® a la 12? plaza del ranking mundial; a Nueva Zelanda sub-19, que con ¨¦l fue campeona del mundo imbatida; y a Taranaki, en el rugby provincial de su pa¨ªs. Quiz¨¢ su misi¨®n m¨¢s dif¨ªcil hasta la fecha sea esta: sacar del atolladero a una Italia que hace tiempo que gast¨® el cr¨¦dito de cenicienta.
Paolo Garbisi, el clavo ardiendo
Italia no tiene nada a lo que agarrarse por ahora salvo este apertura de 21 a?os que el a?o pasado ya mostr¨® dotes de mando en plaza y ha terminado por desterrar de las listas a Tommaso Allan y Carlo Canna. Ya ha dado el salto al Top-14 de la mano de Montpellier, donde por momentos ha desplazado a Pollard, uno de los mejor pagados del mundo. Tiene el pie, el tama?o, las manos y el arrojo, pero su influencia obviamente es limitada y el equipo no acompa?a.
El Seis Naciones no es solo un torneo entre los equipos m¨¢s potentes del hemisferio norte. Tambi¨¦n es una constelaci¨®n de enfrentamientos con su propia historia y tradiciones, como la Triple Corona, el Centenary Quaich o la Copa Calcuta. A continuaci¨®n, los explicamos:
Todos los n¨²meros de la historia del torneo desde 1883
Inglaterra | Gales | Francia | Irlanda | Escocia | Italia | |
Torneos disputados | 125 | 127 | 92 | 127 | 127 | 22 |
T¨ªtulos (Compartidos) | 29 (10) | 28 (12) | 17 (8) | 14 (9) | 15 (8) | 0 (0) |
Grand Slams | 13 | 12 | 9 | 3 | 3 | 0 |
Triple Corona | 26 | 22 | 11 | 10 | ||
Copa Calcuta | 71 | 42 | ||||
Millennium Trophy | 20 | 14 | ||||
Centenary Quaich | 19 | 14 | ||||
Trofeo Garibaldi | 13 | 2 | ||||
Trofeo Auld Alliance | 1 | 2 | ||||
Copa Doddie Weir | 3 | 1 |
Grand Slam. El Grand Slam es b¨¢sicamente un pleno. Si un equipo gana el torneo invicto en los cinco partidos que disputa, lo tiene. Gales, en 2019, fue el ¨²ltimo equipo que lo consigui¨®. Inglaterra es el pa¨ªs m¨¢s laureado en este apartado, con 13 entorchados.
Triple Corona. Se pone en juego desde 1883 entre las llamadas Home Unions, las cuatro federaciones de las Islas Brit¨¢nicas con representaci¨®n en el torneo, que son la irlandesa, la escocesa, la inglesa y la galesa. El equipo que consigue ganar a sus tres vecinos gana la Triple Corona. La ¨²ltima fue para Gales en 2021 e Inglaterra, con 25, es el pa¨ªs que m¨¢s tiene.
Copa Calcuta. Se entrega desde 1879 al ganador del choque entre Inglaterra y Escocia. La historia dice que en 1878 los miembros del Calcutta Football Club, fundado en 1873 en la ciudad hom¨®nima de la India, presentaron a la RFU inglesa un trofeo hecho con la plata fundida de las rupias que conformaban la tesorer¨ªa del equipo. Su esperanza era que se pusiera en juego anualmente y as¨ª se hizo. Se disputa entre ingleses y escoceses porque esas eran las nacionalidades de los jugadores que se enfrentaron en 1872 en el partido que fue germen de la fundaci¨®n del club. Inglaterra la ha ganado 71 veces y Escocia, 42. La primera y segunda guerras mundiales fueron par¨¦ntesis en los que no se disput¨®. Tampoco en 1885, 1888 y 1889.
Millennium Trophy. Como parte de las celebraciones de los mil a?os de historia de Dubl¨ªn, en 1988 se cre¨® un trofeo con forma de casco vikingo que se entrega cada edici¨®n del torneo al ganador del duelo entre Irlanda e Inglaterra. Los primeros han sido campeones en 14 ocasiones; los segundos, en las 20 restantes.
Centenary Quaich. Un a?o despu¨¦s del Millenium Trophy, se cre¨® el Centenary Quaich, que es lo mismo pero entre Irlanda y Escocia. 18 ediciones han ido a parar a manos irlandesas y 14, a las del Cardo. Se entrega como trofeo un recipiente para beber t¨ªpico de la tradici¨®n celta.
Trofeo Garibaldi. El v¨ªnculo de uno de los padres de la Italia unificada con Francia (naci¨® en Niza) se honra desde 2007 con este trofeo dise?ado por Jean Pierre Rives. El Gallo lo ha ganado 13 veces en 14 ediciones, por dos de la Azzurra.
Trofeo Auld Alliance. De muy reciente creaci¨®n, se instaur¨® en 2018 para conmemorar a los jugadores de rugby franceses y escoceses ca¨ªdos en servicio durante la I Guerra Mundial. En particular, a Eric Milroy y Marcel Burgun, capitanes de ambas selecciones antes de que estallara la contienda. El nombre (Auld ser¨ªa la pronunciaci¨®n escocesa de 'old', 'viejo' en ingl¨¦s, y Alliance es ¡®alianza¡¯) hace referencia a la entente que establecieron Francia y Escocia en el siglo XIII para frenar las invasiones inglesas de sus territorios. Las cuatro ediciones disputadas han terminado con un triunfo franc¨¦s y tres escoceses.
Copa Doddie Weir. Se cre¨® tambi¨¦n en 2018. Sus promotores con Escocia y Gales, que desde entonces la disputan anualmente con el objetivo de concienciar sobre las enfermedades relacionados con las neuronas motoras, como la escler¨®sis lateral amiotr¨®fica (ELA), que padece el exinternacional escoc¨¦s que da nombre a la copa. De momento Gales ha conseguido tres y Escocia, dos.
Cuchara de madera. Es un concepto presente tambi¨¦n en otros deportes como el remo o el cricket. En el caso del Seis Naciones, se entrega como indeseado premio al ¨²ltimo clasificado de cada edici¨®n. Irlanda, con 29, tiene el dudoso honor de encabezar la lista de equipos que m¨¢s veces se la han agenciado. Aunque Italia, con 16 en 21 participaciones, viene apostando fuerte por el sorpasso.