Irlanda descose a la campeona

Dos a?os y una pandemia despu¨¦s, el Aviva Stadium volvi¨® a retumbar con La llamada de Irlanda, el himno que une la Rep¨²blica y el Ulster. El p¨²blico abarrotaba de nuevo las gradas del coloso de Lansdowne Road para la apertura del Seis Naciones entre el Tr¨¦bol y la vigente campeona, Gales. Hombro con hombro, como reza el canto, el equipo local descosi¨® (29-7) a un rival ya de por s¨ª hecho retales por las lesiones de hombres clave como Owens, Alun Wyn Jones, North, Halfpenny, Faletau¡­

Una incursi¨®n del debutante en el 11 irland¨¦s Mack Hansen por el costado izquierdo anunci¨® lo que estaba por venir. El pack local gan¨® la touch, abri¨® al lado opuesto y volvi¨® sobre sus pasos para que el propio Hansen, con un salto perfecto, encontrara a Bundee Aki, que firm¨® el primer ensayo de la tarde.

Gales, en la que solo luc¨ªa el flanker Basham (muy buena pinta en su estreno en la competici¨®n) y Rees-Zammit languidec¨ªa sin balones, tardar¨ªa cerca de media hora en visitar por primera vez la 22 rival, frenada constantemente por una defensa irlandesa primorosa, con Porter o Conan pescando retenidos en las abiertas y placajes ganadores en todas las fases. El Puerro no consigui¨® sacar nada de sus incursiones, pero Irlanda tampoco pudo abrir mucho la brecha porque Sexton empez¨® fall¨®n en las patadas a palos y err¨® dos oportunidades c¨®modas para un francotirador de su calibre.

La primera parte concluy¨® con la sensaci¨®n de que los galeses se animaban y pod¨ªan plantar cara en el segundo acto, pero Irlanda volvi¨® a salir con el cuchillo entre los dientes y en la primera ofensiva Conway encontr¨® el bander¨ªn con una zambullida para poner la primera pica del doblete que abrochar¨ªa minutos m¨¢s tarde. Su segundo posado lleg¨® al minuto de que Jaco Peyper mandar¨¢ al sin bin a Josh Adams por un contacto feo con Sexton que dej¨® al 10 local algo aturdido. Fue una marca preciosa, en la que pr¨¢cticamente todo el equipo toc¨® el oval.

La espita estaba abierta e Irlanda se desplegaba con alegr¨ªa cada vez que ol¨ªa sangre. En un contraataque el¨¦ctrico, Ringrose aprovech¨® la presencia amenazadora de Conway a su lado para detectar un intervalo y colarse hasta la cocina. El triunfo y el bonus ofensivo estaban amarrados. Gales, al menos, consigui¨® evitar el rosco en la recta final del pulso con una gran acci¨®n de Basham, que se anticip¨® a un intento de descarga desde el suelo de Beirne, intercept¨® y no encontr¨® oposici¨®n en su camino hacia los palos. Aun as¨ª las perspectivas de los Dragones en el torneo, ya de por s¨ª oscuras, se empa?an un poco m¨¢s.