Poli D¨ªaz se sube al ring
El Potro de Vallecas, de 52 a?os, se entrena con la meta de volver como har¨¢ Mike Tyson para un combate de exhibici¨®n: "Necesito seis meses", asegura.
"?Poli, crack!", grita una persona a las puertas del WiZink Center. "?Qu¨¦ pasa, c¨®mo te va?", le replica el exboxeador. "Ese ten¨ªa un concesionario de coches en esta plaza. Siempre que pasaba entraba a mirar todos y le dec¨ªa: 'Cuando sea un gran campe¨®n vendr¨¦ y te comprar¨¦ todo'. No lo hice, pero en cuanto tuve dinero fui y me compr¨¦ el que m¨¢s me gustaba", explica el protagonista, con naturalidad, al periodista. Policarpo D¨ªaz Ar¨¦valo (Madrid, 52 a?os) se retir¨® del boxeo en 2001, pero su nombre no ha sido olvidado. Fue el p¨²gil m¨¢s medi¨¢tico de los 80 y los 90 y su nombre sigue grabado en la mente de todos. "He sentido mucho el apoyo del p¨²blico, aunque ha habido momentos de mi vida en los que no", reconoce.
Su figura vuelve a estar de actualidad, ya que ha decidido regresar al cuadril¨¢tero. "Cuando vi a Tyson, que con 54 a?os decidi¨® volver (lo har¨¢ en una exhibici¨®n el 28 de noviembre ante Roy Jones Jr.), me dije: '?Por qu¨¦ yo no?'. Vuelvo adem¨¢s porque me lo han ofrecido. Mi nuevo equipo, Unlimited Global Challengers, se ha volcado conmigo y yo quiero corresponderles", apunta. El ocho veces campe¨®n de Europa del peso ligero firm¨® en agosto un nuevo acuerdo con la promotora madrile?a para "potenciar su imagen, creando su propia l¨ªnea de ropa deportiva, y comenzar a dar seminarios", aunque desde un primer momento afirmaron que ten¨ªan proyectos muy ambiciosos para el Potro de Vallecas.
"Poli lleva un lustro alejado de la mala vida. Est¨¢ muy ilusionado con esta nueva etapa", se alegra su m¨¢nager, Antonio Ricobaldi. ?l, prefiere mirar adelante. "Todo lo que he vivido es pasado, hay que mirar hacia delante. Ahora mismo me encuentro bien, estoy haciendo entrenamientos de intensidad para 'probar la m¨¢quina' y todo va perfecto. Me gustar¨ªa boxear contra un rival que haya sido m¨¢s importante que yo y me gustar¨ªa volver a llenar el Palacio de los Deportes como cuando era campe¨®n de Europa y hab¨ªa gente que se quedaba fuera porque se agotaban las entradas. Esa sensaci¨®n, sobre todo al principio, era muy emocionante. S¨¦ que habr¨¢ gente que no comparta mi visi¨®n. Que no vengan", avisa Poli.
El exboxeador ha vivido los ¨²ltimos a?os, en La Palma, pero desde este mes de noviembre reside en Collado Villalba, donde adem¨¢s trabaja en un taller mec¨¢nico. "All¨ª estaba mejor, porque hace menos fr¨ªo (risas). Pero si de verdad quiero subirme a un ring, aunque sea una exhibici¨®n, necesito entrenar duro y la Sierra de Madrid es el mejor lugar. Siempre me ha gustado hacer deporte, porque nunca quise ganar peso, pero el objetivo que tengo ahora es diferente y tengo que apretar", reconoce.
Poli ha decidido pasar p¨¢gina de todo lo malo que qued¨® atr¨¢s. "No suelo recordar mi combate m¨¢s importante ante Pernell Whitaker", zanja. Lo disput¨® el 27 de julio de 1991 y perdi¨® a los puntos ante el estadounidense por los Mundiales WBC, WBA y IBF del peso ligero. Pero s¨ª que reconoce que tiene un grato recuerdo de sus noches en el Palacio, d¨®nde boxe¨® por ¨²ltima vez el 31 de mayo del 90, cuando defendi¨® el Europeo del peso ligero frente al italiano Stefano Cassi, al que noque¨® en tres asaltos. ?Por qu¨¦ enganchaba tanto al p¨²blico? "No lo s¨¦. Siempre trat¨¦ bien a la gente y me dediqu¨¦ a hacer mi trabajo. Los que deb¨¦is decir el motivo por el que me segu¨ªa tanta gente sois vosotros. Hablar de uno mismo es ser un fantasma y yo no lo soy".
Adem¨¢s de un reto personal, al igual que Mike Tyson, Poli asegura que su regreso puede ser un impulso al boxeo. "Hay buenos p¨²giles, pero le falta un 'reempuj¨®n' medi¨¢tico que se lo puedo dar yo", afirma. El vallecano se tom¨® un tiempo para mirar el Palacio con detenimiento y marc¨® plazos: "Necesito unos seis o siete meses para hacer esa pelea. Adem¨¢s, ahora tenemos el problema del coronavirus que no nos permitir¨ªa que hubiese p¨²blico", concluye el renovado Poli. El Potro est¨¢ de vuelta.