Rafa Garc¨ªa se viste de oro: consagraci¨®n y t¨ªtulo en Mexicali
Rafa Garc¨ªa derrot¨® por decisi¨®n un¨¢nime (triple 29-28) a Erick Gonz¨¢lez y se convierte en el primer campe¨®n del peso ligero de Combate Am¨¦ricas.

Con camisetas rojas y al grito de ¡°Rafa, Rafa¡± el p¨²blico del Auditorio Nacional de Mexicali (Baja California, M¨¦xico) animaba a su peleador Rafa Garc¨ªa. El luchador estaba invicto y en su ciudad se enfrentaba a Erick Gonz¨¢lez por el Campeonato del peso ligero de Combate Am¨¦ricas. El azteca estaba ante su pelea m¨¢s dif¨ªcil y la pas¨® con nota. Victoria por decisi¨®n un¨¢nime (triple 29-28) y el primer cintur¨®n de su carrera. La fiesta en Mexicali fue m¨¢xima, pues lo que todos esperaban se cumpli¨®: Rafa Garc¨ªa se consagr¨®.
La pelea fue un aut¨¦ntico espect¨¢culo durante los 15 minutos que dur¨® (en Combate Am¨¦ricas los pleitos por t¨ªtulo son a tres asalto). Garc¨ªa sali¨® confiado y aunque ten¨ªa menos envergadura nunca fue un debe para ¨¦l. Recib¨ªa con patadas o golpes rectos a Gonz¨¢lez, que tard¨® en leer la pelea. El mexicano estaba c¨®modo y ense?¨® una de sus armas mediado el round, pues atrap¨® a Erick Gonz¨¢lez y le hizo volar contra la lona. El derribo fue duro, intent¨® la sumisi¨®n, pero el estadounidense se sali¨® y acab¨® dominando. Los ¨²ltimos 50 segundos fueron un carrusel de golpes contra Garc¨ªa, quien los resisti¨®, pero acab¨® muy tocado.
La din¨¢mica se repiti¨® en el segundo round de inicio. Estaba mejor Gonz¨¢lez hasta que tras varios cruces el dominio fue para Rafa. Con un volado de derecha hizo da?o al estadounidense, quien vio c¨®mo la situaci¨®n se revert¨ªa tras un nuevo derribo. Los ¨²ltimos 80 segundos del round recibi¨® muchos golpes y termin¨® como pudo. El ritmo estaba siendo alt¨ªsimo, por lo que Garc¨ªa baj¨® un poco la intensidad, no el dominio. Para ello utiliz¨® tres derribos, todos espectaculares, para llevar la pelea al piso y dominar. Erick Gonz¨¢lez siempre lograba evitar la sumisi¨®n, pero no lograba zafarse de los golpes que impon¨ªa el mexicano. La pelea era suya, el t¨ªtulo y la consagraci¨®n, tambi¨¦n.