Espa?a sigue en la ola y los chicos se meten en la final
Neutralizaron con una defensa espectacular a Croacia, actual campeona del mundo, y logran el billete para los Juegos de Tokio (6-5). La final, el s¨¢bado ante Italia (11:30).
Jokovic intent¨® lanzar a la desesperada y la pelota rebot¨® en el brazo de Perrone. Lleg¨® a las manos de L¨®pez-Pinedo y el grito espa?ol se esuch¨® hasta en Se¨²l. Por sexta vez en la historia, la Selecci¨®n masculina de waterpolo jugar¨¢ la final del Campeonato del Mundo. En las cuatro anteriores, fue capaz de ganar dos, la de 1998 y 2001, una generaci¨®n de oro que ha encontrado continuidad en la actual hornada de waterpolistas liderados por David Mart¨ªn en el banquillo y Felipe Perrone en el agua. En la h¨²meda tarde de Gwangju se comieron a la campeona del mundo de un bocado, con una defensa estratosf¨¦rica. Croacia no pudo salir de su asombro (6-5). Espa?a pelear¨¢ por el oro ante Italia el s¨¢bado a las 11:30 y obtiene la plaza ol¨ªmpica. El waterpolo est¨¢ viviendo un sue?o en Corea.
Si en tres parciales Croacia, dominadora del waterpolo junto con Serbia en los ¨²ltimos diez a?os, solo es capaz de anotar dos goles es que ante s¨ª hay un muro armado, infranqueable. David Mart¨ªn, ante el peligro de los boyas serbios, plante¨® una defensa de M, algo poco habitual en el waterpolo. Y Croacia qued¨® bloqueada. Sus boyas no pudieron recibir c¨®modamente y obligaron a desafiar a L¨®pez-Pinedo desde seis metros. A sus 38 a?os, el barcelon¨¦s llega a todo, desafiante, autoritatio en la meta.
Perrone, que se multiplic¨® y jug¨® en todas las posiciones, adelant¨® al equipo espa?ol (1-0). El partido era lento, imposible hacer transiciones. Posesiones largas, exclusiones y papel determinante de la defensa. En uno de sus ataques de hombre de m¨¢s, Mallarach marc¨® el 2-0. Espa?a iba en serio. Jokovic, antes de finalizar el primer cuarto, hizo el 2-1. En ese momento Croacia no pens¨® que se quedar¨ªa 15 minutos sin ver porter¨ªa.
En ese tramo, a los jugadores espa?oles le salieron brazos como ramas robustas, y todos los lanzamientos croatas se perd¨ªan en esa maleza acu¨¢tica. Tahull y Munarriz, desde la boya y desde fuera, pusieron el 4-1. El espa?ol nacionalizado croata Xavi Garc¨ªa despertaba a Croacia de su letargo antes del descanso (4-2). Pero Espa?a no afloj¨®. Con una determinaci¨®n pasmosa, sigui¨® erre que erre, encontrando en Mallarach y Granados otros dos goleadores. 6-2. El partido en el bolsillo.
Los chicos de Mart¨ªn, que se dej¨® la voz como de costumbre, jugaron con el tiempo en el ¨²ltimo parcial. Siguieron firmes en defensa y Croacia fue marcando goles a cuentagotas, pero el 6-5 no lleg¨® hasta falta de 14 segundos. El partido muri¨® en las manos de Fran Fern¨¢ndez. El resto fue una fiesta, un grito de rabia, el triunfo del convecimiento de un grupo de jugadores que ha ido creciendo en el torneo y que, diez a?os despu¨¦s, vuelven a jugar una final del Mundial.