Londres, Barcelona y Budapest (en dos ocasiones cada una de ellas)¡ Y ahora Gwangju. La Selecci¨®n femenina seguir¨¢ abonada al podio siete a?os despu¨¦s de su primera medalla ol¨ªmpica. Un pase a la esperada final ante Estados Unidos (viernes, 11:30) que guarda adem¨¢s un regalo: el billete para los Juegos de Tokio, por lo que las de Miki Oca podr¨¢n afrontar el a?o de preparaci¨®n sin presiones y focalizadas en el objetivo de la medalla en los Juegos.
Fue el mismo cicl¨®n que se llev¨® por delante a Grecia u Holanda, pero en el primer parcial Espa?a se encontr¨® con m¨¢s resistencia por parte de Hungr¨ªa. En esta ocasi¨®n, no desequilibr¨® el equipo de Miki Oca desde la boya, sujetada Maica Garc¨ªa, sino que lo hizo desde el arco. As¨ª es esta Selecci¨®n, igual de letal desde dentro que desde fuera, una mina de producir goles con Anni Espar, Bea Ortiz, Judit Forca y Ru Tarrag¨®. Todas ellas se encargaron de dar la primera ventaja (5-3). Hungr¨ªa dej¨® claro que no iba a rendirse y, aunque sufr¨ªa para defender, encontraba situaciones de gol en ataque por medio de Leimeter. Cerraba Espa?a el centro, pero Hungr¨ªa her¨ªa desde sus extremos.
Tarrag¨® y Maica aparecieron en el segundo parcial para poner el 7-4 y Hungr¨ªa segu¨ªa aguantando el tir¨®n. El partido era precioso, aunque pocos espectadores pudieron disfrutarlo en las vac¨ªas gradas de la piscina de Gwangju. Apenas superaban las dos centenas. No saben lo que se pierden. En ese carrusel de goles, Hungr¨ªa fue m¨¢s efectiva en el tramo final y logr¨® colocarse a solamente dos goles antes del descanso (10-8).
El desgaste mental que le provoc¨® la Selecci¨®n a las magiares fue colosal. Nunca bajaron el ritmo en ataque las de Oca. En el tercer parcial desataron el partido. Judit Forca, hasta ahora con un papel m¨¢s secundario en el torneo, se destap¨® como la gran goleadora que es , con ese terror¨ªfico lanzamiento de zurda, con tres goles brillante y determinantes. Con un parcial de 4-1, Espa?a se puso 14-9 a falta de ocho minutos. Una quimera para Hungr¨ªa, otro partidazo de las espa?olas.
La guinda y la sentencia la puso la capitana Pili Pe?a en el inico del ¨²ltimo cuarto con el 15-9. El encuentro era ya una penitencia para las magiares , rendidas ante la fuerza de las guerreras espa?olas, unas m¨¢quinas en defensa y en ataque. Nunca antes Espa?a hab¨ªa demostrado tanta superioridad en un torneo mundial (16-10). Las espa?olas no tuvieron piedad de Hungr¨ªa, ni respiraron pese a tener el partido ganado, como hizo Hungr¨ªa ante Corea del Sur en el pol¨¦mico partido inicial (64-0). Ahora, van a por Estados Unidos, que tambi¨¦n arroll¨® a Australia en la otra semifinal (7-2). La determinaci¨®n de las chicas de Oca las puede llevar al oro. Lo desean con m¨¢s fuerza que nunca.