Las vidas de Miki Oca, el gur¨² de una Selecci¨®n de leyenda
"Siempre fue un apasionado. Si se propon¨ªa algo, lo lograba", comentan sus ex compa?eros. El t¨¦cnico ha ido reinventado el equipo como lo hizo con su vida.
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De 2012 a 2019, de Londres a Gwangju, la Selecci¨®n femenina ha ganado seis medallas internacionales contando la que se ha colgado este viernes, su tercera medalla mundial tras el oro de Barcelona 2013 y la plata de Budapest 2017. Un equipo liderado desde la pasi¨®n por Miki Oca, una persona hecha a s¨ª misma, un t¨¦cnico que desde el primer d¨ªa inculc¨® la ambici¨®n que ¨¦l ten¨ªa como jugador y a quien no le ha temblado el pulso para ir renovando la plantilla con decisiones traum¨¢ticas, como no incluir a Jennifer Pareja para los Juegos de R¨ªo 2016. Decisiones que siempre tom¨® desde su manera de ver la vida: lo que hayas hecho ya es pasado, lo que importa es lo que puedas aportar ma?ana.
Para entender el liderazgo de Miki y la seducci¨®n con la que encandil¨® a las chicas desde el primer d¨ªa, hay que diseccionar su vida, repleta de aventuras, de ¨¦xitos deportivos y situaciones l¨ªmite personales, pero siempre con esa capacidad ¨²nica de regeneraci¨®n y de reinvenci¨®n, la misma que aplica a un equipo que lleva siete a?os abonado al podio y que sigue peleando cada bal¨®n con la ilusi¨®n del primer d¨ªa. No hay ninguna celebraci¨®n en el vestuario de las guerreras, solo la determinaci¨®n de acabar con el reinado de Estados Unidos.
Criado en Boadilla, una desgracia le hizo quedarse de ni?o sin padre. Su madre fue quien se vio obligada a tirar de la familia. Pronto los hermanos Oca se aficionaron al waterpolo. En el Centro de Tecnificaci¨®n de la Federaci¨®n Madrile?a, no solo entabl¨® amistad con futuros compa?eros de Selecci¨®n como ¡®Chava¡¯ G¨®mez, ¡®Toto¡¯ Garc¨ªa y Jes¨²s Roll¨¢n, sino que encontr¨® a un entrenador que marc¨® a toda esa generaci¨®n. Mariano Garc¨ªa ten¨ªa una manera particular de entender el entrenamiento: sesiones extenuantes en las que un Oca adolescente aprendi¨® a acostumbrarse al dolor y a no tener miedo a nadie.
¡°Da igual quien tengas delante, t¨² vas a poder con ¨¦l¡±, les grab¨® a fuego. Los fines de semana los llevaba a la Casa de Campo a cortar troncos con hachas y a correr. Y luego los invitaba a comer. Apenas ten¨ªan 13 a?os. ¡°Miki era un entusiasta, como lo es ahora. Una persona que quer¨ªa aprender, muy trabajador y apasionado por todo lo que hac¨ªa¡±, recuerda Chava G¨®mez. ¡°Cuando se propon¨ªa algo, lo acababa consiguiendo, as¨ª sigue siendo¡±, a?ade.
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El salto a Barcelona y sus ¨¦xitos de jugador
Con ese duro entrenamiento y ese car¨¢cter, Miki dio el salto a Barcelona en 1988. A las puertas de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992, aquella generaci¨®n solo viv¨ªa para el deporte. Dej¨® los estudios (ni acab¨® COU) y se dedic¨® a divertirse y a entrenar, recordado en la Blume de Barcelona por sus travesuras y por el libertinaje imperante en aquel centro, pues siempre hab¨ªa manera de burlar la seguridad. Pero esa irreverancia se transformaba en el agua, h¨¢bitat en el que Miki era un jugador cerebral, veloz y muy competitivo. ¡°Recuerdo enganchadas con ¨¦l. Discusiones sanas. No desde el punto de vista negativo, sino fruto de la competencia. Todo lo llevamos al l¨ªmite. Si un pase no era preciso, se convert¨ªa en una mirada desafiante. Era una discusi¨®n tras otra. Pero que nos hac¨ªa crecer¡±, recuerda Dani Ballart, compa?ero de Selecci¨®n en aquellos a?os.
¡°Como jugador, era de los m¨¢s r¨¢pidos del mundo y uno de los primeros en inventar el lanzamiento de mu?eca. Miki jugaba escorado en un costado y ten¨ªa esa agilidad de balancearse y, cuando todo el mundo cre¨ªa que lanzar¨ªa por el palo corto, cambiar r¨¢pido de lugar girando la mu?eca¡±, apunta Ballart, quien recuerda otras an¨¦cdotas de su compa?ero y ahora seleccionador femenino: ¡°En nuestra ¨¦poca surgi¨® el personaje de Chiquito de la Calzada y a Miki le hizo mucha gracia. Se empecin¨® en copiarle el tono y los gestos. ?Lo hac¨ªa igual! Todo siempre lo ha llevado al m¨¢ximo y buscaba la perfecci¨®n¡±.
Los duros entrenamientos de Mariano no fueron nada comparados con los del croata Dragan Matutinovic, con quien consiguieron la plata en Barcelona despu¨¦s de unas concentraciones en Andorra suprahumanas. El objetivo de Matutinovic, extr¨¢ido de m¨¦todos militares, era llevar a los jugadores al l¨ªmite de lo f¨ªsico y sobre todo de lo mental. Muchos de ellos no han vuelto a pisar Andorra en su vida por el trauma creado.
El madrile?o, entre aquellos a?os involvidables, de cielos e infiernos, era una persona ¡°preocupada¡± por su cuerpo, que cuidaba la alimentaci¨®n pero siempre con asteriscos. Oca se guardaba en un armario de casa una bolsa llena de madalenas y cuando le entraba la gula pod¨ªa comerse todas, lo que a veces le provocaba malestar. ¡°?l sab¨ªa que ten¨ªa que cuidarse y siempre tuvo esa obsesi¨®n¡±, a?adi¨® Ballart. ¡°Era un hist¨¦rico en esos aspectos¡±.
Miki lo aguant¨® todo, fue un fijo en aquel equipo y en Atlanta ¡¯96 se colg¨® el oro marcando uno de los goles en la final. Despu¨¦s de aquel ¨¦xito, el madrile?o perdi¨® la motivaci¨®n y entendi¨® que ya hab¨ªa copado sus sue?os pese a tener solo 27 a?os. Dej¨® atr¨¢s su carrera, cerr¨® un cap¨ªtulo corto, intenso y exitoso, y empez¨® su segunda vida.
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Las pasarelas, los problemas y su regreso al agua
¡°Se nos acerc¨® mucha gente. Sal¨ªamos en todos los sitios, por televisi¨®n, en la revista Playboy¡ Se fijaron en Miki y le metieron en la cabeza la idea de ser modelo. Y ya hemos explicado c¨®mo es ¨¦l, un hombre que se vuelca al cien por cien con lo que le motiva y, en aquel momento, decidi¨® cambiar de camino, porque ya lo hab¨ªa hecho todo en el waterpolo y no encontraba m¨¢s ilusiones¡±, explica Ballart. Y as¨ª cambi¨® la piscina por la pasarela, el ba?ador por los trajes y los vestidos a la ¨²ltima. Miki se adentr¨® en la far¨¢ndula. ¡°Miki ten¨ªa otro trabajo, se alej¨® del waterpolo, y perdimos el contacto hasta que volvi¨®¡±, coment¨® Salva G¨®mez.
El madrile?o se acomod¨® r¨¢pidamente en la cresta de la ola. Fue portada de la revista GQ y fue escogido uno de los siete personajes internacionales que dieron imagen a Allure de Chanel. Su fotograf¨ªa estuvo durante varios meses en los Campos El¨ªseos de Par¨ªs. Mientras recorr¨ªa medio mundo, estudiaba Arte Dram¨¢tico, porque el cine tambi¨¦n llam¨® a su puerta. Pero la far¨¢ndula le depar¨® otros vicios menos sanos. Una adicci¨®n (como le ocurri¨® a otros deportistas de la Generaci¨®n de Oro) que le llev¨® a una situaci¨®n l¨ªmite. El t¨¦cnico hizo el click. Le sali¨® ese instinto de superviviencia y supo cerrar la carpeta.
Corr¨ªa el a?o 2004 cuando Miki se alej¨® definitivamente de su segunda vida. Ese campa?a empez¨® como entrenador del CN Alcorc¨®n femenino, con el que r¨¢pidamente gan¨® dos Copas de la Reina. En 2010 lo nombran seleccionador espa?ol. El resto de la historia es conocida, a partir de ah¨ª ha tenido que gestionar un equipo de leyenda desde que en 2012 se clasific¨® para los Juegos de Londres ganando el Preol¨ªmpico de Trieste (2012). En ese torneo, Miki les demostr¨® que no hay imposibles, solo trabajo y sue?os.
As¨ª es el gur¨² que dirige a este grupo de talentos, un entrenador genuino y con una vitalidad asombrosa, que no necesita ning¨²n manual porque habla y dirige desde la experiencia que le ha dado su propia vida.