El ¡®team Ona¡¯, su respaldo en 12 a?os de ¨¦xitos

En la grada del Gimnasio Yeomju, la familia de Ona Carbonell se apresura a situarse enfrente del podio mientras la nadadora espa?ola les saluda sonriente y con la plata al cuello. Una imagen que se ha repetido en todos los Mundiales y Juegos en los que ha competido Ona salvo en su estreno, curiosamente, cuando con apenas 17 a?os acudi¨® por primera vez a Melbourne (Australia). ¡°No nos dej¨® viajar, nos lo prohibi¨®¡±, apunta Montse, su madre. ¡°Era la peque?a y no quer¨ªa que la viera a¨²n m¨¢s peque?a, como una ni?a que depende de sus padres¡±, a?ade Jordi, su padre. Ambos m¨¦dicos.

De ni?a, Ona era ¡°muy tranquila, educada y buena. Hac¨ªa todo lo que le dec¨ªas¡±. Una disciplina que ha llevado hasta estos d¨ªas, cuando es capaz de mantener una rutina en su deporte, sus actos comerciales y sus tareas. ¡°Ona es como en la piscina, una m¨¢quina. Es ordenada y trabajadora Congeniamos bien y tenemos equilibrio¡±, apunta su novio Pablo, tambi¨¦n deportista. Ser la solista del equipo espa?ol desde 2013, su ¨¦xito en Masterchef y en la piscina no la han cambiado. ¡°Es la primera que hace las cosas con naturalidad¡±, a?ade Max, su hermano.

Ona se sent¨ªa como pez en el agua ya con solo un a?o pero su deporte primerizo fue la gimnasia r¨ªtmica. ¡°Yo la practicaba, y quiz¨¢s la influ¨ª. Era buena y la vinieron a buscar para el alto rendimiento, pero me negu¨¦ y le dije que probara con la sincro¡±, desliza Montse. A la edad de 10 a?os, Ona cambi¨® de deporte y con solo unas sesiones ya la incluyeron en las competiciones. Con 14 a?os, ya entr¨® en el CAR de Sant Cugat. ¡°Fue un momento muy feliz para ella¡±, dice Montse. Sus padres, eso siempre, ejerc¨ªan siempre una presi¨®n para que Ona fuera ¡°una persona completa¡±. ¡°Ten¨ªa que estar desarrollada culturalmente y seguir form¨¢ndose. Ella respondi¨® bien¡±, desvela Jordi.

Pek¨ªn, el momento m¨¢s delicado de su carrera

Pero toda historia tiene un momento delicado, en el que puede virar el camino. Y este lleg¨® cuando no entr¨® entre las convocadas para competir en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, en 2008. ¡°Ella se plante¨® dejarlo seriamente, vio que hab¨ªa otros factores al margen del esfuerzo. Y entonces pens¨® que a lo mejor no pod¨ªa controlar su futuro deportivo porque algunas cosas no depend¨ªan de ella¡±, ataca Jordi. Ona lo reflexion¨® y la familia le hizo ver que la vida no se acababa con el deporte, y que le apoyar¨ªan. Decidi¨® seguir adelante.

El resto de la historia es el m¨¢s conocido. Desde entonces, Ona acumula 21 medallas mundiales y dos ol¨ªmpicas, y se ha convertido en una de las referencias de la nataci¨®n art¨ªstica mundial y de su historia. ¡°Nosotros solo le hemos ayudado a ponerle tiritas f¨ªsicas y psicol¨®gicas¡±, resume su padre. Y Max les define como ¡°el team Ona¡±: ¡°No proyectamos nuestras ambiciones personales en ella, sino que en los momentos duros le decimos que hab¨ªa m¨¢s cosas en la vida¡±. Porque Jordi lo tiene claro: ¡°Es la misma ni?a de Melbourne. Es mi hija, aunque llegue a la Luna lo seguir¨¢ siendo¡±.