NATACI?N ART?STICA | GWANGJU 2019
La plata de Ona la sit¨²a en la cima de la sincro
Suma 21 medallas en Mundiales, una m¨¢s que Mengual y las mismas que la rusa Ischenko, con quien ahora comparte el r¨¦cord.
Desde 2007, con apenas 17 primaveras, Ona Carbonell se estren¨® en un Mundial en Melbourne (Australia) cuando Espa?a era una potencia al alza. Han transcurrido ya 12 a?os, siete Mundiales y 21 medallas conseguidas por la barcelonesa, un m¨¦rito incalculable teniendo en cuenta la ca¨ªda de la Selecci¨®n desde Kaz¨¢n 2015. Todas las disciplinas fueron abandonando el podio, menos Ona, convertida en un icono de la nataci¨®n art¨ªstica mundial.
No es de extra?ar ver a j¨®venes nadadoras acercarse a la espa?ola para sacarse fotograf¨ªas o pedirle aut¨®grafos, incluso las jueces la felicitan en los corrillos cerca de los vestuarios. Ona ha conseguido desafiar el poder ruso, ser un contrapunto, siempre a una distancia prudente del oro, pero con un carisma y una innovaci¨®n que suponen un soplo de aire fresco en una sincro a la que le gustan las puertas cerradas. Un ejemplo, su ¨²ltima plata, la lograda en el Mundial de Gwangju con una coreograf¨ªa rompedora, la primera vez que una nadadora interpreta su rutina sin m¨²sica.
Bajo la voz ¨¢spera pero transparente de Nelson Mandela, Ona ejecut¨® su mejor ejercicio, con la elegancia que le caracteriza y la ejecuci¨®n de unos complicados elementos t¨¦cnicos. La solista bail¨® sin m¨²sica porque siempre corri¨® por sus venas sangre art¨ªstica. Su puntuaci¨®n (92.5002) super¨® a la de la japonesa Yukiko Inui (92.3084), y solamente la rusa Svetlana Kolesnichenko la super¨® (95.0023). Por detr¨¢s, Ucrania, venida a menos por el cambio provocado por la retirada de Anna Voloshyna, la gran solista del pa¨ªs que abandon¨® su deporte para ser madre.
La rutina de Ona, con unas gradas m¨¢s repletas de p¨²blico que en la primera jornada, provoc¨® el silencio de los espectadores, que se levantaban a aplaudir en cada apnea de la barcelonesa o en sus movimientos de piernas que le caracterizan. Esperando la nota, Ona se abraz¨® con Mayuko Fujiki, la seleccionadora, despu¨¦s de conocer que ser¨ªa plata, que su rutina transgresora ha triunfado y que, con 21 medallas, se coloca en la cima de la sincro.