El Rey inaugura de los Juegos del ¡°di¨¢logo¡± y de la ¡°paz¡±
El monarca fue m¨¢s aplaudido que silbado en un Nou Estadi de Tarragona. El alcalde de Tarragona pide uni¨®n de los pa¨ªses Mediterr¨¢neo
De Algeciras a Estambul, como cantaba Joan Manuel Serrat en su c¨¦lebre canci¨®n, estuvieron anoche pendientes de Tarragona, que inaugur¨® la XVIII edici¨®n de los Juegos Mediterr¨¢neos con una emotiva ceremonia aunque con solamente 11.000 (contando algunos deportistas) de las 14.500 localidades ocupadas. Los problemas que han acompa?ado a la candidatura y que la hicieron retrasar un a?o la celebraci¨®n del acontecimiento se notaron ya el primer d¨ªa en la afluencia de espectadores.
Pese a ello, no falt¨® la pasi¨®n entre los asistentes, en especial en el desfile espa?ol encabezado por Mireia Belmonte, que port¨® la bandera, y en las interpretaciones musicales de Lucrecia, que cant¨® a la mascota 'Tarracus' y una animada canci¨®n de clausura, Antonio Orozco y la canci¨®n oficial de Tarragona 2018, ?Jugamos para vivir', una emotiva pieza de solidaridad entre pueblos interpretada por el grupo La Petaca y por un coro de 180 ni?os. Las actuaciones se realizaron en un escenario que simulaba las ruinas romanas t¨ªpicas de la ciudad, que luego fueron le casa de una actuaci¨®n teatral m¨¢s propia de una ceremonia ol¨ªmpica, con actores y difrentes tem¨¢ticas, desde la Humanidad, pasando por la Piedra o la Naturaleza.
El acto, presidido por el Rey Felipe VI, quien fue recibido entre aplausos (y c¨¢nticos de ¡®viva el Rey¡¯) y algunos silbidos, tambi¨¦n cont¨® con la presencia de Pedro S¨¢nchez, presidente del Gobierno, Quim Torra, presidente de la Generalitat, el ministro de Cultura y Deporte, Jos¨¦ Guirao, y Josep F¨¦lix Ballesteros, alcalde de la ciudad, quien comenz¨® su discurso citando al m¨²sico Pau Casals y a su canto a la paz. ¡°Somos la capital del Mediterr¨¢neo, que es nuestra patria. Hay que reconstruir nuestros valores. Estos Juegos son fruto de la cooperaci¨®n de todos. Debemos ganar juntos¡±. Y remat¨® con el titular y el deseo: ¡°Estos son los Juegos de la paz y del di¨¢logo¡±.
M¨¢s all¨¢ del protocolo de la ceremonia, el deporte uni¨® por primera vez a Felipe VI y al presidente de le Generalitat, en una de las im¨¢genes m¨¢s potentes de la inauguraci¨®n. Otro momento menos trascendente pero lleno de simbolismo fue el desfile de Siria, un pa¨ªs en guerra y que llega con 32 deportistas gracias a la cooperaci¨®n del Comit¨¦ Internacional y las instituciones. Hubo un momento muy tarraconense. Seis ex deportistas, la mayor¨ªa de ellos de la provincia, como Santi Esteva, Silvia Fontana, Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado, Bito Fuster, Carmen Rams y Albert Duch portaron la bandera de los Juegos Mediterr¨¢neos que trajo un paracaidista y que ya ondea en el Nou Estadi. Y los Juegos aterrizaron, as¨ª, entre la pol¨ªtica y el deporte, en una Tarragona que hasta el 1 de julio ser¨¢ el centro de atenci¨®n de la cuenca Mediterr¨¢nea.
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