Los secretos de la victoria de los Patriots sobre los Jaguars
Doug Marrone plante¨® un partido perfecto y tom¨® decisiones acertadas, pero al final la clave fue que en su equipo juega Bortles y en los Patriots Tom Brady.
El debate m¨¢s encendido tras las finales de conferencia se centr¨® en la actuaci¨®n arbitral en el Pats-Jags y sobre el asunto ya escrib¨ª ayer un art¨ªculo aportando mi punto de vista. El segundo asunto m¨¢s discutido ha sido la estrategia de Marrone. Se le ha criticado por haber sido demasiado conservador, con una serie de jugadas puntuales que pudieron decidir el partido por su falta de atrevimiento. Yo no voy a negar la mayor. Efectivamente, el plan de Marrone fue muy conservador y esas jugadas criticadas lo demuestran. Mi discrepancia con la mayor¨ªa se centra en que esas decisiones conservadoras fueron coherentes y correctas. El perjuicio que provocaban a los Jaguars era menor que el beneficio que se buscaba lograr. Y el resultado final del partido no tiene nada que ver con ellas.
Foxboro, el mayor fort¨ªn de la NFL
Antes de seguir adelante, un dato demoledor. Los Patriots han perdido en casa solo 31 partidos (por 135 vitorias) durante los 18 a?os de la etapa Belichick. Tres de ellos en playoffs (por 19 victorias). Es una barbaridad. Menos que ning¨²n otro equipo con diferencia. Ni siquiera los Seahawks de la ¡®Legion of Boom¡¯ han sido mejores en su fortaleza del CenturyLink. Desde 2012 Seattle ha perdido diez partidos en casa y New England solo nueve (uno en playoffs). No hace falta que os de estos datos para confirmar algo que todos sab¨¦is de sobra: ganar en Foxboro es una haza?a. Pero es casi igual de complicado tener la ¨²ltima posesi¨®n del partido para ganarlo. Y creo que esa fue la obsesi¨®n y el objetivo ¨²ltimo de Marrone el domingo. Depender de su ataque en un drive final decisivo. Y eso lo consigui¨®. Incluso lleg¨® hasta la yarda 38 rival en primer down y a falta de 2:12 para el final. Muy pocos de los 135 equipos que han salido derrotados de New England han estado tan cerca.
Nunca he intentado hacer grandes an¨¢lisis t¨¢cticos. Para eso ya est¨¢n Rub¨¦n Ibeas o Marco ?lvarez. Siempre he preferido ver el football a?adiendo otros factores. Creo que entre la fr¨ªa pizarra y el ¡°hala, chaval, sal ah¨ª y haz lo que sabes¡± hay un inverso de factores que influyen en el juego y que dibujan el complej¨ªsimo mapa de un partido. Por eso es complicado buscar una l¨ªnea argumental, pero es lo que voy a intentar a partir de ese punto.
Paliza t¨¢ctica en la primera mitad
Como se esperaba, New England planteo el choque buscando cerrar las carreras de Fournette. Si los Jags quer¨ªan ganar deber¨ªan encomendarse a Bortles. Como siempre, Belichick metiendo presi¨®n en el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. El problema es que hicieron esto acumulando jugadores en la caja (NE jug¨® al principio con tres linebackers m¨¢s que nunca este a?o) y sacrificando el blitz contra Bortles. Eso trajo como consecuencia un festival de pases sencillos del quarterback a rutas exteriores. Adem¨¢s, los receptores consegu¨ªan muchas yardas tras la recepci¨®n porque las ayudas llegaban muy tarde por la sobrecarga de jugadores defendiendo la carrera y porque la secundaria comet¨ªa una y otra vez errores de asignaci¨®n. El play action de Bortles estaba destrozando a New England, y con ese guion llegaron los dos primeros touchdowns de los Jaguars. La defensa estaba controlando a Fournette, que casi siempre era parado en seco y solo lograba romper con una carrera de 13 yardas y como ariete en tercero y corto, pero New England deb¨ªa buscar otro camino para frenar ese ataque.
Cuando Tom Brady estaba en el campo, solo form¨® en tres ocasiones en no huddle en toda la primera mitad. El temible ataque vertiginoso de New England no aparec¨ªa. Adem¨¢s, hubo una sobreutilizaci¨®n de los corredores en jugadas de ¡®end around¡¯. En mi opini¨®n, lo que buscaba McDaniels con ese martilleo era desactivar el pass rush de los Jaguars, y agotarlo poco a poco en una presi¨®n in¨²til. Creo que en parte tuvo ¨¦xito, porque aunque Brady sufri¨® tres sacks en el partido, nunca sufri¨® una presi¨®n agobiante y los pass rushers de Jacksonville llegaron casi desfondados a los minutos decisivos. Pero el precio fue demasiado alto. En las primeras cuatro series ofensivas los Patriots solo anotaron un field goal y el coordinador ofensivo tuvo que tirar a la basura gran parte de su playbook de carrera porque mediado el segundo cuarto estaba completamente quemado.
Chuch y Bouye se pasan al enemigo
Quedaban dos minutos para el descanso y los Jaguars ganaba 3-14, ten¨ªan el partido controlado y lo ¨²nico que no estaba funcionando era la presi¨®n a Tom Brady, que ten¨ªa tiempo para pasar pero no consegu¨ªa primeros downs y se colapsaba en terceros gracias al gran trabajo de la secundaria rival.
Entonces llegan dos jugadas decisivas que no son culpa de Marrone. Barry Church golpea casco contra casco a Gronkowski en un pase que era incompleto. 15 yardas de penalizaci¨®n. De inmediato, Bouye saca a Cooks del campo en una interferencia innecesaria, porque ten¨ªa la posici¨®n ganada sin necesidad de empujar y dif¨ªcilmente habr¨ªa sido un pase completo. 32 yardas de penalizaci¨®n. Se ha criticado a los ¨¢rbitros por esa falta, pero un cornerback no puede interferir en la ruta del receptor. S¨ª, lo intentan hacer casi siempre y muchas veces no se pita aunque sea ilegal, pero es dif¨ªcil hacer la vista gorda si se saca al rival del campo a empujones. Fueron dos errores individuales grav¨ªsimos, que no tienen nada que ver con planteamientos ni decisiones de banda.
Los 55 segundos y los ajustes del descanso
La primera jugada pol¨¦mica lleg¨® justo despu¨¦s del touchdown que dejaba el marcador 10-14 con 55 segundos por jugar. Bortles se arrodill¨® en la yarda 25 y los Jaguars se fueron al descanso sin ni siquiera intentar llegar a distancia de field goal. Han puesto a Marrone a caldo por eso y me parece una decisi¨®n m¨¢s que l¨®gica. Aunque quedaran dos tiempos muertos, avanzar en ese tiempo cuarenta yardas para llegar a distancia de field goal habr¨ªa requerido que Bortles lanzara dos o tres pases arriesgados. Hasta ese instante, el primer mandamiento de los Jags hab¨ªa sido ¡°para ganar en Foxboro no hay que cometer errores, y la mejor manera de evitarlo es no arriesgar¡±. Una intercepci¨®n habr¨ªa sido un golpe dur¨ªsimo. Y para hacer un parip¨¦ con dos carreras, mejor irse a descansar y evitar lesiones. Para ganar a Belichick no hay que ser valiente. Hay que ser listo y paciente.
Otra cosa que han criticado a Marrone es que mientras Belichick hizo much¨ªsimos ajustes en el descanso ¨¦l no hizo nada. Por un lado, no creo que eso sea verdad. Su defensa sigui¨® colapsando el ataque de New England hasta casi mediado el ¨²ltimo cuarto y su ataque anot¨® un field goal en dos de sus tres primeras series, as¨ª que hiciera o no ajustes el plan funcion¨® casi hasta el final. Adem¨¢s, los que ten¨ªan que ajustar eran los Patriots y ¨¦l esperar para responder.
La defensa de New England encuentra el camino
Respecto al ataque de McDaniels, durante el tercer cuarto sigui¨® colapsado. Brady echaba mucho de menos a Gronko y los ¨²ltimos intentos de seguir un plan preconcebido eran infructuosos. No suced¨ªa lo mismo en defensa. Los Patriots se hab¨ªan dado cuenta de que sin presi¨®n a Bortles no podr¨ªan ganar el partido. Dejaron de centrarse tanto en Fournette y en cada play action entraban en blitz con uno y hasta dos linebackers. Eso hizo que el ataque de los jaguars perdiera parte de su frescura. Bortles ya no pasaba tan c¨®modo y Fournette ten¨ªa incluso menos ¨¦xito que en la primera mitad, con solo dos carreras de m¨¢s de tres yardas de las trece intentadas tras la reanudaci¨®n.
Un cuarto down insensato
Ah¨ª lleg¨® la siguiente jugada que se le critica a Marrone. Quedaban doce minutos de partido, ganaban 10-20 y McDaniels ya estaba recurriendo a jugadas desesperadas, como la de fantas¨ªa con pase de Amendola que termin¨® con un fumble de Dion Lewis y no acab¨® con touchdown de Jacksonville porque los ¨¢rbitros se precipitaron deteniendo la jugada. Entonces, los Jags no se jugaron un cuarta y uno en su propia yarda 42. ?De verdad cre¨¦is, como dicen muchos, que ten¨ªa que hab¨¦rsela jugado? Ganaban por m¨¢s de dos anotaciones y el ataque de New England a¨²n no hab¨ªa dado se?ales de vida. ?Para qu¨¦ arriesgarse a resucitar a Brady d¨¢ndole el bal¨®n tan cerca de la end zone? Y m¨¢s viendo que Fournette casi siempre era parado en seco cerca de la l¨ªnea de scrimmage. Cualquier error de Bortles (bastante habitual en ¨¦l en esas situaciones), un holding, un fumble, podr¨ªan poner en peligro la victoria. Con un punt no se equivocaba. Y m¨¢s si deja el bal¨®n en la yarda 15 de New England. Pretender que deb¨ªa hab¨¦rsela jugado queda fenomenal a toro pasado, pero ning¨²n entrenador en su sano juicio lo habr¨ªa hecho tal y como como se estaba desarrollando el partido.
Tom Brady toca el ¨®rgano del Apocalipsis
Ah¨ª acab¨® la l¨®gica, la estrategia y la partida de ajedrez. Los Patriots empezaron a atacar a la desesperada. Brady cogi¨® el bal¨®n, abri¨® la tapadera del ¨®rgano y lo hizo sonar como un trueno apocal¨ªptico sin orden ni concierto. Sin libro de jugadas. A su manera. y contra eso no hay defensa posible. Como dec¨ªan muchos tras el final, ese pel¨ªcula ya la hemos visto muchas veces y sabemos c¨®mo acaba. Dos touchdowns de Amendola con Tom Brady en ¡®la oficina¡¯ le dieron la vuelta al partido.
Poco antes de la segunda anotaci¨®n tuvo lugar otro de los ¡®errores¡¯ de Marrone. No pidi¨® que se revisara una recepci¨®n de Amendola que pudo no haberlo sido. Para empezar, no estaba tan claro que se hubiera revertido la decisi¨®n. Adem¨¢s, cada tiempo muerto val¨ªa su peso en oro en lo que quedaba de partido. Yo tal vez s¨ª que la hubiera pedido, aunque solo fuera para intentar romperle el ritmo a Brady, pero me parece otra decisi¨®n razonable.
El bal¨®n decisivo, en manos de Bortles
Quedaba 2:48 para el final y los Jaguars de Marrone estaban por detr¨¢s en el marcador 24-20, pero el entrenador hab¨ªa conseguido tener la iniciativa en el momento de la verdad. El bal¨®n del partido no estar¨ªa en manos de Brady, sino de Bortles.
Para desgracia de Marrone, su quarterback no es ni Drew Brees, ni Peyton Manning. Ni Rodgers, ni Big Ben, ni Matt Ryan, ni Luck, ni Wilson, ni Rivers, ni Stafford. Ni siquiera Eli Manning o Alex Smith. Como lo sabe, plante¨® un partido sin riesgos hasta que no fue de verdad necesario. Y le sali¨® mal por muy poco. La defensa de New England no se puso en ¡®prevent¡¯, le meti¨® a Bortles toda la presi¨®n que pudo y ¨¦l lanz¨® un pase muy suyo a un Fournette que se iba solo, de esos que parece que no son malos, pero son horribles, y otro solo un poco mejor a Westbrook, que tambi¨¦n se iba solo, para que se luciera Gilmore con una palomita maravillosa.
Los Jaguars no perdieron porque Marrone fuera un cobarde, que no lo fue.Perdieron despu¨¦s de un planteamiento casi perfecto de su entrenador porque en su equipo juega Bortles y en el del rival Tom Brady. Y no me extra?ar¨ªa que Pederson hiciera un plan muy parecido en la Super Bowl, aunque intentando que nunca todo llegue a depender de Foles.