Los Jaguars ganan a Steelers en el partido de todos los tiempos

Los Jaguars y los Steelers nos han hecho un regalo inolvidable. Un partido que pasar¨¢ a la historia del football americano como uno de los choques m¨¢s incre¨ªbles, m¨¢s emocionantes y m¨¢s espectaculares de la historia de la NFL, del football americano, del deporte mundial. Una batalla plagada de alternativas, en el que todo parec¨ªa posible en cada jugada, en el que no hab¨ªa l¨®gica ni limitaciones de ning¨²n tipo. Un sue?o sin imposibles durante el que vivimos tres de las horas m¨¢s apasionantes de nuestras vidas.

Nadie pod¨ªa imaginar que la historia empezar¨ªa con un 21-0 a favor de los Jaguars reci¨¦n comenzado el segundo cuarto. Ni m¨¢s ni menos. Sorpres¨®n en el arranque de un duelo divisional en el que se ve¨ªan las caras el poderoso ataque de los Steelers con la infranqueable defensa de los Jaguars. Esa diferencia fue la que marc¨® un partido convertido en agon¨ªa, con unos, los Jaguars, intentando proteger la diferencia con u?as y dientes y otros, los Steelers, haciendo la goma y tirando de genialidad para sobrevivir.

?D¨®nde est¨¢n los Steelers?

No es complicado explicar los motivos de ese inicio fulgurante de Jacksonville. Blake Bortles, al que se?alaban todos los focos como el gran tal¨®n de Aquiles de este equipo tuvo un inicio magn¨ªfico, facilitado por la inoperancia de la secundaria de los Steelers, que daba muchos metros de ventaja a los receptores rivales. Adem¨¢s, la l¨ªnea ofensiva visitante proteg¨ªa con autoridad a su quarterback y abr¨ªa aut¨¦nticas autopistas a un Fournette que por momentos recordaba al corredor imparable del arranque de la temporada.

Y as¨ª, lleg¨® un touchdown de Fournette en cuarto down y tras hacer vuelo sin motor, despu¨¦s de una primera serie impecable de su equipo. M¨¢s tarde fue una intercepci¨®n en muy mal sitio a Big Ben, que Fournette tambi¨¦n culminaba en la end zone. Por fin, mientras los Se?ores del Acero segu¨ªan groguis y hasta se jugaban un cuarto down absurdo cuando estaban a distancia de field goal, otra buena serie ofensiva terminaba con touchdown de Yeldon. Quedaban tres cuartos y los Steelers a¨²n no hab¨ªan saltado a un Heinz Field que contemplaba en silencio el emparrillado sin entender lo que estaba sucediendo.

Despierta Pittsburgh y se lesiona Fournettte

Sin embargo, Pittsburgh no solo tiene genialidad. Su aut¨¦ntico secreto es el coraz¨®n. Y mediado el segundo cuarto Big Ben y compa?¨ªa decidieron bajar a la tierra para que Antonio Brown le hiciera un lio a AJ Bouye y anotara el touchdown que reduc¨ªa diferencias 7-21. Dos jugadas despu¨¦s, Fournette se resent¨ªa de su lesi¨®n de tobillo y ten¨ªa que dejar el partido moment¨¢neamente. Eso igual¨® bastante las cosas. El ataque de los Jaguars perdi¨® casi toda su frescura y Bortles comenz¨® a meterse en los inexplicables l¨ªos a los que nos tiene acostumbrados.

Los Steelers se la promet¨ªan muy felices en su sue?o de remontada. Dispon¨ªan de cuatro minutos antes del descanso para anotar otro touchdown y la posesi¨®n tras la reanudaci¨®n. Empatar el partido a 21 estaba en sus manos. Lo que no preve¨ªan era que Roethlisberger sufrir¨ªa un sack de Ngakoue tras aguantar demasiado el bal¨®n que acababa con un fumble que ser¨ªa recuperado por Telvin Smith y retornado para un touchdown de 50 yardas. Los Jaguars volv¨ªan a estar 21 puntos por delante (7-28). Quedaban dos minutos para el descanso y las campanas de Pittsburgh volv¨ªan a repicar a muerto, pero Big Ben ya hab¨ªa abierto el frasco de las esencias y en cuarto down y largo, cuando no quedaba ya tiempo, se sac¨® de la manga un pase de 36 yardas a Martavis Bryant para touchdown que resucitaba a los suyos antes del descanso (14-28).

La defensa de Jacksonville, grogui

Ahora era la defensa de los Jaguars la que estaba grogui. Y as¨ª sigui¨® tras la reanudaci¨®n cuando Roethlisberger hizo un l¨ªo a su secundaria durante una serie perfecta que termin¨® con touchdown de pase a LeVeon Bell. Los Steelers se quedaban a siete puntos de diferencia (21-28) y, lo m¨¢s importante, el momentum del partido hab¨ªa cambiado completamente y eran los Se?ores del Acero los que llevaban la iniciativa tanto en ataque como en defensa. La falta de experiencia en playoff estaba haciendo que los Jaguars desperdiciaran la mayor diferencia hist¨®rica que los locales hab¨ªan tenido en contra en su casa en postemporada.

El partido hab¨ªa estado completamente loco hasta ese momento, pero despu¨¦s de tantas emociones pareci¨® llegar un alto el fuego para ambos conjuntos. Varias series desperdiciadas nos llevaron al cuarto final con Jacksonville siete puntos arriba, una diferencia que pese a su defensa parec¨ªa insuficiente visto lo visto. Pero entonces volvi¨® la batalla en toda su crudeza. Los Steelers bloquearon el despeje de punt de sus rivales y recuperaron el bal¨®n a medio campo. Parec¨ªa inevitable que anotaran, pero la defensa visitante resucit¨® para frenar su ataque en cuarto down y pulgadas gracias a una impresionante cobertura de Bouye. El partido era ya una ruleta rusa en la que a ninguno le importaba morir.

Un toma y daca final de locura

Al que menos le importaba morir era a Bortles, que empez¨® a lanzar pases profundos para ver si sonaba la flauta, y vaya si son¨®, un lanzamiento inexplicable de 45 yardas termin¨® en manos de Cole para que inmediatamente Fournette anotara su tercer touchdown de la tarde y los Jaguars recuperaran los dos touchdowns de ventaja (21-35). Quedaban poco m¨¢s de 10 minutos y los Steelers comenzaban a estar entre la espada y la pared. Su ataque se atascaba y viv¨ªan en el alambre del cuatro down. Y ah¨ª, como siempre en las grandes ocasiones surgi¨® Antonio Brown para quemar por en¨¦sima vez a Bouye y anotar un touchdown de 43 yardas que a punto estuvo de sacar la tierra de ¨®rbita.

Y as¨ª podremos decir: ¡°yo vi el Steelers-Jaguars de todos los tiempos¡±.