El estrellato y DeShaun Watson, una pareja muy estable
El quarterback de los Houston Texans lleva a?os siendo uno de los jugadores con m¨¢s seguimiento en el mundo del football. Ahora asalta la NFL.
Hoy se habla de DeShaun Watson como serio candidato a MVP de la NFL. En el entorno de la liga parece poca cosa nombrarle como rookie del a?o y se busca caza mayor para el quarterback de los Houston Texans. Es l¨®gico, porque lo que ayer vimos en el partido que su equipo perdi¨® contra los Seattle Seahawks es uno de esos espect¨¢culos que se quedan grabados en la mente de los espectadores y que ayudan a definir carreras, que se agarran firmes en el cerebro y crean un juicio de valor que requiere de muchos d¨ªas malos para ser aniquilado. Y eso no es algo que tenga pinta de pasar a corto plazo.
La gran sensaci¨®n del a?o en la NFL presenta unos n¨²meros que son incontestables. Desde que tom¨® las riendas del equipo en el descanso del primer partido de la temporada (Bill O'Brien, su entrenador, merece una entrevista en profundidad en la que explique porque Tom Savage comenz¨® el a?o como titular), los Houston Texans son el equipo con m¨¢s puntos en ataque de toda la liga. En todos y cada uno de los encuentros han pasado de 30 puntos cuando el a?o pasado en ni uno s¨®lo llegaron a las tres decenas.
Adem¨¢s, a t¨ªtulo individual, Watson ha pasado para 19 touchdowns, que es el r¨¦cord de todos los tiempos de m¨¢s touchdowns en los siete primeros partidos de la carrera de cualquier quarterback. Tambi¨¦n es el primer rookie que lanza al menos tres pases de touchdown en cuatro partidos consecutivos. Y, para concluir, en los cuatro ¨²ltimos encuentros ha pasado para 16 touchdowns, de nuevo r¨¦cord absoluto de la historia de la NFL para un rookie en un periodo de cuatro partidos.
Su capacidad para poner patas abajo los partidos est¨¢ m¨¢s que demostrada.
Llegando al partido de ayer se habl¨® mucho de c¨®mo para un novato ir a jugar a Seattle era un infierno. Una de las aficiones m¨¢s ruidosas de la liga hace el trabajo muy complicado para los pasadores con poca experiencia. La gran mayor¨ªa de expertos y periodistas del entorno de la NFL lo se?alaron. El que esto firma, tanto como el que m¨¢s. Y lo que solt¨® fue un partido tan memorable que le va a convertir en el centro de todos los focos.
Y es ah¨ª donde quer¨ªa ir a parar: el estrellato y DeShaun Watson son una pareja muy bien avenida. Nada de lo que le suceda esta semana, nada de las alabanzas que va a recibir, de los aut¨®grafos, las entrevistas, las ruedas de prensa, los reportajes, las hip¨¦rboles, la persecuci¨®n... nada, nada le har¨¢ mella, porque resulta que lleva a?os viviendo en ese magma, y comport¨¢ndose con el dominio que tienen las personas que han nacido con la habilidad social de gestionarse como pez en el agua siendo el im¨¢n de la atenci¨®n.
Eso estaba claro cuando se le eligi¨® en el draft. Hab¨ªa dudas sobre su capacidad de lectura, su falta de precisi¨®n o su tendencia al escapismo del pocket, pero jam¨¢s sobre liderazgo y disponibilidad, desde el primer d¨ªa, para ser la proa de una franquicia de la NFL.
Porque en la universidad de Clemson era una absoluta megaestrella. Siempre aspirante al Heisman Trophy, jug¨® dos finales contra la todopoderosa Alabama y les gan¨® la segunda. Con un touchdown en el ¨²ltimo segundo, por cierto, que habla de su sangre fr¨ªa en los momentos decisivos. En los dos ¨²ltimos a?os fue la gran estrella de la NCAA, y se curti¨® en el arte de ser la cara de todo un equipo, de todo un proyecto.
Ahora ya lo es de los Houston Texans, sin duda alguna, y su comportamiento indica que est¨¢ de sobra preparado para ello. El espect¨¢culo que est¨¢ dando en el campo no estaba previsto, al menos por algunos de nosotros; el poso que va a aportar a la franquicia de los Texans, desde el aspecto personal, s¨ª que ven¨ªa asegurado el mismo d¨ªa que le eligieron en el draft. Un l¨ªder. Una estrella.